La divertida pero nada revolucionaria ‘Onward’ abre el camino en la decisión de Pixar de dejar descansar sus franquicias
Pixar ha decidido que, pese al éxito de últimas entregas de sus franquicias como ‘Los Increíbles 2’ o ‘Toy Story 4’ -ganadora del Oscar a la mejor película animada y un bombazo de taquilla comparable al resto de películas de la saga-, deja descansar sus franquicias. Un anuncio que se recibió con cierto alivio, porque siempre es buena noticia que una compañía que ha brillado por su creatividad y por abrir nuevas vías en el medio animado deje de lado el cómodo recurso de las secuelas y se adentre en nuevas historias y personajes.
El relativo problema viene cuando da la sensación de que Pixar se ha encasquillado creativamente a causa de estas secuelas, y todo huele un poco a ya visto. En ‘Onward’ el humor, los recursos animados, hasta los diseños de los personajes son como versiones de hallazgos que ya hemos saboreado previamente. No es un problema porque eso nunca es un problema en Pixar: como en el resto de las películas de la casa (salvo, quizás, las muy mediocres secuelas de ‘Cars’, que brillan a la altura de lo peorcito de Dreamworks), el nivel técnico y creativo siempre es muy elevado.