Aún no hemos colonizado la Luna y ya la hemos llenado de basura: hay hasta pelotas de golf abandonadas

Aún no hemos colonizado la Luna y ya la hemos llenado de basura: hay hasta pelotas de golf abandonadas

En 1969 el ser humano dejó por primera vez su huella en la Luna. En un sentido literal, Lance Armstrong y Edwin “Buzz” Aldrin dejaron las improntas de sus botas en el regolito lunar, pero en un sentido más metafórico, la humanidad comenzaba también a dejar su huella en nuestro satélite natural. La huella de los desperdicios.

Allá por 2012 la NASA publicó un catálogo con todos los objetos creados por la humanidad que reposaban en la Luna. Contaron cerca de 800 objetos, algunos de ellos aún en activo. Sin embargo la cifra de desperdicios que hemos dejado en nuestro único satélite natural permanente ha ido creciendo a lo largo de la última década.

Y es probable que siga creciendo. Entre 1969 y 1972 seis misiones Apollo aterrizaron en la Luna. Las seis misiones llevaban tripulaciones a bordo y dejaron tras de sí numerosos desperdicios. Sin embargo el número de misiones lunares que ha alcanzado nuestro satélite desde la llegada de la soviética Luna 2 en 1959 ha sido relativamente grande, y todas o casi todas han dejado algún objeto atrás.

Y si tenemos en cuenta misiones solo de ida, misiones fallidas y misiones que regresaron pero dejaron tras de sí parte de sus equipos y otros objetos nos acabamos topando con una considerable acumulación de basura lunar.

Cada misión, por tanto tenía su propio motivo para dejar atrás basura. Poner en objetos en órbita y llevarlos a la Luna es difícil y costoso, y a mayor masa mayores las dificultades y el coste. Es por eso que muchos de los objetos que llevamos al espacio, terminada su vida útil, se queden ahí, traerlos es una tarea engorrosa.

El problema es doble cuando se trata de misiones que aterrizan para regresar, puesto que no solo debe considerarse la “ecuación del cohete” de Tsiolkovski en el despegue de la Tierra, sino también en el despegue de la Luna. Es por eso, por ejemplo, que las misiones Apollo emprendieran sus viajes de retorno dejando atrás incluso parte de sus vehículos.

Los objetos dejados atrás son de lo más variado. Uno de los más llamativos son dos pelotas de golf que viajaron a bordo de la misión Apollo 14. Estas pelotas forman parte de las icónicas fotos de astronautas jugando al golf en la Luna. La jurisdicción de “ley de la botella” parece que no alcanza la Luna.

Los objetos dejados atrás también incluyen vehículos pesados. Además de la parte inferior del vehículo de descenso lunar, los astronautas de las Apollo dejaron tres vehículos motorizados, los boogies lunares o Lunar Roving Vehicles. Estos fueron utilizados por las misiones Apollo 15, 16 y 17.

Las Apollo también dejaron tras de sí un rastro algo más escatológico: bolsas de heces. Unas 96 de ellas, para ser concretos. Es posible que alguna de estas bolsas se conviertan en los primeros ejemplos de basura recogida en la Luna y traída a la Tierra.

Esto se debe a que tienen interés científico: el de analizar cómo la estancia en la superficie del satélite ha podido afectar a los microorganismos residentes en estas.

La lista sigue, desde fotos familiares (a bordo de la Apllo 16) hasta las también icónicas banderas estadounidenses (descoloridas ya desde hace años), pasando por un memorial a los astronautas que perdieron la vida durante el programa Apollo (Apollo 11). Otros dos objetos curiosos son la pluma y el martillo que los astronautas de la Apollo 15 utilizaron para demostrar que ambos caían a la misma velocidad.

Las misiones también pueden fallar. De hecho, terminado el programa Apollo, las sondas estrelladas se han convertido en una parte importante de la nueva basura espacial. En los últimos años, la sonda israelí Beresheet, la india Chandrayaan-2, la japonesa Hakuto-R y la rusa Luna 25 acabaron sus días estrelladas contra la superficie del satélite. Y ahí seguirán.

El problema con la basura en la Luna, a diferencia de lo que ocurre en la Tierra, es que no tiene una forma de deteriorarse, salvo por el posible impacto de meteoritos. Sin atmósfera no hay vientos que erosionen los materiales ni agua en superficie que corroa u oxide el metal. Tampoco hay microorganismos que metabolicen las sustancias o que ayuden con esta corrosión.

Nadie al volante

La proliferación de basura en la Luna puede que no sea tan preocupante como la observada en la órbita terrestre, pero algunos expertos han llamado la atención sobre el asunto. Expertos como Chris Impey, de la Universidad de Arizona, que incluía esta cuestión en un artículo reciente publicado en The Conversation.

En él explica cómo el problema de los desechos lunares, en parte popiciado por un hecho: “puesto que nadie es propietario de la Luna, nadie es responsable de mantenerla limpia y ordenada”, explica el científico.

Y es que acuerdos internacionales como el Tratado del Espacio Exterior de 1967 y el Acuerdo sobre la Luna de las Naciones Unidas de 1979 se basan en el principio de que lo que está en el espacio exterior no pertenece a nadie, tampoco a ninguna nación.

Impey señala, eso sí, que éste último acuerdo nunca llegó a ser suscrito ni por Estados Unidos ni por China (y tampoco por la Unión Soviética). Este acuerdo tenía como objeto hacer los recursos lunares patrimonio de toda la humanidad.

Estos acuerdos internacionales podrían ser puestos al día a través de los Acuerdos Artemis asociados al programa homónimo. Sin embargo, las tensiones internacionales de Estados Unidos, promotor de estos acuerdos (primero con China como conscuencia del veto aeroespacial impuesto por el legislativo estadounidense, y segundo con Rusia como consecuencia de la invasión de Ucrania), hacen difícil la adhesión de una mayoría de las potencias espaciales a un nuevo marco común más allá de los tratados internacionales firmados en las décadas de los 60 y 70.

Nos encontramos en una nueva carrera espacial y la gestión de la basura espacial está comenzando a ser prioritaria, por ahora solo en un contexto, eso sí. El motivo detrás es práctico: las órbitas, especialmente la órbita terrestre baja empiezan a abarrotarse, lo que hace que la probabilidad de choques entre basura espacial y satélites activos crezca exponencialmente (a cada impacto mayor número de restos).

Por ahora no existe el mismo interés con la basura lunar. Son numerosas las misiones, algunas de ellas tripuladas, programadas a nuestro satélite. Controlar lo que dejamos atrás tendrá que convertirse en prioritario si no queremos convertir este entorno singular en un basurero.

