Roban 2.300 litros de gasoil por un agujero en un oleoducto y lo revenden a un distribuidor en Sevilla: ya hay cuatro detenidos
La Guardia Civil ha detenido en la localidad de Utrera (Sevilla) a cuatro integrantes de una banda criminal perfectamente organizada que se dedicaba a robar combustible de un oleoducto mediante su perforación, para luego venderlo en el mercado negro.
Además de haberles sido incautados dos depósitos de combustible de gran capacidad, numerosos instrumentos y herramientas para llevar a cabo su meticuloso modus operandi, la banda liderada por el “el cirujano” estaba siendo investigada desde el pasado mes de noviembre. Hasta ahora, habían conseguido sustraer más de 2.300 litros del oleoducto.
Un robo casi de ciencia ficción, que podría implicar al comercial de una distribuidora
Desarticulada una organización criminal dedicada a la sustracción de carburante mediante la perforación de oleoductos. Detenidas 4 personas entre ellas la conocida como el “cirujano”, encargado exclusivamente del “picaje” del oleoductohttps://t.co/xbESqg2lVS pic.twitter.com/lQbxAQC75V
— Guardia Civil 🇪🇸 (@guardiacivil) February 1, 2023
En el marco de la denominada operación “Benzino”, la investigación en torno a esta organización criminal se inició a finales del pasado mes de noviembre de 2022, cuando los agentes tuvieron conocimiento de que se había llevado a cabo una conexión ilícita en un tramo de difícil acceso de un oleoducto ubicado en Alcalá de Guadaira (Sevilla).
Por el método tan sofisticado que empleaban los delincuentes y la infraestructura con la que contaban (furgonetas y depósitos de gran capacidad, entre otros), la Guardia Civil asegura que se trata de “una organización especializada y perfectamente estructurada”.
Y es que, según sus investigaciones, tres de los cuatro detenidos (de nacionalidad letona y lituana) accedían al oleoducto por lugares camuflados a la vista y de difícil acceso, realizando excavaciones de “agujeros de hasta dos metros de profundidad”.
Esto les permitía insertar una manguera con una llave de paso que utilizaban para llenar los depósitos camuflados en el interior de vehículos que estacionaban en las inmediaciones.
El cuarto integrante de la organización, apodado “el cirujano”, era crucial para llevar a cabo su objetivo, pues se encargaba exclusivamente de la perforación de los oleoductos con herramientas de precisión.
Fruto de la investigación, se han recuperado dos depósitos con un total de mil litros de capacidad cada uno. Además, tras una inspección en una empresa distribuidora de combustible de la localidad de Espera (Cádiz) y un registro en el domicilio arrendado por uno de los detenidos en Utrera, se han incautado varios nanómetros de presión, mangueras, perforadoras, visor nocturno, linternas, detectores de radares.
La organización también había alquilado una parcela rústica como centro de operaciones en las afueras de la localidad de Utrera (Sevilla), donde se planificaban las decisiones.
Además de los detenidos está siendo investigado un posible quinto involucrado: un comercial de una empresa del ramo.
Tal y como nos ha confirmado un portavoz de la Guardia Civil de Sevilla en el momento de escribir este artículo, este presuntamente “actuaba al margen de la empresa y en desconocimiento de ésta”, y supuestamente compraba parte del gasoil robado para después venderlo a sus clientes y llevarse íntegro el margen de beneficio.
Al ser la empresa distribuidora un tercero de buena fe, y teniendo en cuenta que el comercial operaba por su cuenta y riesgo, tal y como nos señala la Guardia Civil, el nombre de la empresa distribuidora de combustible no se puede revelar por el momento.
Así, por el momento, los agentes han procedido a la detención de los cuatro integrantes de la organización, a los que se les imputan la supuesta “comisión de robos con fuerza, pertenencia a organización criminal, y delitos contra la seguridad colectiva y receptación”.
Según la Guardia Civil, “los detenidos ya han pasado a disposición judicial y se está determinado el ingreso en prisión para todos ellos”.
Además, la Guardia Civil ha querido destacar que “la manipulación de un oleoducto por personal no especializado supone una extrema gravedad y peligrosidad”, ya que dependiendo del tipo de hidrocarburo que circule por la tubería, cualquier tipo de chispa o ignición puede provocar una deflagración y explosión de una magnitud incalculable.
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Roban 2.300 litros de gasoil por un agujero en un oleoducto y lo revenden a un distribuidor en Sevilla: ya hay cuatro detenidos
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Motorpasión
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Irene Mendoza
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