El COVID ha vuelto a España. Es la confirmación de que ya se ha vuelto una enfermedad completamente ordinaria

El COVID ha vuelto a España. Es la confirmación de que ya se ha vuelto una enfermedad completamente ordinaria

El COVID ha vuelto. En una semana, la incidencia de la enfermedad en atención primaria ha pasado de 75 casos cada 100.000 habitantes a 88. Eso son 13 puntos. Hace un mes, las cifras estabas en 29. En menores de cinco años, son 150. Y la tasa de hospitalización ha pasado de 0,75 a 2,04.

En cambio, el resto de enfermedades respiratorias (gripe, VRS, etc...) están en niveles normales. Así que sí, el COVID ha vuelto y lo cierto es que eso importa extremadamente poco. Al menos, si de lo que hablamos es de salud pública.

¿Cómo que no importa? Claro que importa. El COVID ha sido la enfermedad más importante de la última década. A escala planetaria. Claro que importa. E importa, sobre todo, para las nuevas hospitalizaciones y para el repunte de enfermos.

Y, precisamente por ello, el Instituto Carlos III sigue incluyéndolo en su último Informe de Vigilancia Centinela de Infección Respiratoria Aguda en Atención Primaria (IRAs) y en Hospitales (IRAG), de donde hemos sacado esas cifras.

Lo que no tiene ningún sentido es seguir hablando del SARS-CoV-2 como si no hubiera pasado nada en los últimos años; como si siguiéramos en 2020 o 2021. Pero lo estamos haciendo, basta hacer una pequeña búsqueda en internet para ver que hay docenas de medios hablando de 'ERIS', una nueva variante descendiente de XBB.1.9.2 que está circulando por ahí.

...pero lo ha dicho la OMS. Sí, es cierto. La Organización Mundial de la Salud ha dicho, alto y claro, que seguramente esta variante está detrás del repunte que nos está afectando (pero que está afectando también a países como Francia y Alemania). Y, pese a ello, hace meses que dio por finiquitada la "emergencia sanitaria mundial".

No obstante, es una "amenaza" y 'ERIS' es una variante "de interés". De hecho, como decía en el bloque anterior, algo digno de atención. Médica, técnica y epidemiológica. Como lo son las nuevas variantes de gripe o de cualquier otra enfermedad.

El COVID ha perdido sus dos grandes bazas. Más allá de la eterna discusión sobre si la peligrosidad el COVID era alta o no lo era, lo cierto es que el principal problema de la enfermedad que emergió a finales de 2019 fue que no teníamos inmunidad cruzada.

Del resto de enfermedades 'conocidas' nos defienden muchas cosas, pero eminentemente el muro epidemiológico que impide que se propague (y nos protege parcialmente). Con el COVID no pasaba y, aupado por una transmisibilidad muy alta (y un sistema de vigilancia internacional con muchos agujeros), campó a sus anchas llevando el mundo al colapso.

Un escenario como ese no está encima de la mesa. Y no lo está desde hace mucho tiempo. Seguirá muriendo gente por COVID, pero su capacidad para cerrar todas y cada una de las sociedades modernas es agua pasada.

La otra baza fue el miedo. Cuando Italia entró en crisis a finales de febrero de 2022, la pandemia entró en una nueva fase. Había salido de China y aparecía en el corazón de la Europa occidental. La preocupación por los problemas en Asia se transformó en miedo. Casi todo lo que vino después en relación con la respuesta pública a la enfermedad, se debió al miedo.

Pero el miedo ha desaparecido. Entre el 28 de febrero y el 6 de marzo de 2022, la gripe pasó del discreto segundo plano que lleva ocupando durante dos años "a empezar a llamar a las puertas de las urgencias". Y siguió creciendo y creciendo. Esa fue la prueba de que la pandemia había terminado: los españoles no estábamos siguiendo las recomendaciones de aislamiento social y por ese resquicio se coló la gripe. Habíamos perdido el miedo.

Y no, por muchos pequeños repuntes y por muchas variantes que sigan apareciendo, no parece que lo vayamos a recuperar.

En Xataka | Vuelve la gripe: es la prueba definitiva de que hemos dado por finalizada la pandemia de covid

Imagen | Adelin Prada

-
La noticia El COVID ha vuelto a España. Es la confirmación de que ya se ha vuelto una enfermedad completamente ordinaria fue publicada originalmente en Xataka por Javier Jiménez .

Leer más

La temperatura de los océanos es tan alta que se están convirtiendo en lo más inesperado: desiertos

La temperatura de los océanos es tan alta que se están convirtiendo en lo más inesperado: desiertos

La historia es antigua, pero (tal y como la recuerdo) la contó Foster Wallace: "están dos peces nadando uno junto al otro cuando se topan con un pez más  viejo nadando en sentido contrario, quien los saluda y dice, 'Buen día, muchachos ¿Cómo está el agua?' Los dos peces siguen nadando hasta que  después de un tiempo uno voltea hacia el otro y pregunta '¿Qué demonios  es el agua?'".

Pues bien, el agua es eso que está a punto de cocer a los dos peces, al pez más viejo, a las algas de alrededor y todos los ecosistemas que hay a miles de kilómetros de distancia.

Los océanos están tremendamente calientes. Aterricemos los datos: según Copernicus, la temperatura de la superficie de los océanos subió a 20,96 grados el 30 de julio pasado. El récord anterior había sido de 20,95 y se alcanzó grados en marzo de 2016. No es solo cosa de los satélites europeos, claro.

