La demanda de las Raspberry Pi 5 era un problema, pero ya hay solución contundente: fabricarlas a lo bestia

La demanda de las Raspberry Pi 5 era un problema, pero ya hay solución contundente: fabricarlas a lo bestia

En los últimos dos años la Raspberry Pi ha pasado por importantes problemas: la pandemia provocó una escasez notable de componentes, y la demanda provocó que el precio del milagroso ordenador de los 35 euros se triplicase, y eso si lograbas encontrarlo disponible.

La cosa se ha suavizado en los últimos meses y de hecho en septiembre de 2023 conocíamos al nuevo y llamativo miembro de la familia, las Raspberry Pi 5. Estos miniPC se volvían más potentes y versátiles que nunca, pero una vez más la demanda superó las expectativas y ha provocado que a menudo las tiendas que la venden muestren el mensaje de que las unidades estaban agotadas.

Sin embargo, esos problemas de disponibilidad están a punto de acabar. Es lo que indican en Tom's Hardware, donde revelan cómo la empresa que las fabrica, Raspberry Pi Ltd., está ya fabricando 70.000 de estas placas cada semana, y tienen planes para ir más allá y llegar a fabricar 90.000 Raspberry Pi 5 a la semana.

Eben Upton, creador y CEO de la empresa, compartió las noticias con una imagen en la que se mostraban paneles repletos de RPi 5 preparadas para pasar los tests de calidad y luego ser enviadas a los puntos de venta.

Estas placas se fabrican en una factoría altamente automatizada que Sony tienen en Pencoed, en Gales. Allí se producen también las Raspberry Pi 4, que siguen también fabricándose en números similares a los de las RPi 5.

Los modelos anteriores son especialmente populares en aplicaciones empresariales, sobre todo porque dar el salto en ese escenario a las nuevas RPi 5 es complicado: se necesitan nuevos chasis, nuevos adaptadores de alimentación e incluso un ventilador que refrigere el SoC del miniPC.

Esos notables ritmos de producción para ambos modelos se mantendrán "hasta que los pedidos pendientes se satisfagan y el canal (revendedores autorizados y otros) se encuentre en una buena posición de inventario".

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De las ventanas a las pantallas táctiles: la próxima disrupción de la interfaz hombre-máquina es una incógnita

De las ventanas a las pantallas táctiles: la próxima disrupción de la interfaz hombre-máquina es una incógnita

Si en 1950 querías comunicarte con un ordenador, usabas una tarjeta perforada. A principios de los 60 los ingenieros que trabajaban en este ámbito se dieron cuenta de que esa forma de interacción era una pesadilla, y acabaron descubriendo que era mucho "hablarle" a las máquinas a través de un teclado y de un monitor en el que se mostraba esa interacción.

Así nacía la interfaz de línea de comandos (CLI) que acabaría siendo fundamental en los sistemas Unix y posteriormente en la introducción de la informática personal y los microordenadores. Todos éramos felices con aquello —yo lo fui con mi C64—, pero no teníamos ni idea de que en realidad aquello también era bastante terrorífico y poco amigable.

Y entonces llegó el Xerox PARC, de donde salió (entre otras cosas) un nuevo concepto llamado interfaz gráfia de usuario (GUI). Los responsables de Xerox no sabían lo que tenían delante y dejaron pasar la oportunidad. Steve Jobs, no.

El cofundador de Apple vio que aquello era el futuro y lo demostró con el Macintosh de 1984. Microsoft acabó apuntándose a la tendencia, y durante más de dos décadas creímos que ya estaba todo inventado y que no había mejor forma de interactuar con una máquina que con un ratón y un teclado.

Era mentira.

En 2007 Steve Jobs le demostró al mundo que las cosas podían mejorar más. Nacía el iPhone y su pantalla multitáctil. Ya no necesitábamos ratón y teclado para manejar ese ordenador de bolsillo. Bastaban nuestros dedos. Aquel prodigio vivió sus propia revolución —adiós botones capacitivos, hola gestos— y nos llevó a donde estamos hoy.

Y de nuevo creemos que ya está todo inventado y que no hay mejor forma de interactuar con una máquina que plantando nuestros dedos en la pantalla.

¿Es eso mentira?

Esa es la gran incógnita, porque al smartphone llevan buscándole sustituto desde hace años. Lo intentó el reloj inteligente y lo intentaron las gafas de realidad virtual,pero ni una ni otra han pasado de ser más que meras extensiones del smartphone o del PC, respectivamente. Sin ellos —al menos, en la mayoría de los casos— pierden buena parte de su sentido.

Pero en 2023 hemos vislumbrado algunas ideas que apuntan a una nueva (y potencial) disrupción. Hay nuevas tendencias en las formas en las que nos comunicamos con las máquinas, y quizás alguna de ellas acabe logrando eso que parece difícil: que esa interfaz hombre-máquina (HCI, por sus siglas en inglés) sea aún mejor. ¿Cuáles son? Repasémoslas:

  1. Voz: los asistentes de voz como el asistente de Google o Siri trataron de convertirse en la nueva forma de interactuar con la tecnología. A pesar de ser parte integral de nuestros móviles y ser también impulsores de la IoT y los dispositivos conectados, su alcance ha sido siempre limitado. Algunos citan el problema del contexto como razón: la conversación humana está llena de matices, y trasladarlos a un sistema HCI es, por el momento, inútil. Así que hablamos con órdenes claras, casi teniendo que aprender el idioma de la máquina para que nos entienda.
  2. Realidad aumentada: Las Google Glass pudieron ser pero no fueron. Desde entonces hemos visto varios intentos por convertir la realidad aumentada en la próxima gran revolución de la tecnología... sin éxito. Magic Leap prometió demasiado, y desde hace un tiempo es Apple la que parece tener claro que ese es el camino. Sus Apple Vision Pro son una de las la gran esperanza en este sector, y lo son en gran parte no por lo que hacen, sino por cómo lo hacen.
  3. Seguimiento de los ojos: El primer gran pilar del control de las Apple Vision Pro es su sistema de seguimiento ocular, que permite detectar dónde estamos mirando para interactuar con ese elemento que está en pantalla y no con otro. Es una idea excepcional que, eso sí, parece limitada por el hecho de tener que llevar las gafas puestas, pero no está sola.
  4. Gestos: La otra parte de la interfaz de uso de las Apple Vision Pro son gestos con los dedos de las manos, que basta que estén a la vista de las gafas para ser detectados. El concepto no es nuevo —los nuevos Apple Watch también ofrecen soporte parcial para estos gestos, y mucho antes ya vimos cómo las Nintendo Wii primero y Microsoft Kinect aprovecharon esta tecnología—. No parece que los gestos puedan cambiarlo todo, pero sí podrían convertirse en un elemento interesante de esa nueva forma de interacción con las máquinas.
  5. Wearables: El AI Pin de Humane es el último gran protagonista del sector de los wearables —en 2023 ni la IA nos ayuda con una traducción decente de ese término—, pero eso no significa que vaya a triunfar. El propósito parece ser reemplazar al móvil tradicional, pero quienes lo han visto en acción no lo tienen nada claro. Ese miniproyector... En fin.
  6. Chatbots: quizás la verdadera revolución de las interfaces humano-máquina era una que teníamos delante porque fue la que (casi) lo empezó todo. Ya hemos hablado de la línea de comandos: esa era nuestra forma de hablar con las máquinas, pero llegó la GUI y la usabilidad ganó demasiados enteros. Ahora ese concepto vuelve a ponerse de moda con ChatGPT y el resto de plataformas de IA generativa de texto: estos chatbots —hay una empresa que los llama copilotos— nos permiten hablar de forma mucho más natural con las máquinas. Nos entienden y nos responden ya tan bien que casi dan ganas de dejar atrás a los buscadores de toda la vida para conversar con las máquinas.