En Xataka |

Imagen | NASA

-
La noticia Aún no hemos colonizado la Luna y ya la hemos llenado de basura: hay hasta pelotas de golf abandonadas fue publicada originalmente en Xataka por Pablo Martínez-Juarez .

Leer más

Tenemos nuevas soluciones para el problema de los tres cuerpos. Más de 12.000, en concreto

Tenemos nuevas soluciones para el problema de los tres cuerpos. Más de 12.000, en concreto

En 2013 la revista Science llamaba la atención sobre un sorprendente hecho: un equipo de físicos habían descubierto una gran cantidad de nuevas soluciones al problema de los tres cuerpos: 13 nuevas soluciones, cuatro veces más que las descubiertas a lo largo de los 300 años anteriores. 10 años después, la última “remesa” de soluciones supera las 12.000.

Crecimiento exponencial. Un equipo internacional de investigadores ha anunciado el hallazgo de un total de 12,392 nuevas soluciones al problema de los tres cuerpos, uno de los problemas más famosos en la mecánica orbital.

Si se confirma esta enorme cantidad de nuevas soluciones esto corresponderá a un incremento exponencial en el número de soluciones halladas al problema a lo largo de los años. Antes de 2013 el número de soluciones a este problema de 300 años de antigüedad podía contarse con los dedos de una mano.

En 2017 ya contábamos con más de un millar de soluciones cuando un estudio realizado por un equipo chino casi dobló la cifra con 1.223 nuevas soluciones. Los investigadores añadieron poco después otras 231 nuevas soluciones a esta lista.

Pendiente de confirmación. El nuevo trabajo es heredero de estos en tanto en cuanto ha recurrido a una versión optimizada de la empleada en este último avance. Los detalles del trabajo aún están pendientes de revisión por pares para su publicación en una revista, pero el borrador puede ser consultado en el repositorio ArXiv.

Las soluciones propuestas tienen una estructura común. Parten de un estado estacionario (sin movimiento). Entonces la atracción gravitatoria los pone en marcha antes de alejarlos entre sí hasta un punto nuevamente estacionario. A partir de ahí el movimiento se repite en sentido inverso. Esto hace que esas órbitas sean estables pero sus trazos no sean semejantes a los que tendemos a imaginar.

El problema de los tres cuerpos. Pero, ¿cuál es exactamente el problema de los tres cuerpos? El problema de los tres cuerpos puede definirse como la dificultad que entraña predecir los movimientos de tres cuerpos que interactúan gravitacionalmente entre sí.

En el contexto de este estudio, el problema trata de buscar condiciones iniciales a partir de las cuales estos tres hipotéticos cuerpos pueden pasar a describir órbitas estables, que no acaben colisionando o expulsando a uno de los miembros.

Parece sencillo, pero solo lo es en definición. La forma en la que dos cuerpos interactúan a través de la gravedad es relativamente sencilla, fue descrita por Isaac Newton y nos ha servido para comprender una buena parte de los movimientos orbitales.

El futuro de un problema. La capacidad de los ordenadores empleados es clave. Según explicaba a la revista New Scientist Ivan Hristov, uno de los responsables del estudio, un hardwaremás potente habría permitido alcanzar una cifra muy superior a las 12.000 nuevas soluciones: unas cinco veces mayor. Si esto es cierto es probable que no tardemos en ver aparecer nuevas soluciones al problema, y de millares en millares.

Sin embargo hay otros aspectos del problema que pueden resultar del interés de los astrónomos en mayor grado que el número bruto de soluciones. Por ejemplo saber cómo pequeñas alteraciones (como las causadas por leves empujes gravitatorios externos) pueden afectar a estos equilibrios.

En Xataka | La definición de planeta está mal, y Plutón es la gran víctima de ese caos

Imagen | Hassaan Here

-
La noticia Tenemos nuevas soluciones para el problema de los tres cuerpos. Más de 12.000, en concreto fue publicada originalmente en Xataka por Pablo Martínez-Juarez .

Leer más

Los latinos del sur de Florida llevan años mezclando el inglés con el español. Y han creado un nuevo dialecto

Los latinos del sur de Florida llevan años mezclando el inglés con el español. Y han creado un nuevo dialecto

Los idiomas, las lenguas, las hablas… son conceptos dinámicos. Nuestra forma de expresarnos de forma oral o escrita cambia constantemente (más al hablar que al escribir, claro) y los lingüistas a veces lo tienen difícil para seguir el ritmo de los hablantes.

Estos cambios pueden manifestarse de infinidad de maneras y tener una infinidad de causas. Un curioso ejemplo de estos cambios fue documentado recientemente por investigadores de la Universidad Internacional de Florida y de la Universidad de Buffalo. No se trata del ya conocido spanglish, pero su contexto y origen es similar.

Este nuevo dialecto está surgiendo en el área de Miami como consecuencia de la interacción entre el castellano latinoamericano propio de muchos habitantes de la ciudad y el inglés estadounidense. Los cambios idiomáticos consecuencia de esta fuerte presencia latina son de lo más variados, pero el último estudio se ha centrado en un aspecto concreto: la trasposición de estructuras y usos castellanos a la lengua inglesa.

Esto es, que sin recurrir a castellanismos (como en el spanglish), los hablantes de este nuevo dialecto utilizan expresiones “calcadas” del castellano no habituales en el habla inglesa. Algo así como una traducción demasiado literal de las expresiones propias al hablar en otro idioma.

Phillip M. Carter, uno de los autores que han estudiado este habla daba algunos ejemplos de esto en un artículo en The Conversation: “we got down from the car and went inside” (“Nos bajamos del coche y fuimos dentro”), cuando en realidad en inglés “sale” uno del coche, no “se baja”; “I made the line to pay for groceries” (“hice cola para pagar la compra”), cuando en inglés se “espera” en la línea, no se “hace cola”.

Los calcos que compilan los autores del estudios son diversos. Van desde expresiones como “casarse con” (“marry with” en lugar de “marry to”), hasta cambios en las acepciones de palabras concretas, como el uso de la palabra “meat” para referirse no sólo a la carne en general sino a la carne de vacuno de manera específica.

Los investigadores responsables del estudio analizaron este dialecto propio del sur de Florida durante 10 años, prestando atención también a cambios entre las hablas específicas entre migrantes de primera, segunda, tercera y cuarta generación. Tomaron algunas de las expresiones que identificaron a lo largo de su análisis y las emplearon para realizar un experimento.

