Probamos el nuevo Audi Q2: el SUV más pequeño de Audi es un poco más agresivo, pero igual de confortable

La gama Q de Audi ha pasado de ser extremadamente escueta a estar superpoblada en muy pocos años. En parte culpa de esta captación de clientes y el crecimiento de la gama son parte del Audi Q2, un coche que desde 2016 ha vendido más de 27.000 unidades en España siendo un coche que no estaba enfocado a un público muy de la marca alemana.

Ahora el Audi Q2 se afianza en el mercado y se renueva por fuera y por dentro para seguir captando a ese perfil de cliente más joven que la media de Audi. Líneas más duras, mejor equipamiento y un nivel de seguridad reforzado son las cartas de presentación de este Q2 que acabamos de conocer.

Audi Q2: el SUV más joven de Audi

El Audi Q2 se ha renovado. El SUV más pequeño de los cuatro aros llegó en 2016 y ya le iba tocando un lavado de cara, así que en Audi se han puesto manos a la obra para darle un empujón al que hoy por hoy es el escalón de acceso dentro de la gama de carrocerías altas de Audi.

Cuando llegó hace cuatro años el primer Audi Q2 supuso un punto de ruptura en la marca alemana. Después del lanzamiento del Audi A1 se decidieron a entrar en el segmento de los utilitarios-compacto pero en este caso mirando claramente hacia donde está tirando con más fuerza el mercado; hacia los SUV.

Ahora era el momento de darle una vuelta de tuerca y si en 2016 el Q2 introdujo novedades de diseño en la marca, ahora Audi se lo devuelve incorporando los últimos cambios en el lenguaje visual. El nuevo Audi Q2 luce notablemente más agresivo, pero sin perder sus maneras de SUV urbanita.

En la parte delantera se estrenan unos nuevos faros con tecnología LED de serie para toda la gama y opcionalmente están disponibles los Matrix LED que hasta ahora no podía equipar el Q2. Pero los cambios no acaban aquí ni mucho menos.

La parrilla delantera singleframe ha sido totalmente rediseñada, se ha situado en una posición más baja para darle un aspecto más rudo y además se añaden las finas entradas de aire por encima, bajo el comienzo de capó. Un rasgo de diseño que ya vimos en el Audi A1 y que es un guiño al Audi Sport quattro de 1982. Las entradas de aire (falsas) también han cambiado y están más marcadas ahora, igual que el labio inferior del paragolpes.

En la vista lateral apenas podemos ver cambios más allá de las llantas de aleación de hasta 18 pulgadas, mientras que por la parte trasera también asoman algunos cambios como los pilotos LED con efecto tridimensional o el diseño del paragolpes ligeramente rediseñado, difusor incluido.

En cuanto a medidas los únicos cambios apreciables son los 17 mm que gana de longitud y que se deben a esta revisión de los paragolpes. Tiene 4,21 metros de largo por 1,79 de ancho y 1,56 de alto. El maletero tampoco cambia con 405 litros ampliables a 1.050 con los asientos traseros abatidos.

Un interior casi intacto

Si pasamos al interior y cerramos la puerta volvemos a encontrarnos con esa sensación de calidad de Audi, aunque en frasco pequeño. El Audi Q2 es similar en cuanto estética del habitáculo al resto de la familia pero con la principal distinción en los materiales que lo componen. Es cierto que no hay muchos cambios con respecto al modelo saliente más allá de una palaca de cambios nueva o las inserciones que se ejecutan sobre el salpicadero.

Tanto la distribución como los elementos principales son exactamente los mismos, con un habitáculo en el que los mayores cambios casi no se ven. Son modificaciones tecnológicas y de conectividad.

Sentados al volante tenemos un volante de tamaño medio con tres radios. En el acabado que hemos podido probar, el S line, estaba tapizado en piel y que va en contra de la moda reinante, sin estar achatado por su parte inferior.

Por detrás se alza un cuadro de mandos Audi virtual cockpit con una pantalla de 12,3″ que le da un aspecto muy sofisticado al interior. Este módulo engloba toda la información con dos modos de visualización y la posibilidad de variar la muy nutrida información que nos ofrece. Como ocurre con el resto de modelos de Audi que lo equipan, en cuanto a calidad está al nivel de BMW o Mercedes-Benz, aunque en el caso de estas dos se despliega de una manera algo más vistosa.

A su derecha se encuentra una pantalla colocada directamente sobre el salpicadero, nada integrada. Si bien esta solución puede parecer antiestética según los gustos de cada uno, sí es práctica pues nos hace apartar menos la vista de la carretera y al final eso se traduce en una mayor seguridad. De serie es de 7 pulgadas con el sistema MMI plus y de 8,3″ opcionalmente.

Lo que no es esta pantalla es táctil, y para manejarla tendremos que utilizar los botones y la ruleta que se encuentran tras la palanca de cambios. Esta disposición nos pareció que queda un tanto retrasada y nos obliga a buscar con el codo el hueco entre los dos asientos. Podría estar mejor resuelta esta ergonomía.