La NOAA, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos  (NOAA), utilizando una base de datos distinta, ha registrado tendencias similares en los últimos meses. La cosa está clara.

Sobre todo porque en 2016, los océanos del mundo alcanzaron ese pico gracias a un detalle muy específico: uno de los fenómenos de El Niño más poderosos que se recuerdan. Alcanzamos esa temperatura en el pico de aquel superNiño, de hecho. Ahora tenemos un El Niño a las puertas, sí; pero no parece que vaya a ser tan fuerte como el 2015 y, bueno, ni siquiera ha empezado realmente.

Fig1a Era5 Monthly Anomalies Sst 60s 60n July

¿Qué significa esto? Para no andarnos por las ramas, creo que lo más sensato es atender al criterio de la Organización Meteorológica Mundial: "los efectos de las olas de calor marinas  incluyen la migración de especies y extinciones, la llegada de especies  invasoras con consecuencias para la pesca y la acuicultura".

Es decir, que las partes más afectas van camino de convertirse en desiertos. En enormes extensiones de agua vacía. Completamente vacía.

¿Y por qué está ocurriendo? Al contrario de lo que suele transcender, el debate científico en torno al clima es enorme. Fundamentalmente, porque aún sabemos demasiado poco. Este año están pasando muchas cosas (El Niño, los problemas con la corriente del chorro, la explosión del Hunga Tonga, el ciclo solar, los cambios en las corrientes oceánicas, las dinámicas extrañas del polvo sahariano) y querer cerrar el debate en torno a una sola explicación no es hacer ciencia, es "arrimar el ascua a la sardina" de cada uno.

No obstante, con los datos que tenemos en la mano, todo parece apuntar a que el factor fundamental es que "las aguas se calientanal captar la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero".

Sea como sea, el resultado es el mismo: que "estamos viendo  olas de calor marinas en lugares inusuales, donde no se había predicho", explicaba Samantha Burgess, científica climática de Copernicus, en la BBC. No le falta razón. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, "las olas de calor marinas duplicaron su  frecuencia e intensidad entre 1982 y 2016". Y van a ir a peor.

Eso va a tener consecuencias ecológicas devastadoras, pero no solo ecológicas. También económicas. Sin contar manipulación, procesado, distribución y venta, más de 58,5 millones de personas viven directamente de la pesca en todo el mundo. Todo eso se va a desvanecer como un azucarillo en agua caliente, nunca mejor dicho.

Sí, es verdad: el "pescado criado" ha crecido casi un 60% en todo el mundo. Eso va a amortiguar el golpe, pero la reconversión industrial que va a acontecer en las costas de todo el mundo va a ser histórica y no parece que estemos preparados para ese debate.

Y esa es la peor parte. El punto de la historia de Foster Wallace de la que hablaba al principio, no era presentarse como el pez viejo y sabio que les iba a explicarle a los peces jóvenes qué es el agua. Nada de eso. El punto era "simplemente que las realidades más obvias e importantes son con frecuencia las más difíciles de ver y sobre las que es más difícil hablar".

Por eso la historia de los peces jóvenes es tan buena, porque para nosotros el mar también es algo sobre lo que no sabemos hablar. Y es hora de que aprendamos.

En Xataka | La gigantesca huella de la pesca en los océanos, ilustrada de forma magnífica en estos mapas

Imagen | Copernicus

-
La noticia La temperatura de los océanos es tan alta que se están convirtiendo en lo más inesperado: desiertos fue publicada originalmente en Xataka por Javier Jiménez .

Leer más

“Estamos cambiando las nubes”: uno de los mayores experimentos de geoingeniería de la historia ya ha empezado

"Estamos cambiando las nubes", explicaba en 'Science' Duncan Watson-Parris, físico atmosférico de la Institución Scripps de Oceanografía. Parece una frase curiosa, un comentario interesante; pero es mucho más. Porque ese 'cambio' en las nubes es parte de "un gran experimento natural" que empezamos hace más de 60 años y en el que ni siquiera habíamos reparado.

Un éxito rotundo... El 1 de enero de 2020 entraban en vigor las nuevas regulaciones de la Organización Marítima Internacional y han sido un éxito. No solo han reducido la contaminación de azufre de los barcos en más de un 80%, también "ha mejorado la calidad del aire en todo el mundo".

...que se nos ha vuelto en contra. El problema es que, según empezamos a ver con claridad, con las emisiones de azufre se han perdido muchas otras cosas. Las más evidentes son las nubes bajas que se formaban gracias a esas partículas. Unas nubes que reflejaban la luz solar y, aquí está lo interesante, contribuían a que la superficie del mar se calentara menos de lo que se hubiera calentado en condiciones normales.

De hecho, la cosa no queda así. El año pasado, Science publicó un trabajo que explicaba que las huellas de los barcos "mejoraban las nubes bajas (como sospechábamos), pero también afectaron "notablemente al volumen de cúmulos hinchados más altos en la atmósfera", que anteriormente se pensaba que eran inmunes a la influencia de los barcos. La conclusión fue que contaminación del aire podría estar causando que las nubes enfríen el clima el doble de lo que pensábamos.

Sciadv Abn7988 F2

¡Estábamos enfriando el océano sin saberlo! O eso creen un buen puñado de investigadores. Es la gran paradoja del momento: llevamos años tan concentrados en que "tenemos que dejar de contaminar" que no habíamos pensado que igual alguna parte de esa contaminación nos podía ir bien.

Mientras con una mano (la industria pesada, el hormigón y los motores de combustión) calentábamos la atmósfera, con la otra la estábamos enfriando. Esto es interesante por muchos motivos. Entre ellos, no hay duda, que se trata de una muestra genuina de lo complicado que es establecer efectos en la ciencia climática.

Y la historia encaja. O, mejor dicho, Leon Simons y otros investigadores han encontrado evidencia plausible y, lo que es más importante, un mecanismo que tiene sentido. Además, han conseguido meter la conversación de los aerosoles y el azufre en el debate público.

Pero no tanto como nos gustaría... También es cierto que, como nos decía el meteorólogo González Alemán, pese a todo, aún estamos muy lejos de haberlo demostrado. La explicación tiene sentido y disponemos de algunos estudios que la apoyan, pero faltan estudios exhaustivos (y revisados por pares) para confirmar que todo esto ha sido así de forma efectiva.

No hace falta recordar que este año han pasado muchas cosas (algunas muy llamativas): El Niño, los problemas con la corriente del chorro, la explosión del Hunga Tonga, los cambios en las corrientes oceánicas, las dinámicas extrañas del polvo sahariano... Y, con todo eso encima de la mesa, corremos el riesgo de comprar una explicación vistosa y aparentemente sensata, pero que no sabemos si es cierta. Mientras tanto, solo podemos esperar que el cuadro general empiece a aclararse y podamos encontrar una solución al problema que nosotros mismos acabamos de crear.

En Xataka | Verano en Benidorm, temporada baja: cómo el calor extremo está transformando ya al turismo en España

Imagen | Jacques Descloitres, MODIS Rapid Response Team, NASA/GSFC

-
La noticia "Estamos cambiando las nubes": uno de los mayores experimentos de geoingeniería de la historia ya ha empezado fue publicada originalmente en Xataka por Javier Jiménez .

Leer más

Llegan las Perseidas, el mayor espectáculo astronómico del año: nuestros consejos para verlas este fin de semana

Llegan las Perseidas, el mayor espectáculo astronómico del año: nuestros consejos para verlas este fin de semana

Cada 133 años, el cometa 109P/Swift-Tuttle completa una vuelta al Sol y, en el proceso, deja una enorme estela de partículas que, convertidas en 'estrellas fugaces', llenan los cielos de agosto de pequeñas luces maravillosas, chispazos a 210.000 kilómetros por hora.

Son las Perseidas, el mayor espectáculo astronómico del año, y su pico máximo es este fin de semana.

¿Este fin de semana? Exacto. Según el Observer's Handbook de la Royal Astronomical Society of Canada, la Tierra va a empezar a atravesar la parte más densa de esa estela de partículas el sábado 12 de agosto a las 21:00 horas (de la península). Y eso, a poco que lo pensamos, es una excelente noticia porque la noche del sábado las condiciones climáticas van a ser óptimas.

Ese astrónomo aficionado enamorado de la Luna. El año pasado una enorme Luna llena nos fastidió el pico de las Perseidas, pero este año la cosa ha cambiado. Durante el fin de semana, la Luna estará ya "de bajada": hablamos de una luna menguante muy cercana a la nueva.

Además, excepto en el noroeste de la península y quizás en Canarias, la visibilidad va a ser perfecta. Los modelos del ECMWF dibujan un escenario en el que, aunque  la dorsal anticiclónica responsable de la ola de calor se está moviendo al este, no hay nubosidades importantes a la vista. De hecho, buena parte de la calima que va a enturbiar los cielos durante la semana ya se habrá disipado.

Captura De Pantalla 2023 08 08 A Las 16 16 13

ECMWF

¿Cuándo? Durante el pico de las 'lágrimas de San Lorenzo', se pueden llegar a observar entre 50 y 100 meteoros a la hora. Es decir, durante la noche del 12 al 13: ese será el momento óptimo para disfrutar del fenómeno.

¿Dónde? Donde queramos siempre que nos alejemos de la luz. O, lo que es lo mismo, donde queramos siempre que nos alejemos de esos "vertederos de contaminación lumínica" que llamamos ciudades.

Por ello, lo recomendable es buscar a lugares con cielos despejados y poca contaminación lumínica. En este sentido, las poblaciones pequeñas (especialmente si están en zonas de montaña) son lugares idóneos

¿Cómo? Lo mejor de las perseidas es que no se necesita ningún instrumento para disfrutarlas en todo su potencial. Si acaso, podemos sentarnos mirando a Perseo, esa constelación que recuerda una silueta humana con el brazo extendido y tiene una declinación de 45º al norte. No es imprescindible, pero las perseidas se llaman así porque "da la sensación" de que vienen de allí.

Mirando a Perseo, veremos más.

Una cosa más. Hay que recordar que lugares como el Observatorio almeriense del Calar Alto piden a los aficionados que no se acerquen a sus instalaciones porque el bullicio habitual puede acabar complicando el trabajo del observatorio.

En Xataka | Cómo fotografiar las Perseidas, la mejor lluvia de estrellas del verano

Imagen | Michał Mancewicz

-
La noticia Llegan las Perseidas, el mayor espectáculo astronómico del año: nuestros consejos para verlas este fin de semana fue publicada originalmente en Xataka por Javier Jiménez .

