China ha dado la espalda a sus grandes tecnológicas (y en su lugar está apostando por otra industria)

China ha dado la espalda a sus grandes tecnológicas (y en su lugar está apostando por otra industria)

La Administración china no es nada complaciente con sus gigantes de internet. Desde fuera parece razonable intuir que debe de estar mimando a Alibaba, Tencent, ByteDance o Baidu, entre otras compañías cuyo negocio se sostiene, precisamente, sobre internet, pero nada más lejos de la realidad. La presión que ejerce sobre ellas es tanta que en varias ocasiones ha provocado que su cotización en la Bolsa caiga de forma abrupta.

Las razones por las que el Gobierno de Xi Jinping somete a estas empresas a una auditoría permanente no están del todo claras, aunque hay teorías de todo tipo. Hay quien defiende que sus medidas están favoreciendo expresamente a unas compañías en detrimento de aquellas que están adquiriendo un carácter marcadamente capitalista, pero por el momento solo es una conjetura de la que os hablamos con más profundidad en este artículo.

La agencia del Gobierno chino que se encarga de regular la competencia, evitar el monopolio y proteger la propiedad intelectual, entre otros cometidos, es la Administración Estatal de Regulación del Mercado (SAMR por su sigla en inglés). En varias ocasiones ha tomado medidas que, según esta organización, persiguen acabar con la competencia desleal y limitar el uso que dan las empresas a los datos de los usuarios. Además, China está llevando la censura en internet hasta sus últimas consecuencias. Sin embargo, no trata con tanta severidad a todas sus compañías de tecnología.

El Gobierno chino está mimando a sus fabricantes de chips

El último episodio que refleja la tensión palpable que existe entre la Administración y las empresas de internet chinas acaba de tener lugar. Y es que el Gobierno chino, en una maniobra que no tiene precedentes, no ha invitado a los altos cargos de ninguno de sus gigantes de internet a la reunión que celebrará la Asamblea Popular Nacional de China el próximo domingo. De hecho, Reuters asegura que estos directivos no participarán este año en las sesiones parlamentarias, lo que deja fuera a Jack Ma, el presidente ejecutivo de Alibaba, o a Ma Huateng, el director general de Tencent, entre otros empresarios.

Los altos cargos de SMIC y Hua Hong Semiconductor sí están invitados a la reunión que se celebrará este domingo

Lo curioso es que algunos ejecutivos de rango medio de Alibaba o JD Group, entre otras empresas chinas de internet, también forman parte del CPPCC, que es la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, por lo que no está claro qué pasará con ellos. Lo sorprendente, y aquí llega un giro relativamente inesperado de los acontecimientos, es que no todas las compañías de tecnología chinas han corrido la misma suerte. Los altos cargos de SMIC y Hua Hong Semiconductor sí están invitados a la reunión que se celebrará este domingo y a las sesiones parlamentarias.

Estas dos compañías son, precisamente, los mayores fabricantes chinos de semiconductores, lo que refleja sin dejar el más mínimo margen a los titubeos que las prioridades del Gobierno chino han cambiado. Actualmente le importan mucho más sus productores de chips que sus empresas de internet. Y tiene sentido si tenemos presente que esta industria estratégica es crítica para la economía y el desarrollo tecnológico del país.

China necesita independizar su fabricación de chips de las potencias extranjeras. Y no lo va a tener fácil

Además, se encuentra sometida a la presión que ha desencadenado la tensión que existe entre la alianza occidental liderada por Estados Unidos y el Gobierno chino. De una cosa no cabe duda: China necesita independizar su fabricación de chips de las potencias extranjeras. Y no lo va a tener fácil.

Imagen de portada: Karolina Grabowska

Vía: Reuters

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Rusia ya tiene ordenadores con sus propias CPU para esquivar a Occidente: lo sorprendente es quién se las fabrica

Rusia ya tiene ordenadores con sus propias CPU para esquivar a Occidente: lo sorprendente es quién se las fabrica

Rusia está contra las cuerdas. Uno de los primeros movimientos que hizo la alianza occidental liderada por Estados Unidos pocos días después de la invasión de Ucrania persiguió impedir el acceso del país dirigido por Vladímir Putin a los semiconductores de alta integración, o, lo que es lo mismo, a los chips más avanzados que diseñan Intel, AMD y NVIDIA, entre otras compañías.

La estrategia que ha puesto en marcha Occidente para alcanzar este objetivo ataca dos frentes. El primero requiere evitar que Rusia pueda comprar circuitos integrados avanzados en el mercado ordinario, lo que llevó a las compañías que he mencionado en el párrafo anterior, y también a algunas más, a dejar de vender sus chips a las empresas rusas que aparecen en su cartera de clientes.

El segundo movimiento es si cabe todavía más agresivo: TSMC y los demás fabricantes de semiconductores que utilizan equipos litográficos desarrollados con tecnologías de origen estadounidense no pueden entregar sus chips más avanzados a Rusia. Y tampoco a China. Lo curioso es que pese a estas prohibiciones el país de Putin ya tiene listos ordenadores equipados con sus propias CPU. Y, además, están en manos de una filial de Rosatom, que es una gigantesca empresa pública rusa especializada en energía nuclear.

Los ordenadores Beaver son rusos e incorporan chips Baikal. También son rusos

En la coyuntura actual Rusia tiene dos opciones para esquivar las prohibiciones de Occidente. La primera consiste en comprar los chips de alta integración que producen Intel, AMD, NVIDIA y otras compañías que se resguardan bajo el paraguas de Estados Unidos a través de mercados paralelos. En la práctica esto significa, sencillamente, que otros países afines a Rusia pueden adquirir estos semiconductores en el mercado ordinario y vendérselos.

Como es lógico, podemos estar seguros de que los países occidentales están vigilando a los estados que mantienen relaciones comerciales con Rusia, pero cercenar el mercado paralelo es muy difícil. Y, por esta razón, es probable que el país de Putin esté consiguiendo cierta cantidad de chips de alta integración. En cualquier caso, Rusia tiene a su alcance otra opción: fabricar sus propios semiconductores.

Nikon y Canon se retiraron de la pugna que mantenían con ASML durante la puesta a punto de los equipos de litografía de ultravioleta extremo debido a su descomunal complejidad y coste

El problema es que, al igual que China, no tiene acceso a los equipos litográficos avanzados que incorporan tecnologías de origen estadounidense. Y conseguirlos en mercados paralelos es esencialmente imposible. Además, el desarrollo de sus propios nodos litográficos requiere inversiones multimillonarias, y, lo que es si cabe más difícil de sortear, un enorme esfuerzo en I+D. De hecho, Nikon y Canon se retiraron de la pugna que mantenían con ASML durante la puesta a punto de los equipos de litografía de ultravioleta extremo (UVE) debido a su descomunal complejidad y coste.

Entonces ¿de dónde han salido los chips Baikal que incorporan los ordenadores fabricados por la empresa rusa Delta Computers que están en manos de la filial de Rosatom? Sorprendentemente los ha fabricado TSMC. Eso sí, ha utilizado su nodo de 28 nm, una tecnología claramente superada por los nodos actuales más avanzados que ya estaba lista en 2014. Aun así, la prohibición de la Administración de Taiwán también incluye a los chips con estas características.

De hecho, el Gobierno taiwanés ha prohibido expresamente la exportación a Rusia de cualquier chip que trabaje a 25 MHz o más, tenga un rendimiento en operaciones en coma flotante de 5 GFLOPS o más y se comunique con los demás componentes del sistema a través de un bus con una velocidad de transferencia de 2,5 MB/s o más. Estas cifras son tan ridículamente modestas que, en la práctica, privan a Rusia del acceso a esencialmente cualquier chip medianamente capaz fabricado en Taiwán.

Dadas las circunstancias podemos barajar dos opciones. La primera y más probable es que esos microprocesadores Baikal estén en manos de Rusia desde antes de que se produjese la invasión de Ucrania y entrasen en vigor las prohibiciones de Occidente. La otra posibilidad consiste en que los haya conseguido a través de países afines. Sea como sea lo que es evidente es que las capacidades de estos chips son sobre el papel perceptiblemente inferiores a las que nos proponen actualmente las CPU más avanzadas de AMD, Intel, NVIDIA o Qualcomm, entre otras marcas.

Imagen de portada: ThisIsEngineering

Vía: 3DNews

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Lo mejor que le ha pasado a NVIDIA se llama ChatGPT y hay 30.000 razones para ello

Lo mejor que le ha pasado a NVIDIA se llama ChatGPT y hay 30.000 razones para ello

Jensen Huang, el director general de NVIDIA, debe de estar frotándose las manos. Y no es para menos. El mercado de las tarjetas gráficas no está atravesando su mejor momento, pero esta compañía no produce únicamente procesadores gráficos para juegos o creación de contenidos. De hecho, probablemente su mayor fortaleza es lo bien que ha sabido diversificar su actividad empresarial. Las cifras le dan la razón.

Según la consultora AMR (Allied Market Research) en 2031 el mercado de los chips para aplicaciones de inteligencia artificial (IA) tendrá un volumen de facturación de más de 263.000 millones de dólares. Es una auténtica barbaridad, sobre todo si tenemos presente que en 2021 su negocio ascendió a poco más de 11.000 millones de dólares. Esta última cifra no está nada mal, pero palidece al enfrentarla al crecimiento que vaticinan los expertos. Sea como sea de algo podemos estar seguros: la inteligencia artificial ha irrumpido en nuestras vidas. Y va a quedarse.

NVIDIA tiene competencia, pero parte con una ventaja monumental

AMD, Intel, Google o Amazon son algunas de las grandes compañías que compiten con NVIDIA para hacerse con un buen pedazo del jugosísimo pastel que es el mercado de los chips para inteligencia artificial. Sin embargo, todas ellas están a años luz en términos de cuota de mercado de la empresa que lidera Jensen Huang, que actualmente acapara cerca del 80% de esta industria. Este apabullante dominio procede, precisamente, de la anticipación con la que NVIDIA supo prever que el mercado de los chips para inteligencia artificial no tardaría en explotar.

OpenAI necesitará sostener el motor de inteligencia artificial de ChatGPT cuando lance su suscripción de pago con más de 30.000 chips de IA

En cualquier caso, las previsiones de los expertos pronostican algo que los usuarios podemos intuir fácilmente si observamos en qué dirección se están moviendo muchas grandes corporaciones de tecnología. Las que he mencionado en el párrafo anterior son algunas de ellas, pero hay muchas más organizaciones que están cimentando su estructura de negocio específicamente sobre la inteligencia artificial. OpenAI, la creadora de ChatGPT, entre otras herramientas de IA, es una de ellas.

La consultora TrendForce ha publicado un informe muy interesante en el que asegura que OpenAI necesitará sostener el motor de inteligencia artificial de ChatGPT cuando lance su suscripción de pago con más de 30.000 chips de IA. Este cálculo lo ha realizado teniendo en cuenta que la organización que dirige Sam Altman utilizó aproximadamente 20.000 de estos chips a partir de 2020 durante el proceso de entrenamiento de su software. Para ponderar este esfuerzo computacional ha tomado como referencia la capacidad de cálculo de la GPU A100 de NVIDIA, que, al parecer, es una de las más utilizadas en este ámbito.

Los expertos de TrendForce defienden que NVIDIA será la compañía que más se beneficiará del desarrollo de la inteligencia artificial. Y es razonable si tenemos presente la superioridad con la que está liderando el mercado de los chips de IA. No obstante, otras empresas también sacarán tajada. Una de ellas es TSMC, que fabrica los circuitos integrados que diseñan tanto NVIDIA como algunos de sus competidores. O Nan Ya PCB, Kinsus y Unimicron, que son tres de las compañías taiwanesas que proporcionan los sustratos necesarios para producir estos chips.

Más información: TrendForce

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Sony A95L, primeras impresiones: sus competidores van a temblar por la calidad de imagen de este televisor QD-OLED

Sony A95L, primeras impresiones: sus competidores van a temblar por la calidad de imagen de este televisor QD-OLED

Casi está aquí. El televisor insignia de Sony para 2023 se prepara para llegar a las tiendas, y lo hemos visto en acción. Su predecesor, el modelo A95K lanzado por Sony el año pasado, fue el primer televisor de esta marca equipado con un panel QD-OLED fabricado por Samsung, y dejó el listón muy alto. Altísimo. De hecho, hasta ahora es la única pantalla a la que hemos calificado con un 10 en el apartado en el que evaluamos su calidad de imagen.

Esta primera toma de contacto la hemos tenido en las oficinas centrales de Sony en Londres, y nos han permitido formarnos una idea bastante precisa acerca de las prestaciones de este televisor como anticipo de las pruebas a las que lo someteremos cuando tengamos la oportunidad de analizarlo en nuestras propias instalaciones y con más profundidad. Ahí va un pequeño espóiler para ir abriendo boca: este A95L no es solo un digno sucesor del sobresaliente A95K; objetivamente va a ser uno de los mejores televisores prémium de 2023.

Sony A95L: especificaciones técnicas


características

panel

QD-OLED 4K UHD de 10 bits, 120 Hz y 16:9

resolución

3.840 x 2.160 puntos

tamaños

55, 65 y 77 pulgadas

retroiluminación

Panel autoemisivo

procesador de imagen

Procesador cognitivo XR

hdr

Dolby Vision IQ, HDR10 y HLG

sistema operativo

Google TV

sonido

Acoustic Surface Audio+

2.2 canales

Ambient Optimization

360 Spatial Sound Personalizer

conectividad

2 x HDMI 2.1 y 2 x HDMI 2.0b

prestaciones para juegos

VRR

2160p@120 FPS

Dolby Vision Gaming

otras prestaciones

Mando a distancia con acceso directo a Crunchyroll

Modo de funcionamiento ecológico

Este televisor tiene dos armas: su panel QD-OLED y su procesador de imagen XR

Un apunte antes de meternos en harina: los responsables de Sony solo nos permitieron tomar fotografías del televisor en modo estático, y no durante los tests de calidad de imagen que pudimos presenciar. Esta es la razón por la que en las fotografías que ilustran este artículo siempre aparece la misma imagen en el panel. Aun así, nuestras primeras conclusiones se sostienen sobre las pruebas de calidad de imagen en las que participamos.

Probablemente los responsables de esta marca prefirieron que no tomásemos fotografías con total libertad debido a que los televisores A95L que pudimos probar no eran versiones finales, por lo que cabe la posibilidad de que los que lleguen finalmente a las tiendas incorporen mejoras.

Durante nuestra visita los responsables de Sony no nos confirmaron las características exactas de la matriz orgánica de este televisor, pero estoy razonablemente seguro de que se trata de un panel QD-OLED de segunda generación. Estas matrices fueron presentadas por Samsung durante la edición del CES celebrada a principios de enero en Las Vegas (Estados Unidos), y se desmarcan de los paneles QD-OLED de 2022 por su mayor capacidad de entrega de brillo, su mejor reproducción del color, y también por estar disponibles, además de en 55 y 65 pulgadas, en 77 pulgadas. Por estas razones, no cabe duda: el A95L incorpora una matriz QD-OLED de segunda generación.

Los colores en el A95L son más vivos, pero no son artificiosos. En una prueba cara a cara su colorimetría supera a la que nos entregan el A95K y el S95B de Samsung

Su panel es muy importante, de eso no cabe duda, pero también es crucial el procesador de imagen XR que se responsabiliza de optimizar el contraste, afinar la colorimetría, minimizar el ruido de alta frecuencia y recuperar el máximo detalle posible en altas luces y las regiones en sombra. Además, este chip monitoriza el panel con el propósito de que la entrega de luz en cada región sea la idónea para cada fotograma. Este procesador es en definitiva el responsable de que la calidad de imagen de los televisores QD-OLED de Samsung y Sony no sea la misma a pesar de que en teoría montan los mismos paneles. Cada una de estas marcas pone a punto su propio chip de procesado y sus propios algoritmos de optimización de las imágenes.

