Pensábamos que elegir entre más opciones nos haría más libres. La “paradoja de la elección” nos ha vuelto más infelices

Pensábamos que elegir entre más opciones nos haría más libres. La "paradoja de la elección" nos ha vuelto más infelices

Camisa blanca o azul, café o té, mermelada de melocotón o frambuesa, coche o transporte público, carne o pescado, cine o tardeo en una terraza, vino o cerveza, tortilla de patatas con o sin cebolla.

Un estudio estimó que tomamos entre 10.000 y 40.000 decisiones al día, pero nuestro cerebro prefiere que no se lo pongamos demasiado complicado. La paradoja de la elección es su venganza personal que hace que, cuantas más opciones tengas para elegir, menos satisfactoria sea la elección.

Cuando elegir se convierte en un problema

En la actualidad tomar decisiones se ha convertido en una fuente inesperada de estrés y descontento. Lo curioso es que ese fenómeno se produce por tener demasiadas opciones disponibles para elegir. La paradoja de la elección explica por qué, a pesar de disponer de más alternativas que nunca, esas decisiones son menos satisfactorias para quien las realiza y experimentan una mayor ansiedad tras decidir.

Este fenómeno, estudiado y popularizado por el psicólogo Barry Schwartz, revela que la abundancia de opciones puede ser una trampa psicológica. Como él mismo afirma, “en lugar de hacernos más felices, una abundancia de opciones tiende a bloquear, frustrar y provocar la sensación persistente de que se podría haber elegido mejor”. Esta paradoja afecta a todos los aspectos, tanto en la vida personal con las compras cotidianas, como a decisiones importantes en el ámbito profesional o laboral.

Un estudio de los psicólogos Sheena Iyengar y Mark Lepper demostró que los consumidores eran menos propensos a comprar cuando tenían que elegir entre 24 sabores de mermelada que cuando solo disponían de 6 sabores. La sobrecarga de alternativas no solo complica la decisión, también reduce la satisfacción con lo elegido.

Paradoja de elección

Un estudio realizado de forma conjunta entre distintos investigadores de EEUU reveló que, aunque la variedad en la elección tiende a considerarse como una opción positiva, el exceso de opciones tiene en realidad connotaciones negativas a nivel emocional ya que lleva al cerebro a dos estados.

El primer estado supone un esfuerzo excesivo de comparación de elementos que genera una mayor carga mental en el momento de tomar la decisión, para después pasar a un estado de ansiedad e insatisfacción ante la duda de si se ha tomado la decisión más acertada. Algo que personas de éxito como Jeff Bezos han tenido que aprender para tomar sus decisiones.

Maximizadores y satisfactores: dos estilos de decidir

Un estudio psicológico publicado en la American Psychological Association revelaba que las personas afrontan la toma de decisiones con dos estilos diferenciados: los maximizadores y los satisfactores.

Elegir bien

Los maximizadores buscan siempre la mejor opción posible, comparando exhaustivamente todas las alternativas antes de decidir. Este grupo tiende a experimentar más insatisfacción, dudas y arrepentimiento, ya que “el proceso de buscar la opción perfecta puede ser interminable y agotador”. Son presa fácil para la parálisis por análisis: tener tantas opciones entre las que elegir que son incapaces de decantarse por una.

Por otro lado, los satisfactores se conforman con una opción que, aunque no encaje en todos los requisitos, cumple con ciertos criterios de suficiencia sin necesidad de analizar todas las posibilidades. Simplemente es una opción lo suficientemente buena como para ser la acertada, sin importar si es la “perfecta”.

Las investigaciones al respecto han demostrado que los satisfactores suelen ser más felices y menos ansiosos tras tomar una decisión, ya que no se obsesionan con lo que podrían haber elegido y se centran en disfrutar su elección, mientras que los maximizadores “tienden a experimentar menos satisfacción y más arrepentimiento”, señalan los autores de esas investigaciones.

Estrategias para elegir mejor

Los directivos de grandes corporaciones, de cuyas decisiones depende el futuro de miles de empleados y el dinero de sus inversores, deben tener muy en cuenta esta paradoja a la hora de tomar sus decisiones.

Para evitar caer en la trampa de la paradoja de la elección, existen algunas estrategias recomendadas por expertos en psicología. Una de las más efectivas es limitar el número de opciones a considerar, centrándose solo en aquellas que realmente cumplen con nuestras necesidades o valores personales. Por ejemplo, es uno de los motivos que llevaron a Mark Zuckerberg a reducir la elección de su vestuario, limitándose a una camiseta gris y unos tejanos azules.

Como señala Barry Schwartz, “al reducir las opciones y centrarnos en lo que realmente importa, podemos tomar decisiones más satisfactorias y vivir con menos ansiedad”.

Otra estrategia útil es aceptar que no siempre es posible encontrar la opción perfecta y que, en muchos casos, “lo suficientemente bueno” es más que suficiente. Adoptar una mentalidad de satisfactor permite tomar decisiones más ágiles y disfrutar más del resultado.

Esta estrategia es especialmente relevante en el mundo empresarial, ya que dedicar demasiado tiempo para tomar una decisión puede llevar al frenar el avance de la empresa y dejar que la competencia tome ventaja.

El mundo de la tecnología y los videojuegos están repletos de ejemplos de ese tipo de decisiones en los que se ha tomado la decisión de lanzar un producto que ya es lo suficientemente bueno, aunque no sea perfecto. El iPhone, sin ir más lejos, es uno de ellos.

En Xataka | Estudiar de memoria parece buena idea hasta que lo olvidas. El método Feynman apela a tu comprensión no a tu memoria

Imagen | Unsplash (Vladislav Babienko, holigil 27, Victoriano Izquierdo)


La noticia

Pensábamos que elegir entre más opciones nos haría más libres. La “paradoja de la elección” nos ha vuelto más infelices

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Rubén Andrés

.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *