Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial: qué pretende el Gobierno conseguir en los próximos dos años con 600 millones de euros
600 millones de euros para medidas relacionadas con la inteligencia artificial, a invertir durante los próximos dos años. Es la ENIA (‘Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial’), el proyecto anunciado hoy por el Gobierno que pretende abordar este avance tecnológico que está en boca de todos. Desde la Unión Europea marcaron la IA como una de sus prioridades y Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno, ha salido a explicar en qué pretenden invertir los fondos que recibirán desde Europa.
Rafael Yuste, neurobiólogo impulsor de la International Brain Initiative, ha apuntado una de las particularidades del enfoque español respecto a la inteligencia artificial: el aspecto ético. “España es uno de los pocos países que se toma la ética de la IA y la neurotecnología muy en serio. Aunque no sea un país líder todavía, que puede serlo, lo que sí que puede ser desde el principio es referente en la regulación ética y social de estas tecnologías. Tenemos que asegurarnos que sean para bien”, ha afirmado el responsable del proyecto BRAIN.
Estas son las 30 medidas que promete el nuevo plan nacional de Inteligencia Artificial, qué enfoque tiene nuestro país respecto a estas tecnologías y qué opinan algunos expertos. “Una gran inversión pública y, esperemos, que también privada”, según ha explicado Sánchez. Y es que el Gobierno quiere utilizar la IA como gancho para mover la rueda de la inversión privada. Estas son sus promesas.
En qué áreas y proyectos de inteligencia artificial se invertirá en España
La ENIA tiene entre sus objetivos “mejorar la situación de España en este sector, potenciar el uso de la lengua española en los ámbitos de aplicación de la IA, crear empleo, incorporarla en el tejido productivo, crear un entorno de confianza y potenciar una IA inclusiva”.
Para el Gobierno, la IA tiene un impacto en múltiples sectores, desde la industria hasta la sanidad, pasando por los servicios financieros y la propia administración.
Con tal de materializar este plan, el pasado mes de julio se constituyó un Consejo Asesor de Inteligencia Artificial, compuesto de 17 grandes expertos en distintas instituciones. Encontramos personalidades tan destacadas como Manuel Cebrián, líder del grupo de investigación de Movilización Digital del Instituto Max Planck, Lorena Jaume-Palasi, fundadora de Ethical Tech Society, AlgorithmWatch y IGF Academy, Pablo Rodríguez, ex-director de I+D de Telefónica o Luz Rello, doctora en Ciencias de la Computación, profesora en el IE Business School y fundadora de Change Dyslexia.
Las primeras medidas se centran en el impulso de la investigación científica. Se describe un “incremento de la financiación” reforzando los contratos pre-doctorales y post-doctorales y “promover las sinergias entre universidades y centros de investigación”, así como entre los distintos sectores. También se pretende “crear una plataforma para reducir los tiempos en la llegada de talento” y “explorar mecanismos de inversión alternativos”. Una serie de promesas enfocadas en potenciar el desarrollo, pero que no quedan suficiente concretadas. Para englobar estas actuaciones, se creará una Red Española de Excelencia en IA.
Respecto al talento, el plan contempla introducir elementos de pensamiento computacional e IA en la escuela, como parte del Plan Nacional de Competencias Digitales. En la Formación Profesional se ofrecerá una mayo oferta orientada a la IA y se pondrá en marcha un programa SpAIn Talent Hub en coordinación con ICEX Invest para atraer inversión extranjera. Para el profesorado, se lanzará un programa para homologar títulos internacionales e intentar atraer a expertos de IA a España.
La inteligencia artificial sin datos no tiene mucho recorrido. Para potenciar esta pata de la ecuación se creará una Oficina del Dato y se nombrará un Chief Data Officer, que “participará activamente en la creación de repositorios de datos seguros”. De manera relacionada, se crearán espacios compartidos de datos sectoriales e industriales, que faciliten la creación de aplicaciones de IA.
En materia de la lengua, el plan contempla una iniciativa de Lengua Española en la IA (LEIA), impulsada por la RAE. Por otro lado, se pondrá en marcha un “proyecto de Datos por el Bien Social” y se reforzarán los centros de supercomputación, grandes beneficiarios de los fondos europeos.
De cara a las empresas, se lanzarán programas de ayudas para incorporar la IA y se creará un Fondo NextTech de capital riesgo público-privado. Finalmente se creará el Programa Nacional de Algoritmos Verdes, que premiará aquellas aplicaciones de IA que sean sostenibles.
La eterna promesa de transformar la Administración Pública también está presente. Se promete incorporar la IA, poner en marcha un laboratorio (GobTechLab) que impulse esta unión y se ofrecerán cursos a los empleados públicos con competencias en IA.
