El jefe vuelve de vacaciones y, ¡oh sorpresa! la Tierra sigue girando
Hay un tipo de jefe obsesionado por controlar todos los aspectos de su empresa. Vive por y para la empresa. Y una de sus mayores angustias se produce en el momento del verano cuando se toman un descanso. Parece que se va a acabar el mundo, pero el jefe vuelve de vacaciones y, ¡oh sorpresa! la Tierra sigue girando.
Y la empresa no se ha hundido. Sigue funcionando y esos empleados que no saben ni mover una carpeta si él no está encima han seguido trabajando como lo hacen habitualmente. Buenos, como siempre no, un poco más relajados ya que no tienen encima el pie del jefe y al final es estrés que se acumula hace que las tareas pendientes se puedan realizar incluso de forma más productiva.