Leer más

Un cura decidió pinchar techno durante la JMJ. Y eso ha abierto un agrio debate teológico

Un cura decidió pinchar techno durante la JMJ. Y eso ha abierto un agrio debate teológico

Son las 7 de la mañana, pero lo que suena (y a todo volumen) es techno. Techno del bueno. Y no, no estamos en una rave en Los Monegros, ni en un after en Ibiza: estamos en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que organiza la Iglesia Católica en Lisboa, faltan dos horas para la gran misa del Papa y el dj, en fin, es un cura.

El vídeo, como era de esperar, se ha viralizado. Lo que no vimos venir, era todo lo de después.

Don Guilherme Peixoto Parera. Aunque los españoles acabamos de descubrir a este cura dj, parece que este cura deGuimaraes es todo un fenómeno en Portugal. No solo "ha actuado en algunos de los grandes clubes" del país vecino, sino que "acumula cientos de miles de seguidores en sus redes sociales". Y todo a ritmo de "dance, progressive, afrobeat y techno". Techno melódico.

Sin lugar a dudas, el padre Guilherme es todo un personaje. Según contaba en una reciente entrevista para el Periódico de España, es cura, sí; pero también es un acérrimo futbolero y, durante años, estuvo destinado como sacerdote militar en África y los Balcanes. Y pinchadiscos, claro.

De hecho, según parece, todo esto de la música empezó alrededor de 2006 cuando, destinado en parroquias con deudas, decidió hacer eventos para recaudar fondos y descubrió que la música "moderna" era, como se suele decir aquí en España, 'mano de santo'. Vio que había mucha receptividad entre los jóvenes y una cosa llevó a la otra hasta que empezó a producir sus propios temas y llenar salas por todo el territorio luso.

El gran día. Y el 6 de agosto, domingo, al padre Guilherme se le encomendó la tarea de despertar al millón y medio de personas congregadas en el Parque Tejo de Lisboa y caldear los ánimos antes de lo que sería el punto álgido de la JMJ: la macromisa de Francisco.

La imagen sin lugar a dudas es muy bizarra y divertida, pero lo más interesante ha sido la reacción: las redes sociales se han llenado de gente a favor y (sobre todo) en contra del padre Guilherme y su música. No exagero: por cada "me encanta",  hay media docena de "esa música está lejos de Dios". ¿Quién iba a imaginar que un cura con cascos iba a generar todo un debate teológico?

¿Debate teológico? Podría decirse que sí, porque (aunque pueda parecer raro) la música ha sido un tema muy importante para la Iglesia desde... siempre. Marcos (14, 26) cuenta que "después de cantar los himnos se dirigieron al monte de los Olivos”". Y aunque la cosa no acabó muy bien en esa ocasión, podemos decir que las primeras comunidades cristianas recogieron esa tradición judía e incorporaron el canto a sus celebraciones comunitarias.

Pio XII, en 1955, escribió que la "música era un don de Dios" y desarrolló con mucho detalle todo lo que tenía que ver con la música sacra. Y sí, es cierto, si hablamos de música litúrgica, el techno tiene difícil encaje dentro de ella.

No sólo porque la idea que subyace bajo el misal romano es que "el sonido del órgano y de los demás instrumentos [...] se permite sólo para sostener el canto" (en la música litúrgica, hay una "clara primacía de la palabra", decía Ratzinger) y en la música electrónica más genuina el canto desaparece; sino porque los instrumentos permitidos están bastante tasados: el órgano de tubos (según el Sacrosanctum Concilium del Concilio Vaticano II) y algunos instrumentos de cuerda como el violín (según Pio XII). El resto de instrumentos pueden aprobarse, pero las Conferencias Episcopales suelen ponerse de perfil. Sea como sea, los platos de dj no están en el catálogo.

Pero, ¡ay!, hay vida más allá de la misa. Y este es el tema central. Todo el apartado anterior se refiere a música litúrgica; es decir, la música que se usa durante la misa. Fuera de la eucaristía, la cosa cambia. El mismo Pio XII decía que no podía sino "exhortar ahincadamente" a todos los obispos a que "con el mayor cuidado y diligencia promovieran este canto religioso popular".

Voy más allá. Un par de líneas más abajo dice que "los que se consagran a la educación de los niños no [deben] dejar de usar debidamente estos medios tan eficaces" y "los Consiliarios de la juventud católica [deben] emplearlos asimismo con discreción en el desempeño de su importantísimo oficio". Recordemos que Pio XII murió antes de que la iglesia se metiera de cabeza en el Concilio Vaticano II.

Y sí, soy consciente de que el texto dice "canto"; pero a juzgar por las reacciones, no creo que el debate esté centrado en si podemos ampliar el concepto de "canto" lo suficiente como para que el techno melódico entre dentro. En realidad, lo que se debate con la excusa del padre Guilherme se está debatiendo sobre la relación de la Iglesia con el mundo moderno, en general, y el arte contemporáneo, en particular.

La Iglesia y los artistas. El texto central para acercarnos a esto no lo escribió un teólogo progresista, ni un activista radical. Lo escribió Juan Pablo II. Porque en su 'Carta a los Artistas' hacía una llamada directa a los artistas a "no malgastar ese talento", sino a "desarrollarlo para ponerlo al servicio del prójimo y de toda la humanidad".

