iVoox es la gran rareza española ante la explosión del podcast: las grandes tecnológicas y las radios entran, pero sobrevive
El origen de las grandes tecnológicas se suele contar con historias que ocurren en garajes (no siempre precarios) e ideas que surgen para solucionar un problema. Los primeros pasos de iVoox, en su caso, se dieron sobre ruedas. En concreto en el desierto aragonés de Los Monegros recorriendo la autovía que conecta Barcelona y Madrid. “En mi anterior trabajo tenía que viajar con mucha frecuencia, eran los primeros 2000 y por supuesto no había wifi en el coche, así que la radio llegaba hasta donde llegaba, y en zonas remotas, como esa, era inexistente”, recuerda Juan Ignacio Solera, fundador y Presidente de iVoox, la app española que lleva años surfeando el advenimiento del audio como supuesto nuevo campo de batalla entre las big tech.
Con 60 millones de escuchas al mes y más de 1 millón de podcast y canales de audio, esta app y plataforma española se ha convertido en una especie de aldea irreductible frente al desembarco con nuevas apuestas por el podcast que en los últimos meses han hecho Apple, Spotify, Amazon con Audible o Amazon Music o incluso Google. A esta ebullición del audio hay que añadir el acicate que, sin ser podcast, ha propuesto también Clubhouse y sus enésimas copias.
“Desde que salimos nosotros prácticamente se ha estado diciendo que cada año iba a ser el del podcasting. Por fin, 2020 parece que sí que lo fue, pero por el camino ha habido que picar mucha piedra”, relata Solera.
iVoox ha crecido a la vez que el ‘boom’ del podcasting, pero desde el principio se pensó como un gran kiosko o biblioteca de audio
Y es que este último año y medio de pandemia ha coincidido con una especie de obsesión por parte de las grandes tecnológicas por copar un medio -más que un formato, quizá- que parecía haberse quedado estancado. Spotify ha fichado a grandes podcasters por cifras que parecen de futbolistas, Apple ha rejuvenecido su app tras tenerla años en barbecho, Amazon ha llegado trayendo también celebrities para sus propios contenidos, e incluso se han prodigado start-ups europeas como Podimo.
Cada una con su idiosincrasia y funcionalidades. La última, adoptada por Apple y Spotify casi a la vez: dar a los podcasters la posibilidad de crear sus propios podcast privados de pago.
Sin embargo, y seguramente sin hacer tanto ruido como desearan, todos estos pasos (adquirir podcasts en exclusiva, dar la posibilidad de recibir dinero por ello, crear sistemas de suscripción…), ya los había dado iVoox. El problema, quizá haber surgido en un mercado como el hispanohablante donde ni de lejos se ven replicadas las cifras millonarias que en los últimos meses hemos visto moverse en torno a las llamadas ‘podcast wars’ en Estados Unidos. “La tarta se ha hecho más grande, eso está claro, pero también hay más gente peleando por los mismos trozos”, dice Solera.
El origen: de una carretera de Los Monegros a emprender a los 40 (y conseguir financiación)
Aquella carretera donde no llegaba ninguna onda de radio fue el inicio de la idea de iVoox. “El auge del formato blog entonces había permitido dar verticalidad a los contenidos, y a mí, además de poder escuchar algo en aquellos viajes, me apetecía encontrar biografías, documentales sonoros… Cosas que hoy diríamos que son más de nicho. Y de pronto, a los 40 años, me vi preguntando en emisoras de radio para ver si estarían dispuestos a volcar sus contenidos en una nueva aplicación que les planteaba”, relata el fundador de la app.
Juan Ignacio Solera (1963), se formó como físico, y aunque por su trabajo había tocado ligeramente la programación más vetusta durante una etapa, en aquellos años desarrollaba su labor como supervisor de procesos en grandes fábricas. Las mismas que le exigían aquellos desplazamientos. “Tenía la idea de una especie de biblioteca de audio, pero no posibilidad de lanzar yo mismo nada, ni financiación. Tampoco es que tuviera un espíritu emprendedor muy desarrollado, si te digo la verdad”, confiesa.
Quizá por eso las cosas pasaron así. “El padre de un compañero de mi hijo en el colegio me dijo que en Sant Cugat del Vallès había un grupo que estaba invirtiendo en ideas tecnológicas”. Era el año 2007, la burbuja puntocom ya había estallado en Estados Unidos pero en España los primeros fondos de inversión y aceleradoras pujaban por dar alas a ideas de negocio en un internet que aún estaba en gran medida por armar. Facebook tenía entonces dos años de vida, Youtube, tres…
“Lo que yo me imaginaba era un lugar en el que encontrar desde documentales a conferencias y por supuesto programas de temáticas muy específicas, lo que entonces no sabía que se llamaba podcast. De hecho, al principio al buscar inversores vendíamos la idea como un Youtube del audio”. Juan Ignacio Solera
Aquel grupo que invertía era Intercom, incubadora que impulsaría también Softonic o Infojobs. La idea de Solera les encajó y le dieron 200.000 euros. “Durante muchos años fuimos tres personas manejando una audiencia millonaria, con todos los problemas tecnológicos y de soporte que te puedes imaginar. Desde 2016 todo empezó a despuntar hasta llegar a la eclosión de los últimos dos años y ahora somos una treintena de personas. Hoy iVoox hace ya unos ejercicios que atravesó el break even -el equilibrio entre ingresos y gastos- pero debido a la llegada de tantos competidores seguimos buscando financiación para lograr más acuerdos y seguir creciendo”, explica Solera cuando le preguntamos por los números y su evolución.
“Nuestra unidad de trabajo es el episodio”: cómo han intentado diferenciarse ante los grandes actores
Pero en medio del auge del podcast, iVoox no se define como un podcatcher, ni como un hosting de episodios, o una plataforma. Más bien porque han acabado convirtiéndose en un poco todo eso a la vez, con su parte buena y mala.
“Nacimos cuando nacimos, hace más de diez años, y entonces hacerse un podcast era complicado. Tenías que fabricarte el feed, alojarlo, distribuirlo… Nosotros quisimos desde el principio dar alojamiento gratuito -actualmente limitado a 20 episodios en su versión gratuita- para todo aquel que quisiera y que se pudiera distribuir desde él, pero a la vez convertirnos en una biblioteca de audio”, argumenta el fundador.
El condicionante de servir de hosting de audio es importante para entender cómo iVoox fue durante muchos años, en España y América Latina, el servicio principal para buena parte del mundo Android a la hora de escuchar podcast y de crearlos. Apple, pionera del podcasting con iTunes, solo ha permitido la opción de alojamiento ahora con el lanzamiento de su sistema premium. Spotify, por su parte, incluyó este añadido con la compra de Anchor en la diversa cesta de startups del mundo podcastil que ha ido adquiriendo en los últimos años.
“Nuestra unidad de trabajo es el episodio. Nuestra experiencia de usuario perfecta es que alguien, además de poder suscribirse a podcast concretos, pueda usar nuestro buscador para encontrar capítulos de cierto tema de muchos podcast, conferencias y documentales distintos”. Juan Ignacio Solera
Sin embargo, Solera defiende que iVoox no se concibió tampoco como una app por y para los podcast, sino como un concepto que ya hemos repetido: el de una biblioteca de audios. “Lo que yo me imaginaba era un lugar en el que encontrar desde documentales a conferencias y por supuesto programas de temáticas muy específicas, lo que entonces no sabía que se llamaba podcast. De hecho, al principio al buscar inversores vendíamos la idea como un Youtube del audio“, comenta.
El nombre de iVoox, en cierto modo, es una herencia de esa alma y también un poco un cajón de sastre al reunir ideas de otras tecnológicas. Procede del latín Vox (voz), añadiendo la i, que es un homenaje a los productos de Apple y a internet en general, y las dos oes de Google.
“Seguimos pensando en iVoox como una plataforma donde el centro está en el audio; nuestra unidad de trabajo es el episodio“, señala su Presidente.
Pero el podcast se abrió paso: De Iker Jiménez a La Órbita de Endor
Sin embargo también es indudable que los podcast son el buque insignia de iVoox, tanto con sus programas propios y en exclusiva, como por ser la primera plataforma en la que muchas radios volcaron sus programas y también usuarios que en un internet entonces menos controlado capturaban e incluían feeds completos de documentales y programas. Cuando las radios españolas aún no hacían podcast, tenían su perfil en iVoox.
En iVoox se han fraguado y han tenido su principal plataforma naves nodrizas del podcasting en español, como La Órbita de Endor, pero también aparecen entre los más escuchados los programas de Iker Jiménez.
Ahora iVoox cuenta con un acuerdo concreto con Mediaset para emitir el audio de los programas de Cuarto Milenio. “Es cierto que es un contenido pensado para televisión, pero Iker Jiménez tiene mucha audiencia cautiva de la radio y hay muchos tramos que se escuchan bien. Vimos muy clara la opción de proponerles esta fórmuala”, cuenta Solera.
iVoox Originals, suscripciones de mecenas… Los mil modelos probados por iVoox
En estos últimos años iVoox ha lanzado distintas iniciativas también en el campo de la producción propia y de la monetización de contenidos. En 2018 implementaba un sistema por el cual los usuarios podían hacer una pequeña aportación mensual a sus podcast favoritos, al estilo Patreon. A cambio, los podcasters emitían capítulos exclusivos para mecenas.