¿Lograrán algunas de estas tecnologías cobrar verdadero protagonismo a corto plazo? Hace un año seguramente hubiéramos descartado a los chatbots —ojo, que ya vivimos una fiebre por esta tecnología—, pero la llegada de ChatGPT lo ha cambiado todo y parecemos más dispuestos que nunca a chatear con nuestro ordenador o con el móvil. En este último, por cierto, resulta aún más natural hablar ahora que el chatbot nos entiende mucho mejor.

La voz y los chats se postulan por tanto como grandes protagonistas de ese futuro. Microsoft no para de integrar las opciones de ChatGPT en todas sus plataformas —Windows 11 ya lo hace, aunque en Europa no podamos probarlo de momento—, y el resto de grandes y pequeñas empresas en el ámbito tecnológico no quieren perder esa oportunidad.

Parece por tanto que esas dos vertientes cobran relevancia. Al menos, hasta que podamos comunicarnos con las máquinas mediante el pensamiento. Y eso, que parecía una absoluta locura, puede no estar tan lejos después de todo.

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Hoy casi todo es más caro, pero las Smart TV están regaladas. Buena parte de culpa la tiene el “cristal madre”

Hoy casi todo es más caro, pero las Smart TV están regaladas. Buena parte de culpa la tiene el

La vida está más cara que nunca: los españoles lo hemos notado en casi todo, desde el carro de la compra del supermercado hasta salir a cenar o, por supuesto, comprar tecnología. Hay, eso sí, honrosas excepciones: estamos en la época dorada de las unidades SSD, pero hay otra fantástica excepción: las Smart TV.

Cuando una TV en color era un artículo de lujo. Como revelan en CNN, en marzo de 1973 el fabricante RCA Corporation presentó su "nueva TV en color de bajo precio" en The New York Times. Aquel revolucionario aparato de 15 pulgadas de diagonal costaba 379,95 dólares. Un precio prohibitivo para la mayoría de los hogares, porque esa cantidad equivaldría a casi 2.695 dólares actuales.

Hoy, precios de derribo. En comparación con aquellos días, hoy podemos pasarnos por cualquier comercio o buscador de buenas ofertas —como nuestro Xataka Selección— y comprobar cómo hacerse con una Smart TV de buen tamaño y prestaciones estupendas está al alcance de cualquiera. ¿Cómo es posible que las cosas hayan cambiado tanto?

Eficie

Fuente: Samsung.

Cristal madre. Uno de los factores clave del abaratamiento de las televisiones está en el proceso de fabricación. Las nuevas televisores planas se benefician del desarrollo del llamado "cristal madre" (también conocido como Multi Model Glass o MMG), que es un panel gigante que luego el fabricante "recorta" para sacar de él distintos paneles para nuestras Smart TVs. Es un proceso análogo al que los fabricantes de chips aplican con las obleas de silicio y los procesadores que salen de ellas.

Motherglass

Fuente: Samsung.

Cada vez más grandes. Las generaciones de cristales madre, como explican en Samsung, han permitido ir fabricando televisores con diagonales cada vez más grandes. Hoy en día contamos con la Gen 10.5, con cristales de 2,94 x 3,37 metros. Es 10 veces más grande que la Gen 1 con la que Samsung empezó a trabajar.

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Fuente: WikiMóvel.

Cortes. Como indican en WikiMóvel, de él es posible obtener por ejemplo paneles para Smart TVs de 75 (6 cortes, se aprovecha el 93,89% del cristal madre), 65 (8 cortes, 93,99%) o 43 pulgadas (18 cortes, 92,53%). Otros tamaños se sacan de otras generaciones de cristal madre: las de 55 (6 cortes, 91,01%), 48 (8 cortes, 92,46%) y 32 pulgadas (18 cortes, 92,22%)  se obtienen de un cristal madre Gen 8.5 de 2.200 x 2.500 mm.

Más competencia. Hay por supuesto otros factores que han contribuido al abaratamiento de las televisiones. Entre ellos, la entrada de nuevos fabricantes que alimentan la competitividad. TCL, Hisense o Haier son buenos ejemplos de marcas que han llegado para ponérselo más difícil a los fabricantes ya asentado y que tradicionalmente han dominado este mercado. Estamos ante una verdadera batalla por los márgenes, al menos en los modelos más asequibles, que cada vez —viva la competencia— son más completos en prestaciones.

Pero sigue habiendo un fantástico segmento de TVs de alta gama. Aunque la oferta es mejor que nunca y es posible comprar modelos enormes y muy completos a muy buen precio, también hay productos más ambiciosos y, por supuesto, más caros. Estar a la última de las tecnología OLED o Mini LED —sobre todo si quieres paneles de gran tamaño— impone un gasto mayor.

Ahora es tu TV quien te ve a ti. Hay otro elemento más inquietante de las bajadas de precios: los televisores son ahora otra fuente de recolección de datos para los fabricantes: cuantas más venden, más datos recolectan de los espectadores. Esos datos sirven luego para captar anunciantes que aprovechen las plataformas publicitarias de esos fabricantes, una tendencia al alza pero que una vez más preocupa por esa monitorización de lo que hacemos con nuestras TVs. Hay, eso sí, formas de proteger nuestra privacidad en nuestro uso de la Smart TV.

Imagen | Mike Mozart

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Microsoft permitirá reinstalar Windows 11 sin borrar tus datos: preservará ficheros, ajustes y apps instaladas

Microsoft permitirá reinstalar Windows 11 sin borrar tus datos: preservará ficheros, ajustes y apps instaladas

Seguro que quienes andáis ya peinando canas recordaréis que reinstalar Windows era bastante frecuente hace años: era una solución habitual para tratar de resolver ese problema que atascaba ese equipo pero que no lograbas detectar.

El problema es que luego había que reinstalar las aplicaciones, reconfigurarlo todo y en algunos casos —si por ejemplo no teníamos el sistema operativo en una partición separada— volver a copiar la mayoría de los datos desde el backup que hubiéramos hecho.

Ahora (afortunadamente) es menos usual tener que acudir a esas soluciones tan drásticas, pero para quienes tengan que hacerlo, Microsoft prepara algo prometedor para Windows 11: poder reinstalar el sistema desde la herramienta Windows Update.

Hoy en día para reinstalar el sistema tenemos que usar la herramienta de creación de medios (Media Creation Tool) y se nos da la opción de mantener ficheros, configuraciones y aplicaciones instaladas. Es una forma también de actualizar el sistema sin tocar nuestros datos, pero suele llevar tiempo y ser algo más engorroso.

Ahora Microsoft está probando una nueva forma de hacer esto con la característica llamada "Arreglar Problemas usando Windows Update". La función ya se muestra en el Canal Beta de los Window Insiders, y ellos disponen de esa capacidad en los Ajustes, en el apartado Sistema -> Recuperación. De momento, eso sí, no se puede utilizar.

En la descripción de la característica precisamente se muestra cómo esta opción permitirá "reinstalar tu versión actual de Windows (tus aplicaciones, ficheros y ajustes serán preservados").

El documento oficial en el que se anuncia la novedad, de julio de 2023, también lo deja claro: esta reinstalación de Windows solo afecta a al sistema operativo, no al resto de datos y ajustes que teníamos en ella.

Según Windows Central, el proceso dura 11 minutos, aunque imaginamos que ese tiempo variará dependiendo de la configuración de nuestro PC y de si por ejemplo utilizamos unidades de almacenamiento más o menos rápidas.

Se espera que la opción llegue en febrero o marzo de 2024 como parte de la gran actualización Windows 11 Moment 5, y sin duda será una útil propuesta para quienes busquen reinstalar el sistema operativo sin afectar el resto de su configuración.

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El año en el que la IA nos cambió la vida: 17 editores de Xataka nos cuentan cómo ha transformado su día a día

El año en el que la IA nos cambió la vida: 17 editores de Xataka nos cuentan cómo ha transformado su día a día

Hace poco más de un año OpenAI lanzó ChatGPT, que antes venía precedido de DALL-E. Ambas plataformas han acabado revolucionándolo todo y a todos, y aunque nos encontramos tan solo gateando —puede que ni eso— en nuestra comprensión, desarrollo y aprovechamiento de la IA, su impacto ya se ha dejado sentir.

Lo ha hecho en todo el mundo en general, pero también entre los que hacemos Xataka en particular. En las siguientes líneas encontraréis el testimonio de 17 de esas personas que han visto su día a día cambiado en mayor o menor medida... y que probablemente lo vean mucho más cambiado a cada día que pase.

Yúbal Fernández

De momento la IA no ha tenido demasiado impacto en el día a día de Yúbal,  pero él si ha comenzado a experimentar con ella:

"Principalmente, estoy utilizando las funciones de generar imágenes, tanto en lo personal para crear alguna tontería como para el trabajo, usándolo a veces para crear imágenes de portada. Lo considero un buen sustituto de las típicas y aburridas imágenes de stock, aunque a veces cuesta conseguir lo que quieres.
En cuanto a las IA de texto, realmente no las he utilizado demasiado. Algunas veces he hecho algunas consultas, ya que es bastante más rápido que buscar en Google, pero todavía no termino de fiarme del todo de los resultados. En el ámbito laboral no las he utilizado aun, aunque nunca se sabe, según vayan avanzando posiblemente acaben siendo útiles para mí también."

Rubén Andrés

Rubén se confiesa que en muchos otros casos ha probado y experimentado con nuevas tecnologías en la última década, pero por ahora con la IA tiene un pequeño problema:

"Aunque me fascina el potencial que puede llegar a alcanzar (y la velocidad que ha cogido en los dos últimos años), me está dando mucha pereza usarla. Tal y como contaba mi compañero Javier Lacort, la inteligencia artificial ha llegado de la peor forma posible y es de todo menos cómoda y amigable para el usuario".

Este redactor la ha aprovechado sobre todo con Bing Chat, que según él "cubre las funciones sencillas de revisión de textos y generación de imágenes que puedo necesitar".

Para él su interfaz sencilla ayuda, pero también lo hace el hecho de que se puede usar de forma nativa desde Windows 11". Aunque se declara firme defensor de la IA y su potencial, lo que sí tiene son dudas respecto a esa tendencia a que usar la IA salga cada vez más caro:

"Otro de los escollos que estoy teniendo para usarla modelos de IA de forma más intensiva está siendo el lógico deseo comercial por amortizar cuanto antes los modelos de IA. He probado distintos complementos basados en ChatGPT para Office, pero o sus funciones gratuitas eran muy limitadas, o la cuota de suscripción era algo elevada para el uso que voy a darle. También la he usado de forma puntual para editar y mejorar fotos".

Juan Carlos López

Nuestro compañero Juan Carlos López confiesa que aún no ha aprovechado todo lo que querría herramientas como ChatGPT, pero deja claro que no ha sido por falta de interés, sino "por falta de tiempo".

Para él esta tecnología va a incluirnos a todos en lo personal y en lo profesional, y sí que recuerda una de las conversaciones con ChatGPT 3.5, que según él le deparó "sensaciones encontradas":

"En cuanto me enteré de que ChatGPT estaba disponible públicamente, decidí ponerlo a prueba manteniendo con la inteligencia artificial una conversación acerca de un tema con el que me siento cómodo: la fusión nuclear. Sus explicaciones eran correctas, pero también eran imprecisas. No tuve la sensación de estar hablando con alguien que conocía bien el tema que tenía entre manos; me parecía que estaba hablando con alguien que estaba consultando múltiples fuentes de una forma un poco inconexa. ChatGPT por el momento no me ha impresionado, pero es posible que mis impresiones cambien en el futuro".

Enrique Pérez

La revolución de la inteligencia está por llegar. Lo tiene muy claro Enrique, que afirma que "la IA promete quitarme el trabajo, pero aquí sigo teniéndome que levantar cada día". Por ahora considera estas herramientas como ayudas puntuales, y por ejemplo usa ChatGPT para obtener respuestas organizadas en conceptos clave.

