Un tipo se autoproclamó rey de un país imaginario y empezó a vender sus propias matrículas. Hasta que le detuvieron

Un tipo se autoproclamó rey de un país imaginario y empezó a vender sus propias matrículas. Hasta que le detuvieron

“Bienvenidos a la República Independiente de Mi Casa”, decía el lema de una famosa cadena sueca de tiendas de muebles. Shay Karamosta, un ciudadano de Israel, se lo tomó al pie de la letra y se declaró rey del Reino de Yashar-El (ya puestos, uno se nombra rey, que las repúblicas son para los mugrosos debió pensar) y empezó a expedir documentos oficiales como pasaportes y matrículas.

No pasaría de ser un iluminado más si no fuese porque empezó a hacer negocio con su supuesta monarquía. Los pasaportes y las matrículas expedidas no eran gratis, por supuesto.

Lo más llamativo es que todos los documentos, como los pasaportes, eran lo suficientemente convincentes para engañar a más de un policía. De hecho, la policía dijo tener conocimiento del problema después de que un agente diera el alto a un coche que llevaba matrículas no reglamentarias o desconocidas.

El conductor no se inmutó y presentó un documento que tenía todo el aspecto de una acreditación diplomática válida. El agente le dejó marchar en base a esa supuesta inmunidad diplomática. El problema es que el país en cuestión, el Reino de Yashar-El, no existe.

Karamosta y su compañero fueron detenidos la semana pasada por la policía cerca de una propiedad abandonada, en el centro de Israel. Se les acusa de falsificación y uso de documentos falsos, obstrucción a un agente de policía, suplantación de identidad, falsificación de marcas de identificación de vehículos y uso de matrículas falsas.

Matriculas Yashar El

En un post publicado en yashar-el.me, un representante del reino declaró que la policía israelí había secuestrado ilegalmente al “rey Shai”, y afirmó haber enviado una carta al Tribunal Internacional de Justicia de La Haya.

Tanto Karamosta como su pareja han sido puestos en libertad bajo condiciones restrictivas por el Tribunal de Magistrados de Acre. Tras su puesta en libertad, la policía afirma que seguirá investigando el asunto.

Creerse más listo que nadie para no pagar impuestos

Karamosta no es el primero que se inventa su propia nación en su casa, desde la Isla de la Rosa (cuya historia se puede ver en Netflix) hasta República Errante Menda Lerenda, pasando por los freemen, o ciudadanos soberanos, muchos son los que se inventan artimañas legales para no someterse a la ley.

Freemen Inglaterra

“PRIVADO. No necesita carnet de conducir o seguro. No es de uso comercial. Método privado de transporte (viaje)”. Claro que sí. (Foto: @ResponseWMP)

En los países de habla inglesa, especialmente Estados Unidos y Canadá existen los llamados freemen on the land, o freemen. Se trata de un grupo heterogéneo de individuos que se adhieren a conceptos pseudolegales y teorías conspirativas por las que sólo están obligados a obedecer a las leyes si dan su consentimiento a dichas leyes.

Y como no dan su consentimiento, se rigen por sus propias leyes que la única ley “verdadera” es su propia interpretación idiosincrásica del “derecho consuetudinario”, es decir, que se rige por la costumbre.

Eso sí, llegan a tener sus propias matrículas, ya sea un trozo cartón o algunas más elaboradas, en las que aseguran que son freemen y que no les pueden decir nada con textos como “Propiedad privada soberana. Inmunidad declarada por ley. No de uso comercial”.

Todos estos movimientos, repúblicas y reinos de su casa tienen algo en común, intentar librarse de cumplir con el estado de derecho, especialmente cuando se trata de impuestos. Y también, claro está, hacer dinero con gente influenciable.

Más de un freeman o grupo afiliado ofrece, previo pago, la realización de matrículas, como el amigo Karamosta o la Embassy of Heaven (Embajada del Paraíso) que vendía matrículas soberanas online. Porque pagar una tasa no es aceptable, pero pagar a un desconocido por una matrícula de juguete, sí.


La noticia

Un tipo se autoproclamó rey de un país imaginario y empezó a vender sus propias matrículas. Hasta que le detuvieron

fue publicada originalmente en

Motorpasión

por
Daniel Murias

.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *