La normativa PSD3 ya está aquí y tiene un objetivo claro: que todos los bancos europeos sean “fintech”
La primera directiva de pagos europea tiene más de 15 años. La última actualización fue en 2015, cuando se reguló por primera vez el ‘open banking’ y la digitalización de nuestras cuentas de pago. Pero el sector financiero ha seguido evolucionado y finalmente la Comisión Europea ha presentado la nueva normativa: la Directiva de Servicios de Pagos PSD3.
Ocho años después, la PSD3 ya es oficial. Ya pocos nos acordamos de las tarjetas de coordenadas. Fue una de las sacrificadas por PSD2. En su lugar los bancos empezaron a experimentar con APIs y sistemas digitales para todo el proceso de pagos y cuentas de ahorro.
Tras un proceso de revisión que empezó el año pasado, la Comisión finalmente ha presentado el que será el nuevo marco legal para todo el sector financiero. Un avance que describen como una evolución más que no una revolución, pero que consideran imprescindible para que el sector financiero europeo esté adaptado.
Del ‘open banking’ al ‘open finance’. La Autoridad Bancaria Europea (EBA) utiliza estos anglicismos para definir cuál es el cambio que llega con PSD3. En vez de banca abierta ahora se habla de finanzas abiertas, en representación que la nueva normativa abarca más conceptos financieros.
No estamos únicamente ante una modernización de los pagos o las cuentas de ahorro; ahora se busca la modernización del pago de impuestos, los seguros, las inversiones y toda la gestión del dinero. Se amplía el horizonte de acción, entendiendo que los pagos electrónicos pueden aplicarse a multitud de situaciones.
Cualquier banco puede ser ‘fintech’. Tecnología financiera es un concepto muy amplio. Actualmente se utiliza para designar a aquellas empresas del sector financiero que permiten pagos online sin complicaciones, independientemente de la moneda utilizada y donde hay procesos automatizados. En España el mejor ejemplo podría ser Bizum. PSD3 busca eliminar el concepto de ‘fintech’, forzando a que todos los bancos se modernicen lo suficiente como para eliminar las diferencias.
Todavía falta para conocer el texto final de PSD3, pero según explica la Comisión, la nueva normativa “reforzará combatir el fraude; permitirá el acceso a los proveedores de pago no bancarios a todos los sistemas de pago y el derecho a tener una cuenta bancaria (IBAN); mejorará la banca abierta respecto a las interfaces y el acceso a los datos; reforzará el poder de las autoridades nacionales competentes; mejorará la disponibilidad del efectivo y fusionará los marcos legales del dinero electrónico y los sistemas de pago”.
Una normativa para simplificar la experiencia financiera. Que si ‘wallets’, que si ‘contactless’, criptomonedas, euro digital, aplicaciones… ahora mismo el sector financiero dispone de muchísimas vías de acceso y el problema es que existe la sensación de que no todas funcionan igual.
PSD3 concretará una serie de exigencias que deberán ser comunes, sean instituciones financieras o productos fintech. Entre ellas se especifica la disponibilidad de extraer datos financieros, una interfaz completa para ver los datos financieros personales, unos patrones de estandarización de información financiera, un mecanismo concreto en caso de disputa y una mayor interoperabilidad entre aplicaciones financieras.
Es decir, medidas para intentar que todas las aplicaciones financieras se parezcan más entre sí. Con el objetivo que el usuario sepa moverse mejor y que si tiene cualquier problema o deseo de cambiar, le sea más fácil. Tal es así, que se plantea la posibilidad de crear una API común financiera para toda Europa bajo la autenticación reforzada de clientes (SCA).
Va para largo (¿esperando al euro digital?). La primera PSD1 se presentó en 2007, pero no fue hasta 2016 cuando se puso en práctica. La PSD2 la conocimos en 2015, pero no ha sido hasta 2020 cuando se empezó a aplicar en España. La PSD3 se espera que entre en acción en 2026, aunque todavía estamos en una fase inicial. Justo acaba de hacerse oficial su intención de materializarse.
Tanto por la perspectiva como por la hoja de ruta, PSD3 es la normativa de pagos que debería recoger el guante lanzado por la llegada del euro digital, también enfocado a dentro de unos tres o cuatro años. En Europa son conscientes que el mundo financiero está evolucionando muy rápido pero también que es un campo con grandes empresas y con mucho en juego. La PSD3 ya está encima de la mesa.
Imagen | Jonas Leupe
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La normativa PSD3 ya está aquí y tiene un objetivo claro: que todos los bancos europeos sean “fintech”
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Enrique Pérez
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