Aún así aclara que "casi nunca puedo aprovechar la respuesta en bruto de la IA", pero sí es útil a la hora de recalcar puntos importantes de un texto o para "lanzar decenas de ideas al vuelo" porque a partir de ellas, explica, "puedo llegar a crear alguna que me convenza combinando varias". Tiene también su visión sobre plataformas que atacan otros frentes que no son la generación de texto:

"De la IA generativa de imágenes me encanta ver todas las creaciones que salen por ahí, pero en mi caso al no tener ese talento artístico, no he sabido sacarle partido yo mismo. He creado algunas imágenes para artículos y para varias partidas de rol, donde sí me ha sido muy útil para crear imágenes específicas.
Quizás la que más me ha servido, por suponer un cambio en mi manera de trabajar, es Whisper, la IA que convierte voz a texto. Es ideal para transcribir entrevistas. Ahí sí que me he ahorrado bastante tiempo".

Ricardo Aguilar

Como en el caso de Rubén, Ricardo ve una barrera para aprovechar estas herramientas: el precio. Confiesa que utiliza con asiduidad el generador de imágenes de Microsoft Bing, porque desde que tiene integrado DALL-E, lo hace mejor que Leonardo AI, la herramienta que usaba previamente. Aún así, insiste:

"ChatGPT en su versión Plus son 20 dólares mensuales. Parece poco, pero son 240 dólares al año que no estoy dispuesto a pagar. Lo mismo pasa con Midjourney. Aún así, suelo usar IA a diario como apoyo.

Si un texto no me convence o me parece muy denso, le pido a ChatGPT que lo corrija. Por suerte para los que vivimos de escribir, sigue siendo notablemente peor que un humano, pero sí que da algunos consejos interesantes".

José García

Nuestro compañero Jose, cara visible del canal de Xataka de TikTok, explicaba que de momento que al menos en su rutina diaria no ha podido aprovechar mucho la IA. Cuando él necesita una imagen necesita una concreta, no una creada por una IA que "puede verse mejor o más nítida, pero no es fiel a lo que quiero enseñar". También ha probado ChatGPT para su trabajo, pero tiene claro que de momento no sirve de mucho:

"Debo reconocer que no es lo mejor para hacer guiones, y menos sí son para redes sociales tipo TikTok. Suele ser demasiado forzado, con frases demasiado generales y sin carisma. Cuando preparas un vídeo hay algo personal, tu propio estilo, tu forma de hablar o de explicar las cosas, y eso, de momento, solo se lo puede dar el creador".

Aún así Jose destaca que ChatGPT "es bastante útil para sintetizar". A menudo usa esta herramienta para resumir algún texto que le ha quedado denso y luego él edita ese sumario con su estilo. En su vida personal no usa demasiado la IA, y nos cuenta que en realidad "he pasado más tiempo explicando a amigos y familiares cómo la pueden usar para sus cosas que usándola para las mías". Para él eso da que pensar, pero su conclusión es clara:

"Sea como fuere, algo dentro de mí me impide fiarme por completo de la inteligencia artificial. Sé que funciona y que funciona bien, pero siempre, siempre, siempre hay un proceso de revisión manual y personal en todo lo que hago con ella, sobre todo si es algo que va a tener difusión".

Alberto de la Torre

Nuestro editor especializado en el sector del motor y la movilidad indica que de momento aunque este año ha sido el de la explosión de la IA generativa, su forma de trabajar no ha cambiado:

"Sin embargo tengo claro que es un problema mío, que no he entrado en ella aunque tenga muchísimo potencial. De momento me he limitado a generar algunas imágenes para artículos en los que no teníamos un recurso gráfico a mano, en ese sentido nos puede ayudar muchísimo. Mi propósito de año nuevo es aprender a relacionarme con ella, especialmente para encontrar aquellas tareas más tediosas y repetitivas en las que agilicen mi trabajo y me permita dedicarlo a otras cosas más atractivas e interesantes".

Albert Sanchís

Una de sus pasiones, nos cuenta Albert, es escribir, pero para él "la llamada de la IA la he sentido en el aspecto más visual". Confiesa que no ha podido evitar rendirse ante plataformas como MidJourney o StableDiffusion: "no han sido pocas las tardes que he pasado compartiendo ideas, bocetos, o ilustraciones con mis amigos y con mi pareja". Sus experimentos han sido variados, y de hecho hay uno especialmente curioso:

"Lo que al principio eran ideas más o menos sencillas (un logo de un equipo de voleibol), mi aventura fue desviándose a terrenos artísticos un tanto más estrambóticos (una colección de retratos de princesas Disney posando en gasolineras con neones, al estilo Nicolas Winding Refn). Todo muy cinematográfico, lo reconozco. Tanto le he cogido el gustillo a esto de “crear píxeles” a partir de prompt de texto que incluso he hecho un juego de mesa usando varías IAs
Mi primera visión del proyecto era que todo fuera creado únicamente por la máquina: que ChatGPT hiciera las instrucciones y MidJourney las ilustraciones. Al final decidí desechar las ideas de la app de OpenAI para crear las mías propias (una especie de trivia personalizado) e ilustrarlo todo con MidJourney (tanto las tarjetas como parte del tablero)".

Ese experimento le ha servido para ahondar en el potencial de esta herramienta, aunque en la mayoría de los casos Albert indica que ChatGPT ha quedado "relegado de momento a tareas algo más sencillas: recetas de comidas y la lista de la compra. Ah, y algunas recomendaciones de regalos y lugares que visitar". Su próximo proyecto es también interesante: "un cómic ilustrado con IA". Habrá que esperar un poco, nos cuenta, pero será interesante ver el resultado.

Javier Jiménez

"Yo, en general, soy un hobbit", nos cuenta Javier. "Tranquilo, algo gruñón, refractario a las novedades y haciendo 10 o 12 comidas al día. Por eso era inevitable que la IA irrumpiera en mi pequeño agujero como un elefante en una tienda de Lladró". Nuestro compañero ha tratado de experimentar al máximo con estas plataformas, pero para él la cosa aún está en pañales:

"Lo digo con algo de vergüenza, de momento mi uso de la IA no ha dejado de ser un pasatiempo. ¿Que salía una nueva app o función? Allí que iba a probarla, me entretenía un rato y volvía a mi vida de burócrata gris de provincias. No ha tenido más impacto en mi día a día.

Y, ojo, estoy convencido de que la IA va a cambiar muchas muchísimas cosas. Incluso estoy dispuesto a dejar que me las cambie (siempre que no me quite las doce comidas), pero mi sensación de que es pronto. Este año ha sido el flechazo, sí; y nos hemos quedado pillados de su belleza… pero me temo que construir una vida juntos es algo que necesita más tiempo".

Pablo Martínez

Pablo, compañero de Javier Jiménez en la sección de ciencia y espacio de Xataka, nos cuenta que "sonará raro en un medio de tecnología, pero todavía existimos los que no hemos comenzado a trastear con estas herramientas".

Aunque tiene claro que acabarán formando parte de nuestra rutina diaria, prefiere dar tiempo para que la cosa se asiente:

"Tendemos a emocionarnos mucho con los juguetes nuevos de la tecnología, pero es pasado un tiempo cuando podemos echar la vista atrás y ver cuáles son las herramientas útiles y cuáles son las mejores formas de usarlas. Así que por ahora mi postura es la de mirar con curiosidad pero desde la distancia. Hasta que vea que llega la hora de cambiar de idea".

Eva Rodríguez de Luis

Eva, editora en Xataka y Genbeta, afirma que la IA ha llegado para quedarse "y aunque hay quien la mira con miedo a todo: a que nos quiten el trabajo, a que nos aniquilen... yo tiendo a ser optimista". Además, destaca, "lo que sí tengo claro es que quien no sepa usarla se va a quedar atrás".

"No soy la usuaria de IA más intensiva del mundo, pero hay tres tareas que ya directamente le he encargado a la inteligencia artificial: la primera es generarme imágenes a través de Bing, un recurso rápido y más que apañado para cuando no encuentras la foto ideal para ilustrar artículos.

La segunda es que ChatGPT me ayuda a resumir textos, fundamentalmente leyes, para quedarme con lo importante. Este punto es crítico, pero ayuda que la fuente de donde obtenga la información no sea externa y sí un documento facilitado por ti.

La tercera tarea es la traducción: la he comparado con traductores mainstream como Google Translate y gana por goleada. Pregúntame el año que viene y seguro que tengo nuevas rutinas".

John Tones

Uno esperaría que John Tones, nuestro querido cultureta, estuviera ya aprovechando ChatGPT para crear su particular versión de alguna de sus amadas distopías, pero de momento confiesa que no ha tenido una relación muy intensiva con la IA de momento. Y a pesar de ello, le ha sacado algo de jugo:

"Parece que mi capacidad de sorpresa está ya algo adormecida después de tantos años deambulando por internet, y tampoco soy muy amigo de ir dejando fotos mías o de mis familiares en aplicaciones para que nos transformen en gatitos. Además, creo que el uso que están haciendo muchas empresas de la IA para ahorrar en ilustradores, traductores o redactores (por decir alunos sectores que profesionalmente me quedan cerca) es algo irresponsable.
Sin embargo, también creo que la IA, bien aplicada, nos puede traer alegrías al ahorrarnos trabajo y tiempo (y sin necesidad de sustituir chapuceramente el empleo de nadie). Este año he usado la IA, por ejemplo, para transcribir y traducir entrevistas, un trabajo que habría tenido que hacer yo mismo y que me habría quitado horas de tiempo, y que he podido hacer en minutos. La IA siempre ha precisado de supervisión por mi parte (sobre todo con traducciones), pero como apoyo es estupenda. También la he usado para asistirme generando ideas y enfoques de artículos, y aunque la huella final de su trabajo ha sido casi siempre anecdótica, es cierto que para salir de atascos mentales tiene cierta utilidad".

Javier Márquez

Desde el otro lado del charco Javier Márquez nos cuenta que ya ha adoptado algunas de estas herramientas, y que por ejemplo ChatGPT y Copilot "me ayudan a simplificar algunos conceptos, así como ha encontrar sinónimos o ideas". Sin embargo, con lo que más ha experimentado es con la IA generativa a nivel visual:

"Comencé utilizando DALL·E y Stable Diffusion, pero no tardé en pasarme a Image Creator (basado en DALL·E 3) por sus increíbles resultados y, sobre todo, porque las cuentas de Microsoft incluyen créditos gratis.
En este apartado también he recurrido a la ampliación generativa de Adobe Photoshop, principalmente para imágenes personales. Me encanta la fotografía y tengo una biblioteca que supera las 30.000 capturas. Cada tanto me gusta tomar alguna vieja imagen, quizás mal encuadrada, y experimentar con la creatividad de la IA a la hora de ampliarla".

Javier ha ido más allá, y ha querido indagar más acerca del funcionamiento interno de estas herramientas. Para intentar responder a esa curiosidad "me he apuntado a algunas formaciones de Microsoft Learn", explica, "lo que me ha llevado a “jugar” un poco con Azure AI". Él lo tiene claro: " IA ha llegado para quedarse. Está cambiando el mundo y lo seguirá haciendo".

Javier Lacort

Otro de los miembros del equipo de Xataka que más ha experimentado con estas plataformas de inteligencia artificial es Javier Lacort, que destaca que usa ChatGPT "como copiloto en muchas situaciones de mi vida. Es como tener a un compañero al lado que sabe mucho de casi cualquier tema".

Pero además confiesa que usa ChatGPT para su vida personal y escenarios muy diversos: "por ejemplo, ver que el árbol (una higuera) de un familiar se ha puesto enfermo y diciéndole los síntomas para saber detectar qué le ocurre, o pidiéndole que genere un listado de nombres para un equipo que hemos montado los amigos a partir de ciertas indicaciones".

Como indica nuestro compañero, las opciones son enormes y "solo hay que acordarse de que lo tenemos en el bolsillo". Ha utilizado también plataformas de IA generativa de imágenes, y además, las novedades que en ese sentido se han introducido en Notion.

"Luego está Midjourney, el mejor generador de imágenes a día de hoy. Lo utilizo únicamente para ilustrar artículos, no le doy ningún otro uso. En la línea de ChatGPT está Notion AI, que simplemente integra la API de GPT, pero no solo para generar texto (para eso ya uso ChatGPT), sino que también sabe crear o convertir entre cualquier formato que maneja Notion. Bases de datos, vistas de calendario, etc. Ahí es donde realmente es útil y diferencial Notion AI. Requiere una suscripción que no pago todos los meses, sino solo cuando voy a reconstruir o crear páginas y esta opción me va a ahorrar mucho tiempo".

Matías Zavia

Matías se siente un poco protagonista de esta película o, más bien, de este artículo. Sobre todo, porque fue uno de sus primeros damnificados.

"La empresa en la que trabajaba [Gizmodo] me despidió para autopublicar traducciones. "Una IA me quitó el trabajo", dije en Twitter, y obtuve mis cinco minutos de fama".

También cambiaron cosas en su trayectoria como comunicador. "La decisión de empezar un podcast de IA en enero me llevó a conectar con personas que difícilmente escucharían un pódcast de tecnología de una hora si no fuera por el tema. El miedo a quedarnos fuera de la IA nos unió". Pero también desaca que la IA le ha cambiado como usuario:

"Abrumado con las novedades, como todos, he implementado varias en mi rutina. Puse un atajo en el botón lateral del iPhone para hablar con el chat de voz de ChatGPT en lugar de Siri, de la que yo solo me acuerdo para poner alarmas. Uso GPT-4 para tantas cosas que a duras penas podría enumerarlas. Le envío PDFs y libros completos para hacerle preguntas sobre ellos. Resumo artículos científicos y reportajes (también con Copilot en Microsoft Edge). Busco errores tipográficos y palabras repetidas en mis posts (incluso creé un GPT especializado para eso). Le pido que corrija mis textos en inglés en mails y entrevistas. Le mando informes médicos o jerga jurídica para que me ayude a entenderla".

