Probamos el nuevo Škoda Octavia: la berlina superventas sigue siendo igual de funcional y se convierte en un pequeño Superb
La nueva generación del Škoda Octavia, como ha ocurrido con su primo hermano el SEAT León, ha llegado en un momento convulso al mercado español. Esta nueva entrega tiene la complicada tarea de mantener la senda del éxito para este modelo que es históricamente el más importante de la firma checa.
Con esta premisa nos ponemos a los mandos del Škoda Octavia 2020: entre sus argumentos encontramos la habitual funcionalidad y habitabilidad pero, a la vez, da un gran salto en tecnología y calidad percibida, además de ofrecer la gama más amplia de la historia de la berlina compacta en lo que toca a motorizaciones.
Con 7 millones de unidades vendidas en todo el mundo, el Octavia se sigue manteniendo como el superventas de la marca, pese a que los SUV han empezado a tomar fuerza en su mix de mercado en los últimos tiempos y siendo el Fabia el más vendido de la firma checa en España. No obstante, el exitoso modelo representa el 25 % de las ventas totales de la firma en nuestro país y quiere seguir manteniendo sus números.
Así, llega esta nueva entrega de la berlina, que integra una amplia oferta de mecánicas añadiendo por primera vez variantes híbridas enchufables y opciones mild hybrid de gasolina, además de contar con versiones habituales como la deportiva RS o la campera Scout. El objetivo es ampliar el target lo máximo posible y salvar el incremento de precio que supone su salto tecnológico y de calidad.
Ya veremos qué dicen los fríos números, pero ahora toca conocer más al detalle lo que propone esta nueva entrega que, además de mostrar un diseño más deportivo, se adapta a los nuevos tiempos reduciendo las distancias con el buque insignia de la firma, el Superb.
Acento en la habitabilidad e inyección de tecnología y confort
Como ha ocurrido en anteriores generaciones el nuevo Škoda Octavia calca prácticamente dimensiones en sus dos carrocerías, berlina y familiar Combi, tanto en longitud y anchura como en batalla. Las dos sólo difieren en altura, siendo 2 mm más bajo el Combi, así como en tamaño de maletero, añadiendo el familiar 40 litros de capacidad.
LONGITUD |
ANCHURA |
ALTURA |
BATALLA |
MALETERO |
|
---|---|---|---|---|---|
OCTAVIA |
4.689 mm |
1.829 mm |
1.470 mm |
2.686 mm |
600 – 1.555 litros |
OCTAVIA COMBI |
4.689 mm |
1.829 mm |
1.468 mm |
2.686 mm |
640 – 1.700 litros |
El Octavia sigue apostando por sus fuertes, que son la habitabilidad y la capacidad de carga. Así, cuando abrimos el portón seguimos encontrando un amplio espacio que supera el metro de profundidad desde la boca hasta los respaldos traseros, contando además con dos generosos huecos a cada lado. La cortinilla ahora tiene una posición intermedia lo que da más juego a la hora de acceder a la carga o incluso permite colocarla sobre ella.
Por su parte, las plazas delanteras disfrutan de una anchura de 1,46 metros y las traseras de 1,44 metros, siendo idénticas en el familiar y la berlina, mientras que el espacio desde el asiento delantero hasta el techo es ligeramente mayor en el Combi: 1,04 metros delante respecto a los 1,03 metros de la berlina. Asimismo, las plazas traseras ofrecen más espacio para las cabezas en el familiar: 0,98 metros en comparación a 0,97 metros del sedán. Aunque las diferencias son mínimas.
Otro de los aspectos destacables de este Octavia, como ha venido siendo habitual, es el espacio para las rodillas en la fila posterior, que es de 7,8 centímetros en adelante (con el asiento delantero lo más retrasado posible). A ello se añade que las plazas traseras son notablemente cómodas gracias al apoyo lumbar y a las dos alas del reposacebezas que pueden desplegarse para descansar la cabeza.
El nuevo Octavia hace gala de un habitáculo más diáfano y minimalista, a lo que contribuye sobre todo el túnel central al desaparecer la palanca de cambios con la inclusión del pequeño selector shift by wire y la incorporación del freno de estacionamiento eléctrico. Así, se añade un hueco abierto más generoso bajo la consola que además es una plataforma de carga inalámbrica para smartphones.
