Hace 450 años alguien recorrió España apuntando todos sus animales y plantas: el bizarrísimo atlas de lo que ya no existe
Si una noche de invierno un viajero del tiempo llegara y nos llevara, no sé, a la España de Felipe II, no reconocería a la Península ni la madre que la parió. Hemos cambiado mucho en los últimos 450 años, pero la mayor parte de las veces no somos conscientes de ello. Un buen ejemplo es lo que ocurre con respecto a la flora y a la fauna. Sobre todo, porque una enorme cartografía histórica (recién salida del horno) le acaba de poner nombre y apellidos a las plantas y animales que existían en España menos de un siglo después de la conquista de América.
España hace 450 años. Lo cierto es que sabemos poquísimo sobre la fauna y la flora de principios de siglo XX… imaginad lo que sabemos sobre los bichos de hace 450 años. Por eso, los investigadores en ecología histórica buscan todo tipo de recursos para tratar de componer una imagen clara de lo que ocurría en el pasado preindustrial: es la única forma de entender en profundidad cómo funcionan las dinámicas botánicas y zoológicas en el largo plazo.
La buena noticia es que esa información está, lo que pasa es que no está accesible. En este caso, un equipo de biólogos de la conservación de la Estación Biológica de Doñana acaba de analizar con detalle un documento histórico de la corte de Felipe II en el que se recogían entrevistas a paisanos de 628 pueblos: las ‘Relaciones topográficas‘. Procesándolo, han creado una base de datos con los “7.300 registros de plantas y animales silvestres, cultivos y ganado” que aparecen en las Relaciones y, gracias a ello, han dibujado un retrato robot de cómo era el mundo hace 450 años.
¿Qué se cultivaba? Esto es lo que quizás fuera más fácil de imaginar porque la expresión “eso vino de América” es bastante popular. Sin patatas, judías o tomates, en los campos españoles se cultivaban lentejas, guisantes, habas y otras legumbres típicas del Mediterráneo como los yeros o la almorta. Algo que ya solo se usa (y de aquella manera) en las gachas manchegas.
Más allá de la comida, según de los investigadores, se cultivaba el lino y el cáñamo para hacer tejidos y se producía seda en muchas zonas del país. Sin embargo, lo verdaderamente sorpréndete es la fauna y todo lo que hemos perdido.
Cuando las “cebras” eran ibéricas… Más allá de conejos, perdices o liebres (que eran muy consumidas por las clases populares) y los ciervos, corzo o jabalíes que cazaban las clases altas, lo más sobresaliente era la amplísima extensión en la que existía el lobo, los osos pardos y el lince.
Todo eso y, por supuesto, los enzebros; la mítica raza de caballo ibérico salvaje que hoy está extinta y que dieron su nombre a las cebras sudafricanas. Por lo demás, no había aún cangrejo y los ríos estaban llenos de anguilas (algo que hoy parece, casi, ciencia ficción).
Un mundo que ya no existe. La base de datos es alucinante y nos habla de un mundo que no solo no existe, sino que es muy difícil de imaginar. A menudo, tendemos a imaginar el mundo como una prolongación del “nuestro” y, en cuanto, aprendemos cómo era realmente… descubrimos era mucho más diferente de lo que podíamos sospechar.
En Xataka | Las criaturas mitológicas del folclore español, ilustradas en un fascinante mapa
Imagen | The Knigth and the lion
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Hace 450 años alguien recorrió España apuntando todos sus animales y plantas: el bizarrísimo atlas de lo que ya no existe
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Javier Jiménez
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