Matías sí confiesa que no ha explorado tanto en el ámbito de la IA generativa de imágenes, pero la usa en en Photoshop "para ampliar y modificar imágenes". Y una nota singular: nuestro compañero nos explica que tiene este tipo de acciones tan interiorizadas "que me mareo pensando que no eran posibles hace un año".

Antonio Sabán

Director en Genbeta y compañero también en Xataka, Antonio nos explica cómo su relación con la IA ha estado muy ligada a la fotografía en general y a Adobe en particular. Por ejemplo con Lightroom:

"Soy una persona que tolera perfectamente el ruido digital y el grano de la fotografía analógica, y que lo prefiere a la falta de detalle del efecto acuarela del procesado de muchos smartphone. Sin embargo, creo que todo el mundo busca reducir el ruido si la información importante sigue intacta. Y es lo que ha logrado Adobe con esto, poder quitar bastante ruido sin que la imagen quede lavada. He tenido que retocar muchas fotos digitales de DSLR de hace 18 años y el resultado ha sido una gozada, llegando a sentir que las fotos finales son de una cámara mucho más capaz".

Pero también ha aprovechado otra de las herramientas que más ha llamado la atención en los últimos meses en el ámbito del procesador de imágenes. Nos referimos, cómo no, al relleno generativo de la versión beta de Photoshop.

"Fui a la boda de unos amigos y les hice muchas fotos en RAW con el iPhone. Me encantaron y me sorprendió el nivel de naturalidad, así que decidí regalárselas en álbum. Había muchas fotos de la salida de la iglesia, y la IA de Photoshop me ha permitido eliminar personas, cables y señales de tráfico en segundos con una calidad asombrosa".

Javier Pastor

Aunque me he encargado de dar voz a todos mis compañeros, también quería aprovechar para incluir mis sensaciones sobre cómo me ha cambiado la IA en estos últimos 12 meses. Lo ha hecho de manera clara en mi forma de acercarme a la tecnología y se ha ido infiltrando en muchas de las pequeñas rutinas que tenía asumidas desde hace años.

Probablemente la más notable es la de mi uso de los buscadores. Busco bastante menos en DuckDuckGo —que uso por defecto— o Google, porque le pregunto mucho a ChatGPT y cada vez más a Bard, que poco a poco me está conquistando. Pregunto de forma muy distinta a como lo hacía con por ejemplo con Google, y aunque es desde luego necesario revisar las respuestas, la forma de llegar a la solución es más directa y más entretenida, casi como una de aquellas viejas aventuras conversacionales.

Hace meses probé a instalar Llama para ejecutar este chatbot en local, pero su rendimiento era pobre porque mi equipo es relativamente modesto para ese propósito. Aquí ojito a 2024: tengo la esperanza de que (casi) todos podamos tener un ChatGPT-3.5 ejecutándose en nuestro PC o incluso en el móvil. Afortunadamente también es posible probar estos desarrollos gracias a servicios como Hugging Face, así que de intento desplegar alguno de ellos y juguetear un poco. Aquí, como a todos, me supera el hecho de que aparecen más servicios y plataformas de IA de las que es posible probar en profundidad.

También uso un buen montón de sistemas de IA generativa de imágenes. Midjourney es el mejor, pero también es de pago, así que por ahora me conformo con asombrarme con los buenos resultados de Bing Image Creator (no uso Stable Diffusion porque, de nuevo, mi PC se queda algo corto) o herramientas que voy probando últimamente como Visual Electric o Freepik Pikaso. En todos los casos mi sensación es la misma. Puede que hayáis visto el vídeo (aquí encima) en el que un joven Steve Jobs hacía la analogía con el ordenador como una bicicleta para la mente humana. Pues bien, para mí la IA es la nueva bicicleta para la mente.

Imagen | Rawpixel

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Hay algo crucial al comprar una unidad SSD NVME externa en lugar de una SSD: evitar los cuellos de botella

Hay algo crucial al comprar una unidad SSD NVME externa en lugar de una SSD: evitar los cuellos de botella

La gran revolución en el mundo de PCs desde hace años han sido las unidades de estado sólido (SSD, Solid State Disk), una tecnología que ha resucitado viejos equipos y que ha hecho aún mejores los nuevos. Su popularidad es enorme y de hecho estamos ante una época especialmente propicia para invertir en estas unidades porque sus precios no han parado de caer.

Aunque en la mayoría de los casos hacemos uso de unidades internas, hay usuarios que aprovechan la alternativa de las unidades SSD externas. Esas unidades pueden ser externas ya de fábrica, pero también es posible conectar unidades internas mediante adaptadores con puertos como USB o Thunderbolt. Y precisamente es en este punto en el que queríamos incidir: ¿cómo elegir la mejor opción en cuanto a la propia unidad y al estándar de conexión?

Para empezar hay que recordar que las unidades SSD hacen uso de dos tipos de interfaces. La primera, la interfaz SATA,. La segunda, la NVMe, que aprovecha el bus PCIe y permite alcanzar velocidades muy superiores.

En la actualidad es posible encontrar dos grandes tipos de unidades que aprovechan distintas versiones del bus PCIe, y eso hace que las velocidades que se alcanzan con ellas o con unidades SATA  sea muy distinta:

  • SATA III (SATA 3.0): con esta interfaz es posible alcanzar tasas de transferencia teóricas con velocidades de lectura de hasta 600 MB/s.
  • NVMe PCIe Gen 3x4: esta interfaz PCIe 3.0 aprovecha cuatro "pistas" de datos y son capaces de ofrecer velocidades de lectura de hasta 3.500 MB/s. Las tasas de escritura son algo inferiores, y pueden llegar a los 2.700 MB/s.
  • NVMe PCIe Gen 4x4: en este caso se aprovecha la más reciente especificación PCIe 4.0, lo que hace que el máximo teórico de las lectures sea de 7.880 MB/s, mientras uqe las lecturas llegan a los 7.000 MB/s.

A la hora de conectar esas unidades de forma externa al PC o portátil, podremos usar tanto el estándar USB como el Thunderbolt. Aquí está la clave de nuestra decisión, porque deberemos elegir ambas opciones de forma que una no se convierta en un cuello de botella de la otra.

Las últimas versiones del estándar USB varían entre unas y otras en cuanto a velocidades de transferencia, pero resumiendo y añadiendo Thunderbolt tendríamos:

  • USB 3.0: 5 Gbps (600 MB/s)
  • USB 3.1: hasta 10 Gbps (1,25 GB/s)
  • USB 3.2: hasta 20 Gbps (2,5 GB/s)
  • USB 4.0: hasta 40 Gbps (5 GB/s)
  • Thunderbolt 3:  hasta 40 Gbps (5 GB/s)
  • Thunderbolt 4: hasta 40 Gbps (5 GB/s)

Si echamos un vistazo a los tipos de interfaz de las SSD y a las conexiones que podremos aprovechar con adaptadores externos, queda claro el problema: por mucho que queramos, hoy por hoy comprar una unidad SSD NVMe PCIe 4.0 para conectarla como unidad externa es una idea discutible: no vamos a aprovechar al máximo su velocidad.

Conclusión: cada oveja con su pareja

De hecho, para unidades SATA III bastará usar un adaptador con conector USB 3.0, algo que permitirá sacarles todo el jugo (o casi todo) y además contar con la opción más asequible puesto que estos adaptadores son los que tienen el precio más reducido. De hecho, hay adaptadores básicos pero solventes por 11 euros e incluso menos.

A partir de ahí los precios de los adaptadores van creciendo. Si nuestra unidad no es SATA, sino que hace uso del ya extendido conector M.2, los adaptadores son algo más caros y rondan los 15 euros (5 Gbps), los 25 euros (10 Gbps), o los 60 euros (20 Gbps). Si queremos adaptadores que permitan aprovechar conexiones USB 4.0 o Thunderbolt 4 a 40 Gbps, la cosa se dispara, y los adaptadores rondan los 140 euros.

Lo importante, como decimos, es usar el adaptador adecuado para la unidad SSD que tengamos o, a la inversa, comprar la unidad SSD adecuada si ya teníamos un adaptador de este tipo. Aprovechar al máximo las unidades NVMe PCIe 4.0, insistimos, no es hoy por hoy posible, aunque lo será cuando comiencen a aparecer adaptadores con el nuevo estándar Thunderbolt 5 que permite alcanzar los 80 Gbps de transferencia.

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La última aplicación de la IA pone la piel de gallina: derrota a una leyenda de GeoGuessr localizando fotos

La última aplicación de la IA pone la piel de gallina: derrota a una leyenda de GeoGuessr localizando fotos

La IA es realmente buena a la hora de identificar caras, objetos o animales. Esas prestaciones se han aprovechado tradicionalmente en ámbitos cotidianos como la gestión de fotos con Google Fotos o Apple Fotos, pero también en otros mucho más inquietantes como la vigilancia masiva que por ejemplo ha sido regulada en Europa. Ahora unos investigadores han descubierto una aplicación que también tiene aplicaciones prácticas estupendas... y preocupantes.

Todo empezó en clase. Tres estudiantes de la universidad de Stanford comenzaron a cursar la asignatura 'Computer Science 330: Deep Multi-task and Meta Learning'. Necesitaban un proyecto en el que trabajar, así que estos investigadores, llamados Michael Skreta, Silas Alberti y Lukas Haas, se dieron cuenta de que podían aplicar esos nuevos conocimientos a su afición por un singular juego online.

GeoGuessr. Este juego online, que lleva años disponible, se ha convertido en un singular éxito que ya tiene obsesionados a un buen grupo de sus jugadores. La idea es sencilla: se te presenta una foto de alguna localización, y tú tienes que intentar deducir dónde fue tomada señalándola en Google Maps a partir de los detalles de la propia foto. El juego cuenta con 50 millones de jugadores en todo el mundo y todos ellos compiten entre sí, y entre ellos ya hay celebridades de YouTube o Twitch, y también han comenzado a surgir jugadores realmente excepcionales.

Vamos a ganar a GeoGuessr. Estos estudiantes quisieron averiguar si podían crear un sistema de IA que pudiera jugar mejor que los humanos a GeoGuessr. Partieron de una plataforma de OpenAI llamada CLIP que es capaz de "aprender" datos de unas imágenes de entrada a partir del texto que existe sobre ellas.

Entrenamiento con Google Street View. Como señalan en NPR, para entrenar su modelo de IA comenzaron a "alimentarlo" con datos de Google Street View. "Creamos nuestro propio conjunto de datos con cerca de 500.000 imágenes de Google Street View. En realidad no son muchos datos, y aún así pudimos conseguir un rendimiento bastante espectacular", afirmaba Alberti.

PIGEON. El proyecto, conocido como Predicting Image Geolocations (PIGEON) acabó siendo el resultado de esa esfuerzo. El modelo de IA podía identificar la localización de una imagen de Google Street View de cualquier localización. Su precisión es asombrosa: deduce el país con un 95% de precisión, y normalmente sitúa la imagen en un radio de 25 km de donde fue tomada realmente.

Derrotando al campeón del mundo. Para evaluar su comportamiento, los investigadores se pusieron en contacto con Trevor Rainbolt, que se ha convertido en toda una leyenda en la comunidad GeoGuessr. A pesar de sus hazañas en este juego, al enfrentarse con PIGEON acabó perdiendo múltiples rondas. Como señalaba Alberti "no hemos sido la primera IA que ha jugado contra Rainbolt. Simplemente hemos sido la primera IA que ha ganado contra él".

Más allá de PIGEON. Los responsables del proyecto han ido más allá y han creato también PIGEOTTO, una versión más ambiciosa que ha sido entrenada con más de cuatro millones de imágenes procedentes de Flickr y Wikipedia, lo que permite aumentar aún la capacidad y prestaciones del sistema. No han liberado el desarrollo, que no es posible probar, pero sí han publicado el estudio con detalles y conclusiones del proyecto.

Expertos preocupados. Jay Stanley, de la American Civil Liberties Union (ACLU), explicaba que las empresas podrían usar sistemas como este para espiar dónde has viajado, y agencias gubernamentales podrían también detectar si un usuario que publica sus fotos ha viajado a cierto país que está en su punto de mira. También podría usarse para acosar a los usuarios, por ejemplo.

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Mantener presionada la barra espaciadora es el mejor truco de YouTube de los últimos tiempos. Y tiene su equivalente en el móvil

Mantener presionada la barra espaciadora es el mejor truco de YouTube de los últimos tiempos. Y tiene su equivalente en el móvil

YouTube es la plataforma de vídeo por excelencia, y sus creadores han ido añadiendo útiles características para mejorar su usabilidad. Entre ellas destacan los atajos de teclado para PCs y portátiles que tienen su traducción en gestos para dispositivos móviles, y puede que este último os resulte especialmente útil.

El truco consiste en mantener la barra espaciadora pulsada durante la rerproducción. Al hacerlo el vídeo se reproducirá a 2x, algo que permite pasar más rápido partes que quizás no nos interesan tanto.