Reivindicaba, de hecho, "el especial interés de la Iglesia por el diálogo con el arte y su deseo de que en nuestro tiempo se realice una nueva alianza con los artistas" y, decía expresamente que "la Iglesia necesita(ba) también de los músicos". ¿Por qué? Porque "innumerables creyentes han alimentado su fe con las melodías surgidas del corazón de otros creyentes" y "en el canto, la fe se experimenta como exuberancia de alegría, de amor, de confiada espera en la intervención salvífica de Dios".

En busca de la belleza. Sí. Está bien, lo reconozco: sigue hablando de canto. Y, además, Juan Pablo II se pasa toda la carta hablando de la conexión del arte con la belleza. ¿Puede el techno acercarse a esa"expresión visible del bien" del que habla el magisterio de la Iglesia? Pues, sinceramente, como yo tengo un oído en frente del otro y, de pequeño, me echaron del coro de mi colegio, no me veo capaz de responder esta pregunta.

Lo que sí tengo claro es que, si como decía San Pablo "hay diversidad de carismas, pero el Espíritu es el mismo", la Iglesia puede permitirse un cura dj. Otra cosa sería que hiciera versiones de la Oreja de Van Gogh. Entonces, hasta yo me pondría a pedir la vuelta del San Oficio.

En Xataka | El tradicionalismo radical se está haciendo fuerte en la Iglesia Católica con un viejo debate: la misa en latín

Imagen | Padre Guilherme

-
La noticia Un cura decidió pinchar techno durante la JMJ. Y eso ha abierto un agrio debate teológico fue publicada originalmente en Xataka por Javier Jiménez .

Leer más

“Más grandes, atrevidas y malignas”: A principios de siglo XIX, las ratas españolas cambiaron de repente y esos cambios aún siguen entre nosotros

Las ratas no están aquí desde siempre, pero casi. Según creemos, se originaron en la India, pero rápidamente se extendieron por todo el mundo. Sabemos que en el puerto egipcio de Alejandría, en el siglo IV a. C. ya había ratas y que se difundieron rápidamente por el Mediterráneo gracias a fenicios, griegos y, sobre todo, romanos.

Para finales de la Edad Media ya estaban por todo el antiguo mundo listas para dar el salto al nuevo. Eran 'ratas negras'; pequeñas, ágiles, recelosas. Se creían las reinas de todo, pero (de repente) el todo cambió.

La llegada de la gran rata. No sabemos la fecha exacta y no es extremadamente extraño. Para encontrar la primera tesis española sobre la rata de campo (una especie que lleva en la Península desde hace miles de años) tenemos que irnos a 1984 y si, como Carlos Pradera, hacemos un recorrido histórico buscando las primeras relaciones de la fauna nacional, podemos comprobar que en buena medida son copias de manuales franceses.

Pese al desinterés histórico por este tipo de animales, el consenso científico actual es que la primera rata de alcantarilla debió pisar suelo español a princios de la década de 1800. Fue relativamente tarde. Después de Irlanda (1722), Inglaterra (1730), Francia (1735) y Alemania (1750).

Como dice Pradera, en una sociedad más habituada a convivir on estos animales, "el mayor tamaño, aspecto y agresividad de R. norvergicus, así como la menor agilidad respecto a R. rattus, debieron sorprender a quienes la observaban por primera vez". Las R. rattus incluídas.

El fin de un mundo. El de las ratas de campo. Y es que la 'invasión' y colonización de la R. norvergicus fue rapidísima y ocupó los espacios que antes ocupaba R. rattus. Fue entonces cuando la rata negra pasó a ser "de campo" y la noruega pasó a ser la rata común.

"Más grandes, más atrevidos y malignos". En "L’Histoire Naturelle, générale et particulière, avec la description du  Cabinet du Roi’" de Georges Louis Leclerc, conde de Buffon, se dice que "[no hacía] más que unos nueve o diez años que esta especie se ha esparcido  por las cercanías de Paris: no se sabe de donde han venido estos  animales, pero se han multiplicado prodigiosamente". La obra fue publicada en la segunda mitad del siglo XVIII.

Leclerc decía también que [la rata de alcantarilla] "es mas fuerte y maligno que la rata", "más grandes, más atrevidos y malignos:  cuando los persiguen y quieren cogerlos, se vuelven y muerden el palo o la mano: su mordedura es no solamente cruel, sino también peligrosa, pues se sigue inmediatamente una inflamación bastante grande, y la herida, aunque pequeña, tarda mucho en cerrarse".

Algo así parecía decir López Seoane en su 'Fauna mastológica de Galicia ó historia natural de los mamíferos de este antiguo reino' (1861), "frecuenta los mataderos, las salas de disección, las bodegas,  caballerizas y es constante que allí donde haya alcantarillas, allí  encontraremos a este inmundo roedor corriendo de una a otra parte,  armando una griteria infernal, riñendo, y disputándose la presa".

Y hasta hoy. Durante años, el origen de la rata de alcantarilla fue un misterio. Un misterio que se refleja en alguno de sus nombres: el científico (que hace referencia a Noruega) u otros como ‘rata de Hanover’. Ahora, gracias a los estudios genéticos, sabemos que probablemente nació en el sureste de China y que se propagó sorprendentemente por todo el mundo.

