Probamos la Ford Tourneo Custom Active: la furgoneta que quería ser limusina es amplia, confortable y con etiqueta ECO
En un mundo donde los SUV parecen estar dominando todos los segmentos aún quedan apuestas diferentes y no menos interesantes. Hoy vamos a hablar del último lanzamiento de Ford para aquellos que buscan un vehículo extremadamente amplio, polivalente y cómodo: la Ford Tourneo Custom Active.
Derivada directamente de la archiconocida Transit/Tourneo, la Tourneo Custom Active ofrece mucho espacio, mejores acabados y una actitud más animada que sus hermanas de gama, propulsada además por una mecánica microhíbrida y, por lo tanto, con etiqueta ECO de la DGT.
Ford Tourneo Custom Active: la furgoneta que quería ser limusina
Ya casi no nos acordamos, pero hubo un tiempo en el que los SUV ni siquiera existían, o no tal y como lo hacen ahora copando todos y cada uno de los segmento, captando las ventas que antes pertenecían desde a pequeños utilitarios hasta los grandes monovolúmenes.
Sí, porque antes había monovolúmenes, unos coches destinados a familias o vehículos de transporte de pasajeros, y de los que ahora apenas quedan unos pocos representantes a la venta como los ya muy veteranos SEAT Alhambra o Ford Galaxy.
Lo que sí quedan son las derivadas de pasajeros de las furgonetas de las marcas, como la incombustible Ford Tourneo. Precisamente de ésta deriva la Ford Tourneo Custom Active, planteando una propuesta más agradable, completa y, sí, con guiños al mundo SUV. Porque desde fuera esta Tourneo Custom Active puede parecer una Tourneo más, pero no lo es.
Exteriormente sigue siendo una furgoneta al uso que se ofrece en versiones de batalla corta y larga. En esta ocasión hemos probado la más amplia de las dos, que tiene unas dimensiones generosas con 5.339 mm de largo por 1.986 de ancho y 1.977 de alto, junto a una batalla de nada menos que 3.300 mm. Es grande, pero no descomunal.
Su exterior se diferencia del resto de la familia por contar con algunos aditamentos específicos como son el contorno bajo en color gris oscuro y los estribos laterales en un guiño a aquellos clientes más activos (guiño, Active, guiño).
La gran parrilla delantera es específica y viene acabada en negro brillante, al igual que los retrovisores, mientras que en el techo se disponen barras longitudinales por si se quieren montar accesorios. Las llantas de aleación de 17 pulgadas y acabadas en dos colores también son específicas y le sientan muy bien.
Pese a ser un acabado destinado a usuarios con un estilo de vida aventurero, la Tourneo Custom Active no recibe modificaciones en el sistema de suspensión, no eleva la carrocería ni tampoco busca aparentarlo. A nuestro parecer tampoco le hace falta.
Interior habitable y modulable al gusto
Si en el exterior no hay demasiados cambios, no pasa lo mismo en el interior. El habitáculo de la Ford Tourneo Custom Active está destinado para que hasta ocho personas puedan viajar con comodidad, aunque su máximo confort lo ofrecerá sin llegar a su capacidad máxima.
La fila delantera cuenta con dos asientos individuales con un gran espacio entre medias, mientras que la segunda y tercera fila está conformada por seis asientos individuales que pueden configurarse al gusto.
Cada una de las butacas puede retirarse para dejar espacio o conseguir la capacidad de carga máxima. La segunda fila puede oponerse a la marcha maximizando el espacio para las piernas en la zona trasera, mientras que los asientos centrales pueden abatirse dejando el respaldo horizontal a modo de mesa con espacio de trabajo y portavasos/portaobjetos con sólo tirar de una cinta.
Para oponer la segunda fila hay que desmontar todos los asientos y volver a colocarlos. Tanto esta operación como la de retirar los asientos se realiza de manera manual y entraña una complicación mínima, aparte de la fuerza necesaria para mover cada butaca, pues no son ligeras.
Destaca el cuidado que ha puesto Ford en la parte trasera, aprovechando los pocos espacios disponibles para ubicar huecos portaobjetos y tomas de carga USB repartidas incluso en la tercera fila. Además cada fila tiene cortinillas enrollables para incrementar un punto más la privacidad detrás de los cristales tintados (sin coste).
Todos los asientos son idénticos y por lo tanto igual de cómodos, cuentan con un buen mullido y aunque no ofrecen apenas apoyo lateral tampoco lo echamos de menos en un vehículo de este tipo. Su inclinación es moderada, resultando cómodos en viajes largos sin acusar la postura. No son la típica butaca vertical.
Sí son diferentes las butacas delanteras, que en el caso de la del conductor ofrece una acertada regulación eléctrica. La tapicería es específica para esta versión y combina símil de piel con tela y cuentan con reposabrazos abatibles en el lado interior.