Durante el año pasado su modelo repartió 1,1 millones de euros entre 2.000 podcasters
Poco después llegaría iVoox Originals, un acuerdo firmado entonces con un puñado de podcast con LODE como cabeza de cartel que a partir de entonces se podrían escuchar solo en iVoox. Esa veintena de programas ahora va por 165, convirtiendo a iVoox en una especie de sello de podcast y apostando también por la exclusividad, camino que después también han transitado Spotify, Amazon y la mayoría del sector.
“Al principio nos dijeron de todo por cerrar podcast en exclusiva. Chocaba, y es verdad, con la idiosincrasia primigenia del podcasting, que es que el feed RSS se pueda distribuir libremente. Pero después el sector ha ido hacia allí”, comenta Soleara.
iVoox da a estos podcast 5.000 euros en impulso a partir de sus propias herramientas de promoción en la app y mayor visibilidad para que puedan generar sus propios mecenas y también -y ahí viene otro modelo lanzado el año pasado- recibir dinero de iVoox Plus, la tarifa plana de suscripción para que los oyentes puedan acceder a todos los Originals sin tener que apoyar uno a uno.
“Ahora que hay gigantes tan potentes nuestra propuesta a los podcasters que entran en Originals es ser cabeza de ratón frente a cola de león. En un mercado tan sobre saturado como es el del podcast actualmente, creo que es una opción válida”, dice Solera. El año pasado, iVoox ha hecho público que repartió 1,1 millón de euros entre más de 2.000 podcasters, entre los adheridos a Originals y el mecenazgo directo.
Pero las vías de monetización de iVoox -se queda con un 5% por coste de gestión de estos pagos a los creadores- no acaban ahí. También de cara a los podcasters cuenta con distintos planes mensuales de promoción; para los oyentes, de iVoox Premium, para escuchar sin publicidad, y; para los anunciantes, de la recién lanzada iVoox for brands, un marketplace de anuncios para podcast.
“La mayoría de las ofertas de monetización que hemos lanzadas han sido también replicadas años más tarde por Spotify y otras plataformas, así que creo que nos dan la razón”. Juan Ignacio Solera
Al preguntar a Solera cómo distribuyen estos modelos (y si quizá son demasiados), cuenta que “la mayoría de las ofertas de monetización que hemos lanzado han sido también replicadas años más tarde por Spotify y otras plataformas, así que creo que nos dan la razón. El reto cuando eres más pequeño es probar para ver dónde puedes aportar verdaderamente el valor añadido”, dice.
Pelear con los más grandes y el reto ante un futuro cada vez más atomizado
Solera no esconde que estos últimos años han sido los de la explosión de iVoox y del podcast, pero a la vez que han crecido también se han sentido rodeados por rivales cada vez más grandes y acuciantes. “Sería ilógico no admitir que hemos notado el desembarco de Spotify principalmente, pero con respecto a otras plataformas en el mercado hispano seguimos teniendo un peso que nos han dado todos estos años y una propuesta por el trabajo independiente que nos diferencia”, señala.
El fundador de iVoox confiesa que la entrada en el podcast de Spotify les ha hecho daño, pero a la vez ha hecho crecer el mercado
Pese a que iVoox, efectivamente, se ha caracterizado por ser durante muchos años como un hogar para muchos podcasters independientes españoles, actualmente también se ha metido en la liga de los fichajes. Recientemente anunció que Andreu Buenafuente emitiría en exclusiva un podcast en la plataforma.
Pero, ¿cómo se ve iVoox dentro de un tiempo en esta vorágine en la que Spotify, Apple o Amazon parecen interesados en quedarse el trono como principal plataforma de podcast, o al menos, como Netflix, interesadas en probar el formato?
En cierto modo, el mercado del podcast parece asemejarse cada vez más al de las llamadas ‘streaming wars’, con cada compañía cerrando cada vez más su catálogo y atomizándose.
“Creo que ahora mismo hay muchas plataformas entre distribuidores, podcatchers, apps y cada uno con su formato y su propuesta y que dentro de un tiempo el número se reducirá drásticamente. Nuestra pega quizá sea que no hemos sabido internacionalizarnos en este tiempo, pero confiamos en que nuestra trayectoria nos siga dejando pelear con los gigantes como lo estamos haciendo hasta ahora”, espera Juan Ignacio Solera.
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La noticia
iVoox es la gran rareza española ante la explosión del podcast: las grandes tecnológicas y las radios entran, pero sobrevive
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Xataka
por
Víctor Millán
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