O no tan sorprendente: porque todo parece indicar que fu el primer gran “animal industrial”. Su expansión coincidió con los primeros pasos de la revolución industrial, con todo lo que significó para las aglomeraciones humanas y las redes del comercio. Y sigue (y seguirá) con nosotros. Es una buena muestra de que hay puertas que una vez que se abren no hay forma de cerrar.

En Xataka | Las ciudades se vaciaron durante la pandemia. Las ratas lo aprovecharon para imponer su reinado.

Imagen | Wikimedia

-
La noticia "Más grandes, atrevidas y malignas": A principios de siglo XIX, las ratas españolas cambiaron de repente y esos cambios aún siguen entre nosotros fue publicada originalmente en Xataka por Javier Jiménez .

Leer más

El mundo acaba de probar lo que es “la vida a 1,5 grados centígrados”. Y no, no ha sido algo agradable

El mundo acaba de probar lo que es

Lo importante, parece mentira que esto lo diga un periodista, nunca es la noticia. Lo importante es todo lo demás. Es decir, lo importante no es que, según los datos de Copernicus, este julio haya sido el julio más caluroso desde que tengamos registros. Ni siquiera que la temperatura media del mes haya estado un grado y medio por encima de la media preindustrial.

Lo importante, como señala Shannon Osaka, es que el mundo ha probado por primera vez lo que es estar a esa temperatura. Y no, "no ha sido agradable".

No es la primera vez que pasa. Es cierto: no es la primera vez que superamos esa "línea roja" del calentamiento global y, por supuesto, no me estoy refiriendo a miles de años atrás. Si miramos los registros modernos, podemos comprobar que en los últimos años el mundo ha superado esa temperatura en varias ocasiones.

Pero lo cierto es que ha sido en ocasiones concretas (normalmente en momentos en los que el hemisferio norte -- donde vive la mayor parte de la población del planeta -- estaba en invierno) y los efectos de esos breves "arreones térmicos" han pasado relativamente desapercibidos.

No es raro, al fin y al cabo, ha tenido que "desaparecer el invierno" en Sudamérica para que empecemos a hablar sobre la rarísima 'ola de calor' que está afectando el continente. Así están las cosas.

Un mundo 'demasiado' caliente. Osaka contaba que, en Phoenix, las temperaturas han estado por encima de los 43 grados durante 31 días seguidos y que, de hecho, han estado en 47 o 48 durante bastantes ocasiones. Pero lo curioso no es eso, claro: lo curioso es que la situación ha sido tan inusual que la Oficina del Forense tuvo que llevar 'hieleras' a la morgue local para gestionar el exceso de mortalidad. Eso no pasaba desde los peores meses del COVID.

Hemos visto récords de temperatura en Italia, el Golfo Pérsico o China. En Valencia, solo durante el mes de julio, se han pasado más noches tórridas que en toda la década de los 90. Tres veces más que entre 1950 y 1989. La temperatura de la superficie del Atlántico norte lleva semanas totalmente enloquecida. Y, pese a todo, esto son solo los detalles. Este julio no deja de ser una anécdota de lo que nos espera.

Cruzar una línea no es más que cruzar una línea. Como explicábamos hace unos meses, "los esfuerzos globales por  contener al cambio climático usan ciertos límites como referencia e inspiración". Eso es la 'línea roja' de grado y medio: una forma de medir la progresión de ese fenómeno global; pero, sobre todo, es una forma de ponernos objetivos 'concretos'.

"Nadie sabe a ciencia cierta la diferencia real entre que la temperatura suba, 1,5, 2, o 2 grados y medio. Sin ir más lejos, aunque en los últimos días los datos sobre el hielo antártico están convergiendo hacia lo que esperábamos, llevamos meses sin saber muy bien qué estaba pasando en el continente helado.

ratio

Leon Simons

Pero no es la última que vamos a cruzar. Y ese, en el fondo, es el problema. En los últimos meses, no dejamos de ver cosas raras en el planeta y, lo cierto, es que tampoco tenemos muy claro por qué. Pero, evidentemente, la sospecha está clara: las últimas mediciones del balance de energía de la Tierra (es decir, la diferencia entre la  energía que recibimos y la que dejamos escapar al espacio) muestran que el planeta cada vez almacena más energía. Y eso, me temo, tiene que tener consecuencias.

En Xataka | Creíamos que la enorme erupción del Hunga Tonga tenía algo que  ver con los récords globales de temperatura. Ni siquiera nos acercábamos

Imagen | Climate Reanalyzer

-
La noticia El mundo acaba de probar lo que es "la vida a 1,5 grados centígrados". Y no, no ha sido algo agradable fue publicada originalmente en Xataka por Javier Jiménez .

Leer más

No lo llames ‘agosto’, llámalo ‘montaña rusa’ de temperaturas: tras Patricia, llega un episodio de calor “inusualmente intenso”

No lo llames 'agosto', llámalo 'montaña rusa' de temperaturas: tras Patricia, llega un episodio de calor

Mientras escribo esto, los efectos de Patricia y el pasillo de vientos de noroeste que apunta a la Península empiezan a hacerse evidentes. Las olas de cuatro metros en el Cantábrico, los descensos térmicos en el norte y el este (que en algunas zonas, serán de más de 10 grados), algunas lluvias en el tercio norte e incluso nieve de forma puntual en el Pirineo.

Algo, como explicábamos, rarísimo: más propio de los meses invernales que de agosto.