Nos surgió la duda de si tendrían bases giratorias, pero ni siquiera en opción. Al fin y al cabo no es una furgoneta camper. Lo que sí tiene (opcionalmente) es una toma de enchufe 230 V entre los asientos delanteros que nos servirá para cargar un ordenador portátil o recargar las baterías de una cámara réflex.
Al volante de la Ford Tourneo Custom Active tenemos una configuración muy similar a la de casi cualquier otro coche de la marca del óvalo azul, aunque con matices.
El volante es un aro relativamente pequeño, tapizado, de aro grueso y tacto agradable. Incluye mandos multifunción aunque no nos ha acabado de gustar su distribución con formas irregulares y funciones no agrupadas (los controles para el audio están repartidos a izquierda y derecha).
Tras el volante tenemos un cuadro de mandos muy convencional, con dos grandes esferas analógicas y una pequeña pantalla a color entre medias con la información de viaje necesaria o las ayudas a la conducción. La posición de conducción es más elevada de lo normal, el acceso es cómodo y la visibilidad es muy buena gracias a las grandes superficies acristaladas.
Sobre el salpicadero Ford ha cuidado el interior utilizando algunos plásticos acolchados, tampoco demasiados, y los ha combinado con inserciones de negro piano para la moldura central o las inserciones de las puertas. Un toque brillante que le da un plus de sofisticación pero que nos obligará a ir con un paño para limpiarlas de polvo y huellas.
En la parte superior del salpicadero se levanta una pantalla táctil de 8 pulgadas (opcional) que da acceso al sistema de infoentretenimiento de la marca. Cuenta con Ford SYNC3, su funcionamiento es correcto, sin grandes alardes, aunque con un funcionamiento del reconocimiento de voz mejorable.
Confort microhíbrido con 185 CV
Hemos podido probar la Ford Tourneo Custom Active durante muchos kilómetros, viajando tanto en solitario como acompañado y con mucho, mucho equipaje. El resultado ha sido muy satisfactorio.
Cuando nos ponemos en marcha con esta furgoneta de pasajeros rápidamente nos damos cuenta del claro enfoque de su motor diésel. Estamos ante una mecánica de 2.0 litros EcoBlue de cuatro cilindros que recurre a la microhibridación para conseguir la etiqueta ECO en su parabrisas delantero.
Las frías cifras de la ficha técnica nos dicen que la Ford Tourneo Custom Active tiene 185 CV de potencia máxima y un par motor de 415 Nm, unos números buenos que se traducen en un funcionamiento más que solvente.
Sobre todo hay que destacar que tenemos mucho par disponible desde muy abajo. A tan solo 1.750 rpm ya tenemos todo el par bajo demanda, y se extiende de manera uniforme hasta las 2.750 rpm. Es decir, es un motor al que le gusta trabajar en la zona media, donde brilla y mueve con soltura al conjunto.
Estirar las marchas en esta furgoneta nos ha parecido absolutamente innecesario, pues la potencia máxima se encuentra a 3.500 rpm y desde ahí hasta la línea roja a casi 5.000 rpm apenas encontramos respuesta interesante.
En este caso la Tourneo Custom Active sólo se puede escoger en combinación con una caja de cambios manual de seis relaciones. Sus transiciones son largas pero suaves y precisas, mientras que el tacto del embrague es muy blando.
Lo que no nos gustó demasiado es el comportamiento del sistema start/stop. El motor se apaga cuando tenemos una marcha engranada y nos detenemos, lo que en ocasiones nos deja el motor muerto al salir de un stop y si utilizamos el embrague para empezar a buscar tracción se puede calar con relativa facilidad. Y no sabemos si se ha calado o si está actuando el sistema de parada del motor.
El consumo que homologa la Tourneo Custom Active es de 7,4 litros cada 100 km según ciclo WLTP. En nuestro caso y después de muchos kilómetros hemos conseguido un consumo medio de 8,4 litros. Nos ha parecido eficiente para el tipo de vehículo que es y el uso que hemos hecho con ella.
A nivel de chasis es obvio que no podemos esperar un comportamiento brillante. Es grande y se siente grande. En las curvas la carrocería tiende a inclinarse de manera notable aunque de forma noble. Las suspensiones están claramente enfocadas al confort y hay que destacar su suavidad y progresividad incluso rodando sobre asfaltos rotos.
La dirección por su parte también contribuye a la sensación de facilidad y confort, con una asistencia que incluso nos ha parecido excesiva pues no nos transmite apenas nada. Además tiende a menearse a la salida de las curvas cuando aceleramos fuerte, abriendo la trayectoria.
A cambio, la sensación de comodidad en cualquier circunstancia es muy buena para todos los ocupantes, y es una muy buena opción para viajar de manera distendida. Bueno, salvo porque no es fácil escuchar desde el volante a los ocupantes de la tercera fila, y eso que está muy bien aislada.
