Motorola Razr 2022, análisis: para brillar en la gama alta Motorola necesitaba un plegable. Y no cualquier plegable
Motorola por fin tiene un plegable a la venta en España. El RAZR 2022 llega directo para competir con el Samsung Galaxy Z Flip4, situándose como un terminal en formato concha con las máximas especificaciones. La baza del software juega a su favor, pero hay muchos deberes por hacer.
Hemos podido analizar en profundidad este Motorola RAZR de 2022, una de las mayores apuestas de Motorola junto a su Edge 30 Ultra para competir con los mejores móviles de gama alta del año, pero en un formato más reducido.
Ficha técnica del Motorola Moto Razr 2022
MOTOROLA Razr 2022 |
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DIMENSIONES Y PESO |
Abierto: 79.79 x 166.99 x 7.62mm |
PANTALLA |
Principal: 6,7″, Full HD+, AMOLED, hasta 144 Hz |
PROCESADOR |
Qualcomm Snapdragon 8+ GEN 1 |
MEMORIAS |
8 GB (LPDDR5) + 256 GB (UFS 3.1) |
BATERÍA |
3.500mAh |
SOFTWARE |
Android 12 |
CÁMARA TRASERA |
50 MP f/1.8, OIS |
CÁMARA DELANTERA |
32 MP f/2.4 |
CONECTIVDAD |
5G SA/NSA |
OTROS |
Altavoces duales Dolby Atmos |
PRECIO |
1.199 euros |
La experiencia con el Motorola Razr 2022
En los plegables el diseño forma parte de la experiencia de uso, así que empezamos este análisis de una manera algo distinta. Vamos a contarte cómo es usar un teléfono así, y cuáles son las principales diferencias frente a un teléfono convencional. En el Razr 2022 estamos ante un terminal de tipo concha, por lo que se pliega en vertical para cerrarse y ocupar la mitad de espacio.
El teléfono nos llegará desplegado, con su cargador, cable y una funda transparente dividida en dos mitades. El propio cuerpo del es tan ligero y refinado en diseño respecto a sus rivales directos, pero no deja de ocupar la mitad que cualquier teléfono a lo largo.
Cuando está plegado, hay cierto espacio entre las dos mitades del panel. Tendremos que tener cuidado de no introducirlo en un bolsillo o bolso con polvo, por si se acaba colando alguna partícula en el interior. No obstante, este espacio de separación no es muy grande, y no hemos tenido menor problema con el mismo en estos días de uso.
Con el móvil plegado, la pantalla secundaria será la principal protagonista. Más adelante te hablaremos de ella, pero aquí no hablamos de un centro de notificaciones e interacción ligera: hablamos de Android en miniatura. Esta pantalla nos permite ejecutar aplicaciones, responder mensajes y gestionar el teléfono prácticamente como si lo tuviéramos abierto (con ciertas limitaciones que te contaremos más adelante).
La calidad de construcción es excelente, y no tendría miedo (a priori) por la bisagra. Es cierto que en este móvil está bastante blanda y opone poca resistencia, algo que permite que cerrar y abrir el móvil sea menos tedioso. El tiempo dirá si da de sí con los meses de uso, pero en principio no hay mayor pega al doblar y desdoblar este teléfono.
Si le damos la vuelta, estamos ante un móvil bastante ancho para ser un plegable, con un formato 20:9 que lo equipara a los teléfonos estándar. El aprovechamiento frontal es bastante mejorable, con unos marcos frontales y laterales bastante prominentes que hacen del acabado de este Motorola algo menos refinado. Entre el protector de pantalla (que no debemos quitar para conservar la garantía) y el propio marco, hay algún milímetro de espacio sobrante en el que se acumula algo de polvo.
Pero la principal pega del diseño no está en esas nimiedades, sino en la posición de los botones. En los plegables, la bisagra está justo en la zona central, posición idónea para el botón de desbloqueo/lector de huellas. Es habitual que, por esta limitación, este lector esté más alto. Pero en el caso de Motorola no solo está alto, sino que es un botón muy fino y pequeño.
