Unos investigadores han descubierto algo fascinante en los bosques de Bulgaria: un frigorífico de las legiones romanas
Mientras excavaban en la fortaleza legionaria de Novae, al norte de Bulgaria, el profesor Piotr Dyczek y sus colegas de la Universidad de Varsovia se toparon con un artefacto peculiar que parece una broma anacrónica entre antiquísimos muros de piedra: ni más ni menos que un refrigerador. Una nevera con comida y bebida instalada en mitad de una antigua construcción romana levantada para servir a la VIII Legio Augusta. Lo curioso es que en ello no hay error alguno, solo la enésima demostración de hasta dónde alcanzaba el ingenio técnicos de los romanos.
Eso y cuánto apreciaban una buena copa de vino fresco.
¿Una nevera romana? Así es. Por más estrambótico que suene eso es exactamente lo que han encontrado el profesor Dyczek y sus compañeros mientras trabajaban en Novae, una antigua fortaleza y ciudad romanas situada al norte de Bulgaria. Los investigadores estudiaron barracones militares de madera y tierra, tomaron medidas de los cuarteles e identificaron un pozo y canalizaciones con tuberías de cerámica y plomo, un interesante sistema de acueductos.
La pieza más curiosa con la que se han encontrado es sin embargo bastante distinta y mucho menos ortodoxa: un frigorífico antiguo, una artilugio que tal vez no se parezca demasiado a los que usamos hoy pero compartía su función.
¿Y cómo es esa nevera? Fascinante. El refrigerador es un recipiente fabricado con placas de cerámica situado en el suelo de tal forma que una tubería de agua de plomo pasa por su cara más amplia. El objetivo: mantener fresca la pitanza. Dentro los investigadores encontraron restos de vasijas para beber vino, cuencos y huesos de animales, lo que les permitirá recrear la última comida que se guardó dentro.
No es la primera vez que los arqueólogos encuentran una construcción así. Stile Arte recuerda que en 2022 ya se localizó en el mismo asentamiento un recipiente de mampostería que pudo usarse tanto a modo de horno como de nevera, aunque recurriendo probablemente a bloques de hielo. Su nuevo hallazgo es sin embargo más sorprendente ya que, recuerda Dyczek, dispone de “refrigeración adicional”.
¿Han descubierto algo más? Sí. En un comunicado en el que hace balance de la campaña de cinco semanas de excavación en Novae, la Universidad de Varsovia explica que los expertos han identificado un complejo de cuarteles militares de la VIII Legio Agusta, un complejo de 60 metros de largo por 38 de ancho fabricado con madera y tierra. Durante su estudio en la zona, descubrieron además un pozo que abastecía de agua a los militares y el interesante sistema de canalizaciones.
Al explorar un horno de cerámica del siglo IV hallaron vasijas, incluido un juego para beber vino con cerámicas decorada. Otra pieza curiosa es un colgante de plata que representa un ratón, una figura elaborada con un sorprendente nivel de detalle. En total, se recuperaron más de 200 artefactos diferentes.
¿Y qué antigüedad tiene la nevera? El comunicado de la Universidad de Varsovia no habla de fechas, pero medios italianos como Repubblica o Stile Arte señalan que el ingenioso sistema de refrigeración con un tubería de plomo dataría de hace aproximadamente 1.900 años. Novae es una de las fortalezas legionarias más relevantes de las defensas Limes Moesiae a lo largo del Danubio.
Como recuerda World Monuments Fund, los vestigios del primer campamento romano datan de mediados del I d.C y las fortificaciones siguieron ampliándose durante un largo período, hasta el V, abarcando una ciudad en crecimiento que disponía de murallas, torres, edificios residenciales y templos. Su interés le ha llevado a ser escenario de excavaciones de búlgaros y polacos desde los 60.
Imágenes: Krzysztof Narloch (Uniwersytet Warszawski)
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Unos investigadores han descubierto algo fascinante en los bosques de Bulgaria: un frigorífico de las legiones romanas
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Xataka
por
Carlos Prego
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