Open AI lanza su API para ChatGPT y se convierte de facto en una empresa con (mucho) ánimo de lucro
Cuando se fundó en 2015, OpenAI tenía como objetivo lograr avances en el campo de la inteligencia artificial para “beneficiar a la humanidad como un todo”, y, “sin la necesidad de generar beneficios económicos”. El cuento ha cambiado completamente.
¿Pero no eran una ‘non-profit’? En OpenAI ponían en negritas aquel calificativo de ‘non-profit’ en su mensaje público inicial y en su página “About”. Las diferencias entre aquella versión del mensaje de 2015 (archivad) y este de 2023 es evidente: ha desaparecido el ‘non-profit’ de la descripción. Este tipo de empresas podían generar ingresos, pero éstos no podían repartirse entre socios ni tener otros fines personales, sino que solo debían dedicarse al propósito de la empresa.
Los costes mandan. Como explicaba mi compañero Javier Lacort, en 2018 los gastos de la operativa hicieron imposible mantener esa filosofía. OpenAI anunciaba que dejaría de ser una non-profit y pasaría a obtener ingresos aunque eso sí, limitando el beneficio de los inversores: cada socio podría recuperar su inversión multiplicada hasta por cien, pero no por más. Microsoft parece que lo vio claro, porque a la apuesta que hizo en 2019 se sumó la reciente inversión multimillonaria de enero de 2023.
ChatGPT es un filón. El éxito viral de ChatGPT ha provocado que los cambios se aceleren y muchísimas empresas se muestren interesadas por integrar este tipo de tecnología. OpenAI ya anunció sus planes de futuro hace unos días, y ayer anunciaba el lanzamiento de la API de ChatGPT, que permite a las empresas integrar su propio chatbot basado en GPT-3.5-Turbo, el mismo motor utilizado en ChatGPT.
Póngame cuarto y mitad de tokens. El precio es de 0,002 dólares por cada 1.000 tokens, lo que equivaldría según algunas estimaciones a unas 750 palabras. En OpenAI afirman que ese precio es 10 veces inferior al del modelo GPT 3.5 completo. Hay además opciones aún más ambiciosas para empresas que necesiten más capacidad, y el servicio se une al ChatGPT Plus que se lanzó en febrero.
Transcripciones de pago. Además, en OpenAI también han lanzado la API de Whisper, la tecnología de transcripción que ha sido optimizada —”es mucho, mucho más rápida y extremadamente cómoda”, afirman sus responsables— y permite transcribir de voz a texto. El precio para desarrolladores es de 0,006 dólares por minuto, y soporta la transcripción en varios idiomas y también la traducción al inglés.
Primeros ejemplos. En el anuncio oficial mostraban los primeros ejemplos, como el asistente My AI de Snapchat, o las nuevas características y asistentes de aplicaciones como la de Instacart, Shopify o una aplicación surcoreana de aprendizake de idiomas llamada Speak. Y esto es previsiblemente solo el principio de una adopción notable por parte de otras muchas empresas.
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Open AI lanza su API para ChatGPT y se convierte de facto en una empresa con (mucho) ánimo de lucro
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Javier Pastor
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