Me ha sido bastante difícil acertar con este lector de huellas, encima del cual hay dos botones de volumen también sumamente pequeños y que podemos llegar a pulsar de forma simultánea sin quererlo. Una construcción de tan alto nivel merecía una botonera menos molesta, y es que hacer capturas de pantalla, gestionar el volumen o desbloquear el teléfono con el lector es algo tedioso.
Salvando los contras, este Razr tiene mucha personalidad. Es un terminal que se reconoce y diferencia respecto a sus competidores, que apuesta por el aluminio y cristal como dictan las directrices no escritas de la gama alta, y que está a la altura del segmento, aunque no lidere aquí.
Pantalla: sin miedo a enfrentarse a los mejores
La pantalla de este Motorola RAZR 2022 es buena, muy buena. Primero hablaré de la arruga, el tema que más me preocupa cada vez que analizo un móvil plegable. Aquí tan solo encuentro buenas noticias, ya que hace falta ir específicamente a buscar la arruga para darse cuenta de que está ahí.
Por la construcción tan peculiar de este dispositivo, la arruga es prácticamente cuatro veces más ancha que la de un Galaxy Z Flip4. La ironía es que se nota mucho menos al tacto y, en el día a día, es como si no estuviese ahí. Una de mis mayores quejas con los plegables está en sentir esta arruga cuando hago scroll, y con este Motorola no he tenido el menor problema.
Respecto a la calidad de la pantalla, estamos ante una pOLED, tecnología que suele estar por detrás de las Super AMOLED habituales. Pese a los tecnicismos, las 6,7 pulgadas, la resolución Full HD+, los 120 Hz de tasa de refresco y la compatibilidad con contenidos HDR10+ sitúan a este Motorola ante una de las mejores pantallas del segmento. No he echado en falta mucho más brillo en exteriores, la calibración es buena, y los ángulos de visión no están nada mal.
Con el brillo al máximo acusa cierto efecto arcoíris, pero es algo mínimo y alejado de las desviaciones de color que vemos en terminales de gamas más bajas. Es un panel de móvil caro, y no tendremos problemas al usarlo.
Por último, respecto a las opciones de personalización, Motorola solo proporciona dos modos de color (saturado y natural, los stock de Android) y permite ajustar la temperatura del panel. Tenemos opciones interesantes adicionales, como que no se apague si lo estamos mirando, poder configurar la resolución de las grabaciones de pantalla o algunos gestos como el de tres dedos para hacer capturas de la misma.
La pantalla externa: la prueba de que se pueden evitar las arrugas
Al ser tan pequeña, de tan solo 2,7 pulgadas, pudiera parecer que la pantalla secundaria de este Motorola está destinada a ser un mero complemento. Pero la marca no lo ha querido así. Motorola ha adaptado su sistema para que algunas apps puedan ejecutarse al completo en este panel secundario.
El resultado es, sencillamente, impresionante: podemos ver vídeos de YouTube, usar la calculadora, ejecutar el modo Ready For, e incluso jugar alguna que otra partida al Astro Odyssey, juego que viene preinstalado. La lista de apps que podemos ejecutar no es muy extensa de forma oficial, pero podemos forzar que las apps funcionen en la pantalla externa desde los ajustes. Así que, sí, puedes jugar al Genshin Impact o al Apex Legends desde ella (aunque no hay razones para hacerlo).
Las opciones de personalización están bastante cuidadas, pudiendo cambiar el tipo de reloj, los elementos del mismo, los accesos directos de la pantalla secundaria. Una implementación prácticamente perfecta que nos permite sacar todo el potencial del teléfono, aunque lo tengamos cerrado encima de una mesa.