"Notable, pero breve". Eso decía AEMET, y tenía muchísima razón. Porque, de nuevo, en cuestión de un par de días, vamos a pasar de "un tiempo inusualmente frío" a un "calor muy intenso durante la próxima semana". Inusualmente intenso.

¿Vuelta a la normalidad? No hay que olvidar que seguimos estando en plena canícula y eso, tradicionalmente, es sinónimo de estabilidad atmosférica y calor. Sin embargo, los datos tampoco nos dan un respiro. El índice EFI (el que establece cómo de excepcional un evento con respecto a lo esperable) da valores altos para la semana que viene. Volvemos "a la normalidad", pero damos un pasito más allá.

No es descartable, de hecho, que nos encontremos de frente con una ola de calor. La primera de agosto.

¿Qué está pasando? ¿A qué se debe esta montaña rusa? El repunte térmico se va a deber a que, tras el paso de la borrasca Patricia, "el domo de calor ubicado en el norte de África ganará protagonismo, y un ramal entrará  por el suroeste peninsular".

El resto es un viejo conocido: estabilidad atmosférica, ausencia de lluvias y sol, mucho sol. Es decir, las condiciones perfectas para que el horno ibérico se active y catapulte las temperaturas hacia arriba. No sería raro volver a los 40 grados en el valle del Guadalquivir y alcanzar 36 en buena parte del oeste del país.

Patricia Episodio Altas Temperaturas Primera Ola De Calor De Agosto 1691042324292 1024

Suma y sigue. Como podemos ver, los patrones extraños y los vaivenes meteorológicos siguen (y, previsiblemente, seguirán en las próximas semanas). Pese a que el 'alivio térmico' de estos días fue recibido con alegría, curiosidad e interés, los modelos meteorológicos seguían diciendo que agosto iba a ser más cálido de lo normal.

Y lo cierto es que más allá de estas estimaciones a largo plazo, hay poco más que podamos dar por hecho. Porque, mientras el mundo llega a temperaturas inéditas en tiempos modernos, no hay semana que la meteorología no nos sorprenda. Ahora mismo, tenemos circulaciones atmosféricas invernales en mitad del verano boreal, sí; pero es que en Sudamérica están sufriendo una ola de calor en pleno invierno.

En Xataka | En 1947 el Yukón alcanzó los -63ºC. Así que un científico empezó a escuchar conversaciones a cinco kilómetros de distancia

Imagen | ECMWF

-
La noticia No lo llames 'agosto', llámalo 'montaña rusa' de temperaturas: tras Patricia, llega un episodio de calor "inusualmente intenso" fue publicada originalmente en Xataka por Javier Jiménez .

Leer más

Por primera vez, es necesario ponerle nombre a una tormenta en agosto: así afectará Patricia a España

Por primera vez, es necesario ponerle nombre a una tormenta en agosto: así afectará Patricia a España

Vientos muy intensos, pésimo estado de la mar y numerosos problemas en la Francia atlántica. Eso es lo que ha hecho que MeteoFrance tome una decisión sin precedentes hasta el momento: ponerle nombre a una borrasca profunda en pleno agosto.

¿Qué significa realmente eso? ¿Qué más da que tenga nombre? Las borrascas (los huracanes y los eventos meteorológicos de este estilo) tienen nombre por una cuestión puramente práctica: está más que demostrado que cuando se les pone un nombre, la población los recuerda mejor y hace más caso a las autoridades.

Por eso, hay instituciones y expertos que llevan poniendo nombres desde el siglo XIX y, en Europa, la Universidad de Berlín lleva haciéndolo desde 1954. No obstante, en este rinconcito del sur de Europa, se tardó un poco más: en 2015 las agencias meteorológicas de España, Portugal y Francia se pusieron de acuerdo para empezar a hacerlo.

Era el reconocimiento de que las borrascas profundas pueden causar daños tan importantes que no hay que escatimar recursos. O sea, sí que es importante que Patricia, que así se llama, tenga nombre. No solo por lo rarísimo que es, sino porque puede llegar a ser peligrosa.

¿Rara? ¿Qué tiene de rara?  Como dice la propia AEMET, se trata "de una borrasca inusualmente profunda para agosto". Es decir, por su estructura no es algo que espera´riamos ver en los meses de verano del hemisferio norte. Se trata de una borrasca atlántica de manual: algo que llega a Europa durante otoño e invierno. Algo que no sabemos qué hace ahí, sobre las islas Británicas, a estas alturas del año.

F2gt5vqwwaayvjx

AEMET

¿Cómo nos afectará? Directamente, no nos afectará. Aunque en las imágenes del satélite se puede ver un frente asociado que dejará algunas lluvias en el norte de la Península (y puede generar olas de hasta 4 o 5 metros de altura en el Cantábrico), Patricia está muy lejos del territorio español.

No obstinante, de forma indirecta sí que la vamos a notar:  y es que entre Patricia y el anticiclón de las Azores se creará un pasillo de vientos fríos del noroeste que nos enviará un montón de aire fresquito. Esa es una de las claves principales del "hundimiento térmico" que nos va a alegrar la semana.

Rareza tras rareza hasta... ¿cuándo? 2023 se ha convertido en un año extremadamente raro a nivel meteorológico. No solo son los tremendos récords de temperatura que estamos sufriendo a nivel global, es que la circulación del Atlántico está haciendo que el verano no tenga nada de convencional. Y nada hace pensar que la situación vaya a quedarse aquí: La pregunta es qué pasará en los próximos meses. 