También cuenta con dos posavasos ajustables y el habitual cofre central bajo el reposabrazos, regulable longitudinalmente y en altura, que lo cierto es que ha perdido algo de profundidad en comparación con el modelo saliente.
Todo ello se acompaña en este Octavia 2020 con un buen salto en calidad percibida. Si comparamos su acabado más alto Style, que es el que hemos conducido, con su equivalente anterior, ambos hacen gala de superficies gomosas, pero encontramos nuevos acentos en tela en el salpicadero, y las molduras metálicas, iluminadas en su zona inferior, están presentes en el mismo y en el interior de las puertas.
Además, el nuevo Octavia es mucho más digital, lo que le acerca al Superb, gracias a la instrumentación Virtual Cockpit de 10,25 pulgadas. Ésta ofrece hasta cuatro esquemas diferentes, que podemos cambiar simplemente apretando un botón del volante multifunción, lo que resulta muy cómodo.
El Virtual Cockpit se acompaña de un nuevo display multimedia de o bien 8,25 pulgadas, de serie en el acabado Ambition que el más barato por el momento disponible (y que también incluye el cuadro de instrumentos digital), o bien de 10 pulgadas en el caso del Style. Este último integra el sistema de infoentretenimiento tope de gama Columbus con Smartlink sin cables para Apple CarPlay y Android Auto, que es muy sencillo de conectar como hemos podido comprobar con un terminal iPhone.
Y, por primera vez, el Octavia incorpora un head up display, que se proyecta sobre el parabrisas y que se ajusta desde la pantalla multimedia, lo que obliga a que lo hagamos antes de ponernos en marcha. El mismo puede configurarse con diferentes informaciones como indicaciones de navegación, aviso por proximidad con el vehículo que nos precede o límite de velocidad de la vía por la que circulamos.
Por supuesto, no faltan las soluciones simply clever, pudiendo seleccionar hasta 25 opciones diferentes. Entre las novedades se destaca el bolsillo para teléfonos móviles en las plazas traseras o las cortinas integradas en las ventanillas posteriores (un opcional incluido en el Pack Confort).
De igual manera, dispone de bondades como un separador extraible para evitar que se deslice la carga sobre el piso del maletero, un buen conjunto de redes para asegurar la misma, la clásica papelera de los huecos de la puertas o un añadido con ranuras para la llave, el teléfono y monedas que puede colocarse en los posavasos.
Conduciendo el Škoda Octavia 2020
Al sentarnos al volante del nuevo Octavia lo primero que apreciamos es que los botones físicos se reducen notablemente, convirtiendo a la pantalla táctil en su centro neurálgico. Desaparecen por ejemplo las ruletas de la climatización, que ahora sólo puede ajustarse desde el display, aunque al menos se mantiene un acceso directo con la temperatura en el inferior de la pantalla, por lo que es bastante accesible.
El puesto de conducción es muy confortable gracias al soporte lumbar, que es de serie en el acabado Style y opcional en el Ambition. De igual manera, las plazas delanteras también pueden incorporar ajuste eléctrico, ventilación, calefacción y función masaje, aunque se trata de un opcional en cualquiera de las versiones.
Maniobrar con el nuevo Octavia es más cómodo y sencillo gracias al selector de cambio shift by wire que equipan todos los DSG: con un sólo dedo podemos pasar de marcha atrás a marcha adelante, pues sólo tiene tres posiciones incluyendo la neutra. Así, la función Parking pasa ahora a activarse con un botón. Si queremos pasar a modo manual, lo más cómodo es cambiar de marcha con las levas, aunque este nuevo mando también lo permite.
También varía el selector de modos de conducción pues, aunque se despliega con un botón físico bajo el display, sólo podremos cambiar entre modos (Normal, Confort, Sport, Eco y Personalizado) en la pantalla táctil.
La variante que hemos conducido es la 2.0 TDI EVO de 150 CV y en carrocería Combi, que lo cierto es que sigue sentándole muy bien a la berlina. Sin embargo, en los modos Drive y Eco, le sigue costando un poco responder a bajas revoluciones, por ejemplo en rotondas o al reanudar la marcha tras un Stop. Una carencia que puede minimizarse si seleccionamos el modo Sport.
