Internet estaba en pañales en 1990, pero en Japón la gente utilizaba un módem en su Sega Mega Drive para jugar en línea
Vivimos en un mundo altamente conectado en el que el Internet está presente en nuestros ordenadores, móviles, consolas y hasta refrigeradores. Nunca en la historia había sido tan sencillo acceder a información, jugar en línea o controlar dispositivos a la distancia. Sin embargo, como todos sabemos, esto no siempre ha sido así.
Ahora bien, puede resultar algo sorprendente pensar que 1990 en Japón no solo ya se conectaban a Internet, sino que algunas personas conectaban módems a sus consolas de videojuegos para jugar en línea. Y lo más curioso de este servicio es que el país ni siquiera estaba entre los que tenían la oferta de conectividad más desarrollada.
El curioso caso de las consolas conectadas en Japón
Para poner un poco de contexto, según datos de Worldmapper, unas 3 millones de personas tenían acceso a Internet en el año inaugural del a década de los noventa. La mayor parte de los usuarios se repartía entre Estados Unidos y Europa. En el ranking de conectividad, Japón se encontraba muy atrás, fuera de las 10 primeras posiciones.
Sin embargo, la compañía nipona Sega no dudó en abrazar la red de redes con su consola Mega Drive (conocida cono Sega Genesis en otros mercados). Se trataba de su consola de cuarta generación de 16 bits que había sido lanzada en 1988 y había resultado un éxito.
El dispositivo contaba con un microprocesador Motorola 68000 de 7,6 MHz para ejecutar los juegos y un coprocesador Zilog Z80. La consola tenía así 64 KB de RAM, 64 KB de VRAM, 8 KB de RAM de audio.
Dos años después de su lanzamiento, en concreto el 3 de noviembre de 1990, Sega lanzó en Japón el Mega Modem. Se trataba de un accesorio que se conectaba a un puerto DE-9 situado en la parte posterior de la consola y que permitía a esta conectarse a Internet.
Como seguramente puedes imaginar, la oferta de servicios online en aquel entonces era muy primitiva. No obstante, la compañía japonesa se animó a distribuir juegos a través de la conexión Dial-up como así también a permitir el juego en línea en alguno de sus títulos.
Todo esto se realizaba a través de una conexión telefónica cuya velocidad rondaba los 1200 baudios (1,2 kbit/s). Y, dado que no había un dispositivo de almacenamiento adicional, todo los juegos descargados debían almacenarse en la memoria de la Mega Drive.
Sega ofrecía por aquel entonces dos opciones para acceder al Mega Modem. Por un lado, los jugadores podían comprar el accesorio con un cartucho por 12.800 yenes. Esto habilitaba la mencionada conectividad y daba acceso a un abanico de juegos incluidos.
Entre los títulos se encontraban ‘Nikkan Sports Professional Baseball VAN’, ‘Cyberball’, ‘Advanced Grand Strategy’, ‘TEL/TEL Stadium’, “Forbidden City” y ‘TEL/TEL Majan’. El último era un juego de mahjong con capacidad de juego individual o en línea.
Por otro lado, la compañía ofrecía únicamente el Mega Modem por 9.800 yenes. En este caso, los usuarios deberían comprar cartuchos compatibles por separado para aprovechar las bondades de conectividad del accesorio.
Uno de los cartuchos más exitosos fue Sansan. Se trataba de un juego de estrategia de Go con capacidad de juego online. El desarrollador, White Box, permitió que los propietarios del cartucho jugaran a través del Mega Modem con otros utilizando su ID de Sansan.
La propuesta, sin lugar a dudas, era enormemente interesante. No obstante, no tuvo el éxito esperado y la compañía nipona decidió discontinuarla a finales de 1992. Las nuevas versiones de la Mega Drive, de hecho, se lanzaron al mercado sin el puerto del módem.
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Internet estaba en pañales en 1990, pero en Japón la gente utilizaba un módem en su Sega Mega Drive para jugar en línea
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Xataka
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Javier Marquez
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