Corea del Sur se está frotando las manos en la industria de los chips. Y los responsables son China y EEUU
EEUU, China, Taiwán, Países Bajos y Japón acaparan desde hace meses la atención en el ámbito de la industria de los semiconductores, pero hay otro actor extraordinariamente relevante al que a menudo los medios pasamos por alto: Corea del Sur. Samsung tiene una visibilidad enorme debido a que pelea con Intel para afianzarse como el segundo fabricante de circuitos integrados más relevante del sector (por el momento TSMC se erige intratable en la primera posición), pero Corea del Sur es mucho más que Samsung.
Yoon Suk Yeol, el presidente de este país asiático, está en estos momentos viajando hacia Países Bajos con el propósito de consolidar una alianza en materia de circuitos integrados, entre otros objetivos prioritarios. Para Corea del Sur la industria de los semiconductores es fundamental. De hecho, oficialmente es uno de sus sectores estratégicos junto a otros también muy importantes, como son, por ejemplo, el dedicado a la producción de paneles OLED o la industria especializada en la fabricación de baterías.
Actualmente Samsung compite de tú a tú con la compañía taiwanesa TSMC para mejorar el rendimiento por oblea de su fotolitografía de 3 nm con el propósito de atraer a la mayor cantidad de clientes posible. No cabe duda de que esta empresa es la joya de la corona de Corea del Sur, pero este país también tiene otras compañías dedicadas a los semiconductores muy relevantes. Y, curiosamente, están sacando tajada a la coyuntura actual de tensión entre China, EEUU y sus aliados.
Además de chips Corea del Sur fabrica equipos de fotolitografía
EEUU, Países Bajos y Japón no permiten a sus empresas de la industria de los chips vender a sus clientes chinos ni semiconductores de vanguardia ni máquinas de litografía de última generación. Sin embargo, por el momento las empresas de Corea del Sur sí pueden hacerlo. Y están llenando una parte del vacío que están dejando en el mercado chino las compañías de los tres países que he mencionado en la primera línea de este párrafo. Lo asegura el medio surcoreano The Elec, que en todo lo que tiene que ver con los circuitos integrados es una fuente muy fiable.
Nextin se dedica principalmente al diseño y la fabricación de equipos especializados en la inspección de obleas
Una de las empresas surcoreanas que está desarrollando su negocio en China gracias a las sanciones que impiden a sus competidores estadounidenses, japoneses y neerlandeses vender en el país liderado por Xi Jinping es Nextin. Se dedica principalmente al diseño y la fabricación de equipos especializados en la inspección de obleas, y ya está entregando a sus clientes chinos su máquina Aegis-3, un equipo de inspección de tercera generación que es según este fabricante un 30% más rápido que su predecesor, el Aegis-2.
Estas máquinas tienen un rol fundamental dentro del proceso de fabricación de semiconductores debido a que se responsabilizan de identificar el más mínimo defecto en cualquiera de los núcleos alojados en una oblea. Cada una de ellas cuesta 6 millones de dólares, y Nextin planea entregar varias a sus clientes chinos durante los próximos meses. No obstante, esta empresa también produce los equipos especializados en la eliminación de la electricidad estática que conviven con las máquinas de litografía de ultravioleta extremo (UVE) y las máquinas que son necesarias para la inspección de las obleas con integración en 3D. No cabe duda de que corren buenos tiempos para Nextin.
Imagen de portada: Nextin
Más información: Reuters | The Elec
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Xataka
por
Juan Carlos López
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