Hemos descubierto un “anillo cósmico” de miles de millones de años luz de diámetro. Y no sabemos cómo explicarlo
Desde que contamos con una explicación coherente del origen del universo tal y como lo conocemos (la del Big Bang), nos hemos estado preguntando por qué la materia acabó repartiéndose de una forma tan poco uniforme. Lejos de resolverse, este misterio se está agrandando, y parte de la culpa la tienen unas inmensas estructuras descubiertas en los últimos años.
El arco y el anillo. Dos, concretamente: una con forma de arco descubierta en 2021, y una con forma de anillo cuyo descubrimiento ha sido anunciado hace unos días. Detrás de ambos casos está una estudiante de la University of Central Lancashire, Alexia Lopez.
Estas estructuras son cúmulos de galaxias dispuestas en formas extrañamente regulares. Ambas estructuras son de tamaños inconcebibles: el arco mide 3.300 millones de años luz de punta a punta, y el diámetro del anillo es de 1.300 millones de años luz.
El anillo solo lo es en apariencia, eso sí. La disposición de las galaxias en esta estructura es más bien espiral, como si se tratara de un sacacorchos que apunta hacia nuestra galaxia, situado a unos 9,200 millones de años luz de nosotros.
Ahondando en el misterio. No conocemos el por qué de estas configuraciones. En palabras de Lopez, “ninguna de estas dos estructuras ultra-grandes es fácil de explicar con nuestra comprensión actual del universo. Y sus tamaños ultra-grandes, formas distintivas, y proximidad cosmológica debe seguramente estar diciéndonos algo importante, ¿pero qué exactamente?”
Oscilaciones Bariónicas Acústicas. No tenemos aún respuesta, pero existen distintas hipótesis han sido propuestas para resolver el enigma. Por ahora ninguna termina de encajar.
Un ejemplo es el de las Oscilaciones Bariónicas Acústicas (BAOs). Estas oscilaciones del universo primigenio deberían, en teoría, resultar en disposiciones particulares de conjuntos de galaxias. Sin embargo, tal y como explica Lopez, estas oscilaciones deberían generar estructuras esféricas. También más pequeñas.
Diversas hipótesis. La de las BAOs no es la única posibilidad considerada. La cosmología cíclica conforme (CCC) es una hipótesis sobre el origen del universo que propone que éste tiene una naturaleza temporal cíclica. Postulada por el físico Roger Penrose, se ha señalado que estas estructuras podrían servir de prueba en favor de la CCC.
La tercera posibilidad considerada es la de las cuerdas cósmicas, que no son otra cosa que defectos en el espacio-tiempo surgidos también en los albores del universo. Físicos como Jim Peebles han defendido que este tipo de defectos podrían estar detrás de algunas de las “peculiaridades” en la distribución de galaxias. Estas cuerdas nunca han sido observadas, pero, de existir, podrían explicar estos fenómenos.
Rompiendo teorías. Más allá de las hipótesis propuestas para explicar este fenómeno y de aquellas que puedan ser probadas con él, existe una teoría que este disputa: el Principio Cosmológico. Este principio propone que, en la escala cósmica, las distintas regiones del espacio son semejantes entre sí, en el sentido de que la materia se distribuye de manera uniforme en todas ellas.
Esto implica que, en estas escalas (tengamos en cuenta que el diámetro de este anillo abarca 1/15 parte del universo observable), no deberían existir estructuras discernibles como las recién descubiertas.
Imagen | Stellarium/UCLan
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Hemos descubierto un “anillo cósmico” de miles de millones de años luz de diámetro. Y no sabemos cómo explicarlo
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Xataka
por
Pablo Martínez-Juarez
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