China es el país donde más coches se venden. Y por eso se está llenando de “coches usados” que nadie ha conducido

China es el país donde más coches se venden. Y por eso se está llenando de “coches usados” que nadie ha conducido

El mercado del automóvil en China ha explotado. Sus compañías registran cifras nunca vistas, los registros de matriculaciones funcionan a pleno rendimiento y sus exportaciones están marcando récords.

Solo hay un problema: las cifras están hinchadas.

Unas ventas de récord. En China se vendieron, en 2024, un total de 31,44 millones de coches. De ellos, 12,89 millones los representaron los vehículos de “nueva energía”. Es decir, coches eléctricos e híbridos enchufables. El crecimiento de estos últimos fue desmedido (un 35,5% más que en 2023) pero es que la cifra total también creció hasta sumar un 4,5% más que el año anterior.

¿Es mucho? Mucho, no. Muchísimo. Para que nos hagamos una idea, habitualmente en España se vende algo más de millón de vehículos. Durante la crisis posterior al 2008, las ventas se resintieron hasta caer por debajo de las 900.000 unidades, después de un año en el que se colocaron en el mercado 1,6 millones de automóviles. Desde entonces, no hemos superado los 1,2 millones de vehículos comprados.

Comparado con Europa, la cifra recogida por el continente palidece. En nuestro continente se vendieron 10,6 millones de coches en todo 2024. Es decir, toca mirar al mercado mundial. Según ACEA, se vendieron 74,6 millones de coches el año pasado. Es decir, más del 40% de los coches vendidos en todo el globo se registraron en China.

¡A por el mercado mundial! Las cifras son tan impresionantes que, evidentemente, pusieron en el mapa a los grandes fabricantes chinos. De momento, Toyota sigue siendo el gran fabricante mundial con 10,69 millones de coches registrados en 2024, seguido de Volkswagen en la distancia, con 8,69 millones de vehículos. Hyundai y Kia, con 7,23 millones de coches en las calles, cierran el podium, según datos de Jato Dynamics recogidos por Motor1.com.

A partir de aquí, entramos en unas cifras que nos dejarán una interesante pelea en 2025. Stellantis fue el cuarto fabricante mundial, con 5,64 millones de unidades pero entre el quinto puesto de General Motors (4,69 millones) y el séptimo de BYD hay apenas 420.000 unidades. Geely también se coló entre los 10 fabricantes que más coches vendieron en todo el mundo el año pasado.

Y la tendencia es positiva. Tan positiva que de los 10 fabricantes que más coches vendieron en 2024, sólo tres crecieron respecto al año anterior. Uno es Ford pero apenas aumentó un 1% las ventas. Los otros, por supuesto, son los representantes chinos.

Geely mejoró sus cifras del año anterior en un 20%. Y BYD se estiró hasta un crecimiento del 41%. La cifra promete ser todavía más alta en 2025, año en el que se han puesto un objetivo de 5,5 millones de coches. Eso la pondría en el camino de superar a Stellantis y colocarse como el quinto o, en el mejor de los casos, cuarto productor mundial de vehículos.

Apretando el acelerador. BYD está haciendo todo lo posible por conseguir que esas cifras sigan creciendo. Para ello confía que su desembarco en Europa siga adelante. El BYD Dolphin Surf se plantea como un vehículo clave para ganar terreno entre los vehículos eléctricos de bajo precio, su BYD Seal U DM-i (híbrido enchufable) está siendo un éxito y muy pronto empezará a producir en Hungría. De momento, ya ha superado las ventas de Tesla en Europa.

Y también lo está haciendo en China. Allí ha puesto en marcha una agresiva guerra de precios para seguir manteniendo las ventas en todo lo alto, poner a los rivales contra las cuerdas y, sobre todo, dar salida a un stock de vehículos difíciles de vender ahora que prometieron que sus capacidades de conducción autónoma llegarían a todos sus vehículos, independientemente del precio.

¿Y todas estos coches? Es lo que parece estar diciendo el Gobierno chino a sus fabricantes. Reuters apunta en exclusiva a que los responsables del Estado han llamado a una reunión a los fabricantes. Les preocupa, según la agencia, qué puede suceder si el número de automatriculaciones se desmadra.

Así, han pedido responsabilidad a todas las compañías pero en Reuters ponen el foco en BYD y Dongfeng Motors. Sus concesionarios están vendiendo como “vehículos usados” coches que en realidad nadie ha utilizado. Wei Jianjun, presidente de Great Wall Motor, aseguró en una entrevista con Sina Finance que había entre 3.000 y 4.000 concesionarios actuando de esta manera.

El km 0. Esa fórmula es la que conocemos en Europa como “coches de kilómetro 0”. Son coches que los fabricantes matriculan u obligan a los concesionarios a comprar para mantener el negocio con los mismos. Esos automóviles cuentan en los registros como ventas de vehículos nuevos y, posteriormente, en el conteo de ventas como vehículos usados.

El fabricante puede utilizar esta estrategia por varios motivos. El primero es una respuesta ante las regulaciones. Si se activa, por ejemplo, la obligación de vender coches de serie con un amplio equipamiento de seguridad o una nueva regulación de emisiones y la compañía los tiene parados en un almacén, es mejor matricularlos y tratar de darles salida como vehículos usados.

Otra cuestión es la de los concesionarios que pueden tener cupos mínimos de ventas frente a los fabricantes. Esto lleva a la obligación de hacerse con unos coches que no ha conseguido vender y darles salida más tarde. La ventaja y desventaja para el cliente es evidente: un coche más barato pero sin la posibilidad de elegir nada de su equipamiento.

Una guerra de precios con consecuencias directas. Wei Jianjun, presidente de Great Wall Motors, llegó a asegurar en la entrevista que el sector del automóvil estaba viviendo su propio “Evergrande”, comparando la industria con el colapso que se produjo en el sector inmobiliario con la quiebra de esta compañía. Sin dar nombres, sí señaló que algunos de los “principales fabricantes” de China se habían apresurado para mejorar su imagen y, con ella, el valor de mercado.

Ese mismo valor de mercado ha caído de forma generalizada desde que BYD abriera una nueva guerra de precios con grandes descuentos en más de 20 modelos ofertados. Los inversores temen que estos descuentos desestabilicen una industria que ya es especialmente competitiva.

¿Por qué es un problema? Pero, sobre todo, se teme que los números estén demasiado hinchados, que en la fiebre por crecer lo más rápido posible se esté jugando en exceso con las automatriculaciones y, por tanto, se acumule un stock de vehículos a los que sea muy complicado dar salida.

Los cálculos de Bernstein Research recogidos por The Wall Street Journal, se esperaba que la producción de vehículos china aumentara en unos 5 millones de unidades entre 2023 y 2025. Sin embargo, el mercado chino sólo tenía capacidad para absorber unos 3,7 millones de coches.

Acumular stock es problemático porque cada día que pasa es más complicado vender ese mismo coche ya que se queda obsoleto, se deprecia (hay más prisa por colocarlo en el mercado) y, por tanto, la imagen de marca queda dañada. Es algo que Stellantis o Tesla pueden explicar a cualquier marca china.

Foto | BYD

En Xataka | Europa se ha propuesto vendernos coches eléctricos y China se frota las manos: ya fabrica el 76% de los vendidos en todo el mundo


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China es el país donde más coches se venden. Y por eso se está llenando de “coches usados” que nadie ha conducido

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Xataka

por
Alberto de la Torre

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