Lo que acabamos de ver es lo que nos dice la teoría, y sí, suena bien, pero ¿cómo rinde realmente el A95L cuando lo tienes delante? Nuestras conclusiones definitivas llegarán cuando tengamos la oportunidad de analizarlo a fondo en nuestras propias instalaciones, pero podemos adelantaros varias ideas. La más evidente es que su capacidad de entrega de brillo máxima es perceptiblemente más alta que en el A95K (pudimos compararlos cara a cara).

Además, los colores en el A95L son más vivos. Tienen una mayor saturación, pero no son artificiosos. De hecho, en una prueba cara a cara su colorimetría supera a la que nos entregan el A95K y el S95B de Samsung. Y, para rematar la faena, el nuevo modelo insignia de Sony logra recuperar ligeramente más detalle en altas luces que el A95K.

Sonya95l Ap

En la siguiente fotografía de detalle podemos ver los pies laterales que se responsabilizan de garantizar la estabilidad del panel. Son discretos y están impecablemente mecanizados en aluminio, así que en este contexto no tengo nada que objetar. Eso sí, hay algo que a los usuarios nos interesa tener en cuenta: solo la versión de 77 pulgadas de este televisor nos permite instalar los pies en posición central y no pegados a los extremos del panel.

Solo la versión de 77 pulgadas de este televisor nos permite instalar los pies en posición central y no pegados a los extremos del panel

A mí me parece una lástima que al menos el televisor de 65 pulgadas no permita hacerlo. De hecho, yo no podría colocar este último en mi salón porque los pies quedarían fuera de la mesa en la que necesitaría instalarlo. Sin embargo, si la versión de 65 pulgadas permitiese la instalación de los pies en posición central sí podría colocarlo en su sitio, y estoy seguro de que no soy en absoluto el único usuario que tendría este problema.

Sonya95l Detalle2

La parte trasera de este televisor es uniforme y esencialmente diáfana. No es tan fino como algunos modelos prémium de Samsung o LG, pero su grosor no representa ningún problema. Además, su recinto es lo suficientemente rígido y robusto para garantizarnos que podemos manejarlo durante su instalación con comodidad y sin miedo a dañarlo. Si algo no transmite este A95L es, sin duda, fragilidad. Está acabado como un auténtico tanque.

Sonya95l Detalle3

El mando a distancia que nos entrega Sony junto a este televisor cumple su cometido perfectamente. Es muy parecido a uno de los que nos entrega esta marca junto al A95K y otros televisores de 2022, pero se desmarca de los mandos del año pasado gracias a los botones de acceso directo que nos propone. Y es que, curiosamente, Sony ha eliminado el botón dedicado a la plataforma Bravia Core, pero nos compensa introduciendo tres botones adicionales dedicados a la plataforma de anime Crunchyroll, que fue comprada por Sony Pictures en diciembre de 2020, a YouTube y YouTube Music.

Sonya95l Detalle4

Por detrás este televisor es muy similar al A95K del año pasado. En la siguiente fotografía de detalle podemos ver que es muy sobrio. Eso sí, el panel de policarbonato que protege la matriz orgánica es muy sólido. Un último apunte interesante: en el centro del extremo superior de este televisor podemos ver una tapa que con toda seguridad oculta el conector propietario que sirve para conectar una cámara Bravia Cam como la que esta marca nos entrega al comprar un A95K. Lo que todavía no sabemos es si la cámara que incluirá el A95L será idéntica a la de su predecesor, que es 1080p e incorpora una tapa física que nos permite evitar en cualquier momento que continúe recogiendo imágenes.

Sonya95l Detalle5

Ya tenemos un candidato muy sólido a mejor televisor prémium de 2023

Esta primera toma de contacto con el televisor más avanzado que lanzará Sony este año nos ha dejado un sabor de boca muy positivo. Para evaluar su calidad de imagen con la máxima objetividad posible necesitamos probarlo a fondo en nuestras propias instalaciones, pero estas primeras pruebas nos anticipan que por su capacidad de entrega de brillo, debido a la forma en que resuelve la colorimetría y por el detalle que consigue recuperar en altas luces y las regiones en sombra está un poco por delante de su predecesor, el también fabuloso A95K.

Esta primera toma de contacto con el televisor más avanzado que lanzará Sony este año nos ha dejado un sabor de boca muy positivo. Este A95L es una gozada

De su calidad de sonido nos tememos que no podemos adelantaros nada razonablemente bien atado debido a que necesitamos probarlo con más calma y empleando nuestras propias herramientas de análisis. Eso sí, no podemos concluir este artículo sin mencionar las dos características de este televisor que menos nos han gustado. Una de ellas consiste en que, al igual que los modelos que Sony nos ha propuesto durante los últimos años, procesa contenidos Dolby Vision, HDR10 y HLG, pero no HDR10+. Y, por otro lado, solo nos entrega dos entradas HDMI 2.1. Las otras dos implementan la norma 2.0b. No es nada dramático, pero ahí está.

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Los televisores de Sony para 2023, explicados: su nuevo modelo insignia QD-OLED va a ser muy difícil de batir

Los televisores de Sony para 2023, explicados: su nuevo modelo insignia QD-OLED va a ser muy difícil de batir

Este año Sony tenía preparado un anuncio importante para el CES. Su coche eléctrico ya tiene diseño, nombre, e, incluso, fecha de lanzamiento. Sin embargo, durante este evento, que se celebró en Las Vegas (Estados Unidos) a principios del pasado mes de enero, no nos dio ni una sola pista acerca de los televisores que colocará en las tiendas durante 2023. Y lo echamos de menos debido a que algunos de sus competidores, como Samsung, LG, Panasonic o TCL, sí nos enseñaron algunas de sus teles.

Dadas las circunstancias estábamos seguros de que esta compañía japonesa presentaría sus nuevos televisores durante el primer trimestre del año, y el momento ha llegado. Hemos tenido la oportunidad de participar en una presentación en la que Sony ha enseñado sus nuevos televisores en su sede central de Londres a unos pocos medios europeos. Y hay novedades. Novedades importantes. De una cosa podemos estar seguros: el mercado de los televisores va a estar en 2023 más competido que nunca.

Características de los televisores QD-OLED, OLED y LCD LED de Sony para 2023


A95l

a80l

x95l

x90l

x85l

panel

QD-OLED 4K UHD de 10 bits, 120 Hz y 16:9

OLED 4K UHD de 10 bits, 120 Hz y 16:9

LCD LED 4K UHD de 10 bits, 120 Hz y 16:9

LCD LED 4K UHD de 10 bits, 120 Hz y 16:9

LCD LED 4K UHD de 10 bits, 120 Hz y 16:9

resolución

3.840 x 2.160 puntos

3.840 x 2.160 puntos

3.840 x 2.160 puntos

3.840 x 2.160 puntos

3.840 x 2.160 puntos

tamaños

55, 65 y 77 pulgadas

55, 65, 77 y 83 pulgadas

65, 75 y 85 pulgadas

55, 65, 75, 85 y 98 pulgadas

55, 65 y 75 pulgadas

retroiluminación

Panel autoemisivo

Panel autoemisivo

Mini LED

Full Array LED

Full Array LED

procesador de imagen

Procesador cognitivo XR

Procesador cognitivo XR

Procesador cognitivo XR

Procesador cognitivo XR

Procesador X1 4K HDR

hdr

Dolby Vision IQ, HDR10 y HLG

Dolby Vision IQ, HDR10 y HLG

Dolby Vision IQ, HDR10 y HLG

Dolby Vision IQ, HDR10 y HLG

Dolby Vision IQ, HDR10 y HLG

sistema operativo

Google TV

Google TV

Google TV

Google TV

Google TV

sonido

Acoustic Surface Audio+

2.2 canales

Ambient Optimization

360 Spatial Sound Personalizer

Acoustic Surface Audio+

3.2 canales

Ambient Optimization

360 Spatial Sound Personalizer

Acoustic Multi-Audio+

2.2 canales

Ambient Optimization

360 Spatial Sound Personalizer

Acoustic Multi-Audio
2 canales
Ambient Optimization
360 Spatial Sound Personalizer