En él tomaron a dos grupos de participantes, uno oriundo del sur de Florida y otro compuesto por personas de distintos lugares de los Estados Unidos. Preguntaron a los participantes su opinión sobre lo adecuadas que resultaban expresiones como “get down from the car” o “make the line” y, para sorpresa de nadie, constataron que los participantes del sur de Florida mostraban mayor afinidad que el resto por estas expresiones.

Eso sí, el resto de participantes, en promedio, no percibían las expresiones como malsonantes o incorrectas. Tan solo las valoraban menos que los participantes del “grupo experimental”.

Carter pone una flor como ejemplo de la variedad con la que los idiomas pueden apropiarse de palabras extranjeras. La palabra para referirse al diente de león en inglés es dandelion, adaptación del término francés dent de lion; mientras que en alemán se emplea Löwenzahn, un calco o traducción literal del latín dens lionis.

Los calcos lingüísticos son muy comunes en lugares donde dos o más idiomas interactúan. Hoy en día esto no se limita a entornos geográficos concretos, en la aldea global todas las lenguas interactúan. Especialmente con el inglés.

Es por eso que utilicemos aparatos como el “ratón”, para navegar entre “ventanas” de un sistema operativo. Ya antes del advenimiento de la informática utilizábamos expresiones calcadas del inglés como “rascacielos” o el término ya en desuso “balompié”.

En castellano no solo “sacamos” fotos, también las “tomamos” como en inglés. Curiosamente, en Miami “take a picture” a veces suele ser sustituido por “throw a photo”, es decir, “tirar” o “echar” una foto.

“Cuando realizamos investigaciones como esta, sirven como recordatorio de que no existen palabras ‘reales’ o palabras ‘inventadas’. Solo hay palabras. Y todas las palabras vienen de algún sitio,” explicaba Carter en una nota de prensa. “Cada palabra tiene una historia. Eso va [también] por todas las palabras habladas en Miami.”

En Xataka | El verdadero tamaño de cada idioma del mundo, ilustrado en este estupendo gráfico

Imagen | Denys Kostyuchenko

-
La noticia Los latinos del sur de Florida llevan años mezclando el inglés con el español. Y han creado un nuevo dialecto fue publicada originalmente en Xataka por Pablo Martínez-Juarez .

Leer más

Algo raro está ocurriendo con Dimorphos, el asteroide que desviamos a través de la misión DART

Algo raro está ocurriendo con Dimorphos, el asteroide que desviamos a través de la misión DART

Casi ha pasado un año desde el día en que la misión DART (Double Asteroid Redirection Test) de la NASA chocó contra Dimorphos, el menor de los dos asteroides que conforman el sistema Didymos. Un año que ha servido a astrónomos de medio mundo para evaluar con detenimiento sus resultados. Y hay uno que no encaja.

Anomalías. Un equipo estadounidense de astrónomos ha publicado recientemente las conclusiones de su estudio sobre los efectos de la misión DART en la órbita de Dimorphos, el asteroide contra el que la sonda impactó el 27 de septiembre del año pasado. El equipo comprobó que el nuevo periodo orbital del asteroide era más rápido que lo que los cálculos iniciales indicaban.

Misión suicida. En la madrugada del 27 de septiembre de 2022 (hora peninsular) la humanidad estrellaba una sonda espacial contra un asteroide en un ejercicio pionero. El objetivo era comprobar si era posible utilizar esta técnica como forma de eludir el posible impacto de un meteoro contra la Tierra desviándolo de su trayectoria de esta forma.

El blanco era Dimorfos, un pequeño asteroide de algo más de 160 metros de longitud que orbitaba a otro de mayor tamaño, Didymos, conformando el sistema de asteroides homónimo. La misión fue un éxito y el impacto logró desviar levemente el asteroide. Esto tuvo un efecto en su periodo orbital, que pasó de las 11 horas y 55 minutos de duración a 11h y 23’: unos 32 minutos menos.

Refinando los cálculos. Cálculos posteriores refinaron el resultado y aumentaron esta cifra hasta los 33 minutos, con un margen de error de unos 18 segundos. El nuevo trabajo sitúa esta diferencia en 34,2 minutos y lo hace con un margen de error de unos 6 segundos.

Aún no está claro el por qué de esta discrepancia. Las observaciones de este último estudio fueron realizadas entre 20 y 30 días después del impacto, por lo que una posibilidad es que la roca se fuera acelerando en los días posteriores a las primeras observaciones y análisis.

Por amor al arte. La nota curiosa de este trabajo es que detrás de él no se encuentra un equipo de astrónomos profesionales. Las observaciones se realizaron desde un telescopio relativamente modesto, el del Observatorio Thacher.

Se trata de un telescopio con espejo de 0,7 metros gestionado por la Thacher School, una institución educativa preparatoria situada en el estado de California. Los responsables del trabajo: un profesor y sus alumnos.

Se trata de resultados prometedores pero aún deberán ser confirmados. Por ahora el borrador con los detalles del estudio han sido publicados a través del repositorio ArXiv.

A la espera de Hera. La misión Hera de la Agencia Espacial Europea (ESA) será una de las encargadas de confirmar o desmentir resultados como este. Habrá que esperar, ya que no se espera que la misión parta antes de octubre de 2024 en ruta hacia el sistema Didymos.

Según este calendario, la misión alcanzará su objetivo en diciembre de 2026. Una vez ahí, la misión europea podrá analizar in situ y con detenimiento los cambios experimentados por el sistema Didymos y especialmente por Dimorphos.

La nave podrá recoger información no sólo sobre el periodo orbital de este asteroide sino también sobre su entorno, el rastro de escombros dejado atrás por el impacto o el posible crater causado por el impacto.

En Xataka | El tamaño del meteorito que provocó la extinción de los dinosaurios es... bastante inesperado

Imagen | NASA

-
La noticia Algo raro está ocurriendo con Dimorphos, el asteroide que desviamos a través de la misión DART fue publicada originalmente en Xataka por Pablo Martínez-Juarez .

Leer más

Medio siglo después, la sonda india Chandrayaan-3 ha vuelto a detectar algo singular en la Luna: movimientos sísmicos

Medio siglo después, la sonda india Chandrayaan-3 ha vuelto a detectar algo singular en la Luna: movimientos sísmicos

Las primeras semanas de actividad de la sonda lunar india Chandrayaan-3 están siendo frenéticas. Hasta ahora la sonda ha detectado elementos como el azufre y la logrado hitos como dar un salto sobre la superficie lunar. Sin embargo hay un hallazgo sigue envuelto en cierto misterio. Se trata de los movimientos sísmicos que ha registrado.

