Las vacaciones casi nunca son suficientes: cómo descansar del estrés laboral durante el resto del año

Las vacaciones casi nunca son suficientes: cómo descansar del estrés laboral durante el resto del año

El trabajo nos está agotando como nunca antes en la historia reciente, según varios estudios. Por ejemplo, el informe State of the Global Workplace de la consultora de investigación de mercado Gallup, señala que en 2021 el 44% de los profesionales de todo el mundo sintieron altos niveles de estrés a diario. Y un informe de Adecco asegura que el 40% de los trabajadores del planeta ha sufrido alguna vez burnout.

Esto hace que muchos trabajadores se sientan tensos e incómodos durante su jornada laboral, y que incluso las ansiadas vacaciones de verano, con varias semanas para desconectar, no sean efectivas y no logren recuperarse por completo de un año cargado de trabajo. Por eso, la Harvard Business Review ha publicado un artículo de Alyson Meister, experta en bienestar laboral, en el que recopila técnicas de recuperación del estrés basadas en estudios científicos.

Alejarse psicológicamente del trabajo. Una de las investigaciones citadas por la revista, de la Universidad de Constanza (Alemania), señala que cuando padecemos altos niveles de estrés nos cuesta más desconectar del trabajo, lo que hace que pensemos en él hasta bien entrada la noche. Y lo mismo sucede cuando nos vamos de vacaciones.

Para evitar que esto suceda, la autora del artículo recomienda buscar una actividad de ocio que nos exija atención plena, como los videojuegos, la lectura o el estudio de una nueva habilidad (idiomas, tocar un instrumento, etc.), para ocupar nuestra mente con algo que impida que nuestros pensamientos vuelvan al trabajo. Asimismo, también aconseja evitar cualquier elemento que nos conecte con nuestras obligaciones laborales tanto durante las vacaciones como después de la jornada laboral, como mirar el correo de la empresa en el teléfono móvil.

Microdescansos. Otra investigación, en este caso de la Universidad de Illinois (EEUU) señala que los pequeños descansos de 10 minutos cada dos horas durante la jornada laboral son muy efectivos para reducir el estrés diario e impedir que lo vayamos acumulando a lo largo del tiempo hasta llegar agotados a las vacaciones. En esos descansos el profesional puede optar por dar un pequeño paseo, comer algo, hablar con los compañeros de temas no laborales o leer algo por ocio.

Pero estos minidescansos no deben ser una excusa para prolongar la jornada laboral o hacer horas extra por costumbre, puesto que otro estudio de la Universidad de Baylor (EEUU) relacionado con el ya citado señala que estas pausas cortas son mucho más efectivas cuando se combinan con descansos largos.

El deporte, el mejor aliado. Al final de un duro día de trabajo es probable que lo que menos nos apetezca es ponernos las zapatillas de deporte y salir a correr o ir al gimnasio, pero varias investigaciones han demostrado que la actividad física es una de las formas más efectivas de recuperarnos del estrés laboral.

Tu recuperación la eliges tú. Hay empresas que organizan actividades de ocio o deportivas con los trabajadores, precisamente, para tratar de reducir su estrés y que se sientan mejor. Esto, aunque puede ayudar a algunos, puede ser contraproducente para otros, porque tal vez no les gusta o no les apetece la actividad, y el único motivo por el que acuden a ella es para no sentirse excluidos del grupo.

Por eso, la autora del artículo recomienda que el trabajador acuda sólo a aquellas actividades que sean de su gusto, puesto que, en caso contrario, serán totalmente contraproducentes y contribuirán a aumentar su estrés.

La importancia de la naturaleza. Una investigación de la Universidad de Cornell reveló que una exposición a la naturaleza de tan solo diez minutos al día contribuye a disminuir significativamente el estrés y a hacer que las personas se sientan más felices. Esa exposición puede ser directa, como pasear por un parque o salir a hacer deporte en las afueras de la ciudad, o indirecta, a través de elementos naturales en el lugar de trabajo como plantas o buena iluminación natural.

Imagen | Alex Kotliarskyi

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Comienza la purga en Meta: la empresa insta a los jefes a denunciar a los empleados por bajo rendimiento

Comienza la purga en Meta: la empresa insta a los jefes a denunciar a los empleados por bajo rendimiento

Meta anda algo trastocada por la mala situación económica por la que atraviesa Occidente, y no es para menos: todo se está yendo al garete precisamente cuando ellos han decidido lanzarse al proyecto más ambicioso, arriesgado y caro de la historia de la compañía, la construcción del metaverso. Por eso, la semana pasada Zuckerberg anunció que iba a moderar el ritmo acelerado de contrataciones que pretendía llevar a cabo para desarrollar el mencionado universo digital, y también dijo, con eufemismos, que la empresa se preparaba para abordar despidos.

