El próximo supercoche de Ferrari va a ser brutal; su sonido no tanto. Adiós al V12
El próximo Supercar de Ferrari, el sucesor en edición limitada del LaFerrari, está en una fase muy avanzada de desarrollo y ya ha salido a carretera. Con su inmenso alerón y camuflaje que esconde su aspecto, el coupé no ha pasado desapercibido por los alrededores de Maranello.
Con un linaje que incluye el legendario F40, el Enzo y, más recientemente, el LaFerrari, el nuevo modelo prescindirá del emblemático V12 y equipará un motor híbrido más pequeño.
El nuevo modelo, cazado en este vídeo, parece más el prototipo de un coche de competición que de calle, ya que su conjunto aerodinámico le confiere un aspecto mucho más agresivo que sus predecesores, del 288 GTO al LaFerrari, sólo el F40 era prácticamente un coche de carreras.
No obstante, el estilo está en consonancia con la nueva política de diseño de Ferrari, que se divide gradualmente entre elegantes GT y exuberantes superdeportivos. El coche conserva la arquitectura de motor central trasero de sus predecesores, y el frontal muy curvado del habitáculo recuerda al LaFerrari.
La zaga es más angulosa que la proa, con un imponente alerón a priori regulable (no queda claro si equipa DRS o no, a lo Porsche 911 GT3 RS) y un difusor inferior no menos imponente. Entre ambos, una doble salida de escape a media altura. En cuanto a los pilotos traseros recuerdan a los del SF90 Stradale, pero podrían no ser los definitivos.
En los laterales, al menos cuatro tomas de aire situadas a cada lado para alimentar la admisión del bloque motor, la ventilación del vano motor o la refrigeración de los frenos o el sistema híbrido.
Que el nuevo hypercar de Ferrari será híbrido no es un secreto. Además de las pegatinas amarillas que indican un peligro eléctrico, obligatorias en los prototipos, el sucesor del LaFerrari no iba a ser menos.
V8 híbrido o V6 híbrido, pero nada de V12
Por otra parte, Ferrari anunció en junio de 2022 que su próximo Supercar estaría electrificado, en mayor medida que el LaFerrari. La ilustración publicada por la firma el verano pasado sugiere la presencia de un V8 bajo el capó trasero, una suerte de vuelta a los orígenes, pues los instigadores de este linaje, el 288 GTO y el F40, equiparon un motor V8.
Sin embargo, no hay prueba que indique que el nuevo buque insignia de Ferrari llegue con un V6 o un V8. El V8 biturbo de 4.0 litros de la firma sería un candidato digno para este coche y con asistencia híbrida, como demuestra el SF90 Stradale de 1.000 CV.
Sin embargo, la mula de pruebas que aparece en este vídeo se mueve con una sintonía similar a la del 296 GTB de 830 CV, propulsado por un V6 biturbo de 3.0 litros.
El diseño final será sin duda más refinado que este rudimentario coche de desarrollo que tiene toda la pinta de ser una mula de desarrollo y no uno de los prototipos del coche. Un modelo así genera muchos rumores y supuestas filtraciones, aunque Ferrari es una de las marcas que mejor guarda sus secretos.
Aun así, algunos aseguran que el nuevo modelo se llamará F250. Algo poco probable, ya que Ford no dejó Ferrari usar F-150 para uno de sus Formula 1, pero quién sabe, quizá en esta ocasión Ford sí permita el uso del nombre de una de sus pick-ups más vendidas.
Tampoco faltan los rumores acerca de una futura versión spider y de una variante más radical reservada para uso en circuito y no matriculable. Pero en este caso, es lo que ha ocurrido con el LaFerrari y el Enzo, por ejemplo. Es algo previsible.
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Motorpasión
por
Daniel Murias
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