Dos movimientos muy distintos. Los movimientos sísmicos lunares detectados por la sonda Chandrayaan-3 fueron muy distintos en su naturaleza y se produjeron los días 25 y 26 de agosto. El primero de estos movimientos no tiene nada de misterioso: corresponde a las vibraciones causadas por el rover al dar sus primeros “pasos” sobre la superficie lunar.

El movimiento sísmico registrado el día siguiente sin embargo fue más breve. Y por ahora los responsables de la misión desconocen qué lo causó. Es por ello que el equipo explicara recientemente que estaban investigando el origen de este movimiento.

Inerte, pero no inmóvil. Los expertos consideran a la Luna un objeto geológicamente inerte. No siempre lo fue, pero lo ha sido aproximadamente durante los últimos 2.500 millones de años. Sin embargo existen distintos eventos que pueden causar temblores en la Luna.

El primero resulta bastante intuitivo: asteroides. La superficie de nuestro satélite natural cuenta con numerosos cráteres causados por millones de años de impactos de asteroides.

La ausencia de atmósfera permite que las rocas con las que se topa la Luna acaben estrelladas en su superficie (a diferencia de la Tierra, donde nuestra atmósfera nos protege de los asteroides más pequeños). La energía liberada por estos impactos puede causar temblores perceptibles.

Mareas en la Luna. Una segunda posible causa de movimientos sísmicos es nuestro propio planeta. La fuerza de mareas surge como consecuencia de la interacción gravitatoria entre dos cuerpos entrelazados en un movimiento orbital. Afecta a ambos cuerpos, en nuestro planeta causa, como su propio nombre indica, las mareas.

Sin embargo, esta fuerza puede ser de intensidad suficiente como para afectar a rocas. En el caso de interacciones muy fuertes esta fuerza es capaz de desintegrar satélites y planetas que orbitan cerca de objetos más masivos que ellos mismos, y podría ser también la causa de leves movimientos en la geología lunar.

Movimiento detectado por el sismógrafo el 25 de agosto, causado por el desplazamiento del rover. ISRO

De Apollo a  Chandrayaan. Los últimos datos sismográficos lunares con los que contábamos se registraron por las misiones Apollo durante la década de 1970. Sin embargo aún siguen siendo de utilidad para los investigadores.

Un estudio reciente, por ejemplo, utilizó estos datos para estudiar con detenimiento otra posible causa de movimientos sísmicos en nuestro satélite: la temperatura. Los datos de las Apollo mostraban una serie de movimientos de tierra, imperceptibles para el ser humano pero regulares. Se producían en los atardeceres y amaneceres lunares, es decir, cada 14 días terrestres aproximadamente.

Los autores del estudio atribuyeron a los cambios de temperatura esta serie regular de terremotos lunares, el “reloj de alarma lunar” en palabras del equipo. Y es que los cambios en la temperatura lunar son ciertamente abruptos: la amplitud térmica de nuestro satélite oscila entre los -133º y los 120º centígrados.

Oportunidad de oro. Una de las utilidades de los datos sismográficos es la de entender la geología interna de un planeta o satélite. Recientemente, los datos compilados por la sonda marciana InSight y su sismógrafo nos han permitido averiguar nuevos datos sobre el interior de Marte.

Ahora los instrumentos sismográficos de Chandrayaan podrían abrirnos una nueva etapa en la exploración lunar y a la hora de averiguar nuevos detalles sobre cómo se formó nuestro sistema solar y los distintos elementos que lo conforman, incluida la Luna y la Tierra.

ILSA. El Instrumento para la Actividad Sísmica Lunar (ILSA) es uno de los numerosos aparatos a bordo de la sonda india. Cuenta con un conjunto de seis acelerómetros de alta precisión. Tanto este como el resto de instrumentos de la sonda se encuentran a día de hoy en estado de hibernación.

Se mandtendrán así varios días más, hasta finales de septiembre, cuando los paneles solares de los vehúculos puedan volver a captar suficiente radiación solar como para mantener activos los instrumentos a bordo.

En Xataka | India no tiene suficiente con la Luna: Aditya-L1 es su siguiente misión espacial y apunta hacia el Sol

Imagen portada | ISRO

-
La noticia Medio siglo después, la sonda india Chandrayaan-3 ha vuelto a detectar algo singular en la Luna: movimientos sísmicos fue publicada originalmente en Xataka por Pablo Martínez-Juarez .

Leer más

Los turistas están masificando el monte Fuji. Y las autoridades japonesas se han echado a temblar

Los turistas están masificando el monte Fuji. Y las autoridades japonesas se han echado a temblar

El monte Fuji es uno de los accidentes geográficos más populares, no solo de Japón sino del mundo entero. Pero la fama es un arma de doble filo: con la popularidad ha llegado un fenómeno temido, el de la turistificación.

Las autoridades japonesas han expresado su preocupación por el inmenso número de visitantes que día y noche acoge el monte Fuji. Se calcula que en 2019 5,1 millones de personas visitaron este paraje natural, lo que implica un problema para la conservación del entorno. Sobre todo si tenemos en cuenta que estas visitas se concentran entre julio y septiembre cuando las condiciones meteorológicas son favorables y se abren las rutas de acceso.

Fujisan entró en 2013 en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, factor que pudo tener que ver con el aumento en el número de visitantes entre su inclusión en la lista y la llegada de la pandemia. El goteo de gente es prácticamente incesante y no se detiene de noche y es que son muchos los que comienzan su ascenso durante la noche con el fin de ver el sol naciente desde sus alturas.

El problema no es solo humano. El monte acoge toda una infraestructura de apoyo a los visitantes. Desde tiendas de souvenirs hasta puestos de comida, a lo que hay que añadir la logística asociada y la limpieza de basura dejada atrás por los montañeros. “Vi muchos restos de comida y botellas vacías esparcidas en la zona de los lavabos”, se quejaba un visitante local en declaraciones recogidas por la Agencia France-Presse.

Las autoridades japonesas ven también con preocupación que esta turistificación supone un riesgo también para los propios montañeros. Al elevarse el tránsito se incrementa el riesgo de desprendimientos, pero quizás la mayor preocupación venga por la exigencia del recorrido en sí mismo.

Con sus casi de 3.800 metros de altitud, el ascenso no es fácil. Las condiciones meteorológicas en sus alturas son mucho más duras que a ras de suelo y los niveles de oxígeno descienden. Esto hace que el llamado “mal de altura” pueda afectar a los visitantes.

