Una niña corre con dificultad por una calle destrozada por las bombas. Sus pies se hunden en la nieve y si puede avanzar con muchísima dificultad es sólo porque le persigue un hombre con la mirada turbia y un hacha. No tiene dudas, ella sabe que el que la persigue tiene hambre y que, si la alcanza, se la va a comer.
Parece la primera escena de una película de terror, pero durante los 872 días del sitio de Leningrado escenas como estas se repetían todos los días. Durante esos meses, 1.400 personas fueron arrestadas por canibalismo y más de 300 fueron ejecutadas.
Entre 600.000 y 1.200.000 de personas murieron por las balas, el hambre, el frío y la oscuridad en una de las peores batallas de la segunda guerra mundial. Entre ellos, doce botánicos soviéticos que murieron de hambre mientras defendían toneladas de frutas, raíces y granos: el mayor banco de semillas del mundo.
Leer más