X-Balanced Speaker

2 canales

Ambient Optimization

conectividad

2 x HDMI 2.1 y 2 x HDMI 2.0b

2 x HDMI 2.1 y 2 x HDMI 2.0b

2 x HDMI 2.1 y 2 x HDMI 2.0b

2 x HDMI 2.1 y 2 x HDMI 2.0b

2 x HDMI 2.1 y 2 x HDMI 2.0b

prestaciones para juegos

VRR

2160p@120 FPS

Dolby Vision Gaming

VRR

2160p@120 FPS

Dolby Vision Gaming

VRR

2160p@120 FPS

Dolby Vision Gaming

VRR

2160p@120 FPS

Dolby Vision Gaming

VRR

2160p@120 FPS

Dolby Vision Gaming

otras prestaciones

Mando a distancia con acceso directo a Crunchyroll

Modo de funcionamiento ecológico

Mando a distancia con acceso directo a Crunchyroll

Modo de funcionamiento ecológico

Mando a distancia con acceso directo a Crunchyroll

Modo de funcionamiento ecológico

Mando a distancia con acceso directo a Crunchyroll

Modo de funcionamiento ecológico

Mando a distancia con acceso directo a Crunchyroll

Modo de funcionamiento ecológico

El modelo QD-OLED A95L reina en la cima del catálogo de Sony para 2023

Empezamos por el plato fuerte. El televisor más avanzado que colocó esta marca en las tiendas el año pasado, el A95K Master Series, nos sorprendió por su excepcional calidad de imagen global. De hecho, es el único al que hemos calificado con un 10 en calidad de imagen hasta ahora. El A95L será el modelo insignia de Sony en 2023, y, al igual que su antecesor, incorpora un panel QD-OLED fabricado por Samsung. No obstante, esta marca ha introducido en él mejoras que merece la pena que no pasemos por alto.

Los responsables de Sony no han confirmado las características de la matriz orgánica que nos propone este televisor, pero estoy razonablemente seguro de que se trata de uno de los nuevos paneles QD-OLED de segunda generación presentados por Samsung durante la última edición del CES. Y lo creo por dos razones de peso: la capacidad máxima de entrega de brillo del A95L es, según Sony, muy superior a la de su predecesor, y su capacidad de reproducción del color también ha  mejorado perceptiblemente. Estas son, precisamente, las cualidades de las matrices QD-OLED de segunda generación.

El procesador XR se responsabiliza de optimizar el contraste, afinar la colorimetría, minimizar el ruido de alta frecuencia y recuperar el máximo detalle

No obstante, el panel es solo uno de los ingredientes de la receta que nos propone este televisor. Otro componente fundamental es su procesador de imagen, un chip XR con procesamiento cognitivo (suena rimbombante, pero así es como lo llama Sony) que, según esta marca, ha sido refinado para sacar el máximo partido a la matriz orgánica del A95L. Este procesador se responsabiliza de optimizar el contraste, afinar la colorimetría, minimizar el ruido de alta frecuencia y recuperar el máximo detalle posible en altas luces y las regiones en sombra, pero aquí no acaban sus competencias.

Otra de sus funciones consiste en monitorizar el panel con el propósito de que la entrega de luz en cada región sea la idónea para cada fotograma. Aún no hemos podido probarlo con calma, pero lo hemos visto en acción y su calidad de imagen global es soberbia. En la tabla que publicamos un poco más arriba hemos recogido las especificaciones que conocemos actualmente, y hay algo que no podemos pasar por alto: al igual que sus predecesores este televisor nos entrega solo dos entradas HDMI 2.1. Las otras dos implementan la norma 2.0b. Es una lástima. sobre todo si tenemos presente que es un modelo prémium que con toda seguridad no será barato. Estará disponible en 55, 65 y 77 pulgadas.

A95l

Sony A95L.

Por debajo del A95L en el porfolio para 2023 de Sony tenemos el A80L, un televisor con panel OLED fabricado por LG. Esta marca no ha dado a conocer todos los detalles acerca de esta matriz, pero sospecho que se trata de un panel 'evo' de tercera generación, y no de una de las nuevas matrices META con microlentes. Aun así, sobre el papel sus especificaciones son muy interesantes. Este televisor también lo hemos visto en acción, y aunque su calidad de imagen global a priori no es tan impactante como la del A95L, rinde a muy buen nivel.

Al igual que el A95L, el A80L implementa la tecnología de reproducción del sonido Acoustic Surface Audio+

Del procesado de las imágenes y la monitorización del panel se encarga el mismo procesador XR incorporado en el modelo insignia. También tiene dos entradas HDMI 2.1, y, de nuevo al igual que el A95L, implementa la tecnología de reproducción del sonido Acoustic Surface Audio+. De hecho, sobre el papel las prestaciones sonoras del A95L y el A80L son muy similares, aunque existe una diferencia entre ambos que merece la pena que no pasemos por alto: este último nos propone 3.2 canales, mientras que el modelo superior tiene 2.2 canales. El A80L está disponible en 55, 65, 77 y 83 pulgadas.

A80l

Sony A80L.

El procesador XR optimiza la retroiluminación mini LED del modelo X95L

Aunque en lo más alto de su porfolio reinan los televisores con panel QD-OLED y OLED, Sony mantiene su apuesta por los paneles LCD. De hecho, el X95L es su propuesta más avanzada con una de estas matrices y retroiluminación mini LED. Esta marca no ha confirmado cuántas zonas de atenuación local incorpora este televisor, pero durante su presentación aseguró que tiene más que su modelo LCD más sofisticado del año pasado. La administración de la retroiluminación recae sobre un procesador de imagen XR, y, según Sony, este X95L minimiza el bloomingcon más eficacia que sus predecesores. Será interesante comprobarlo cuando tengamos la oportunidad de analizarlo a fondo.

Por otro lado, su capacidad máxima de entrega de brillo es más alta que la que nos propuso el modelo X95K el año pasado, de nuevo según lo que nos promete Sony. Un apunte que nos viene bien tener presente antes de seguir adelante: todos los televisores de los que hablamos en este artículo pueden procesar contenidos Dolby Vision, HDR10 y HLG, pero no HDR10+. Esta ha sido la apuesta de Sony durante los últimos años, y nada ha cambiado. Por último, este televisor implementa la tecnología de reproducción del sonido Acoustic Multi-Audio+ y tiene 2.2 canales. El X95L está disponible en 65, 75 y 85 pulgadas.

X95l

Sony X95L.

El segundo televisor LCD en el escalafón de Sony para 2023 es el modelo X90L. Tiene mucho en común con el X95L, aunque su retroiluminación no es mini LED; es de tipo Full Array Local Dimming, por lo que es algo menos ambiciosa. Aun así, Sony nos ha prometido que este televisor tiene más zonas de atenuación local y una capacidad de entrega de brillo más alta que sus anteriores modelos FALD. Además, también asegura que tiene un blooming menos acusado. Por último, implementa dos canales de reproducción del sonido y está disponible en un abanico muy amplio de tamaños: 55, 65, 75, 85 y 98 pulgadas.

X90l

Sony X90L.

Para concluir, el modelo X85L es, de alguna forma, una versión ligeramente simplificada del X90L. También incorpora un sistema de retroiluminación de tipo FALD, aunque de su administración no se encarga un chip XR, como en el X90L; este esfuerzo lo asume un procesador X1 4K HDR, que es un poco menos avanzado. Su sonido también es algo menos ambicioso (no nos propone la tecnología de audio envolvente 360 Spatial Sound Personalizer), y está disponible en 55, 65 y 75 pulgadas.

Un apunte muy curioso antes de dar por concluida esta sección: el mando a distancia de todos los televisores que hemos revisado incorpora un botón de acceso directo a Crunchyroll, una plataforma de contenidos vía streaming especializada en anime que fue comprada por Sony Pictures en diciembre de 2020.

X85l

Sony X85L.

Sony estrena un menú para juegos y el modo Dolby Vision Gaming

Esta marca acaba de saldar una deuda pendiente que tenía con los jugadores. Y es que todos los televisores de los que hemos hablado incorporan un menú específico para juegos, algo que ya nos proponen desde hace varios años algunos de sus competidores, como Samsung o LG. Desde este menú podemos habilitar la sincronización adaptativa mediante la tecnología VRR, activar la reducción del desenfoque de movimiento, actuar sobre el nivel de detalle en las regiones en sombra o manipular el tamaño de la pantalla, entre otras opciones.