La ruta que completamos con el Octavia es esencialmente en carreteras convencionales, incluyendo alguna zona revirada de la sierra de Madrid, donde se muestra bastante dinámico para tratarse de un coche que pone el acento en el confort y no en la deportividad, al menos en lo que toca a la variante convencional. Ya veremos que tiene que decir el RS al respecto.
Por otro lado, si hundimos el pie para adelantar o cambiar de carril, responde con alegría y rápidamente, aunque este motor, en fuertes aceleraciones, resulta algo ruidoso. En general nos ha gustado la conducción que ofrece, pues puede ser sosegada y confortable y a la vez rabiosa en situaciones más exigentes.
Nos hemos quedado con las ganas, no obstante, de probar como responden otras versiones y el cambio manual pero la situación actual, marcada por la pandemia, no nos ha permitido cambiar entre variantes en esta primera toma de contacto.
Más asistencia a la conducción y asistente virtual
En la nueva era del Octavia, la tecnología está muy presente, tanto en lo que toca a conectividad como en asistencia a la conducción. Como ha ocurrido con los últimos estrenos de la marca, la berlina compacta incorpora el asistente virtual inteligente Laura, de serie desde la versión Ambition.
Este sistema ha evolucionado bastante un año después de que lo probáramos en el SUV Kamiq, manejándose mucho mejor con órdenes en lenguaje natural. Tras activarlo diciendo “Ok, Laura”, podemos indicarle que tenemos frío o calor, a lo que actúa inmediatamente bajando o subiendo la temperatura un grado únicamente en la zona de quién lo solicita (conductor o acompañante). Esto minimiza que la climatización sólo se maneje desde el display, pues no tendremos que levantar las manos del volante.
Además, por ejemplo, si le decimos “No me gusta la música” apaga el sistema de sonido o si le indicamos que ponga una cadena de radio específica lo entiende a la perfección. También nos muestra restaurantes de la ruta si comentamos que tenemos hambre o estaciones de servicio si preguntamos por repostar el coche.
Por otro lado, el nuevo Octavia, siguiendo la estela de prácticamente todos los estrenos de los últimos años, también hace hincapié en la tecnología de asistencia a la conducción, mejorando la que encontrábamos en su antecesor.
De serie en todos los acabados, lo que incluirá el de acceso aún no disponible, equipa frenada automática de emergencia Front Assist y asistente de mantenimiento de carril, el cual, por cierto, es bastante menos intrusivo en lo que respecta a correcciones al volante, a lo que ayuda que pueda desactivarse la vibración del volante.
Pero además encontramos opcionalmente el control de crucero adaptativo y predictivo, que frena de forma automática respecto al vehículo que circula delante (distancia que puede regularse a tres niveles y también desde el volante) y que dispone de función atasco, para pararse y reanudar la marcha de forma automática. Este sistema está disponible en el pack opcional Travel Assist.
También cuenta con detector de ángulo muerto, sistema de detección de señales de tráfico o asistente de aparcamiento autónomo y, más tarde, incorporará asistente de giro, mejorando estas maniobras sobre todo en intersecciones de poca visibilidad.
Mucho donde escoger, a partir de octubre
En España, Škoda dotará a la nueva generación del Octavia de una amplia oferta mecánica con hasta 14 opciones diferentes. Por el momento, sólo están disponibles cuatro de ellas, los TSI EVO de 1.0 litro y 110 CV y 1.5 de 150 CV y los diésel 2.0 TDI EVO de 115 CV y 150 CV, de los que sólo el de gasóleo más potente cuenta en estos momentos con cambio automático DSG.
No obstante, entre agosto y octubre de este 2020 completará su gama al completo, como, por ejemplo, con el lanzamiento del gasolina más prestacional, el 2.0 TSI en potencias de 190 CV y 245 CV, que se ofrecerán en las variantes Scout y RS respectivamente, además de dotar al TSI de 150 CV de cambio DSG.
