El Austin-Healey 100 se reencarna en un restomod de 185 CV solo apto para 25 bolsillos caprichosos
La exclusiva marca Caton, con sede en Coventry (Ingraterra) llega pisando fuerte, pues se acaba de estrenar por todo lo alto como carrocera con la presentación de un restomod muy particular: el del elegante roadster clásico Austin-Healey 100/4 BN1, construido originalmente entre 1953 y 1958.
La serie estará limitada a solo 25 unidades que se realizarán a mano mezclando técnicas artesanales con la tecnología más actual. Además, recibirán altas dosis de mimo por parte del mismo equipo responsable de la carrocería de los D-Type y XKSS Continuation.
Todo un clásico preparado para vivir una segunda juventud
“Donald Healey acertó de pleno con el diseño original de este coche”, ha dicho el director de diseño del restomod, Darryl Scriven. En Caton querían rendir homenaje al vehículo original y, al mimo tiempo, “hacerlo más cómodo para vivir, más divertido de conducir e incluso más dinámico y hermoso a la vista”.
Así que para permanecer fieles al estilo de la icónica marca británica -que se disolvió en la década de 1970-, lo primero que hicieron en Caton fue preguntarse: “¿Qué habría hecho Healey al construir un automóvil en los años cincuenta si tuvieran las herramientas y las técnicas de fabricación que tenemos a nuestra disposición hoy?”, dice Scriven.
Y el resultado salta a la vista.
En cuanto al diseño exterior, a la carrocería del renovado Healey se le ha dado un aspecto más suavizado y limpio con la eliminación de elementos superfluos como las molduras y los parachoques. También se ha alargado el faldón delantero y se han sustituido los faros originales del coche por un par de unidades LED.
La construcción comenzó con un escaneo completo en 3D de un Healey 100 y, utilizando el mecanizado con control numérico por ordenador (CNC), el equipo de Caton fue capaz de crear herramientas que permitieran ensamblar el coche de forma consistente con tolerancias mucho más pequeñas que las alcanzadas en la época por Jensen, el constructor de carrocerías para Austin-Healey.
Sin embargo, a pesar de toda la tecnología moderna de Caton, los paneles de aluminio del Healey siguen siendo laminados a mano en una rueda inglesa. Tras esta fase, el Healey pasa dos semanas en las instalaciones de pintura de Caton para ser pintado con un nivel de calidad equivalente al de los fabricantes de automóviles de gran volumen.
El coche se completa con un juego de llantas Borrani vintage de aluminio ligero con 72 radios pintadas en negro y calzadas con neumáticos Michelin modernos (aunque con un estilo retro acorde al resto del coche).
El habitáculo del Healey no ha sido actualizado con pantallas en abundancia, sino todo lo contrario.
Las únicas adiciones modernas aquí son un par de enchufes USB y un compartimento portaobjetos ligeramente más grande que el original en la puerta del conductor para que quepa una botella de agua.
La mejora más sustancial proviene de la instalación de una caja de cambios manual de cinco velocidades en lugar de la transmisión de tres velocidades en columna del original.
Algo que ha permitido a Caton estrechar el túnel de transmisión del Healey y crear mucho más espacio para las rodillas, haciéndolo más cómodo para los conductores más altos.
Otros cambios relevantes de diseño incluyen nuevos pedales más ergonómicos y la eliminación del techo plegable y la cubierta del Healey para ganar en amplitud, lo que limita su uso a los días de buen clima.
El parabrisas se sitúa ahora un poco más alto para protegerlo del viento, pero eso no ayudará con la lluvia. Además, tampoco tiene calefacción ni radio.
En cuanto a los asientos, están acabados en un exquisito cuero natural denominado “Bridge of Weir” que cuenta con el aroma del cuero genuino y va desarrollando una pátina única con el uso y el paso del tiempo.
Bajo el capó aguarda la mayor sorpresa: en lugar de montar un motor moderno o uno eléctrico, Caton ha optado por montar una versión muy afinada del motor de cuatro cilindros original del Healey 100.
Este ha sido reconstruido al detalle por JME Healeys, una empresa especializada en las restauraciones y modificaciones de Austin-Healey con sede en el hogar original de la Donald Healey Motor Company, Warwick.
El bloque motor original ahora cuenta con 2.954 cc y ha sido mejorado para desarrollar 185 CV gracias a una completa reconstrucción, equilibrado, aligeramiento y adiciones que incluyen un nuevo cigüeñal, cojinetes mejorados, pistones de mayor compresión, un árbol de levas de competición y carburadores dobles más grandes, entre otros.
Puede que no parezca mucha potencia para los estándares actuales, pero debemos señalar que el coche pesa solo unos 920 kg y, por su configuración, asegura altas dosis de diversión.
Además, un escape de competición con salida lateral se encargará de que el conductor pueda oír todo ese rendimiento extra.
La potencia de frenado la proporcionan los modernos discos en lugar de los frenos de tambor de la vieja escuela del coche de serie. Cada uno de estos restomod llevará barras estabilizadoras modernas y muelles helicoidales en la parte delantera, mientras que el eje trasero ha conservado las ballestas.
Caton explica que se tardó la friolera de 2.000 horas en completar el primer prototipo, ya que se ha revisado prácticamente todo. “El Healey by Caton es un coche para aquellos que aprecian los objetos bellos y las obras de arte exquisitas”, dice Tim Strafford, director general de la empresa matriz de Caton, Envisage Automotive.
“También es para aquellos que aman el olor a gasolina y el sonido de un motor térmico de alto rendimiento. El Healey de Caton expone deliberadamente a sus ocupantes a los elementos y los sitúa justo en el corazón de una experiencia de conducción única, muy visceral”, añade.
El precio unitario de los 25 caprichos que Caton sacará a la venta es de 570.000 euros al cambio actual (incluyendo al coche donante). El renacido Austin Healey hará su presentación oficial en el Salon Privé de Londres, que tendrá lugar del 21 al 23 de abril.
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El Austin-Healey 100 se reencarna en un restomod de 185 CV solo apto para 25 bolsillos caprichosos
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Motorpasión
por
Irene Mendoza
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