Persecución. El CEO de Meta señaló entonces que sus trabajadores tendrían que prepararse a partir de ahora para cumplir con objetivos más exigentes, y que quienes no pudiesen alcanzar esas metas “probablemente no deberían estar aquí”. La realidad, en cambio, es más dura, ya que la compañía ha dado unas instrucciones muy concretas a sus jefes intermedios: deben identificar a los empleados con menor rendimiento e informar sobre ellos a sus superiores para poder obligarles a abandonar la empresa, según un comunicado interno al que ha tenido acceso el Wall Street Journal.

La orden, no obstante, no es terminante. Una vez se ha identificado al trabajador con bajo rendimiento, el jefe debe enviarlo con el equipo de Relaciones con los Empleados para que estos profesionales evalúen la situación y traten de resolver lo que hace que no rinda como la compañía le demanda. Si este grupo resuelve que la persona no puede “encarrilarse”, decretarán que tiene que marcharse de Meta.

Arrastrados a la ola de despidos. Por el momento, Meta había aguantado el golpe que está sacudiendo a las tecnológicas sin abordar despidos, pero esta medida deja claro que los de Zuckerberg se van a sumar a otras compañías como Netflix, Twitter o Paypal. Aunque lo harán de una forma muy particular: señalando a los empleados por bajo rendimiento en lugar de admitir que la situación económica mundial les está superando y que los errores propios que han cometido en los últimos años, desde los que aparecen en los Facebook Files a la imprudente apuesta por el metaverso, no les ha dejado más remedio que abordar esta medida.

La apuesta sale regular. Cuando Zuckerberg presentó su proyecto del metaverso mostró un optimismo desmedido. Anunció una profunda reconversión de su modelo de negocio, inversiones multimillonarias en I+D y miles de contrataciones, con un desembolso en un solo proyecto que superaba ampliamente lo que otras tecnológicas dedican al desarrollo de nuevos dispositivos, aplicaciones y herramientas, como ya explicamos en Xataka.

El optimismo duró poco, ya que los resultados económicos de los últimos seis meses han desbaratado los ambiciosos planes de Meta y han hecho que tengan que marcarse objetivos mucho más realistas. Durante el último trimestre de 2021 la antigua Facebook vio reducidos sus beneficios un 8%, nada demasiado grave teniendo en cuenta la importante inversión en el metaverso si no fuese porque de enero a marzo de 2022 sus ganancias cayeron un 21%. Además, los pronósticos internos de la compañía vaticinan que los beneficios seguirán hundiéndose durante 2022.

No sólo el metaverso. Pero esa caída de los beneficios no sólo tiene que ver con la ingente inversión en el metaverso. Zuckerberg decidió lanzarse de cabeza a este proyecto, que es una máquina de quemar dinero, en un momento en el que su buque insignia, Facebook, está en decadencia, la reputación del conglomerado anda por los suelos como consecuencia de las filtraciones de los Facebook Files y los cambios de privacidad de Apple están perjudicando enormemente su negocio publicitario.

Una serie de contratiempos a los que se ha sumado la guerra de Ucrania, que ha provocado una crisis económica mundial y que, entre otras cosas, ha hecho que el mercado de la publicidad digital, principal fuente de ingresos de Meta por el momento, haya sufrido un fuerte retroceso.

El metaverso se tambalea. Este freno a las contrataciones, de prolongarse mucho, podría poner en peligro el megaproyecto de Zuckerberg. Porque el desarrollo del metaverso es una carrera contrarreloj por varios motivos que precisa de mucha mano de obra: por una parte, Meta no puede permitirse perder entre 3.000 y 10.000 millones por trimestre indefinidamente en su desarrollo sin visos de ingresos, y por otra, porque los rivales van a apretar y la gran apuesta de la compañía para rentabilizar su inversión es llegar primero y comercializar múltiples aspectos de este universo digital.

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La semana de cuatro días de Telefónica fracasa: casi nadie quiere trabajar menos si le reducen el sueldo

La semana de cuatro días de Telefónica fracasa: casi nadie quiere trabajar menos si le reducen el sueldo

El modelo de semana laboral de cuatro días de Telefónica ha fracasado. Al menos así lo dicen sus números: la telco española lanzó hace unas semanas la posibilidad de que cualquiera de sus trabajadores se acogiese de forma voluntaria a esta reducción de la jornada, después de considerar que el piloto para probarla con un reducido número de empleados había sido un éxito, pero apenas se ha apuntado un 1% de toda la plantilla a falta de cuatro días para que se cierre el plazo, según informa El País.

¿Por qué? El principal motivo del rechazo es que la semana laboral de cuatro días propuesta por Telefónica contempla una reducción proporcional del sueldo por trabajar 5,5 horas menos (en la telco la jornada semanal es de 37,5 horas y con este modelo se pasa a las 32), a pesar de que el recorte del sueldo no es completo, ya que la compañía ofrece bonificar e 20% del día de menos. Por lo tanto, acaba pagando algo más 33 horas por trabajar 32.

En la actual coyuntura, con los precios al alza y la incertidumbre económica en el horizonte, han sido pocos los trabajadores que han considerado buena idea cobrar menos, aunque eso suponga mayor tiempo libre. El empleado que se acoja al plan perdería en torno al 16% de su actual sueldo.

¿Fracaso del modelo? El modelo de semana laboral de cuatro días propuesto por Telefónica ha generado cierta polémica desde que se lanzase, ya que diverge considerablemente de la propuesta original de los impulsores de este movimiento: reducir el tiempo trabajado sin tocar el sueldo. Su fracaso, aunque puede tener un fuerte componente coyuntural, también puede leerse como un rechazo a un planteamiento en el que la empresa arriesga muy poco y los beneficios para el empleado son limitados.

La teoría de la semana laboral de cuatro días dice que la automatización y digitalización de procesos en las empresas reduce gastos y permite a las compañías ampliar sus márgenes de beneficios, y que, como parte de la organización, los trabajadores también tendrían que participar de esa mayor rentabilidad. Pero, en lugar de pedir más dinero directamente, lo que proponen es que se mejore la calidad de vida de los profesionales reduciendo su jornada laboral sin bajarles el salario.

En la propuesta de Telefónica, y de otras empresas como Desigual, ese teórico aumento de los beneficios casi no se reparte entre los trabajadores, que son quienes asumen de su bolsillo buena parte del coste de la semana laboral de cuatro días.

Los sindicatos piden más dinero. Las centrales sindicales mayoritarias de Telefónica (Comisiones Obreras y Unión General de Trabajadores) apuntan precisamente en esa dirección al analizar el fracaso de la medida. Ambas organizaciones, que pactaron la propuesta con la telco, consideran que está bien encaminada, pero que para hacerla más atractiva el porcentaje que la compañía recorta a los empleados debe ser menor.

Imagen | Jose Javier Martin Espartosa

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El estrés laboral como germen de la depresión: la presión en el trabajo potencia los trastornos mentales

El estrés laboral como germen de la depresión: la presión en el trabajo potencia los trastornos mentales

El estrés laboral está detrás de uno de cada cinco casos de depresión. Esa es una de las principales conclusiones de un estudio internacional liderado por investigadores españoles del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IBIBAPS) del Hospital Clinic de Barcelona, publicado en la revista Nature, que ha estudiado los factores de riesgo que favorecen la aparición de esta enfermedad mental.

Los resultados. El estudio encontró que el 18% de los casos de depresión estudiados tienen como uno de sus principales factores desencadenantes una alta presión laboral, que además también provocaría otro tipo de patologías y problemas de salud, tanto mentales como físicas, como el síndrome metabólico, la diabetes, accidentes cerebrovasculares, lesiones musculoesqueléticas e incluso mortandad.

Otros factores de riesgo importantes de la depresión serían los abusos sexuales en la infancia, el exceso de grasas en sangre o la falta de ejercicio.

Un problema creciente. El estudio del Clinic no ahonda más en las causas, ya que es más cuantitativo que analítico. Sin embargo, varios estudios recientes apuntan en la misma dirección y ahondan en los transtornos mentales asociados al trabajo con mayor amplitud.

El estrés creciente es el trastorno que más preocupa a los expertos que estudian las consecuencias de los excesos laborales. Un informe de la consultora de investigación de mercados Gallup publicado recientemente señala que en 2021 en 44% de los profesionales encuestados en todo el mundo sintieron altos niveles de estrés a diario. Es decir, que casi la mitad de la fuerza laboral del planeta está muy estresada.

Preocupados y tristes. Además del estrés, el informe también ahonda en otros aspectos relacionados con la salud mental y el trabajo. Así, un 40% de los encuestados asegura que se siente preocupado a diario por su empleo, y sólo un 21% dice que se siente realmente comprometido con su trabajo. En el plano más personal, el 21% de los trabajadores encuestados confesó que se enfada a diario a causa de su empleo, y el 23% admite que está triste a diario por culpa de su trabajo.

Síndrome de burnout. En la misma línea, un informe de Adecco publicado en 2021 señalaba que el 40% de los trabajadores españoles y globales había sufrido burnout (es decir, cronificación del estrés a causa del trabajo) durante el último año.