Los materiales son duros en su mayoría a excepción de algunas molduras de las puertas y la pieza superior del salpicadero. Nos ha gustado poco la pieza donde se aloja la palanca de cambios y los controles del sistema de infoentretenimiento, totalmente lisa y extremadamente austera, y en cambio sí nos ha gustado que Audi siga confiando en los botones físicos para la climatización. Tres ruletas y algunos botones; sencillo y efectivo.

Confort de marcha y buen aislamiento

Una vez en marcha el Audi Q2 se reafirma como un B-SUV confortable, agradable de conducir y bien insonorizado salvo por cierto ruido de rodadura que entra al habitáculo. La habitabilidad es buena con espacio generoso para los hombros, casi un palmo disponible desde la cabeza al techo en estatura media y algo escueto longitudinalmente. En las plazas traseras la altura disponible es buena, lo que falta es espacio para las rodillas.

El montante de las ventanillas queda por debajo de los hombros dando sensación de amplitud pero sí nos ha parecido que el salpicadero queda tirando a alto, quizá por tener un diseño con un capó muy elevado y un puesto de conducción relativamente bajo.

Sobre la motorización que hemos probado, la 35 TFSI, te podemos contar que es un bloque de 1.5 litros turboalimentado que ofrece una potencia de 150 CV dotado de desconexión de cilindros y preparado para la Euro 6 AP.

Este propulsor es seguramente el más equilibrado de toda la gama, con una rumorosidad baja, un empuje más que suficiente y unas prestaciones que cumplen. Tiene unos bajos suaves, pero destaca sobretodo por tener una gama media en la que saca músculo. En la parte alta no hay demasiada emoción, es muy lineal y le falta patada, así que casi mejor jugar con lo elástico que es.

Lo hemos probado asociado a la caja de cambios automática S tronic de siete relaciones y es un conjunto muy agradable para el uso de un conductor medio que no busque prestaciones puras. Si queremos ir rápido la transmisión es mejor llevarla en manual y actuar con las levas (de plástico), aunque si nos acercamos a la línea roja acaba subiendo solo de marcha. Casi nos sobra la leva derecha.

El chasis es cómodo ante todo y muy predecible. El tarado de las suspensiones es tirando a blando, se perciben inercias a la hora de atacar los giros y la dirección se comporta de una manera bastante directa y levemente informativa. Sin alardes.

En cuanto a las ayudas a la conducción, el Audi Q2 trae de serie el regulador de velocidad tempomat, sensor de aparcamiento trasero, Audi pre sense front y el asistente de arranque en pendiente. A través de los paquetes opcionales se puede equipar con avisador de salida involuntaria de carril, Audi park assist, control de crucero adaptativo, Audi pre sense trasero y asistente de tráfico cruzado.

Para desplegar estas asistencias se vale (o se puede valer, según lo equipado que vaya) de radares delantero y trasero, dos cámaras y varios sensores ultrasónicos. De las asistencias que pudimos probar en marcha, el asistente de mantenimiento de carril con control de crucero adaptativo nos pareció que funciona bien, aunque un tanto errático a la hora de mantener el coche centrado.

Sí es cierto que el avisador de cambio de carril es bastante intrusivo (o alarmante) si no vas muy centrado en el carril, pero en cuestiones de seguridad mejor pecar por exceso que por defecto.

Por otro lado y viendo el diferencial que supone la oferta tecnológica en todos los coches, nos choca mucho ver que para tener Android Auto y Apple CarPlay haya que pasar por el equipamiento opcional en un segmento premium. Al fin y al cabo es un equipamiento que la competencia más generalista puede llevar de serie.

El precio de partida lo establecen los 27.960 euros del Audi Q2 30 TFSI, y la gama de motores se reparte entre dos diésel y tres gasolina (no hay prevista ninguna versión electrificada, así que todos tienen etiqueta C), y quedan articulados de la siguiente manera:

Aparte de estos motores ya está en camino el Audi SQ2, la versión más picante de un SUV que ya tiene las ventas abiertas y cuyas primeras unidades llegarán a principios de 2021. Sus argumentos son contundentes con 300 CV y 400 Nm provenientes de su motor gasolina TFSI.

El Audi Q2 llega para seguir midiéndose a rivales como el DS 3 Crossback, el Volkswagen T-Roc o el MINI Countryman. A motorizaciones equivalentes el Audi Q2 se posiciona claramente por encima en cuanto a precio, pero también ofrece un nivel de confort y calidad sensiblemente por encima del resto de rivales. Un digno candidato en su segmento, pero no al alcance de todos los bolsillos.

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Probamos el nuevo Audi Q2: el SUV más pequeño de Audi es un poco más agresivo, pero igual de confortable

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por
Jesús Martín

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