Algo raro está ocurriendo con Dimorphos, el asteroide que desviamos a través de la misión DART
Casi ha pasado un año desde el día en que la misión DART (Double Asteroid Redirection Test) de la NASA chocó contra Dimorphos, el menor de los dos asteroides que conforman el sistema Didymos. Un año que ha servido a astrónomos de medio mundo para evaluar con detenimiento sus resultados. Y hay uno que no encaja.
Anomalías. Un equipo estadounidense de astrónomos ha publicado recientemente las conclusiones de su estudio sobre los efectos de la misión DART en la órbita de Dimorphos, el asteroide contra el que la sonda impactó el 27 de septiembre del año pasado. El equipo comprobó que el nuevo periodo orbital del asteroide era más rápido que lo que los cálculos iniciales indicaban.
Misión suicida. En la madrugada del 27 de septiembre de 2022 (hora peninsular) la humanidad estrellaba una sonda espacial contra un asteroide en un ejercicio pionero. El objetivo era comprobar si era posible utilizar esta técnica como forma de eludir el posible impacto de un meteoro contra la Tierra desviándolo de su trayectoria de esta forma.
El blanco era Dimorfos, un pequeño asteroide de algo más de 160 metros de longitud que orbitaba a otro de mayor tamaño, Didymos, conformando el sistema de asteroides homónimo. La misión fue un éxito y el impacto logró desviar levemente el asteroide. Esto tuvo un efecto en su periodo orbital, que pasó de las 11 horas y 55 minutos de duración a 11h y 23’: unos 32 minutos menos.
Refinando los cálculos. Cálculos posteriores refinaron el resultado y aumentaron esta cifra hasta los 33 minutos, con un margen de error de unos 18 segundos. El nuevo trabajo sitúa esta diferencia en 34,2 minutos y lo hace con un margen de error de unos 6 segundos.
Aún no está claro el por qué de esta discrepancia. Las observaciones de este último estudio fueron realizadas entre 20 y 30 días después del impacto, por lo que una posibilidad es que la roca se fuera acelerando en los días posteriores a las primeras observaciones y análisis.
Por amor al arte. La nota curiosa de este trabajo es que detrás de él no se encuentra un equipo de astrónomos profesionales. Las observaciones se realizaron desde un telescopio relativamente modesto, el del Observatorio Thacher.
Se trata de un telescopio con espejo de 0,7 metros gestionado por la Thacher School, una institución educativa preparatoria situada en el estado de California. Los responsables del trabajo: un profesor y sus alumnos.
Se trata de resultados prometedores pero aún deberán ser confirmados. Por ahora el borrador con los detalles del estudio han sido publicados a través del repositorio ArXiv.
A la espera de Hera. La misión Hera de la Agencia Espacial Europea (ESA) será una de las encargadas de confirmar o desmentir resultados como este. Habrá que esperar, ya que no se espera que la misión parta antes de octubre de 2024 en ruta hacia el sistema Didymos.
Según este calendario, la misión alcanzará su objetivo en diciembre de 2026. Una vez ahí, la misión europea podrá analizar in situ y con detenimiento los cambios experimentados por el sistema Didymos y especialmente por Dimorphos.
La nave podrá recoger información no sólo sobre el periodo orbital de este asteroide sino también sobre su entorno, el rastro de escombros dejado atrás por el impacto o el posible crater causado por el impacto.
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Imagen | NASA
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La noticia
Algo raro está ocurriendo con Dimorphos, el asteroide que desviamos a través de la misión DART
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Pablo Martínez-Juarez
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