Los televisores de Sony para 2023 son compatibles con el modo Dolby Vision para juegos, aunque PS5 no lo implementa (al menos aún)

Lo de "manipular el tamaño de la pantalla" significa, sencillamente, que ahora Sony nos va a permitir reducir el área del panel en la que se reproducen las imágenes de los juegos si, por la razón que sea, preferimos que no ocupen toda la pantalla. Esto lo podemos utilizar, por ejemplo, para jugar mientras reproducimos un vídeo de YouTube. Para concluir este artículo tenemos otra buena noticia para los jugadores: los televisores de Sony para 2023 son compatibles con el modo Dolby Vision para juegos. Lo curioso es que por el momento PS5 no es compatible con esta tecnología, pero podemos aprovecharla conectando a estos televisores una Xbox Series X o S, que sí lo son.

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Los sensores de una pulgada han llegado a los móviles fotográficos para quedarse: por qué no los aprovechan al 100%

Los sensores de una pulgada han llegado a los móviles fotográficos para quedarse: por qué no los aprovechan al 100%

En fotografía digital el tamaño físico del sensor importa. Importa mucho. La superficie del captador condiciona profundamente su capacidad de recoger luz, por lo que si comparamos dos sensores con la misma tecnología y distinto tamaño el mayor siempre conseguirá recabar más luz. Cuando las circunstancias son desfavorables y este recurso escasea tener un sensor grande puede ayudarnos a tomar fotografías con menos ruido y más detalle en las regiones en sombra.

Además, si su resolución es la adecuada y no es excesiva los fotodiodos de un captador grande también son grandes, lo que debería permitir a cada uno de ellos recoger mucha luz y evitar un postprocesado agresivo que con frecuencia degrada la naturalidad de nuestras fotografías. Si nos ceñimos a los smartphones con vocación fotográfica por el momento su cénit son los sensores de una pulgada, que, más allá del ruido que están haciendo, no son precisamente nuevos.

Sony, Leica o Sharp son algunos de los fabricantes de teléfonos móviles que han colocado durante los últimos años terminales en las tiendas equipados con un sensor de una pulgada. El año pasado Xiaomi lanzó su 12S Ultra, un smartphone equipado con un captador IMX989 de 50,3 megapíxeles fabricado por Sony que incorpora fotorreceptores de 1,6 µm, y acaba de repetir la misma jugada con el que ya es su nuevo móvil fotográfico insignia.

Hace unas horas esta marca china ha presentado el Xiaomi 13 Pro, que incorpora ese mismo sensor en la cámara principal. Además, cuenta con el respaldo de Leica, un fabricante de cámaras alemán veterano y muy respetado que, según Xiaomi, ha intervenido activamente en la puesta a punto de las cámaras de este terminal. Ya hemos tenido la oportunidad de analizarlo a fondo, y, aunque nos ha gustado mucho, su llegada nos ha recordado que sacar el máximo partido a un sensor de una pulgada en un móvil no es nada fácil.

Los smartphones no se lo ponen fácil a los captadores de una pulgada

Antes de seguir adelante, y con el propósito de dar un poco de contexto, merece la pena que echemos un vistazo al que probablemente es el smartphone fotográfico más ambicioso que ha llegado hasta ahora a las tiendas: el Xperia PRO-I de Sony. La cámara principal de este móvil de 1.800 euros incorpora un sensor Exmor RS CMOS de una pulgada y 20 megapíxeles con fotorreceptores de 2,4 µm que trabaja codo con codo con una óptica fabricada por ZEISS con doble valor de apertura (f/2.0 y f/4.0).

La resolución efectiva del sensor del Xperia PRO-I de Sony es de 12,2 megapíxeles, y no de 20 megapíxeles

Estas especificaciones sobre el papel pintan de maravilla. De hecho, este terminal se parece más a una cámara fotográfica compacta disfrazada de smartphone que a un teléfono móvil convencional. Pese a todo, más allá de las ventajas que conlleva tener un sensor con fotorreceptores de 2,4 µm a nuestra disposición, tiene un talón de Aquiles: la resolución efectiva del captador, la utilizable, es de 12,2 megapíxeles, y no de 20 megapíxeles. Esos casi 8 megapíxeles "perdidos" no pueden utilizarse debido a que la óptica solo consigue cubrir el área central del sensor.

Poner a punto una óptica de alta calidad para un teléfono móvil que sea luminosa y consiga minimizar las aberraciones cromáticas y la distorsión geométrica no es fácil. Y no lo es, sobre todo, debido al muy limitado espacio disponible en su interior. Los ingenieros de Sony podrían haber dotado a la cámara principal del Xperia PRO-I de una óptica capaz de recoger la luz y proyectarla sobre toda la superficie del sensor de una pulgada (es lo que han hecho en la cámara RX100 VII), pero en ese caso este smartphone sería más grueso, más pesado, y quizá también más grande. Y la mayor parte de los usuarios posiblemente rechazaría un mazacote así.

De una cosa podemos estar seguros: los ingenieros de Xiaomi y Leica se han enfrentado a este mismo problema durante la puesta a punto del nuevo Xiaomi 13 Pro. De hecho, mi compañero Ricardo, que es el editor de Xataka que ha preparado el análisis de este smartphone, destaca en sus conclusiones algo que no podemos pasar por alto: el disparo en modo RAW solo nos permite utilizar 12 megapíxeles del sensor, y no los 50,3 megapíxeles que realmente tiene. Su rendimiento en escenarios de disparo comprometidos es muy bueno, como explica Ricardo, pero es una lástima que este móvil no pueda sacar más partido al captador en RAW.

El disparo en modo RAW solo nos permite utilizar 12 megapíxeles del sensor del Xiaomi 13 Pro

Para nosotros esta es, precisamente, la gran deuda pendiente de los smartphones equipados con un sensor de una pulgada. Actualmente no está claro que la miniaturización de las ópticas lineales tradicionales vaya a conseguir resolver este problema a corto plazo, pero es posible que los objetivos periscópicos sí lo hagan debido a que permiten apilar una gran cantidad de elementos ópticos.

Y, por el camino, resuelven las limitaciones que introduce el poco espacio vertical disponible en el interior de un teléfono móvil. Veremos qué sucede. Sea como sea la buena noticia es que los entusiastas de la fotografía tenemos a nuestra disposición unos smartphones tan apetecibles como el Xperia PRO-I de Sony o el Xiaomi 13 Pro, entre otros terminales con una marcada vocación fotográfica. El potencial de su hardware fotográfico está fuera de toda duda, pero lo más importante es que ponen en nuestras manos unas capacidades creativas jugosísimas.

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Cómo en física cuántica están logrando lo que hasta ahora parecía imposible: revertir el tiempo

Cómo en física cuántica están logrando lo que hasta ahora parecía imposible: revertir el tiempo

La frontera entre la ciencia y la ciencia ficción es en ocasiones casi imperceptible. Y se lo debemos, cómo no, a nuestra cada vez más precisa comprensión del mundo en el que vivimos. Ese mundo macroscópico que podemos ver con nuestros ojos y en el que los procesos parecen discurrir en un único sentido en el tiempo: del presente hacia el futuro.

Estamos tan íntimamente acostumbrados a observar este fenómeno que nos resulta muy difícil aceptar la posibilidad de revertir un proceso en el tiempo. De recuperarlo tal y como era antes de haber sufrido algún cambio que podríamos considerar permanente. Pero no es imposible. La física cuántica acaba de demostrarnos que es factible tanto en el ámbito teórico como en el práctico.

La física cuántica y nuestra intuición están, una vez más, a punto de chocar

Nuestra intuición nos invita a concluir que la irreversibilidad de los procesos es una ley fundamental. Y el segundo principio de la termodinámica nos da la razón. Se puede formular de muchas maneras diferentes, pero todas ellas, si son correctas, nos invitan a concluir que los fenómenos físicos son irreversibles.