También llegarán las esperadas variantes en clave eco, protagonizadas por los gasolina mild hybrid asociadas a las opciones gasolina 1.0 y 1.5, una en agosto y la otra más tarde, y la versión de gas natural (GNC) G-Tec, también gasolina y en su caso con el 1.5 de 130 CV. Todos ellos contarán con la etiqueta ECO de la DGT.
Pero la joya de la corona es el Octavia híbrido enchufable que, asimismo, efectuará su lanzamiento en el último cuatrimestre de este año. Éste combina un gasolina 1.4 TSI con un propulsor eléctrico para llegar hasta los los 204 CV y los 245 CV. Éste último sólo estará disponible en el deportivo RS.
En lo que respecta a los bloques de gasóleo, en el caso del mercado español únicamente resta el estreno del 2.0 TDI de 200 CV, el cual podrá seleccionarse tanto en el Scout como en RS, completando la gama de ambas variantes. Y, por último, Škoda incorporará el cambio DSG en el diésel más pequeño de 115 CV.
En lo que respecta a acabados, a los dos disponibles actualmente, Ambition y Style, se añadirá el base Active, cuyo lanzamiento está fijado para el mes de agosto, y uno deportivo con denominación Sport, que llegará más adelante.
Precios del nuevo Škoda Octavia
El extra de tecnología, calidad y confort, supone que el nuevo Octavia haya elevado su precio respecto al modelo saliente, pues arranca en 24.900 euros. Aunque hay que tener en cuenta que la opción más barata disponible está integrada por el acabado intermedio Ambition, pues el básico Active aún no ha llegado.
No obstante, la firma no quiere perder uno de sus principales argumentos (calidad/precio) por lo que en su lanzamiento disfruta de descuentos que oscilan entre los 2.850 y los 3.750 euros según versión. Además, en el caso de financiar con la marca, la bonificación es aún mayor: entre 5.350 y 6.250 euros aplicada sobre el P.V.P.
Asimismo, todas las variantes ahora disponibles en el mercado pueden beneficiarse del plan Renove 2020 que, al ser de calificación energética A, suman una bonificación de 800 euros. Los otros 800 euros que debe aplicar la marca se incluyen en los descuentos ya indicados. Hay que recordar, sin embargo, que para poder adherirse a estas ayudas a la compra se debe hacer entrega de un vehículo antiguo de al menos diez años.
Škoda Octavia
P.V.P |
PRECIO CON DESCUENTO |
PRECIO CON RENOVE |
|
---|---|---|---|
1.0 TSI 110 CV MT6 |
24.900 euros |
22.100 euros |
21.300 euros |
1.5 TSI 150 CV MT6 |
26.650 euros |
23.800 euros |
23.000 euros |
2.0 TDI 115 CV MT6 |
27.550 euros |
23.800 euros |
23.000 euros |
2.0 TDI 150 CV DSG |
30.550 euros |
26.800 euros |
26.000 euros |
STYLE |
|||
1.5 TSI 150 CV MT6 |
28.950 euros |
26.100 euros |
25.300 euros |
2.0 TDI 150 CV DSG |
32.850 euros |
29.100 euros |
28.300 euros |
Škoda Octavia Combi
P.V.P |
PRECIO CON DESCUENTO |
PRECIO CON RENOVE |
|
---|---|---|---|
AMBITION |
|||
1.0 TSI 110 CV MT6 |
25.600 euros |
22.700 euros |
21.900 euros |
1.5 TSI 150 CV MT6 |
27.350 euros |
24.400 euros |
23.600 euros |
2.0 TDI 115 CV MT6 |
28.250 euros |
24.400 euros |
23.600 euros |
2.0 TDI 150 CV DSG |
31.250 euros |
27.400 euros |
26.600 euros |
STYLE |
|||
1.5 TSI 150 CV MT6 |
29.650 euros |
26.700 euros |
25.900 euros |
2.0 TDI 150 CV DSG |
33.550 euros |
29.700 euros |
28.900 euros |
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Probamos el nuevo Škoda Octavia: la berlina superventas sigue siendo igual de funcional y se convierte en un pequeño Superb
fue publicada originalmente en
Motorpasión
por
Alejandra Otero
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