En cuanto a ergonomía sí mejoraríamos la posición del reposapies para el conductor, ya que queda en una posición muy abierta, alta y retrasada cuando queremos descansarlo.
Las ayudas a la conducción como el control de crucero adaptativo y el asistente de aparcamiento son opcionales y contribuyen a incrementar la seguridad y el confort, aunque podrían funcionar mejor, especialmente en el caso del control de crucero, que deja una distancia de seguridad excesiva incluso regulándola al mínimo.
Ford Tourneo Custom Active: business class a lo grande
La unidad que hemos probado llevaba prácticamente todo lo que puede equipar opcionalmente incluyendo control de crucero adaptativo con asistente de mantenimiento de carril (530,37 euros), detección de ángulos muertos (249,59 euros), asistente de aparcamiento con sensores de aparcamiento delanteros (187,19 euros), cámara de visión trasera (124,79 euros) o los faros bi-xenon (249,59 euros). El color Naranja Vivo también hay que pagarlo (436,78 euros).
En el interior la radio SYNC3 con pantalla táctil de 8 pulgadas también es opcional (218,39 euros) o la toma de corriente delantera de 230 V (62,40 euros). Es decir, que puede ir muy bien equipada pero pasando por caja, aunque los importes no sean elevados.
El precio de partida de la Ford Tourneo Custom Active arranca en 47.260 euros, pero añadiendo todo lo adicional a la unidad probada su precio quedaba por debajo de los 50.000 euros: 49.260 euros.
Tras la reestructuración del mercado con la desaparición por ejemplo de la Citroën Jumper Combi (de pasajeros), ahora la Ford Tourneo Custom Active sólo tendría competencia en furgonetas como la Fiat Talento, más barata pero menos equipada, menos refinada y menos potente.
Realmente este modelo de Ford no tiene una competencia directa por concepto, sólo se asemejaría a una Volkswagen Caravelle o a una Mercedes-Benz Clase V, siendo en ambos casos menos modulares y sensiblemente más caras.
En cualquier caso, la Ford Tourneo Custom Active nos ha parecido una gran furgoneta, en todos sus sentidos. Para alguien que quiera viajar de manera cómoda con mucho espacio y valore la modularidad interior es una muy buena opción. No tanto para quienes no le vayan a sacar partido porque le sobrará tamaño, espacio, asientos o todo a la vez.
Ford Tourneo Custom Active 2021 – Valoración
7.1
6
7
7
10
8
7
7
4
8
7
A favor
- Consumo ajustado
- Confort de marcha
- Modularidad elevada
- Etiqueta ECO
En contra
- Peso de las butacas traseras
- Suspensiones blandas en curva
- Comportamiento errático del start/stop
- No apta para garajes cubiertos
La Ford Tourneo Custom Active es como la furgoneta que quería ser una limusina. Es un entorno extremadamente amplio para viajar cargado hasta los topes tanto de personas como de equipaje y, además, hacerlo de manera cómoda.
Su motor es suficiente, los sistemas de seguridad también y sólo echamos en falta un interior con un punto extra de calidad para convertirse en una gran candidata como vehículo para largas rutas en primera clase.
Una combinación muy acertada y con una personalidad diferenciada (aunque tampoco demasiado) que de paso recibe la etiqueta ECO de la DGT.
Ford Tourneo Custom Active 2021 – Ficha técnica
Ford Tourneo Custom Active |
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---|---|---|
Motor |
||
MOTOR |
Diésel. 2.0 EcoBlue, cuatro cilindros, turbo, MHEV |
|
POTENCIA MÁXIMA |
185 CV a 3.500 rpm |
|
PAR MÁXIMO |
415 Nm a 1.750 – 2.750 rpm |
|
TRANSMISIÓN |
Manual de seis velocidades |
|
TRACCIÓN |
Delantera |
|
dimensiones |
||
LARGO |
5.339 mm |
|
ANCHO |
1.986 mm |
|
ALTO |
1.977 mm |
|
BATALLA |
3.300 mm |
|
PESO |
N/D |
|
CAPACIDAD MALETERO |
1.447 litros |
|
Prestaciones y consumos |
||
0-100 KM/H |
N/D |
|
VELOCIDAD MÁXIMA |
N/D |
|
CONSUMO HOMOLOGADO (WLTP) |
7,6 l/100 km |
|
CONSUMO MEDIO PRUEBA |
8,4 l/100 km |
|
precio |
47.260 euros |
El coche para esta prueba ha sido prestado por Ford. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas. |
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La noticia
Probamos la Ford Tourneo Custom Active: la furgoneta que quería ser limusina es amplia, confortable y con etiqueta ECO
fue publicada originalmente en
Motorpasión
por
Jesús Martín
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