Si colocamos un recipiente con agua muy caliente en la encimera de nuestra cocina y no hacemos nada con él, el agua se enfriará. Y si se nos cae un vaso y estalla al golpearse con el suelo, no volverá a recomponerse por sí solo. Precisamente el intercambio de calor y la entropía son dos propiedades íntimamente ligadas al segundo principio de la termodinámica.

La entropía suele definirse como la magnitud que mide el grado de desorden de un sistema físico. Es una simplificación quizá excesiva, pero puede ayudarnos a entender de qué estamos hablando sin que nos veamos obligados a recurrir a conceptos complejos. En cualquier caso, este principio termodinámico es de naturaleza estadística, y, además, la física clásica es determinista.

Esto significa que es posible predecir la evolución de un sistema físico a lo largo del tiempo si conocemos su estado inicial y las ecuaciones diferenciales que describen su comportamiento. Sin embargo, en el dominio de la física cuántica, en el mundo de lo muy pequeño, de las partículas, la reversibilidad de los procesos físicos es posible. Lo es desde un punto de vista teórico desde hace mucho tiempo, y ahora lo es también en la práctica.

La física cuántica lo permite: un fotón ha retrocedido en el tiempo

Los físicos coquetean con la posibilidad de revertir procesos en el tiempo desde hace muchos años. De hecho, algunos teóricos trabajan en unas herramientas muy peculiares que la mecánica cuántica ha colocado en sus manos: los protocolos de reversión o rebobinado universal. No necesitamos conocer con detalle cómo funcionan estos mecanismos, pero nos viene de perlas saber que sirven para revertir los cambios que ha sufrido un sistema cuántico sin conocer cuál era su estado inicial. Y sin saber tampoco en qué consistieron esos cambios.

Los protocolos de reversión universal sirven para revertir los cambios que ha sufrido un sistema cuántico sin conocer cuál era su estado inicial

Casi parece magia, pero no lo es. Es ciencia. Y, precisamente, el físico teórico español Miguel Navascués lidera un equipo de investigación en el Instituto de Óptica Cuántica e Información Cuántica de la Academia de las Ciencias de Austria experto en esta disciplina. Miguel y sus colaboradores han diseñado un innovador protocolo teórico de reversión que propone, a grandes rasgos, qué procedimiento es posible utilizar para conseguir que un sistema cuántico recupere su estado inicial sin conocer qué cambios ha sufrido.

Llevar algo así a la práctica no es nada sencillo, lo que ha provocado que los físicos experimentales que trabajan en esta área no hayan tenido demasiado éxito. Afortunadamente, el panorama ha cambiado. Y es que el equipo de físicos experimentales de la Universidad de Viena dirigido por Philip Walther ha conseguido implementar con éxito el protocolo de reversión universal diseñado por Miguel Navascués y su equipo.

El corazón de su experimento es un sofisticado equipo óptico constituido por varios interferómetros y enlaces de fibra óptica que se comportan de forma conjunta como un interruptor cuántico. Conocer con detalle cómo funciona este ingenio queda fuera del propósito de este artículo porque, como podemos intuir, su complejidad es extraordinaria. Aun así, quien no se deje intimidar fácilmente y tenga curiosidad puede consultar el artículo que han publicado Navascués, Walther y sus equipos en la revista Optica. Merece mucho la pena.

El corazón de su experimento es un sofisticado equipo óptico constituido por varios interferómetros y enlaces de fibra óptica que se comportan de forma conjunta como un interruptor cuántico

Un apunte antes de seguir adelante: un interferómetro es un dispositivo óptico que emplea una fuente de luz (habitualmente un láser) para medir con muchísima precisión los cambios introducidos en un sistema físico. Descrito de esta forma parece algo muy complicado, y sí, es complicado, pero podemos recurrir a un ejemplo cercano en el tiempo para ilustrar de qué estamos hablando.

Los experimentos LIGO, en Estados Unidos, y Virgo, en Italia, utilizados para identificar y analizar ondas gravitacionales son interferómetros. Y, como acabamos de ver, ambos incorporan un sofisticado equipo óptico y un láser que les permite medir las perturbaciones gravitatorias generadas por los objetos masivos del cosmos que están sometidos a una cierta aceleración. Estas perturbaciones se propagan por el continuo espacio-tiempo a la velocidad de la luz bajo la forma de ondas, y los interferómetros las recogen.

De alguna forma el interruptor cuántico que han construido los equipos de Navascués y Walther es parecido a LIGO o Virgo, pero a una escala infinitamente menor debido a que su propósito es identificar y medir los cambios introducidos en un sistema cuántico. Lo que han conseguido es asombroso: han revertido con éxito la evolución en el tiempo de un fotón sin conocer previamente ni su estado inicial ni qué cambios había experimentado. En la práctica es lo mismo que viajar hacia atrás en el tiempo.

Sistemacuantico

Este esquema describe el ingenioso equipo óptico diseñado por los investigadores de la Universidad de Viena y el Instituto de Óptica Cuántica e Información Cuántica de la Academia de las Ciencias de Austria.

Parece razonable pensar que conseguir esto con una sola partícula, con un fotón, no es demasiado interesante, pero nada más lejos de la realidad. El resultado que han obtenido estos investigadores, que ya ha sido revisado por pares, es extraordinario porque abre de par en par las puertas que probablemente van a permitirnos entender mucho mejor las reglas que subyacen en el mundo en el que vivimos. Las reglas, en definitiva, de la mecánica cuántica.

Lo que permite a este experimento desmarcarse de otros anteriores que también pretendían demostrar la posibilidad de revertir el estado de un sistema cuántico es que el protocolo de reversión universal de Navascués y Walther ha conseguido hacerlo sin tener ningún tipo de información previa acerca del estado del sistema cuántico. Podemos verlo como si hubiesen conseguido recomponer a la perfección un jarrón de porcelana sin conocer el número de fragmentos que tenían inicialmente, su forma, y mucho menos que pertenecían a un jarrón y eran de porcelana.

En las conclusiones de su artículo estos investigadores insisten en algo muy importante: los resultados que han obtenido no son válidos únicamente en los sistemas cuánticos de naturaleza fotónica, que son los que trabajan con luz; son coherentes con otros sistemas cuánticos. Por esta razón, las aplicaciones de esta tecnología pueden ser muy numerosas, especialmente en el ámbito de la computación cuántica.

Y es que los protocolos de reversión universal pueden en teoría ser utilizados para resolver uno de los mayores desafíos que plantean actualmente los ordenadores cuánticos: la corrección de errores. De hecho, este es probablemente el muro más alto que los investigadores en computación cuántica tendrán que derribar para conseguir que los ordenadores cuánticos sean capaces de resolver los tipos de problemas complejos en los que en teoría son muy superiores a los superordenadores clásicos.

Imagen de portada: Giallo

Más información: Optica

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La fusión nuclear perfecta no es la de ITER: este es el ingrediente que puede resolver todas nuestras necesidades energéticas

La fusión nuclear perfecta no es la de ITER: este es el ingrediente que puede resolver todas nuestras necesidades energéticas

Los muones están en el punto de mira de los físicos. Y lo están por un buen motivo: son una de sus mejores bazas a la hora de encontrar fisuras en la teoría de la física más consistente de cuantas han elaborado hasta ahora. Encontrar grietas en el modelo estándar no es nada fácil, pero algunos de los experimentos desarrollados en el CERN y Fermilab durante los últimos años en los que están involucradas estas partículas invitan a los científicos a encarar el futuro de la física con un optimismo muy saludable.

Los muones, que son los auténticos protagonistas de este artículo, son muy especiales. Estas partículas elementales solo se producen cuando tienen lugar colisiones de alta energía, como aquellas en las que se ven involucrados los rayos cósmicos, y también en las colisiones que los seres humanos provocamos en los aceleradores de partículas. Además, son inestables, lo que provoca que cuando se originan decaigan rápidamente, desintegrándose para dar lugar a la producción de otras partículas, como los electrones, que son estables, o los neutrinos (solo el neutrino electrónico es estable).

Sin embargo, su utilidad va mucho más allá del ámbito de la física teórica. Y es que los muones tienen la capacidad de intervenir en la fusión nuclear. En esa misma fusión nuclear que lleva en el centro de la conversación pública varios años, y de la que hablaremos mucho más en el futuro. La que respaldan dos proyectos tan prometedores como lo son ITER o IFMIF-DONES. Curiosamente, su papel en esta forma de obtención de energía es muy poco conocido fuera del ámbito de la investigación, y, como estamos a punto de comprobar, es apasionante. Prometido.

La fusión nuclear perfecta es la catalizada por muones

Antes de seguir adelante es importante que conozcamos un poco mejor a los muones. Al igual que los electrones, estas partículas elementales tienen carga negativa, pero, y esto es muy importante, su masa es aproximadamente 207 veces mayor que la del electrón, lo que provoca que aceleren con más lentitud cuando se les somete al efecto de un campo electromagnético. Y también que emitan menos radiación de frenado, que es una forma de radiación electromagnética que se produce debido a la deceleración de una partícula con carga eléctrica.

Los muones pertenecen a una familia de partículas conocida como leptones, en la que conviven con el electrón, el neutrino electrónico, el neutrino muónico, el tau y el neutrino tauónico, y tienen otra propiedad que merece la pena que no pasemos por alto: giran en una órbita que está doscientas veces más cerca del núcleo atómico que el electrón.

Curiosamente, si introducimos los dos ingredientes de la fusión nuclear, un núcleo de deuterio y otro de tritio, en un recipiente junto a un muon, este último ocupará el lugar de un electrón, pero quedará mucho más cerca del protón del núcleo (recordemos que el deuterio y el tritio son isótopos del hidrógeno y tienen un único protón en el núcleo) de lo que lo estaba el electrón original.

Si colocamos en un contenedor una mezcla de deuterio y tritio e introducimos un muon, esta última partícula provocará la fusión de un núcleo de deuterio y otro de tritio

Como el muon tiene carga negativa y la del protón es positiva, su mayor proximidad frente a la órbita del electrón provoca que la carga del protón se vea neutralizada, de manera que cabe la posibilidad de que otro protón cercano se acerque al protón rodeado por el muon. Si la carga de este último ha sido neutralizada y ambos protones se acercan lo suficiente, es posible que la interacción nuclear fuerte entre en acción y se produzca la fusión de ambos núcleos, con la consiguiente liberación de energía.

Todo esto significa, sencillamente, que si colocamos en un contenedor una mezcla de deuterio y tritio, e introducimos un muon, esta última partícula provocará la fusión de un núcleo de deuterio y otro de tritio. Se liberará mucha energía, como hemos visto, y, además, el muon no se consumirá. De hecho, una de estas partículas puede intervenir enhasta dos centenares de fusiones antes de desintegrarse. Pero las ventajas de la fusión catalizada por muones no acaban aquí.

Los muones introducen grandes ventajas, aunque también enormes retos

Para fusionar deuterio y tritio utilizando como catalizador un muon los núcleos de los dos primeros elementos no tienen por qué estar al menos a 150 millones de grados Celsius, que es la temperatura que requiere la fusión nuclear mediante confinamiento magnético para llegar a buen puerto. Basta que estén a una temperatura de unos 500 grados Celsius, que no es nada comparado con 150 millones de grados. De hecho, esta es la razón por la que esta forma de fusión suele conocerse como «fusión fría», incluso aunque realmente no sea del todo fría.

Los muones se desintegran al alcanzar una cifra cercana a las doscientas fusiones

Llevar a cabo la fusión sin necesidad de alcanzar una temperatura tan alta como la que requieren los reactores experimentales en operación actualmente, como JET, en Oxford (Inglaterra), o JT-60SA, que está en Naka (Japón), conlleva varias ventajas.

La más evidente es que las condiciones que es necesario sostener para que tenga lugar la fusión son mucho menos exigentes. Además, la energía que es necesario invertir para desencadenar la reacción es también mucho más comedida, y en cierta medida la complejidad de la instalación desde un punto de vista técnico se reduce un poco, aunque aún estamos muy lejos del momento en el que la puesta a punto de un reactor de energía de fusión sea pan comido (si es que algún día llega a serlo).

Como veis, hasta aquí todo pinta de maravilla. Pero hay dos restricciones lo suficientemente importantes como para que este procedimiento de fusión no sea rentable desde un punto de vista energético. Al menos, hasta este momento. Por un lado, los muones se desintegran al alcanzar una cifra cercana a las doscientas fusiones.

Y, por otra parte, para obtener un muon necesitamos colisionar partículas e invertir en este proceso aproximadamente doscientas veces la energía que obtendremos como resultado de la fusión nuclear. En estas condiciones, obviamente, este proceso no es rentable desde un punto de vista energético.

La única forma de alcanzar un balance energético positivo durante este proceso requiere encontrar la manera de que los muones no se desintegren después de esas aproximadamente doscientas fusiones. Y, por el momento, esta posibilidad atenta contra la física fundamental.

Aun así, si alguien elabora una estrategia que ponga en nuestras manos la posibilidad de que un muon pueda intervenir en una cantidad de fusiones superior a esas doscientas, la fusión nuclear inducida por estas partículas será rentable. Desafortunadamente ahora mismo esta idea tiene más de ciencia ficción que de ciencia. Pero, quién sabe, la experiencia nos ha enseñado que en ocasiones el desarrollo científico ha derribado muros que parecían todavía más altos.

Imagen de portada: CERN

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Lo único flexible en los dispositivos plegables que tenemos es la pantalla: los auténticos “flexibles” ya están en camino

Lo único flexible en los dispositivos plegables que tenemos es la pantalla: los auténticos

Los paneles OLED flexibles irrumpieron en la industria de las pantallas hace ya cinco años. La tecnología que los hace posibles está disponible desde hace más tiempo, pero el momento en el que las grandes marcas empezaron a apostar por ella sin ambigüedad llegó durante la edición del CES que se celebró a principios de 2018. En aquel momento Sony, Samsung, HP, Lenovo, Xiaomi y LG anunciaron que estaban trabajando en dispositivos flexibles. Y algunos de ellos no tardaron mucho en llegar.

Sin embargo, en realidad el único componente flexible de los dispositivos electrónicos que están actualmente a nuestro alcance, como los smartphones o los televisores, es la matriz OLED. Es evidente que esta es una limitación importante, pero, sorprendentemente, el desarrollo de la ingeniería de materiales está a punto de ponerle fin. Y es que ya es posible fabricar obleas de circuitos integrados que aglutinan transistores intrínsecamente flexibles. Esto lo cambia todo.

Dispositivos plegables, dejad paso. Los flexibles de verdad ya se acercan

Lo que realmente diferencia a un panel OLED flexible de otro rígido que emplea la misma tecnología es su sustrato. Este elemento es el material que actúa como soporte estructural de la capa de diodos orgánicos emisores de luz, que son los que realmente conforman el panel OLED. Esta película de diodos debe estar fijada sobre una capa que le confiera rigidez estructural, y este es, precisamente, el rol principal del sustrato.

Unos investigadores de Corea del Sur han logrado fabricar un polímero elástico que puede ser utilizado para producir transistores FET flexibles

Los paneles OLED rígidos, los convencionales, recurren a un sustrato de vidrio, pero es evidente que este material es extremadamente rígido, por lo que no sirve si lo que queremos es fabricar un panel flexible. Para resolverlo, los ingenieros se han decantado por utilizar un sustrato de poliamida, que es un tipo sofisticado de plástico. El problema es que la matriz que reproduce las imágenes convive con componentes electrónicos inherentemente rígidos, por lo que hasta ahora no ha sido posible producir dispositivos electrónicos completamente flexibles.

Para tenerlos es necesario poner a punto un componente esencial: chips flexibles. Y ya son posibles. Un equipo formado por investigadores de la Universidad Sungkyunkwan, el Instituto de Ciencia Básica, el Instituto de Ciencia y Tecnologías Avanzadas y la Universidad Nacional de Seúl, todas ellas instituciones de Corea del Sur, ha publicado en Nature Electronics un interesantísimo artículo en el que explica con detalle el procedimiento que ha seguido para fabricar un polímero elástico que puede ser utilizado para producir transistores FET flexibles. Estos son los transistores incorporados en la mayor parte de los circuitos integrados de los dispositivos electrónicos que utilizamos actualmente.