Unas cifras que varios profesionales de salud mental consultados por Xataka confirmaron, motivo por el que pedían al Gobierno de España, junto a los sindicatos, que este síndrome, también conocido como ‘del trabajador quemado’, fuese considerado una enfermedad profesional y lo incluyese en el Cuadro de enfermedades profesionales de la Seguridad Social. La Organización Mundial de la Salud (OMS), de hecho, ya lo recoge en su Clasificación Internacional de Enfermedades.

Un malestar que impulsa la lucha. Este malestar creciente entre la fuerza laboral de todo el mundo no sólo provoca trastornos mentales, también está detrás de los movimientos que actualmente luchan por hacer del trabajo un espacio más ameno y que concilie mejor con su vida personal.

¿Por qué tengo que pasarme dos horas en el metro si puedo trabajar perfectamente desde casa? ¿Por qué tengo que perder dos horas al mediodía en una jornada partida? ¿Por qué tengo que anteponer el empleo a la familia? Y así decenas de preguntas que han conducido a las múltiples luchas abiertas en la actualidad en el mercado laboral, del teletrabajo a la semana laboral de cuatro días, pasando por la flexibilidad horaria, la jornada intensiva o el rechazo de empleos con condiciones precarias, así como a tendencias como la Gran Renuncia o el ghosting laboral.

Imagen | Christopher Lemercier

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Derrumbando estereotipos: el mapa de las comunidades autónomas españolas donde más se falta al trabajo

Derrumbando estereotipos: el mapa de las comunidades autónomas españolas donde más se falta al trabajo

La tasa de absentismo laboral en España en 2021 fue del 6,6%, la segunda más alta desde que se tiene este tipo de registros, sólo por detrás del 7,1% registrado en 2020, el año en el que la pandemia y los confinamientos estrictos contribuyeron decisivamente a aumentar un porcentaje que en años anteriores se había situado en torno al 5,5%.

Esa tasa supone que en 2021 cada profesional español no trabajó 106 horas de su jornada laboral anual, de media, y se perdieron 1.701 millones de horas de trabajo, lo que equivaldría a que 937.900 asalariados no trabajasen en todo el año. El impacto económico de este absentismo se traduce en pérdidas por valor de 37.000 millones de euros, es decir, en torno al 3,1% del Producto Interior Bruto (PIB), según el XI Informe sobre empresa saludable y gestión del absentismo de la compañía de recursos humanos Adecco.

Comunidades autónomas. Si atendemos a los datos por regiones, observamos que la cifra de absentismo laboral se reparte de forma bastante desigual en toda España. La comunidad autónoma en la que menos horas de trabajo se perdieron fue Andalucía (72 horas por trabajador al año), lo que equivale a una tasa del 4,6%, seguida de Baleares (77 horas) y Castilla-La Mancha (79 horas). En el extremo puesto, las CCAA donde mayor absentismo laboral se registró en 2021 fueron País Vasco (132 horas), Cataluña (117 horas) y Asturias (109).

En cuanto al resto de regiones de España, las que más horas de absentismo laboral registraron en orden descendente fueron: Canarias (104), Navarra (103), Aragón (101), Galicia (100), La Rioja (99), Murcia (97), Madrid (95), Castilla y León (93), Cantabria (89), Comunidad Valenciana (87) y Extremadura (82).

En cuanto a la evolución con respecto a años anteriores, Baleares fue la que experimentó una mayor mejora, con una reducción de 34 horas perdidas anuales por trabajador, seguida de Castilla y León (7,5 horas menos) y Canarias (6 horas menos). Mientras que en el extremo opuesto se sitúan La Rioja, donde el número de horas perdidas por absentismo ha aumentado en 14 con respecto al año anterior, seguida de la Comunidad Valenciana y Extremadura, ambas con incrementos de casi 9 horas.

El absentismo laboral. Cabe recordar que se considera absentismo laboral toda ausencia ocasional y no planificada de un trabajador de su puesto de trabajo, por lo que no computan como tal las vacaciones, los días festivos o aquellas que tengan que ver con un Expediente de Regulación de Empleo (ERTE).

Sí computan, en cambio, las ausencias provocadas por incapacidad temporal, es decir, por enfermedad común o accidente no laboral, que son, cuantitativamente, las que mayor absentismo laboral provocan. También se incluyen en esta métrica las horas no trabajadas por maternidad o adopción, por permisos remunerados o por conflictividad laboral.

Por lo tanto, es erróneo equiparar el absentismo con las faltas injustificadas, que son sólo una parte de las horas de trabajo que se pierden, pero no el motivo principal ni uno de los más importantes.

Imagen: Daniel González/DPA Germany

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Derrumbando estereotipos: el mapa de las comunidades autónomas españolas donde más se falta al trabajo

Derrumbando estereotipos: el mapa de las comunidades autónomas españolas donde más se falta al trabajo

La tasa de absentismo laboral en España en 2021 fue del 6,6%, la segunda más alta desde que se tiene este tipo de registros, sólo por detrás del 7,1% registrado en 2020, el año en el que la pandemia y los confinamientos estrictos contribuyeron decisivamente a aumentar un porcentaje que en años anteriores se había situado en torno al 5,5%.