A nivel global, se creará un sello nacional de calidad IA, complementario a la certificación europea. Se pondrán en marcha observatorios de evaluación ética y jurídica de los sistemas algorímicos y se plasmará la Carta de Derechos Digitales, que actualmente está en revisión. El Gobierno prevé la creación de un Consejo Asesor de IA, relacionado con el ya anunciado de Transformación Digital.
De entre los 600 millones hasta 2023 que se invertirán en este plan, esta es la división que estará destinada a cada apartado:
- 275 millones de euros para el desarrollo tecnológico de la IA
- 133 millones de euros para integrar la IA en los distintos sectores
- 100 millones de euros para la administración pública
- 42 millones de euros para potenciar y atraer talento
- 42 millones de euros para plataformas de datos
- 8 millones de euros para establecer el marco ético normativo acerca de la IA
Lo que falta son medios, control y pedagogía
“Una estrategia sin medios es simplemente propaganda”, apunta Andres Torrubia, cofundador del Instituto de Inteligencia Artificial que ofrece formación sobre IA para perfiles no técnicos. Para el experto en IA, “es fundamental contar con medios económicos” y apunta que “el presupuesto es escaso en comparación no ya respecto a los líderes de la IA sino a nuestros vecinos, que su vez tampoco son en sí líderes en IA”.
Mientras España va a destinar estos anunciados 600 millones, en Francia disponen de 1.500 millones de euros en el periodo 2018-2022 y Alemania de 3.000 millones de euros entre 2019 y 2025.
“Debemos destacar las menciones a principios éticos, especialmente los de inclusión y no discriminación. Nos hemos encontrado en ocasiones con sistemas que plantean una serie de sesgos, ya sean del propio código o de su entrenamiento”, explica Sergio Carrasco, jurista y experto en privacidad, seguridad e IA. Carrasco apunta que “la referencia a la Carta de Derechos Digitales como marco para las diferentes iniciativas no parece lo más adecuado, en tanto no tiene un carácter normativo. Todas estas líneas deberían ser analizadas para determinar los cambios normativos necesarios, si los hubiere, con participación de expertos tanto técnicos como legales”.
Sobre algunas de las propuestas, Carrasco explica que “el texto hace referencia a interoperabilidad y transparencia en relación con la Inteligencia Artificial pero, por desgracia, hasta el momento estos principios no se han cumplido ni tan siquiera con algoritmos ya utilizados en la actualidad. Habrá que ver cómo se desarrolla la iniciativa en la práctica, pero debería ahondarse incluso en el mismo procedimiento de desarrollo de estos algoritmos cuando toman parte los poderes públicos”.
Borja Adsuara, experto en Estrategia Digital, cree que la ENIA es “necesaria y hay que darle la bienvenida. Otros países la tenían y se ha hecho esperar, es un paso importante. Luego entraremos con tiempo en cada una de las cuestiones, pero la mera existencia es una buena noticia”.
“Los planes están muy bien, lo que a mí me preocupa es la ejecución. En España, cada vez que hay un cambio de Gobierno, el nuevo quiere empezar su propio plan. Habría que ir a sistemas de gobernanza, que aseguren la continuidad de lo que se está haciendo y no haya cambios de rumbo”, explica Adsuara.
“A lo mejor no está tan claro a lo largo de la estrategia, pero tan importante como los millones que se vayan a invertir, los cambios tecnológicos o los aspectos éticos, es la pedagogía. Porque o los ciudadanos de a pie entienden cómo va a incidir la IA en su vida, para bien, o todo lo que se haga en inteligencia artificial fracasará. Porque cada vez que oigan de IA pensarán en Black Mirror“, reflexiona Adsuara, que apunta a un problema de fondo: “lo importante es que estén los datos. Tienes que empezar porque todos los procedimientos de las administraciones generen datos, sino tienes que ir sacando y minando los datos de cada una de las unidades. El problema no es que haya una unidad del dato, sino que toda la administración esté pensada para generar datos automáticamente y no haya que ir a buscarlos“.
Ramón López de Mántaras, director del Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial (IIIA), explica a Xataka que a pesar de coordinar el grupo de trabajo del Ministerio de Ciencia en marzo de 2019 donde se presentó la estrategia de I+D+I en IA, la Secretaría de Estado de Digitalización e IA nunca se puso en contacto con él. “Me temo que el problema de coordinación y colaboración entre ambos ministerios sigue sin resolverse y es verdaderamente una lástima. Mi opinión personal es que la ENIA debería de haberse pilotado desde el Ministerio de Ciencia”, explica el profesor del CSIC.
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Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial: qué pretende el Gobierno conseguir en los próximos dos años con 600 millones de euros
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Enrique Pérez
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