Estos científicos no son los primeros que se han embarcado en el desarrollo de la tecnología necesaria para poner a punto chips flexibles, pero su estrategia es diferente a las que han utilizado los demás investigadores hasta ahora. Su logro más relevante consiste en que han ideado una técnica de fabricación a gran escala de un material dieléctrico que hace posible la producción de componentes electrónicos flexibles que tienen, según las pruebas que presentan en su artículo científico, unas propiedades eléctricas comparables a las de los componentes electrónicos rígidos de naturaleza inorgánica. Suena bien.

La deposición al vacío es un conjunto de procesos muy sofisticados que permiten obtener un material depositándolo molécula a molécula sobre un sustrato sólido

Un apunte breve: un dieléctrico es un componente con una conductividad eléctrica muy baja, y que, por tanto, se comporta como un aislante. El material que han desarrollado estos investigadores es un polímero sintético parecido a algunos plásticos con los que todos estamos familiarizados cuyas propiedades fisicoquímicas lo hacen compatible con la fabricación de transistores. Para producirlo emplean una técnica conocida como deposición al vacío, que, a grandes rasgos, es un conjunto de procesos muy sofisticados que permiten obtener un material depositándolo molécula a molécula sobre un sustrato sólido.

Obleaflexible

Según estos científicos surcoreanos su material dieléctrico puede ser estirado un 40% más allá de su volumen original sin que sus propiedades fisicoquímicas y su capacidad aislante se vean alteradas. Pero lo más impactante es que su tecnología permite la fabricación de obleas flexibles de circuitos integrados que, según sus pruebas, pueden ser utilizadas en la producción de chips flexibles a gran escala.

En la fotografía que publicamos encima de estas líneas podemos ver una de estas obleas flexibles. En su artículo estos investigadores reconocen que aún tienen que mejorar la eficiencia de sus chips flexibles, optimizar el procedimiento de fabricación y mejorar sus capacidades dieléctricas, pero no cabe duda de que lo que tienen entre manos tiene un gran potencial.

Imágenes: Prof. Donghee Son y Dr. Ja Hoon Koo

Más información: Nature Electronics

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Me he pasado a los teclados mecánicos y ya no hay vuelta atrás: ahora entiendo a sus entusiastas

Me he pasado a los teclados mecánicos y ya no hay vuelta atrás: ahora entiendo a sus entusiastas

Adoro los teclados mecánicos. Siempre me han gustado, pero desde que utilizo uno en mi día a día me tienen encandilado. El que tengo está bien, no me quejo en absoluto, pero los hay mejores. Es un Corsair K63 con formato TKL (TenKeyLess). Tuve la oportunidad de probarlo en una tienda antes de hacerme con él, y decidí comprarlo porque su precio me pareció razonable y su calidad no está nada mal, aunque sabía que gastando un poco más podía acceder a teclados con mejores prestaciones.

El K63 lo utilizo desde hace algo más de dos años. En un principio mi intención era usarlo solo para jugar, y, como tengo poco tiempo para hacerlo, sería algo ocasional. Sin embargo, pronto descubrí que me gusta escribir con él, así que he acabado utilizándolo todos los días durante al menos ocho horas. De hecho, estoy escribiendo este texto con él. Aún funciona perfectamente, y, honestamente, lo tengo como si fuese nuevo, pero me ha picado el gusanillo. Voy a hacerme con otro.

A la caza y captura del mejor teclado mecánico para escribir

Antes de seguir adelante me parece necesario que dedique unas líneas a explicar por qué me gustan los teclados mecánicos más que, por ejemplo, los de membrana o los de tipo chiclet. Por supuesto, en este ámbito cualquier elección es adecuada. Lo ideal es que cada usuario tenga la oportunidad de probar varios teclados de distinto tipo para que pueda quedarse con el que le ofrezca la mejor experiencia y resuelva mejor sus necesidades. En cualquier caso, a mí me encantan el tacto y el sonido que nos proponen algunos teclados mecánicos.

Cherry es la marca más veterana, pero también tienen muy buenos interruptores Razer, Logitech, Alps, Greentech, Kailh, Outemu, Gateron, TTC o KBtalking

Cualquier usuario que se líe la manta y la cabeza y se adentre en el mundo de los teclados mecánicos descubrirá que tiene a su alcance un abanico enorme de interruptores. Los hay táctiles, lineales, muy ruidosos, razonablemente ruidosos, casi totalmente silenciosos... Además, hay muchos fabricantes de interruptores mecánicos de muy buena calidad. Uno de los más conocidos es Cherry porque es la marca más veterana, pero también tienen muy buenos switches Razer, Logitech, Alps, Greentech, Kailh, Outemu, Gateron, TTC o KBtalking, entre otras empresas.

La variedad es tanta que puede llegar a agobiar, pero a medida que más indagas y más aprendes, más ganas tienes de catar otros teclados mecánicos. Esto es, al menos, lo que me sucede a mí, y basta dar una vuelta por algún foro especializado para darse cuenta de que este tipo de teclados despierta una auténtica pasión en algunos aficionados. De hecho, como seguro que muchos lectores de Xataka ya sabéis, algunos entusiastas optan por poner a punto teclados personalizados y muy bien acabados que pueden llegar a costar muchos cientos de euros.

Esto es lo que yo estoy buscando: un buen teclado mecánico que me entregue todo su potencial sobre todo cuando lo empleo para escribir. Por supuesto, tiene que ser mejor que mi actual K63 de Corsair, y no estoy dispuesto a pagar una fortuna por él. En internet podemos encontrar muchísimas opciones con diseños variopintos, acabados dispares, soluciones que nos las entregan lubricadas de fábrica... De todo. Es un mundo muy amplio y muy interesante. Y engancha.

El Keychron K2 es un teclado compacto inalámbrico de 84 teclas y con interruptores Gateron G Pro

Tengo varios candidatos, así que, por si alguna de las personas que estáis leyendo este artículo tiene curiosidad, ahí van. Mi primera opción es el Keychron K2, un teclado compacto inalámbrico de 84 teclas y con interruptores Gateron G Pro. Tiene una pinta estupenda y un precio razonable (entre 150 y 165 euros). También me gusta el Taurus K320 de Durgod. Es un teclado TKL con cable de 87 teclas, con interruptores Cherry MX, un acabado bastante cuidado y un precio razonable (oscila en tornos a los 125 euros).

Estos dos teclados ya los he probado brevemente, y me gustan. Me parecen alternativas muy sólidas a mi K63, pero también barajo más opciones. Otro teclado que me gusta mucho es el Ducky One 3 Classic Daybreak en formato 65%. Tiene interruptores Brown MX, es de tipo hotswap y las teclas están fabricadas en plástico PBT de doble inyección (que habitualmente tiene más calidad que el ABS). Además, tiene otro punto a su favor: la distribución del teclado es ISO en español. Cuesta 159,90 euros.

Otro que me gusta mucho es el Keychron Q10 en formato 75%. Me llaman la atención su diseño, su ergonomía, y, sobre todo, su construcción. Y es que su cuerpo de aluminio provoca que roce los 2,5 kg de peso. Está disponible con interruptores Gateron G Pro Brown y Red. Su principal hándicap es su precio: cuesta entre 205 y 229,90 euros. He dejado mi opción más peculiar para el final. Curiosamente este último no es un teclado mecánico. El Happy Hacking Keyboard Professional Classic incorpora switches Topre, que son unos interruptores capacitivos electrostáticos, y derrocha personalidad.

Tiene un diseño muy original que lo hace extraordinariamente compacto y esmuy apreciado por algunos programadores y escritores. Pinta muy bien, pero no es nada barato (cuesta unos 245 euros). No obstante, es tan peculiar que no pienso hacerme con él si no tengo previamente la oportunidad de probarlo. Por supuesto, agradezco sugerencias en los comentarios de este artículo.

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