La ruta de ascenso cuenta con “cabinas” para el descanso de los montañeros, pero durante la temporada estival las reservas de éstas rondaban la saturación. Una de las preocupaciones de las autoridades que visitantes inexpertos decidieran ascender “del tirón” si no encontraban cabinas libres, con el consiguiente aumento del riesgo de sufrir problemas serios.

Así las cosas, las autoridades japonesas anunciaron hace algunas semanas que tomarían medidas de control de masas cuando consideren que los senderos de tránsito estén saturándose, lo que parecía probable a lo largo de la temporada estival. Finalizado el periodo veraniego parece que el anuncio tuvo un efecto disuasorio y tales medidas no han llegado a ser implementadas. Por ahora

La popular lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO está acompañada de un subconjunto de elementos en peligro. Desde el Parque Nacional de los Everglades hasta Palmyra, esta lista se enfoca en aquellos sitios de relevancia que están amenazados por diversos motivos. Japón no quiere que el monte Fuji pase a engrosar esa lista, menos aún que pierda su categoría como Patrimonio de la Humanidad.

Un icono japonés

El monte Fuji es, en realidad, un volcán activo (su última erupción fue en 1707). Situado en la isla de Honshū, a tan solo 100 kilómetros de Tokio, Fujisan se eleva a algo más de 3.776 metros sobre el nivel del mar. Esto lo convierte en la montaña más alta de su isla y de todo el Japón.

Fuji es un estratovolcán, término que hace referencia al hecho de que está compuesto por numerosos estratos o capas que alternan lava solidificada y piroclastos. El monte cuenta con una característica forma cónica coronada con un cráter de más de 600 metros de diámetro y 200 de profundidad.

Fuji es un estratovolcán, término que hace referencia al hecho de que está compuesto por numerosos estratso o capas que alternan lava solidificada y piroclastos. El monte cuenta con una característica forma cónica coronada con un cráter de más de 600 metros de diámetro y 200 de profundidad.

Más allá de su geología, Fuji es un importante elemento de la cultura japonesa. No solo por ser visto como una suerte de “montaña sagrada” sino por su cercanía a la capital. Quizá lo que más haya acercado este monte a la cultura popular sea la serie de grabados del artista japonés Katsushika Hokusai, ‘Treinta y seis vistas del monte Fuji’ y, especialmente ‘La gran ola de Kanagawa’.

Fujisan no es la única montaña masificada. El Everest ha sufrido consecuencias semejantes de la turistificación y es otro gran ejemplo de lo que esto conlleva: un riesgo medioambiental y para las personas.

La última temporada estival iba camino de convertirse en la más mortífera del pico más alto de nuestro planeta. El camino hacia la cumbre del Everest está sembrado con decenas de cadáveres congelados en un lugar donde el rescate de los restos fúnebres resulta demasiado complicado.

Los desperdicios también se llegan a acumular en algunas zonas. Desperdicios que pueden abarcar desde material extraviado hasta las mismas deposiciones de los montañistas. A esto cabe añadir otra curiosa huella que dejan los visitantes: microorganismos.

La temporada del monte Fuji llega a su fin y por ahora las autoridades parecen haber esquivado lo peor. Sin embargo parece que la tendencia al alza hará que pronto el número de visitantes alcance (y superer) los números prepandémicos. Quizá el año que viene las restricciones dejen de ser una advertencia y pasen a materializarse.

En Magnet | El toque de las campanas españolas es un lenguaje en sí mismo. Y ahora también Patrimonio de la Humanidad

Imagen | Derek Mawhinney/Katsushika Hokusai

-
La noticia Los turistas están masificando el monte Fuji. Y las autoridades japonesas se han echado a temblar fue publicada originalmente en Xataka por Pablo Martínez-Juarez .

Leer más

Las lluvias del Burning Man hicieron aflorar algo asombroso: la “gamba dinosaurio” y otros extraños animales

Las lluvias del Burning Man hicieron aflorar algo asombroso: la

El caos de último Burning Man, el evento artístico celebrado anualmente en el desierto de Nevada, dejó numerosas estampas curiosas. Los automóviles varados en el barro se convirtieron en la estampa más representativa del evento pero hubo asistentes que llamaron la atención sobre otra consecuencia de de las fuertes lluvias: la eclosión de extraños crustáceos en medio del desierto.

Estos crustáceos pertenecen a la clase conocida como branquiópodos (Branchiopoda). Esta clase abarca algunas de las criaturas que pueden verse en imágenes compartidas por uno de los asistentes al festival. En ellas se observa un ejemplar perteneciente al género Triops, un animal conocido en inglés como gambas renacuajo por su forma semejante a la de la fase vital de los anfibios. Este artrópodo guarda también parecido con otro artrópodo, el cangrejo herradura.

Con este animal comparte una característica peculiar: haber convivido con los dinosaurios. El motivo es que estas gambas-renacuajo llevan habitando nuestro planeta desde hace decenas de millones de años. Un estudio de 2013 por ejemplo, ponía el origen del género Triops entre hace 233,5 y 152,3 millones de años.

Los Triops deben su nombre a sus tres ojos. Cuentan con dos ojos compuestos, uno a cada lado, y un ojo simple central. Este último ojo está ubicado debajo de su exoesqueleto translúcido. La combinación de ojos simples y compuestos no es del todo inusual entre artrópodos, como es el caso de las mantis religiosas y algunos de sus parientes.

Otra de las imágenes muestra un tipo de camarón duende, un anostráceo (Anostraca), posiblemente del género Streptocephalus, otro braquiópodo, este con una forma que recuerda más a gambas y camarones; de aspecto blanquecino y translúcido, más fantasmagórico. Se calcula que los anostráceos se separaron del resto de branquiópodos hace unos 600 millones de años, en algún momento entre el Ordovícico y el Devónico.

Pero recapitulemos ¿crustáceos en el desierto? La aparición de estos animales acuáticos no se ha producido por generación espontánea. Estos crustáceos están adaptados a condiciones extremas, incluida la “vida desértica”. El motivo es que, aun tratándose de animales acuáticos, las huevas de estos artrópodos pueden resistir durante años sin agua, eclosionando solo cuando las lluvias anegan el área en el que fueron depositados.

Una semana de espera

El curioso ciclo vital de estos animales se reanuda entonces, ya en un entorno acuático, aunque solo sea de manera temporal. Los crustáceos de Black Rock, lugar donde se celebra el festival, alcanzarán su madurez reproductiva en tan solo una semana y depositarán una nueva generación de huevos que eclosionarán cuando las condiciones meteorológicas les sean favorables.

La esperanza de vida de estos animales no es muy extensa. Los que no lo hayan hecho antes morirán cuando las aguas estancadas se evaporen o sean absorbidas por el terreno. Entonces esta región del desierto de Nevada retomará su naturaleza desértica y solo los huevos quedarán con vida esperando a un nuevo diluvio.

Los crustáceos no son el único animal “desubicado” que podrían haberse topado los asistentes del festival. Lo que hoy en día es el desierto de Arizona pertenece a la región conocida como la Gran Cuenca, y en eras pasadas estuvo anegada de agua (agua de la que aún quedan rastros como el Gran Lago Salado). Entre las especies acuáticas que han logrado prosperar en estas condiciones se encuentran también moluscos como los llamados caracoles de primavera (springsnails), e incluso peces como el el leucisco del desierto (desert dace o Eremichthys acros).

En algunos contextos ecológicos los braquiópodos son considerados especies amenazadas, sin embargo, algunas de estas especies son criadas para su uso como mascota en acuarios domésticos.

Estos animales podrían parecernos exóticos, casi alienígenas, pero también pueden ser encontrados en Europa e, incluso, en la península Ibérica. Eso sí, nuestro entorno es uno de esos lugares donde estos animales escasean. Así, por ejemplo, en febrero de este año la Sociedad Cordobesa de Historia Natural dio a conocer que había encontrado en las charcas temporales de Guadalcázar un ejemplar de triops cancriformis mauritanicus 13 años después del último avistamiento.

Ejemplares de esta especie han sido detectadas en puntos diversos del sur y el oeste peninsular según el mapa de Sekano Triops, un portal dedicado al animal. Hace dos años, la Generalitat Valenciana puso en marcha también varias actuaciones en territorio levantino para la preservación del singular crustáceo.

El festival Burning Man de este año ha sido un desastre no visto desde lo vivido en el Fyre hace unos años. Sin embargo siempre es posible encontrar un motivo para ponerle buena cara al mal tiempo. Aunque solo sea por descubrir uno de los animales más escurridizos y resistentes conocidos. Con permiso de los tardígrados, claro.

En Magnet | Hemos acidificado los océanos. Y ya se están disolviendo los caparazones de algunas especies de cangrejos

Imagen | Miguel Blázquez, CC BY-SA 4.0

-
La noticia Las lluvias del Burning Man hicieron aflorar algo asombroso: la "gamba dinosaurio" y otros extraños animales fue publicada originalmente en Xataka por Pablo Martínez-Juarez .

Leer más

Adivinar el impacto de una DANA es tarea casi imposible. Así trabaja AEMET desde dentro para conseguirlo

Adivinar el impacto de una DANA es tarea casi imposible. Así trabaja AEMET desde dentro para conseguirlo

La meteorología en la capital ha vuelto a convertirse en el centro de atención mediático en el país. Hace unos días, cientos de miles si no millones de teléfonos móviles en Madrid alertaban a sus propietarios de la llegada de lluvias. La alerta se basaba en la predicción de lluvias torrenciales pero, ¿en qué se basaba esta predicción? La clave está en los modelos meteorológicos.

Un fin de semana de sobresaltos. Mientras el domingo muchos en la villa de Madrid se preguntaban dónde estaban las fuertes lluvias de las que habían sido advertidos horas antes, los vecinos de las comarcas y provincias adyacentes comenzaban a notar la llegada de severas tormentas.

Tras el fin de semana, las lluvias se han dejado notar sobre la capital, no sin que los habitantes de la villa se preguntaran cómo habían podido fallar los modelos. Nada más lejos de la realidad, en uno u otro momento, la DANA se ha hecho notar en todo el centro peninsular. Las inundaciones se han  saldado ya con una  persona fallecida y varios desaparecidos.

Modelos meteorológicos. Los modelos meteorológicos no son sino complejos sistemas de ecuaciones que relacionan una serie de variables meteorológicas observadas con otra cantidad de variables previstas a lo largo, ancho e incluso alto del espacio tridimensional de la atmósfera terrestre.

Existe una gran cantidad de modelos de este tipo, algunos más precisos que otros en función de su contexto. De entre toda esta “oferta” de modelos, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) basa sus predicciones especialmente en dos, el modelo ECMWF o CEPPM y el HARMONIE–AROME.

ECMWF. El modelo del  Centro Europeo de Predicción a Plazo Medio (CEPPM o ECMWF), también conocido como Integrated Forecast System (IFS), es un modelo global y de plazo medio. Se trata de un modelo atmosférico pero también incorpora datos sobre las condiciones oceánicas.

Como puede intuirse, este modelo cuenta con la ventaja de darnos predicciones más o menos fiables en el plazo medio, hasta 10 días, con una resolución aproximada de 10 kilómetros a varias alturas: superficie, y tres niveles de presión (300, 500 y 850 hPa).

En superficie, el modelo ofrece predicciones puntuales sobre temperatura, viento, presión, nubosidad y precipitación acumulada en las seis horas anteriores.

HARMONIE–AROME. Este modelo también debe su existencia a un consorcio internacional de países europeos y mediterráneos, desde Finlandia hasta Túnez. A diferencia del modelo anterior, éste es un modelo de mesoescala, aplicado por AEMET en dos regiones: una que abarca la Península y Baleares y otra centrada sobre las Islas Canarias.

El modelo es capaz de generar predicciones sobre temperaturas, presión atmosférica, viento, precipitación, nubosidad y descargas eléctricas en intervalos de 12 horas a lo largo de un periodo entre las 12 y las 132 horas posteriores a la hora nominal del modelo.

El modelo viene usándose desde 2017 y sustituyó al modelo HIRLAM. El nuevo modelo cuenta con la ventaja de no sólo tener una mayor resolución (2,5 km) sino que se trata de un modelo no hidrostático, lo que lo hace capaz de simular los movimientos convectivos en la atmósfera, un detalle importante a la hora de prever algunos fenómenos asociados con tormentas como la vivida estos días.

Determinación o probabilidad. Los modelos deterministas ofrecen una estimación puntual basada en las observaciones introducidas en el modelo. Sin embargo nuestra atmósfera es un sistema complejísimo, caótico, lo que hace que exista siempre un margen de error. Los modelos que estiman la probabilidad de error son los modelos probabilísticos.

AEMET genera sus datos probabilísticos a partir del Sistema de Predicción por Conjuntos, SREPS. Este mecanismo genera la incertidumbre combinando cinco los resultados de cinco modelos de área limitada con los resultados de otros cinco modelos globales.

