China saca pecho: prepara un brutal chip del tamaño de una oblea para proteger sus superordenadores de las sanciones
Los científicos chinos tienen un plan para evitar que las sanciones de EEUU detengan en seco el desarrollo de sus superordenadores y sus centros de datos para aplicaciones de inteligencia artificial. Las prohibiciones que está aprobando la Administración estadounidense persiguen evitar que China pueda utilizar los chips de vanguardia controlados por EEUU o sus aliados para impulsar su desarrollo militar, aunque su eficacia es cuando menos discutible.
Como os contamos hace tan solo dos días, los centros de investigación, las universidades y el ejército chinos están consiguiendo a través de vías de importación paralelas los procesadores y las GPU sometidos a las sanciones de EEUU. Sin embargo, y es importante que no lo pasemos por alto, presumiblemente estos chips están llegando a China con dificultad y en unas cantidades que posiblemente no son suficientes para satisfacer al 100% las necesidades de este gigantesco país asiático.
En esta coyuntura el Gobierno liderado por Xi Jinping no puede conformarse únicamente con los semiconductores que consigue en un mercado en el que la incertidumbre campa a sus anchas. Es evidente que necesita desarrollar su propia tecnología. Sus propios chips de vanguardia. Y está en ello. De hecho, acaba de ver la luz un proyecto liderado por una de las instituciones científicas más prestigiosas de China cuyo propósito es garantizar que el desarrollo de sus superordenadores no se verá socavado por las sanciones de EEUU.
Hasta 100 chiplets y 1.600 núcleos en un único y descomunal procesador
Los líderes de este proyecto desarrollado por un grupo de investigadores del Instituto de Tecnología Computacional (ICT), que pertenece a la Academia China de Ciencias, son los profesores Xu Haobo y Sun Ninghui. Su trabajo ha sido revisado por pares y publicado en Fundamental Research el pasado 29 de diciembre de 2023, lo que a priori nos invita a tomárnoslo muy en serio. Su propuesta es, ni más ni menos, un gigantesco procesador cuyo tamaño en teoría puede ser equiparable a la superficie de una oblea.
El procesador Zhejiang puede aglutinar según sus creadores hasta 1.600 núcleos distribuidos en 100 chiplets
Zhejiang, que es el nombre con el que ha sido bautizado este procesador, puede aglutinar según sus creadores hasta 1.600 núcleos distribuidos en 100 chiplets, aunque la versión preliminar en la que están trabajando actualmente incorpora 16 chiplets y 256 núcleos. Es evidente que este prototipo es mucho más modesto que el procesador más capaz que esta tecnología en teoría permite fabricar, pero, aun así, no está pero que nada mal. En cualquier caso, es importante que no pasemos por alto que, según sus creadores, este procesador ha sido diseñado para resolver tanto la computación de alto rendimiento como el entrenamiento de la próxima generación de modelos de inteligencia artificial.
Poner a punto un procesador con un área tan grande tiene ventajas, pero también adolece de inconvenientes. La baza más evidente de esta estrategia es que permite a China desarrollar un chip increíblemente potente sin necesidad de fabricarlo con una tecnología de integración extremadamente avanzada. De hecho, el prototipo ha sido producido con litografía de 22 nm.
Más superficie permite integrar más transistores, y, por tanto, también hace posible catapultar la potencia del procesador. Sin embargo, para que sea factible fabricar un chip así es necesario que el rendimiento por oblea sea muy alto, así como disponer de un sistema de refrigeración muy avanzado que consiga evacuar la ingente cantidad de energía térmica que en teoría una CPU de estas características es capaz de disipar.
Imagen: TSMC
Más información: Fundamental Research
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China saca pecho: prepara un brutal chip del tamaño de una oblea para proteger sus superordenadores de las sanciones
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Xataka
por
Juan Carlos López
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