Los estudiantes ya no copian, usan ChatGPT: las universidades comienzan a vigilar el uso de la inteligencia artificial
La FundéuRAE (Fundación del Español Urgente) otorgó el título de palabra del año 2022 a la expresión “inteligencia artificial”. En una entrada publicada en su página web a finales del pasado mes de diciembre, la Fundación explicaba que la selección de este concepto se debía a su gran presencia en los medios de comunicación y al debate social durante los últimos doce meses, provocados ambos por “los diversos avances desarrollados en este ámbito y las consecuencias éticas derivadas”.
En este sentido, la aparición de chatbots ha supuesto un gran avance en el campo de la Inteligencia Artificial y ya está teniendo consecuencias en el ámbito de la educación.
Chatbots para hacer la tarea de clase. Según The Guardian, algunas universidades australianas han detectado que ciertos alumnos están empleando chatbots para realizar sus trabajos de clase, como ensayos o incluso exámenes. Estos bots conversacionales son aplicaciones de sotfware que emplean Inteligencia Artificial mediante la cual producen respuestas automáticas, y pueden usarse para proporcionar servicios de atención al cliente las 24h, por ejemplo. Sin embargo, parece que algunos universitarios australianos lo están utilizando para sacar el curso adelante.
Revisión de los métodos de evaluación. El periódico británico señala que las ocho principales universidades australianas, asociadas en el denominado Group of Eight (Grupo de las Ocho en castellano), se han visto forzadas a modificar sus métodos de evaluación. Según el Dr Matthew Brown, principal representante del grupo, las universidades han tenido que revisar “cómo se llevarán a cabo las evaluaciones en 2023”, muchas de las cuales optarán para ello por fórmulas tradicionales como “un mayor uso de los exámenes y tests a papel y bolígrafo”.
Las universidades buscan anticiparse. Brown indica que las Universidades llevan tiempo abordando el uso de la Inteligencia Artificial mediante la formación de los estudiantes y del profesorado, así como con la utilización de estrategias de detección específicas para los textos generados por los chatbots. Adicionalmente, señala que el rediseño de la evaluación es clave y que supone “un trabajo continuo para nuestras universidades, mientras buscamos adelantarnos a los desarrollos de la inteligencia artificial”.
Nueva York prohíbe ChatGPT en los colegios. En noviembre de 2022, la empresa OpenAI, (fundada, entre otros, por Elon Musk en 2015), lanzó ChatGPT, un chatbot capaz de procesar requerimientos breves del usuario y responder mediante textos de gran extensión. El potencial de este programa, capaz de resumir reuniones de trabajo, es tal que, para evitar un mal uso por parte de los estudiantes, el departamento de educación de Nueva York decidió prohibir el acceso a este chatbot en todos los dispositivos empleados en los colegios e institutos públicos de la ciudad, tal y como informó recientemente The Wall Street Journal.
Gran exactitud en las respuestas. La clave del éxito de estos programas está en la velocidad con la que producen las respuestas autómáticas y la exactitud de las mismas. Recientemente, Paul Taylor, profesor de salud informática (‘Health Informatics’ en inglés) en la University College de Londres, publicó un artículo en la revista London Review of Books donde explicaba cuáles habían sido las respuestas de Chatbot a determinadas preguntas que el docente había incluido en algunos exámenes. Taylor afirmó que la inteligencia artificial era capaz de responder de forma “coherente, completa y ciñéndose al tema, algo que los estudiantes a veces no consiguen”.
Los detectores de plagio, sobrepasados. El profesor añadió que los verificadores de plagio no son útiles, ya que el algoritmo de ChatGPT “responde de forma diferente a cada interacción, por lo que los estudiantes no obtendrán la misma respuesta que yo recibí”. Finalmente, Taylor concluye que en el futuro será necesario establecer nuevos tipos de exámenes o reunir a los alumnos en una sala sin acceso a internet para que hagan los tests.
Un uso correcto es positivo. Por otro lado, los chatbots pueden ser una herramienta útil a nivel educativo, si se usa de la forma correcta. El profesor de educación primaria Stewart Brown publicó la semana pasada un tweet donde afirmaba que ChatGPT podía reducir el volumen de trabajo de los docentes, y como ejemplo colgó un vídeo en el que el chatbot redactaba las instrucciones de un ejercicio de clase a partir de las pautas proporcionadas por el maestro.
Actuar de inmediato y con criterio. Toby Walsh, profesor de Inteligencia Artificial de la Universidad de Nueva Gales del Sur, afirmó en declaraciones a The Guardian que las universidades se encuentran actualmente en una “carrera armamentística” contra los chatbots sin fin y que no van a ganar. Sin embargo, reconoció el potencial de estos programas a nivel educativo.
Por lo tanto, el problema no reside en los bots conversacionales sino en el uso que se hace de ellos. Integrar estos avances tecnológicos en los sistemas educativos e instruir al profesorado y a sus alumnos acerca de su funcionamiento y de cómo deben emplearse será clave para lograr una utilización correcta de estos programas.
Imagen: Unsplash / Dom Fou
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Xataka
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Javier Fernández
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