Sonido: los plegables también saben sonar con contundencia
El sonido ha sido otra de las grandes sorpresas en este teléfono. Está a la altura de cualquier móvil de gama alta, e incluso por encima de algún que otro exponente con un PVP superior. El sonido es contundente, con buena pegada de graves y con un volumen máximo espectacular.
Este no es un terminal muy delgado, por lo que el jack de auriculares le hubiese quedado de diez, al tener esta estética Neo-retro. Destacar que el teléfono llega con soporte oficial para Dolby Atmos y con reducción de ruido en llamadas VoIP.
Rendimiento: una bestia en todos los sentidos
Motorola no se ha andado con miramientos a la hora de dotar al Razr 2022 de la máxima potencia. Encontramos el Qualcomm Snapdragon 8+ Gen 1, acompañado de 8 GB de RAM y 256 GB de memoria interna. No hay demasiadas sorpresas en un móvil con este hardware y una versión limpia de Android: vuela.
El rendimiento es excelente en este teléfono, con el único hándicap de que el ejercicio de disipación de calor es mejorable. Si queremos hacerlo funcionar a 144 Hz podemos hacerlo desde el modo de juego, del mismo modo que podemos forzar ligeramente la CPU para que sostenga algo mejor los FPS. No es el mejor exponente en gaming con este procesador, pero el rendimiento es una delicia, los frames se mantienen con cierta estabilidad y aunque alcanza cierta temperatura de forma rápida, esta se mantiene estable.
MOTOROLA RAZR 2022 |
GOOGLE PIXEL 7 PRO |
POCO F4 GT |
XIAOMI 12 PRO |
ONE PLUS 10T |
GOOGLE PIXEL 6 |
SAMSUNG GALAXY S22 ULTRA |
OPPO RENO8 PRO |
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PROCESADOR |
QUALCOMM SNAPDRAGON 8+ GEN 1 |
GOOGLE TENSOR G2 |
QUALCOMM SNAPDRAGON 8 GEN 1 |
QUALCOMM SNAPDRAGON 8 GEN 1 |
QUALCOMM SNAPDRAGON 8+ GEN 1 |
GOOGLE TENSOR |
EXYNOS 2200 |
MEDIATEK DIMENSITY 8100-MAX |
RAM |
8 GB |
12 GB |
8 GB |
12 GB |
16 GB |
12 GB |
12 GB |
8 GB |
GEEKBENCH 5 (Single-Core/Multi-Core) |
1.304 |
1.047 |
1.197 |
1.250 |
1.068 |
1.003 |
1.171 |
947 |
3D MARK (WILD LIFE UNLIMITED) |
10.873 |
6.632 |
10.031 |
10.332 |
7.715 |
– |
5.967 |
|
3D MARK (WILD LIFE STRESS) |
10.938 |
6.620 |
10.118 |
– |
10.234 |
7.010 |
– |
5.966 |
PCMARK (WORK 3.0 PERFORMANCE) |
15.378 |
10.449 |
13.481 |
13.180 |
16.765 |
15.207 |
14.043 |
12.791 |
En pruebas de rendimiento hemos medido una estabilidad inferior al 50%, una tónica habitual en plegables. Al estar divididos en dos partes, es bastante difícil disipar el calor, por lo que estos teléfonos se ven obligados a disminuir su potencia (throttling) para no acabar ardiendo.
La principal pega de esta caída es que, al ser la tasa de refresco adaptativa, cuando está caliente notamos que no se refresca a 120Hz, sino a tasas inferiores. Es algo que solo sucede durante algunos minutos hasta que se estabiliza la temperatura, pero se ha de tener en cuenta.
Biometría
Respecto a la biometría, hemos tenido que apostar por el reconocimiento facial, ya que el lector de huellas falla bastante, amén de la mala construcción citada anteriormente sobre el propio botón capacitivo. El reconocimiento facial 2D, mediante la cámara de fotos, es un parche suficiente para el día a día, aunque cuando la luz escasea tiene ciertos problemas para funcionar correctamente, al no contar con una luz de apoyo o emisor infrarrojo.