Esa tasa supone que en 2021 cada profesional español no trabajó 106 horas de su jornada laboral anual, de media, y se perdieron 1.701 millones de horas de trabajo, lo que equivaldría a que 937.900 asalariados no trabajasen en todo el año. El impacto económico de este absentismo se traduce en pérdidas por valor de 37.000 millones de euros, es decir, en torno al 3,1% del Producto Interior Bruto (PIB), según el XI Informe sobre empresa saludable y gestión del absentismo de la compañía de recursos humanos Adecco.

Comunidades autónomas. Si atendemos a los datos por regiones, observamos que la cifra de absentismo laboral se reparte de forma bastante desigual en toda España. La comunidad autónoma en la que menos horas de trabajo se perdieron fue Andalucía (72 horas por trabajador al año), lo que equivale a una tasa del 4,6%, seguida de Baleares (77 horas) y Castilla-La Mancha (79 horas). En el extremo puesto, las CCAA donde mayor absentismo laboral se registró en 2021 fueron País Vasco (132 horas), Cataluña (117 horas) y Asturias (109).

En cuanto al resto de regiones de España, las que más horas de absentismo laboral registraron en orden descendente fueron: Canarias (104), Navarra (103), Aragón (101), Galicia (100), La Rioja (99), Murcia (97), Madrid (95), Castilla y León (93), Cantabria (89), Comunidad Valenciana (87) y Extremadura (82).

En cuanto a la evolución con respecto a años anteriores, Baleares fue la que experimentó una mayor mejora, con una reducción de 34 horas perdidas anuales por trabajador, seguida de Castilla y León (7,5 horas menos) y Canarias (6 horas menos). Mientras que en el extremo opuesto se sitúan La Rioja, donde el número de horas perdidas por absentismo ha aumentado en 14 con respecto al año anterior, seguida de la Comunidad Valenciana y Extremadura, ambas con incrementos de casi 9 horas.

El absentismo laboral. Cabe recordar que se considera absentismo laboral toda ausencia ocasional y no planificada de un trabajador de su puesto de trabajo, por lo que no computan como tal las vacaciones, los días festivos o aquellas que tengan que ver con un Expediente de Regulación de Empleo (ERTE).

Sí computan, en cambio, las ausencias provocadas por incapacidad temporal, es decir, por enfermedad común o accidente no laboral, que son, cuantitativamente, las que mayor absentismo laboral provocan. También se incluyen en esta métrica las horas no trabajadas por maternidad o adopción, por permisos remunerados o por conflictividad laboral.

Por lo tanto, es erróneo equiparar el absentismo con las faltas injustificadas, que son sólo una parte de las horas de trabajo que se pierden, pero no el motivo principal ni uno de los más importantes.

Imagen: Daniel González/DPA Germany

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No sólo todo cuesta más, sino que nos están dando menos: a la inflación la industria suma reduflación

No sólo todo cuesta más, sino que nos están dando menos: a la inflación la industria suma reduflación

La inflación se ha disparado en España hasta alcanzar niveles nunca vistos en casi 40 años, y hay quien trata de aprovechar la coyuntura para ganar más a costa de los ya maltrechos bolsillos de los consumidores. Así lo sospecha la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), órgano que está investigando la evolución de los precios para identificar posibles malas prácticas de empresas de productos básicos, como hinchar el precio de venta de sus bienes por encima del aumento de los costes de producción o reducir la cantidad por paquete sin informar debidamente de ello, según adelanta El País.

Sin señalados, de momento. Competencia ha explicado que está monitorizando el mercado español de bienes de consumo con especial atención a los productos básicos, en particular tras el repunte de la inflación experimentado durante el mes de junio, aunque todavía es pronto para concluir que alguna de las empresas investigadas haya realizado malas prácticas para aprovecharse de la situación e hinchar sus beneficios.

Reduflación. Quien sí ha señalado ya a varias empresas es la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que la semana pasada denunció a Pastas Gallo, Danone, Pescanova, Colacao, Tulipán y Campofrío por dar menos cantidad de producto a los consumidores cobrándoles lo mismo y sin informarles previamente de ello, una práctica conocida como reduflación. Según un estudio de la OCU, hasta el 7% de los artículos de la cesta de la compra de los españoles se ha visto afectado por la reduflación recientemente.

La organización de consumidores señala que, aunque la información del envase cumple con las normativas de etiquetado, no hay una información clara para el usuario sobre la subida precios y esa falta de transparencia altera la competencia: “El consumidor no tiene una información completa sobre la verdadera naturaleza y características del producto, induciéndole a tomar decisiones erróneas”.