En Xataka | Tres gráficos que explican por qué está pasando algo  "extremadamente anómalo" en el Atlántico (y por qué vamos a notar las  consecuencias)

Imagen | ECMWF

-
La noticia Por primera vez, es necesario ponerle nombre a una tormenta en agosto: así afectará Patricia a España fue publicada originalmente en Xataka por Javier Jiménez .

Leer más

El colapso de las corrientes oceánicas es ya una posibilidad real. Estas son las consecuencias que podemos esperar

El colapso de las corrientes oceánicas es ya una posibilidad real. Estas son las consecuencias que podemos esperar

Entre aliens y superconductores, la conversación climática de la semana ha sido el debilitamiento y más que probable defunción de la Corriente del Golfo. Una vez pasado el susto y dejado claro que aún nos quedan muchos años de AMOC, es buen momento para pararnos hacer la gran pregunta central: ¿de verdad es tan problemático que la corriente atlántica desaparezca?

¿Qué es eso de la circulación termohalina? Aunque, desde aquí arriba, los océanos parecen poco más que agua y más agua, lo cierto es que bajo la superficie existe una enorme e intrincada red de corrientes. La circulación termohalina (a la que algunos denominan, metafóricamente, cinta transportadora oceánica) es una parte de la circulación oceánica a gran escala que se produce para compensar los gradientes globales de densidad de las masas de agua.

Como el sol no calienta el mar igual en todos los sitios y los flujos de agua dulce llegan al océano por puntos muy concretos, se necesitan una serie de 'corrientes' que equilibran esas disparidades a nivel global. A día de hoy (y en términos globales -- porque a nivel local existen corrientes propias) la gran cierta transportadora oceánica es la que se ve en la siguiente imagen.

Thermohaline Circulation

¿Eso es lo que se va a parar? No exactamente: por las dimensiones, por propiedades termoquímicas y por su geografía, lo razonable es pensar que el océano siempre tendrá corrientes de este tipo. Tendrán una forma u otra, pero estarán ahí. El problema real es que tienen un impacto enorme en la vida climática de la Tierra.

Es decir, si cambian: lo notaríamos. Vaya si lo notaríamos.

Un ejemplo práctico: Europa. ¿Qué pasaría si la AMOC (es decir, la parte de la corriente termohalina que hoy recorre el Atlántico norte desapareciera o se debilitara más de lo razonable)? Pues que, de entrada, nos encontraríamos con "enfriamiento generalizado en todo el Atlántico norte y hemisferio norte en general". Es decir, que la temperatura en Europa bajaría varios grados. Eso, de rebote, conllevaría "grandes cambios en la precipitación en los trópicos con un desplazamiento hacia el sur de la Zona de Convergencia Intertropical Atlántica".

Pero, por supuesto, la cosa no se quedaría ahí. Cuando digo que Europa bajaría varios grados, no estoy retratando bien la situación. Viviríamos un "fortalecimiento de las borrascas de invierno, con más y más potentes  ciclogénesis explosivas que afectan a Europa" y una "mayor proporción de  precipitaciones cayendo en forma de nieve en toda Europa": estamos acostumbrados a escuchar hablar de grandes nevadas en EEUU en latitudes parecidísimas a las europeas, pero nosotros no las sufrimos por la 'corriente del golfo'.

Sin ella, buena parte de Europa tendría que sufrir muchos más meses con nieve y terrenos congelados. Eso, a medio plazo, conlleva una "fuerte disminución de la vegetación y la productividad de los cultivos" en el continente como respuesta al enfriamiento y la disminución del agua disponible. No son situaciones inéditas, pero es cierto que no estamos preparados para ellas.

Mucho más, hay mucho más. Los investigadores llevan años discutiendo sobre los posibles efectos de la desaparición de las corrientes actuales. Por ejemplo, se especula que las enormes variaciones térmicas que los paeloclimatólogos han observado en la anterior glaciación ("fluctuaciones medias de temperatura de entre 10 y 15 grados en solo una sola década. Mucho mayores, por tanto,  que los cambios actuales de 1,5 grados en un siglo") pudieron deberse a la desaparición y posterior recuperación de la AMOC.

También se habla de huracanes y tormentas tropicales mucho más intensas. Pero, en el fondo, se trata de eso: modelos, modelos y modelos. Como hemos visto estos meses con las erráticas circulaciones atmosféricas del Atlántico que han sorprendido a todo el mundo, hasta que no lo vivamos... todo serán incertidumbres.

Lo cierto es que el proceso puede ser muy doloroso. Porque, aunque estos días se ha vuelto viral el estudio que planteaba la posibilidad de que la corriente colapsara en un par de años, el debilitamiento progresivo parece que va de la mano del cambio climático.

Si hacemos caso de los modelos más conservadores, las temperaturas irán subiendo progresivamente durante décadas (obligándonos a cambiar nuestras infraestructuras para sobrevivir en sitios más cálidos); para girar 180 grados y, en poco tiempo, enfrentarnos a un enfriamiento extremo del continente.

En Xataka | Vamos hacia el colapso de la corriente oceánica atlántica, pero no estamos comunicando bien su fecha de defunción

Imagen | Mariiana QM

-
La noticia El colapso de las corrientes oceánicas es ya una posibilidad real. Estas son las consecuencias que podemos esperar fue publicada originalmente en Xataka por Javier Jiménez .

Leer más