Autonomía: el cargador es tu aliado
3.500mAh son pocos, por más optimizado que esté el teléfono. Los datos de autonomía son bastante pobres, de unas 3 horas de pantalla con algo de juego, redes 5G y WiFi. En uso ligero con WiFi y brillo bajo quizás lleguemos a cinco, pero si usamos este gama alta como lo que es, no llegaremos a la tarde con batería.
Del mismo modo, parece haber algo sin optimizar en este teléfono. El consumo de procesos como Play Store ha sido alto, y la gráfica de batería nos mostraba el proceso de wakelock (indicativo de que el teléfono no estaba entrando correctamente en reposo) bastante alto. Por software puede que mejoremos este gasto en segundo plano, pero el consumo en uso activo seguirá siendo bastante alto.
El cargador es de 30W, y permite cargar este teléfono en menos de una hora (alguna ventaja tenía que tener una batería tan pequeña). Echamos en falta la carga inalámbrica, máxime en un teléfono tan pequeño y que casa tan bien con la mayoría de bases de carga.
Software: los deberes bien hechos
Por el software pasaremos rápido porque no hay mucho que contar, y esto siempre son grandes noticias. Motorola apuesta por Android 12 sin apenas personalización. Tan solo vienen preinstaladas Astro Odyssey, la app de Dolby Atmos, la propia app de Motorola y el software de Google. Android limpio, sin añadidos innecesarios, y respetando la interfaz de Google Stock.
Una de las funciones estrella en la capa de Motorola es Ready For, su solución para enviar contenidos desde el teléfono a cualquier monitor o televisión de forma inalámbrica (también podemos hacerlo por cable). La conexión es muy sencilla, en nuestro caso, hemos conectado este teléfono a una televisión de Samsung conectándolos a la misma red WiFi e introduciendo un código.
Conectado el móvil al teléfono, el propio teléfono actúa como ratón mediante un pad táctil, y podemos acceder a una interfaz completamente adaptada a escritorio. Es ideal para consultar documentos o para ejecutar cualquier tipo de aplicación en una pantalla más grande.
También hay algunas aplicaciones que se adaptan al tener el teléfono a 90 grados, como la cámara a la hora de hacer selfies o YouTube para ver vídeos con el móvil apoyado en alguna superficie.
Por lo demás, la aplicación de Moto nos permite personalizar el dispositivo creando nuestros propios temas, aunque no tenemos los acentos automáticos de Material You. Si queremos cambiar los colores del sistema hay que hacerlo de forma manual, no basta con cambiar el fondo de pantalla del teléfono.
Cámaras: pocas cámaras y resultados algo justos
La ambición fotográfica de este Motorola Razr 2022 es alta, a pesar de que tan solo cuenta con una cámara principal de 50 megapíxeles y un ultra gran angular de 13. Antes de hablar de los resultados, en los que Motorola promete tener “la mejor cámara en un Flip Phone”, hablaremos de la aplicación de cámara.
La app de Motorola es bastante sencilla, con todos los controles necesarios a mano y sin demasiados añadidos. La función que más llama la atención es la de poder vernos en la pantalla trasera del dispositivo, algo que nos ayudará bastante a la hora de fotografiar personas.
Cámara principal
La cámara principal de este Motorola RAZR 2022 nos deja con sensaciones encontradas. El tiempo no ha acompañado estosías, pero las situaciones nubosas de media luz son ideales para comprobar la fuerza bruta del sensor. Las fotografías son correctas, pero poco más. El rango dinámico nos ha gustado, se levantan bien la sombras y no hay quemados, pero hay bastante empastado por un ejercicio de reducción de ruido algo excesivo.
El músculo está presente, el sensor es bueno y la apertura f/1.8 es suficientemente luminosa. Solo falta que Motorola termine de afinar el trato que le da a la imagen, ya que no termina de exprimir el potencial que tiene su hardware.