La gasolina fue sólo el principio. La CNMC ya anunció una investigación similar la semana pasada sobre el incremento del precio de la gasolina. El organismo concluyó en un informe que el margen bruto de beneficios (es decir, los ingresos sin contar el coste del petróleo y los impuestos) de las estaciones de servicio ha aumentado como nunca antes, lo que podría indicar que algunos de estos negocios está hinchando los precios y absorbiendo la subvención del Gobierno a los carburantes para aumentar sus beneficios.

De hecho, Competencia informó entonces de que había localizado hasta cien gasolineras españolas que han aumentado sus beneficios a costa de la ayuda del Gobierno, es decir, que además de no reducir los cinco céntimos a los que obligaba el Gobierno, se habrían embolsado parte de los 15 céntimos provenientes de las arcas públicas.

Pérdida de poder adquisitivo. Mientras, las cifras de la inflación siguen rompiendo con las previsiones, para mal, casi mes a mes. Distintas fuentes económicas señalaron entre marzo y mayo de 2022 que el Índice de Precios de Consumo (IPC) no superaría de nuevo el máximo anual alcanzado en marzo, del 9,8%, y que la media del año se situaría en torno al 7%. Sin embargo, los últimos datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) han dado al traste con ese optimismo: en junio, el IPC ha llegado al 10,2%.

Por tanto, cada vez gastamos más en casi todo mientras el aumento de los sueldos, que ayudaría a aliviar la presión sobre los bolsillos de los españoles, está estancado. Y es que, según datos de INE, el primer trimestre de 2022 (último del que se tienen datos procesados) habrían aumentado un 4,3% anual de media. El año pasado, con siete puntos menos de inflación, subieron un 3,09%.

Imagen | Anna Shvets

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Musk obligó a los teletrabajadores de Tesla a volver a la oficina. Olvidó que no tenía escritorios para todos

Musk obligó a los teletrabajadores de Tesla a volver a la oficina. Olvidó que no tenía escritorios para todos

Elon Musk estableció hace unas semanas que los empleados de oficina de Tesla sólo podrían teletrabajar si pasaban, al menos, 40 horas a la semana en las instalaciones de la empresa. Algo que, de facto, acababa con el trabajo en remoto en la compañía automovilística tras dos años permitiendo esta modalidad laboral por el coronavirus.

Lo que el magnate sudafricano no previó es que durante estos dos años la compañía ha ido incorporando nuevos empleados y que su plantilla es considerablemente mayor a la de marzo de 2020, lo que ha hecho que en algunas oficinas de Tesla los empleados se hayan encontrado sin escritorios para poder trabajar o sin aparcamientos en los que poder estacionar sus vehículos, según The Independent.

El doble de empleados. De acuerdo con datos de Statista, en los dos años de pandemia Tesla ha duplicado su plantilla. En diciembre de 2019 contaba con 48.000 empleados, una cifra que en ese mismo mes de 2021 se elevaba a 99.000 trabajadores. Muchos de ellos son operarios para su creciente red de gigafactorías, pero otra parte importante son trabajadores de oficina que han teletrabajado buena parte de su jornada desde que entraron en la compañía.

Las oficinas de Tesla, en cambio, parece que apenas han cambiado estos dos años porque, entre otras cosas, no era necesario al tener a muchos empleados trabajando en remoto. La medida decretada por Musk parece que fue una sorpresa incluso para los directivos de la empresa, que no han tenido tiempo suficiente de adaptar las instalaciones a la nueva realidad de su plantilla.

Caos en la vuelta a la oficina. La queja más frecuente entre los trabajadores de Tesla ha sido la falta de plazas de aparcamiento para todos. Una vez en la oficina, muchos encontraron dificultades para dar con un lugar adecuado en el que trabajar, ya que había menos escritorios de los necesarios. Por último, muchos de los que lograron instalarse aseguran que la señal de internet era tan débil que no les permitía realizar sus tareas correctamente.

El caos fue tal que algunos jefes, en contra de las órdenes de Musk, se vieron obligados a volver a mandar a sus empleados a casa para que pudiesen trabajar desde allí.

El teletrabajo no es aceptable. A principios de junio, Elon Musk envió un comunicado interno a sus trabajadores en el que les informaba de que el trabajo remoto ya no se consideraba aceptable en la compañía y que para optar a él los empleados debían pasar al menos 40 horas a la semana en la oficina. Asimismo, mostró la puerta de salida a los que no estuviese de acuerdo con esta orden.

No contento con eso, también afirmó en su cuenta de Twitter que los trabajadores que no quisiesen volver a la oficina “deberían fingir que trabajan en otro lugar”, con lo que dejaba claro que considera que el teletrabajo no es productivo.

