Cientos de miles de coches europeos podrían quedarse sin vender en China por su nueva normativa de emisiones
El enorme mercado chino ha sido durante años un estupendo escenario para las marcas de coches occidentales, incluyendo las europeas y las norteamericanas. Pero ahora se están topando con una realidad complicada con la inminente llegada de la norma 6b.
En teoría, ésta debería entrar en vigor en julio de este año, pero parece que finalmente no lo hará: los concesionarios han presionado al Gobierno para que se aplique una moratoria de seis meses y ganar más margen para dar salida al ingente stock actual. Y es que las ventas no están acompañando precisamente desde hace tiempo sobre todo a firmas europeas.
Una moratoria para evitar una debacle
Entre enero y febrero de este 2023, según recoge The Driven y en base a datos de MarkLines, las ventas de coches de marcas francesas han bajado un 46,4 % y las alemanas un 21,2 %. El retroceso también ha sido notable para otras asiáticas, como las japonesas (-40 %) y las coreanas (-22,4 %), e igualmente para las firmas norteamericanas (-12,5 %). La brecha es considerable si se compara con las marcas chinas, con un descenso mínimo de un 0,1 %.
Y es que si bien los fabricantes chinos están tornando a los modelos eléctricos puros, las marcas exportadas tienen aún muchos térmicos en cartera. Ante esta tesitura, el temor era evidente: cientos de miles de coches, ya fabricados, podrían no venderse desde julio ante la nueva normativa 6b, que exige motores más limpios.
En concreto que reduzcan sus emisiones contaminantes entre un tercio y la mitad de las permitidas en los modelos nuevos actualmente, que se rigen por la 6a desde julio de 2020.
Seis meses más de margen para poder vender el ingente stock. Sobre esto alertó hace unos quince días CADA (Asociación de Distribuidores de Vehículos de China), es decir similar a la patronal de concesionarios. Pero parece que de momento, las marcas van a tener un ligero respiro.
Se señala que los concesionarios habrían presionado al Gobierno de la República Popular solicitando más tiempo para adaptarse a la norma y así dar salida a todo el stock posible durante los próximos meses. Un episodio que recuerda mucho al estándar WLTP aquí en España, que se tradujo en una moratoria de dos años para no ahogar el mercado automovilístico.
El estándar 6b, basado en las normativas de la Unión Europea y las federales de Estados Unidos, se anunció en 2016 y en teoría tendría que entrar en vigor el 1 de julio de este 2023. Pero parece que se retrasará finalmente hasta el 1 de enero de 2024. Al menos esa ha sido la fecha solicitada por los concesionarios y a las que habría accedido el Ejecutivo chino.
Sea como fuere, desde esa fecha los que no cumplan la nueva normativa ya no podrán venderse. Y se insta a los fabricantes a que aceleren la fabricación de estos coches para que lleguen lo antes posible a los concesionarios y de aplicar agresivas promociones para impulsar las ventas. La confirmación, prometen desde la CADA y según recoge National Business Daily, se comunicará en unos días, con los nuevos plazos y exigencias.
¿Servirá de algo la moratoria? Está por ver. The Driven señala que más del 25 % de los coches nuevos que se venden en China ya son eléctricos: los compradores chinos están optando cada vez más por las mecánicas cero emisiones, o enchufables que en 2022 crecieron más de un 90 % en comparación a 2021. Y hablamos de únicamente seis meses.
Si lo comparamos con el ejemplo de España, la incertidumbre tecnológica marcó con la llegada del estándar WLTP el desplome de las ventas de coches, que posteriormente se acució con la pandemia o la crisis de componentes y los retrasos de fabricación. Así, llevamos varios años en los que no se superan el millón de unidades. De hecho 2022 fue el peor de los últimos tres, con 813.396 automóviles comercializados.
La industria se bambolea entre las normas de reducción de emisiones y las necesidades de los fabricantes. Sirve también el ejemplo de Europa, que si bien prohibirá la venta de coches gasolina y diésel desde 2035, deja abierta la puerta a los térmicos gracias a los e-fuels tras la presión de Alemania. Pero además del problema en casa, las firmas europeas ahora añaden el de la realidad del mercado chino.
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Cientos de miles de coches europeos podrían quedarse sin vender en China por su nueva normativa de emisiones
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Motorpasión
por
Alejandra Otero
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