Llevo años queriendo pantallas 2K planas en móviles: por fin me están escuchando
Hubo un tiempo en el que los paneles QHD sin curvas eran protagonistas en la gama alta. Samsung los introdujo con su Galaxy Note 4 en el año 2014 (ya ha llovido desde entonces), LG con su G3 en 2013 e incluso fabricantes como Google lo llegaban a introducir en móviles como el Pixel XL. La alegría duró poco.
Con la llegada del Samsung Galaxy S6 Edge llegaron las (malditas) curvas, un añadido estético no demasiado funcional que poco a poco ha copado la práctica totalidad de propuestas en gama alta. Si quieres un flagship, tendrá que tener pantalla curva. Por suerte lanzamientos recientes, como el del Xiaomi Redmi K50 Pro muestran que hay luz al final del túnel.