Imagen | Windell Oskay

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La inflación ya se ha disparado al 10%: los salarios de los españoles, entre tanto, siguen estancados

La inflación ya se ha disparado al 10%: los salarios de los españoles, entre tanto, siguen estancados

Las cifras de la inflación siguen rompiendo con las previsiones, para mal, casi mes a mes. Distintas fuentes económicas señalaron entre marzo y mayo de 2022 que el Índice de Precios de Consumo (IPC) no superaría de nuevo el máximo anual alcanzado en marzo, del 9,8%, y que la media del año se situaría en torno al 7%. Sin embargo, los últimos datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) han dado al traste con ese optimismo: en junio, el IPC ha llegado al 10,2%.

Esto significa que, para sorpresa de nadie, cada vez pagamos más por casi todos los productos y servicios, que la leve mejora que se experimentaron los precios en abril (IPC al 8,3%) y mayo (IPC al 8,7%) fue un espejismo, que las ayudas y subvenciones del Gobierno (como los 20 céntimos a los carburantes) hace tiempo que quedaron en agua de borrajas y que el poder adquisitivo de los españoles cada vez es menor, porque el crecimiento medio de los sueldos sigue muy por debajo de la inflación.

Sueldos insuficientes. La previsión sobre el aumento de los salarios también ha fallado: se esperaba que creciesen por debajo del 4% durante 2022 y, según datos del INE, durante el primer trimestre de 2022 (último del que se tienen datos procesados) habría aumentado un 4,3% anual de media. Un incremento que no compensa, ni de lejos, la crecida descontrolada de los precios que España lleva varios meses experimentando y que ha alcanzado su máximo anual, de momento, este mes de junio.

Y que supone, además, que el crecimiento de los sueldos está estancado, ya que el año pasado subieron un 3,09%, mientras la inflación se desboca.

El mayor IPC en 40 años. Con esta nueva subida, el IPC alcanza su máxima escalada desde abril de 1985, hace 37 años, cuando alcanzó una cifra idéntica. Eso sí, hay una diferencia importante con aquella situación de hace casi cuatro décadas: aquel año el incremento salarial medio anual fue del 9,4%, según El País.

Situación complicada. El repunte del IPC y la sensación general de todos los que acudimos con regularidad a gasolineras y supermercados, por poner algunos ejemplos, no invitan al optimismo. Las medidas del Gobierno parece que no han surtido efecto y por mucho que sigan bajando impuestos y lanzando paquetes anticrisis, se antoja muy difícil que se vaya a poder frenar la inflación a corto plazo.

¿Por qué? Porque está tan generalizada en todos los sectores que las políticas puntuales en uno de ellos tienen muy complicado frenar la tendencia general, por mucho que alivien brevemente esa parcela concreta de la economía. La subvención a los carburantes es el mejor ejemplo de ello.

¿Lo peor está por llegar? Diversas instituciones económicas señalaron en marzo que el IPC interanual no superaría la cifra alcanzada en ese mes, 9,8%, un aumento que se originó por circunstancias coyunturales extraordinarias como la guerra de Ucrania, las sanciones derivadas de ellas o los problemas en la cadena de suministros global, entre otros.

Sin embargo, esas previsiones fallaron, y eso sumado a la inflación generalizada y el fracaso, por el momento, de las medidas del Gobierno para atajarla invitan al pesimismo. En algún momento, las circunstancias que han provocado este aumento del IPC se atenuarán y los planes de contención del Gobierno y distintas instituciones internacionales comenzarán a funcionar hasta estabilizar los costes de venta de productos y servicios. Pero ese momento no parece cercano.

Imagen | Pelayo Arbués

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España cada vez atrae a más centros de datos. Madrid quiere quedárselos todos

España cada vez atrae a más centros de datos. Madrid quiere quedárselos todos

España se ha convertido en un país de gran atractivo para la instalación de centros de datos. Muchas de las multinacionales tecnológicas más grandes del mundo, como Amazon, Microsoft, IBM, Google o Meta, ya han abierto, han iniciado la construcción o han hecho públicos planes para crear este tipo de instalaciones en nuestro país.

Y aunque en algunos casos los CPD se van instalar en regiones periféricas, como Aragón (Amazon) o Castilla-La Mancha (Meta), lo cierto es que Madrid sigue siendo el territorio predilecto de las compañías para ubicarlos. La comunidad de la capital de España aglutina, según datos del Gobierno regional, el 91% de la capacidad instalada en España. Pero no se contenta con eso, ya que acaba de anunciar un plan para atraer aún más centros de datos.