Comunicar la probabilidad. La comunicación es vital en este contexto. Cuando leemos las previsiones meteorológicas tendemos a asignarles una probabilidad de error, al fin y al cabo todos sabemos que los meteorólogos no siempre “aciertan”.

Sin embargo, conforme la ciencia ha ido avanzando en su capacidad de acertar, hemos ido recortando en nuestras mentes el margen de error que damos a los meteorólogos. Es quizá por ello que tendamos a leer las previsiones más en términos deterministas que probabilistas. Comunicar los márgenes de error es más necesario que nunca, pero no es fácil para los meteorólogos.

La importancia de la predicción meteorológica. El bienestar de los ciudadanos y su seguridad es quizá el uso más importante de la predicción meteorológica, pero numerosos subsectores de la economía dependen también de sus aciertos. Empezando por la agricultura y pasando por el transporte, por tierra, mar o aire. El valor económico de los servicios meteorológicos comienza a ser muy importante.

El desarrollo de las renovables también ha hecho aún más importante la previsión meteorológica, especialmente tras el advenimiento de la energía solar y la eólica. Prever la producción eléctrica depende ahora más que nunca de conocer la intensidad del viento y de la radiación solar a lo largo de la península.

Por mucho que se haya avanzado en la previsión del tiempo, no se puede pedir precisión absoluta a los modelos. A falta de una receta sencilla para comunicar previsión e incertidumbre, la divulgación y el principio de cautela deben imperar. La última DANA promete convertirse en un tema candente de discusión. No tiene por qué serlo.

En Xataka | "No tienen fundamento científico alguno": era cuestión de tiempo que AEMET arremetiera contra las cabañuelas

Imagen | AEMET

-
La noticia Adivinar el impacto de una DANA es tarea casi imposible. Así trabaja AEMET desde dentro para conseguirlo fue publicada originalmente en Xataka por Pablo Martínez-Juarez .

Leer más

Al fin hemos descubierto el sexto sabor. El único problema es que si no eres una mosca no podrás disfrutarlo

Al fin hemos descubierto el sexto sabor. El único problema es que si no eres una mosca no podrás disfrutarlo

Las moscas tienen un gusto exquisito. Al menos en el sentido de que su sentido del gusto cuenta con una dimensión ajena al paladar humano: la capacidad de percibir el sabor alcalino. Y no sólo estos insectos tienen capacidad de degustar este sabor, lo hacen incluso con sus patas.

Hace tan sólo unos pocos años que descubrimos que los humanos contábamos con papilas gustativas capaces de degustar un quinto sabor, el umami. Éste se sumaba a la tradicional lista de los cuatro gustos (dulce, salado, ácido y amargo).

Sin embargo, ahora los científicos saben que existe un sexto sabor, el alcalino. Un sabor que queda lejos de los paladares humanos pero no así del de la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster). Esta mosca no es el único animal que creemos es capaz de detectar este sabor, pero es la que está sirviendo a los científicos para entender mejor los mecanismos bioquímicos detrás de este sentido.

Pero antes quizás convenga explicar qué es exactamente este sabor. El alcalino podría interpretarse como un sabor aintitético del ácido. Si el sabor ácido nos permite detectar la acidez química de un alimento (un pH bajo), el alcalino nos permitiría detectar el sabor propio de sustancias con un alto pH, sustancias básicas o alcalinas.

Los expertos creen que la capacidad para detectar el sabor alcalino tiene la misma función biológica que nuestra capacidad para degustar el ácido: ayudarnos a elegir qué comidas ingerir y cuales evitar. Y es que la química de nuestro cuerpo tiende a ocurrir en la zona neutra del índice del pH.

Las sustancias más acídicas (como el ácido clorhídrico) y las más básicas (como la sosa cáustica) resultan muy peligrosas, pero el sabor ácido también puede ayudarnos a detectar alimentos en mal estado aun sin llegar a los extremos de toxicidad del ácido clorhídrico. Algo parecido puede estar ocurriendo con algunos insectos y este sabor alcalino.

Insectos como la mosca de la fruta. Si sabemos que las moscas de la fruta son capaces de detectar este sabor es porque nos han ayudado a comprender la bioquímica de este sabor. Un estudio reciente, por ejemplo, descubrió en este animal el gen vinculado a esta dimensión del sentido del gusto. Gen al que bautizaron “alka”.

Los investigadores modificaron genéticamente a un grupo de moscas, bloqueando algunos genes que, sospechaban, podrían estar relacionados con esta capacidad. Ofrecieron después a las moscas dos alternativas, una solución de agua con azúcar no alterada y otra a la que habían añadido sosa cáustica.

Observaron que casi tanto el grupo de control (moscas no modificadas) como la mayoría de los grupos modificados se comportaban igual y rechazaban la solución “adulterada” con sosa cáustica. Todas, salvo un grupo. Las moscas con la alteración de una secuencia genética concreta mostraban indiferencia por las dos opciones alimentarias.

Los investigadores repitieron el experimento alterando algunas condiciones para descartar hipótesis alternativas, pero todo parecía indicar que habían dado con el gen responsable de que las moscas rehuyeran la solución básica.

Si hay varios animales capaz de detectarlo, ¿por qué interesa tanto la mosca de la fruta? El interés por este insecto como animal de laboratorio va mucho más allá de entender su paladar. El motivo de esto es más bien pragmático: estas moscas tienen un genoma más sencillo y su ciclo vital dura tan sólo unos días, por lo que es fácil criarlas y lograr poblaciones grandes de estos animales para su uso en laboratorio.

Las moscas de la fruta son por ello relativamente fáciles de manipular genéticamente y así generar un gran número de sujetos modificados genéticamente. Pero además, a pesar de su genética más “simple”, la mosca de la fruta comparte con los humanos muchos de los genes vinculados con enfermedades que nos afectan, hasta un 75% de estos genes.

Por ahora nuestro conocimiento sobre el sabor alcalino solo atañe a insectos como las moscas de la fruta o escarabajos, pero quizá nos abra la puerta a descubrir alguna capacidad similar en los humanos. Juan Alcañiz, del Instituto de Neurociencias de la Universidad Miguel Hernández, explicaba al diario El País que esta capacidad podría haber acompañado a los mamíferos y haberse perdido en la evolución algo después de llegar hasta los humanos.

El sexto sabor no causará furor en las escuelas culinarias, pero quizá nos ayude a entender mejor los trucos que tiene la bioquímica para mantenernos con vida.

En Xataka | Si esta no es la peor noticia que nos podía dar la evolución, está cerca: las moscas están aprendiendo a molestar también en invierno

Imagen | John Tann/cottonbro studio

-
La noticia Al fin hemos descubierto el sexto sabor. El único problema es que si no eres una mosca no podrás disfrutarlo fue publicada originalmente en Xataka por Pablo Martínez-Juarez .

Leer más

Hay quien cree que hace 50 años encontramos vida en Marte (y que acto seguido la destruimos sin querer)

Hay quien cree que hace 50 años encontramos vida en Marte (y que acto seguido la destruimos sin querer)

Conforme hemos ido conociendo más sobre la química de Marte, una nueva hipótesis ha ido gestándose sobre por qué aún no hemos sido capaces de encontrar vida en el planeta vecino. Esta hipótesis postula que quizá la tuvimos bajo el microscopio, pero la matamos sin darnos cuenta.

El origen de la hipótesis está en las misiones enviadas hace casi 50 años por la NASA a Marte. Las Viking fueron algunas de las primeras sondas en aterrizar el el planeta y las primeras en hacerlo exitosamente.

A bordo de ellas había diversos instrumentos, varios estos instrumentos tenían el objetivo de realizar experimentos con el suelo marciano en busca de signos de vida. Según la hipótesis, estos experimentos habrían encontrado signos de vida pero nuestro desconocimiento sobre el entorno marciano de la época habría causado que las naves mataran toda la vida recogida en la muestra antes de llegar a analizarla.

Una de las claves de esta hipótesis está en los compuestos orgánicos. A lo largo de los últimos 50 años hemos comprobado que este tipo de moléculas son habituales en Marte. Los resultados de aquellos experimentos fueron considerados bien negativos o bien no concluyentes, pero para unos pocos investigadores el caso no quedó cerrado.

Investigadores comoDirk Schulze-Makuch, profesor en la Univerisdad Técnica de Berlín (TU), uno de los principales valedores de esta hipótesis. El experto alemán daba recientemente algunos detalles sobre los fundamentos de esta hipótesis en un artículo en Big Think.

En él explica cómo, cuando uno de los experimentos encontró compuestos orgánicos clorados, los responsables de la nasa los achacaron a contaminación terrestre. Es por ello que dedujeron que la vida no era posible, al no haberse detectado compuestos orgánicos nativos. Hoy en día sabemos sin embargo que los compuestos orgánicos están en Marte.

Si bien la existencia de compuestos orgánicos es una característica necesaria de los entornos con vida, lo contrario no es cierto: estos pueden surgir de procesos abióticos. El problema es que quizá los expertos encargados de los primeros (y por ahora únicos) experimentos realizados in-situ buscando vida en otros planetas habían sido infructuosos.

Pero uno de los fundamentos más llamativos de la hipótesis de Schulze-Makuch es la posibilidad de que las Viking recogieran muestras con vida y la mataran durante sus experimentos. La clave está, de nuevo en los  compuestos orgánicos clorados.

Durante sus experimentos, las Viking echaron agua a las muestras recogidas con la esperanza de que este compuesto básico para la vida en la Tierra permitiera que la hipotética vida de las muestras prosperara y fuera más fácil de detectar. Sin embargo, hay quienes creen que las sondas “ahogaron” las muestras hiperhidratándolas.

Existen paralelismos a este fenómeno en algunos organismos extremófilos que habitan lugares áridos de la Tierra como el desierto de Atacama. Estos organismos están acostumbrados, señala  Schulze-Makuch, a absorber de la humedad del ambiente el agua que necesitan. Más de eso podría haber acabado matando a estos seres.

Agua oxigenada

Otro compuesto importante para el Schulze-Makuch es el peróxido de hidrógeno o agua oxigenada. Como los orgánicos clorados, el agua oxigenada es higroscópica, es decir, ayuda a absorber la humedad del ambiente.

Esta molécula abunda en algunas áreas de Marte, sin embargo aquí en la Tierra suele ser considerada como incompatible con la vida. Aunque no siempre es el caso. El investigador alemán da algunos ejemplos de organismos que conviven con el peróxido de hidrógeno, desde microbios que lo producen y otros que lo consumen hasta escarabajos que lo utilizan como mecanismo de defensa.

Esto implica que las Viking también podrían haber matado a posibles organismos marcianos no por “rehidratarlos” sino tras haberlos calentado. El calor habría matado la muestra y habría propiciado que el peróxido reaccionara con posibles moléculas orgánicas liberando dióxido de carbono a la atmósfera marciana.

Gilbert Levin trabajó en las misiones Viking y fue otro defensor de esta hipótesis. Fallecido en 2021, Levin publicó un artículo en 2016 junto con la ya también fallecida bióloga y también trabajadora de las Viking Patricia Ann Straat en el que explicaba, su hipótesis, no muy distinta a la de  Schulze-Makuch.

Los investigadores aludieron al experimento conocido como Labeled Release (LR). Los resultados de este experimento fueron consistentes con la existencia de vida y, según estudios posteriores de Straat y Levin, implicaban que ésta sería la explicación más probable.

La búsqueda de vida fuera de nuestro planeta es una de las grandes obsesiones científicas del siglo XX. Resulta casi irónico pensar en la posibilidad de que hayamos podido tenerla al alcance de nuestra mano (o al alcance de los brazos robóticos de las sondas espaciales) y no hubiéramos sido capaces de verla.

Aunque no contamos con misiones tan centradas en la búsqueda de vida como las Viking, misiones como Mars 2020 (la misión capitaneada por el rover Perseverance) están trabajando de manera activa por compilar pruebas que de una vez por todas nos permitan descubrir vida (pasada o presente) en el planeta rojo o, en caso contrario, desechar la idea.

Hoy por hoy la búsqueda sigue más allá de Marte, en lugares como las lunas heladas de los planetas de mayor tamaño, Júpiter, Saturno e incluso Urano. Y todo esto sin descartar la posibilidad de encontrar algún día vida más avanzada más allá de los confines de nuestro sistema solar. Algo que por ahora sigue siendo ciencia ficción.

En Xataka | "Estamos destruyendo información guardada ahí 4.000 millones de años": el problema de los geólogos, los imanes y los meteoritos

Imagen | Réplica de la sonda Viking, NASA/JPL-Caltech/University of Arizona

-
La noticia Hay quien cree que hace 50 años encontramos vida en Marte (y que acto seguido la destruimos sin querer) fue publicada originalmente en Xataka por Pablo Martínez-Juarez .

Leer más