El trato de la piel tiende demasiado al rojizo y anaranjado, amén de que el lavado general es excesivo. Incluso en condiciones lumínicas en las que no se necesita tal reducción de ruido, sin modo belleza ni modos adicionales activos, esta es la tónica general.
Ultra gran angular
El trabajo con el gran angular está en la línea del sensor principal. Aquí sí que notamos que al HDR le cuesta un poco más, sobre todo cuando hablamos de levantar las zonas de sombra. A nivel de detalle queda claramente por debajo del sensor principal, pero no se comporta nada mal si la luz acompaña.
Modo retrato
Nos pasó con el Motorola Edge 30 Ultra, y vuelve a suceder en este plegable. El modo retrato es demasiado artificial, aunque parece algo mejor en este plegable. Podemos regular la cantidad de bokeh para intentar mejorar los resultados pero, honestamente, el sensor es tan grande que acaba siendo más recomendable disparar de cerca, sin retrato.
Fotografía nocturna
Cuando cae la noche, el Razr 2022 se las apaña bastante bien en modo automático, el cual activa el modo noche por defecto durante los segundos que considera necesario. Curiosamente, destaca más de noche que de día, algo poco habitual en fotografía móvil. No recomendamos desactivar el modo noche si queremos la máxima nitidez, ya que la cámara lo pasa un poco mal sin este extra de luminosidad.
Lo que sí hemos de tener en cuenta es que el balance de blancos es mucho más preciso sin modo noche. En esta escena, el modo noche ha querido corregir hacia el neutro el tono cálido de las farolas. No era excesivo ni molesto (la escena era así), pero en disparo automático (modo noche activo) aquí se pierden esos matices.
Selfie
El selfie es bastante justo, con un HDR que no parece funcionar demasiado bien y acaba quemando las altas luces, con un trato de la imagen muy blando (falto de contraste, detalle, etc.) y poco en la línea con un terminal de esta gama.
Vídeo
La grabación de vídeo no es el fuerte de este Motorola Razr 2022. La estabilización sufre bastantes trepidaciones cuando estamos andando, lo cual genera cierta distorsión de la imagen. El trabajo en colorimetría no es muy preciso y, aunque podemos grabar hasta 4K 60 FPS, la calidad general es mejorable. Es un vídeo para inmortalizar cualquier escena y salir del paso, pero aquí no compite con la gama más alta.
Motorola Razr 2022, la opinión de Xataka
Motorola ha hecho bien los deberes con su RAZR. Tiene un software envidiable, buen rendimiento e incluso la cámara es una grata sorpresa. Si queremos un plegable completo, con una experiencia cercana a la concepción que tiene Google sobre Android, esta es la opción ganadora. Un móvil con mucho equilibrio, aunque no por ello libre de deberes pendientes.
La autonomía es la gran asignatura pendiente, y es que poco más de 3 horas de pantalla en uso intensivo son sencillamente insuficientes para un terminal de este calibre. Los móviles de concha no lo tienen fácil para aumentar la densidad de su batería, pero 3.500mAh es una cifra muy baja y mejorable.
Los 1.199 euros de partida son un alto peaje, tónica habitual en cada plegable recién presentado. El nuevo formato se paga, y en decisión de cada usuario queda el determinar si merece o no la pena invertir este extra por tener un móvil más cómodo en el bolsillo, pese a las incógnitas que siguen planteando estos conceptos en términos de durabilidad.
8.6
A favor
- El rendimiento es excelente.
- La capa de Motorola es Android Stock. Y Android Stock es salud.
- Buena pantalla en términos generales.
En contra
- La botonera es un hándicap que penaliza mucho la experiencia de uso.
- La autonomía necesita mejorar, mucho.
- El apartado fotográfico no es malo, pero se espera más en un móvil de más de 1.000 euros.
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La noticia
Motorola Razr 2022, análisis: para brillar en la gama alta Motorola necesitaba un plegable. Y no cualquier plegable
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Ricardo Aguilar
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