El plan. Para conseguir atraer más instalaciones de esta naturaleza, la Comunidad de Madrid ha identificado más de veinte parcelas de suelo público que reúnen características óptimas para albergar CPD, como superficies con más de 2.000 metros cuadrados, fácil acceso al suministro eléctrico necesario para alimentarlos, cercanía a parques tecnológicos o buenas conexiones por carreteras, según informa CincoDías.

Los terrenos se ubican, según el citado medio, en la zona sur de la Comunidad, sobre todo en Getafe y Fuenlabrada. En el caso de la primera localidad, se encontrarían en Tecnogetafe, parque científico tecnológico, y en el de la segunda, cerca de el Parque Industrial de El Bañuelo. Asimismo, habría una parcela situada en el pueblo de Meco y otra en Madrid Capital.

Todas las parcelas mencionadas ya se encuentran en el Portal del Suelo 4.0 de la Comunidad de Madrid, e irán saliendo a concurso público conforme los inversores vayan mostrando su interés en ellas.

Los argumentos de Madrid. La Comunidad de Madrid sabe que la región reúne muchos atractivos para seducir a las empresas que quieren construir centros de datos en nuestro país, como la presencia en la capital de muchas de las tecnológicas más importantes que operan en España, muchas de las instituciones públicas más relevantes y de un número importante de profesionales del sector. Además, cuenta con una situación geográfica estratégica como puerta de entrada a Europa de cables submarinos de Estados Unidos, Latinoamérica o África.

Motivos que han llevado a que, en la actualidad, la autonomía concentre 31 centros de datos operativos, lo que supone el 91% de la capacidad total instalada en España. Un porcentaje que variará con la puesta en funcionamiento de grandes proyectos como el de Amazon en Aragón o el de Meta en Castilla-La Mancha, pero que evidencian el atractivo de la capital en este mercado.

Gran potencial. El Gobierno madrileño, además, asegura que ha identificado un enorme potencial de crecimiento que podría llevar a la región a igualarse en poco tiempo con las principales plazas europeas de este segmento. Así, en la actualidad los centros de datos de Madrid tienen una capacidad de alrededor de 100 MW, pero fuentes autonómicas estiman que podrían aumentar esa capacidad hasta los 620 MW para 2026. Actualmente, Londres cuenta con una capacidad instalada de 940 MW, Ámsterdam de 650 MW, Fráncfort d 499 MW y París de 376 MW.

Ventajas de otras comunidades. Como hemos visto, Madrid cuenta con un importante número de argumentos para seguir atrayendo centros de datos y convertirse en una región de referencia europea en el sector, pero el resto de España también afila sus armas y se prepara para conseguir convencer a las empresas para que instalen sus CPD lejos de la capital con ventajas nada desdeñables: costes inferiores y mucho más terreno disponible.

De hecho, el Gobierno de Aragón ya consiguió convencer a los responsables de Amazon Web Services (AWS) para que se llevase a aquella comunidad su mayor región de datos del sur de Europa por delante de candidaturas como la de la propia Madrid. En aquel momento, los de Jeff Bezos señalaron que se habían decantado por la opción aragonesa porque reunía las condiciones óptimas en cuanto a espacio disponible, capacidad eléctrica, situación geográfica y agilidad administrativa (al menos en este caso particular), según explicaron a Xataka.

Y argumentos parecidos dio Meta cuando anunció su intención de abrir un centro de datos en Castilla-La Mancha, puesto que, entre otras cosas, la instalación necesitará alrededor de 300.000 metros cuadrados, un espacio mucho más difícil de encontrar en la capital de España.

Reparto geográfico. Asimismo, el Gobierno de España también está favoreciendo el reparto de estas instalaciones por distintos territorios a través del Plan de Deslocalización de Infraestructuras Públicas, con el que se pretende reubicar algunas de las instalaciones de la administración y llevarlas a provincias en riesgo de despoblación.

Dicho plan ha llevado, por ejemplo, a que la Seguridad Social decidiese trasladar su CPD a Soria a principios de 2021. La elección de esta localización obedeció, según el Gobierno a que las bajas temperaturas de la región permitirían ahorrar energía a la hora de refrigerar las instalaciones. En este caso, el espacio disponible también fue una razón de peso: el organismo público necesitaba 37.000 metros cuadrados para ubicar el centro de datos.

Así, Madrid parte con clara ventaja para conseguir nuevas inversiones de centros de datos en su territorio, pero los proyectos de Amazon y Meta evidencian que el resto de comunidades autónomas también cuentan con argumentos de peso para atraer a esta floreciente industria. El Gobierno de España, además, está del lado de estas últimas para favorecer el reparto de la industria digital y el impulso de las regiones periféricas gracias a la economía digital. La disputa está servida.

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La noticia España cada vez atrae a más centros de datos. Madrid quiere quedárselos todos fue publicada originalmente en Xataka por Pablo Rodríguez .

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