El truco sirve para el reproductor de YouTube en navegadores en PCs y portátiles basados en Windows, macOS o Linux, pero tiene otra vertiente que también es llamativa: si no queremos pulsar la barra espaciadora, también podremos mantener pulsado el botón izquierdo del ratón. El efecto será exactamente el mismo. Es una lástima que no se pueda reproducir hacia atrás a 2x por ejemplo pulsando en la mitad izquierda del vídeo, eso sí.

Esa reproducción a 2x también está disponible en el móvil: para conseguir activarla, basta con dejar el dedo pulsando en la pantalla de forma sostenida: al hacerlo veremos cómo efectivamente la reproducción de vídeo y audio se acelera.

Este atajo es similar a otro especialmente útil en el móvil: al dar varios toques en la mitad derecha del reproductor podremos avanzar en franjas de 10, 20, 30 o más segundos según vayamos dando más toques (2 para 10 s, 3 para 20 s, 4 para 30 s, etc). Si queremos ir 10 s o 20 s atrás en la reproducción, hay que hacer esos mismos toques, pero en la parte izquierda de la ventana de reproducción.

En el PC conseguimos ese efecto con las teclas de cursos izquierda o derecha, y los retrocesos y avances, eso sí, son en este caso de cinco segundos. Los atajos de teclado se convierten así en una forma fantástica de controlar la reproducción de estos vídeos, algo que se complementa con la división en pequeños capítulos que muchos vídeos de YouTube ya incluyen para irnos a la parte que nos interesa justo donde empieza fácilmente. Disfrutar al máximo de YouTube es ahora más fácil que nunca.

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Un ingeniero fue despedido y se vengó causando daños de 200.000 euros a su empresa. Ha terminado en la cárcel

Un ingeniero fue despedido y se vengó causando daños de 200.000 euros a su empresa. Ha terminado en la cárcel

Miklos Daniel Brody trabajaba como ingeniero en la nube para el First Republic Bank (FRB) de San Francisco. Luego todo se torció, y la estrambótica historia, que parece más propia de una (mala) comedia cinematográfica, nos deja al menos una lección clara: los portátiles de trabajo son para trabajar.

Yo solo quería ver The Matrix. El equipo de ciberseguridad de la empresa detectó que Brody había conectado varias unidades USB al portátil de trabajo de la compañía y transfirió numerosos ficheros, incluyendo pornografía. Tras descubrirse aquello, fue llamado a la oficina del director de recursos humanos, al que le explicó unos amigos le habían dado los dispositivos, y que él creía que contenían la película 'The Matrix'.

No lo hice, pero sí lo hice. Al día siguiente fue despedido de la empresa, y envió un correo indicando que "mi único propósito era ver una película y dormirme, y quizás luego ver y copiar imágenes de eventos de FRB a mi USB, aunque nunca lo hice". Negó saber que aquellas unidades tenían "contenido inapropiado" y alegó que había estado enfermo, que no podía encontrar la película que quería y solo estaba organizando ficheros para luego explicar que no sabía que estaba infringiendo las normas de la empresa, con lo que básicamente reconocía que sí había ficheros no permitidos, y no la película de la que hablaba.

Se quedó con el portátil y provocó el caos. Aunque fue escoltado fuera de la oficina, Brody no tenía el portátil de la empresa con él, pero aclaró que lo enviaría por mensajería. No lo hizo. Durante la noche del 11 de marzo de 2020 y la mañana siguiente, ya despedido, usó ese portátil y su cuenta, aún válida, para acceder a la red interna del banco y causar el caos. Borró código, registros de actividad, bloqueó a otros usuarios, y se autoenvió código en el que había estado trabajando, entre otras cosas. Luego la tomó con alguien en particular.

Venganza. Antes de ser despedido otro ingeniero nombrado por sus iniciales, A.A., había conseguido una promoción que Brody creía que debía haber sido para él. En lugar de ocultar sus huellas, dejó pistas para que A.A. le identificase. "¿Lo entiendes ahora, [A.]?" escribió en el código del sistema.

Que no, que no voy a devolver el portátil. El equipo de sistemas del banco acabó quitándole el acceso horas después de que Brody comenzara a provocar aquel desastre, y exigió que les devolviera el portátil. Brody dio largas y envió un correo en el que culpaba al banco y a su equipo de IT por despedirle en medio del brote de COVID-19 y sin indeminización. Luego fue a la policía a denunciar la supuesta desaparición del portátil, que teóricamente había sido robado de su coche mientras estaba en el gimnasio.

Me arrestan, sigo mintiendo. En marzo de 2021 Brody acabó siendo arrestado y volvió a intentar colar la historia de que le habían robado el portátil. Tras ser declarado culpable, el ingeniero admitió que había dado falso testimonio.

Se le cayó el pelo. EL juez que dictó sentencia indicó que los daños en el banco habían sido de al menos 220.621,22 dólares. Le sentenció a 24 meses en prisión y luego a tres años de supervisión, además de establecer una multa por daños y perjuicios de 529.266,37 dólares.

Imagen | Headway

En Xataka | Primero llegó la "renuncia silenciosa". Ahora ha llegado su venganza: los "despidos silenciosos"

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El navegador Opera GX estrena “botón del pánico” porque a nadie le gusta que le pillen jugando (o como quieras llamarlo)

El navegador Opera GX estrena

Imagina que estás en tu habitación u oficina tranquilamente, jugando en tu PC. O como quieras llamarlo. Pero quizás no deberías. Quizás deberías estar estudiando, o trabajando en esa tabla de Excel. De repente, tu padre, tu madre o tu jefe entran y te pillan haciendo algo que no deberías. O quizás no. No si le has dado a la tecla F12 a tiempo.

Eso es precisamente lo que propone el navegador Opera GX, especialmente orientado a gamers, que ahora incluye el llamado "botón del pánico", la tecla F12, lo que permitirá en un instante silenciar el sonido, parar la reproducción en todas las pestañas y mostrar una ventana del navegador con contenido seguro y soso. Tu secreto está a salvo.

Según un estudio reciente de la propia Opera con 2.200 participantes, el 36% de los encuestados admitieron acceder a contenidos inapropiados en el colegio, la universidad o el trabajo.

Los principales tipos de contenido inapropiado en esos casos eran redes sociales (61%), material adulto explícito (58%), juegos (51%), tiendas online (51%) o sitios de citas (36%). De todos los que lo hacían, casi un tercio confesaron haber sido pillados, y los que lo fueron se enfrentaron a un aviso (en el 63%), pero un 22% fueron expulsados o despedidos.

La característica permite además que con otra pulsación de la tecla F12 recuperemos el estado anterior del navegador y podamos seguir jugando (o lo que sea), evitando así que nos cojan infraganti. En la configuración de la característica podremos establecer una serie de sitios web "seguros" como Wikipedia, pero podremos añadir las nuestras propias.

En Xataka | Al fin podrás escribir tranquilo xataca.com y xakata.com. Google Chrome lo corregirá automáticamente

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