Con el fin de la subvención algunas gasolineras prometen mantener agresivos descuentos. No es lo que parece
Descuento va, descuento viene. Pero, por el camino, pagamos unos 6,50 euros más por cada depósito de 50 litros de gasolina que hace un año y unos 16,50 euros más si hacemos repostamos la misma cantidad de diésel. Unas cifras en las que no están incluidas la subvención gubernamental ni los descuentos de fidelización. Descuentos que ya se utilizan como arma por las petroleras y que esconden mucho detrás.
Un año de locos. 2022 ha sido uno de los años más convulsos que se recuerdan en lo que a los precios de los combustibles fósiles se refiere. En apenas un año, los precios se han encarecido hasta arrojar las cifras anteriores. Y, por el camino, se han elevado hasta alcanzar máximos históricos (2,152 euros/litro para la gasolina 95 y 2,106 euros/litro para el gasóleo A).
Pero también han caído tanto que a final de año, en la práctica, estamos ahorrando 3,50 euros por depósito de gasolina de 50 litros y pagando un sobrecoste de 6,50 euros de gasóleo A aplicando la rebaja de 20 céntimos/litro (10 euros por depósito de 50 litros), que en los boletines de la Unión Europea no se tienen en cuenta.
Se acabó. Es uno de los motivos por el que el Gobierno ha decidido eliminar esta subvención. Aunque los rumores apuntaban a que las rentas bajas se podrían beneficiar de los descuentos, finalmente serán las empresas de transporte los que podrán optar a estas rebajas que, además, se eliminarán progresivamente.
A cambio, los trenes de Renfe de Cercanías Rodalies y Media Distancia seguirán siendo gratuitos y las regiones que se acojan contarán con descuentos del 50% en sus títulos para trenes y autobuses urbanos. También se ha optado por un cheque de 200 euros para las familias con ingresos inferiores a 27.000 euros. Pero, finalmente, todos los conductores dirán adiós a una subvención que estaba beneficiando a las rentas más altas.
Una ayuda polémica. El diseño de la fórmula de la subvención fue polémica desde su inicio. En los carteles de las estaciones de servicio se mantendrían los precios del combustible sin descuentos pero en el ticket sí aparecería desglosado el ahorro. De este ahorro, el 75% de la ayuda la aportaba el Estado (15 céntimos/litro) y el 25% las petroleras (cinco céntimos/litro).
Además, se contemplaba que las estaciones de servicio tendrían que adelantar el dinero, por lo que las gasolineras lowcost, aquellas que ajustan más los precios, amenazaron con ir a la huelga contra una medida que, a su juicio, les obligaría a cerrar en el largo plazo por falta de liquidez.
Descuentos agresivos. Por el contrario, las grandes petroleras entraron en un agresivo juego de grandes descuentos. Un ejercicio que está estudiando la CNMC y que tiene a Repsol, Cepsa y BP en el punto de mira, después de realizar descuentos que se vendían como “30 céntimos de ahorro por litro”.
Según el organismo encargado de vigilar el mercado, estas petroleras podrían haber llegado a acuerdos para bajar sus precios tanto que estarían expulsando del mercado a los comercializadores más pequeños. Repsol, por su parte, no tardaba en rechazar estas investigaciones, asegurando que siempre han cumplido con las normas del libre mercado.
Que no son tan agresivos. En estos descuentos que las petroleras anunciaban que eran de hasta 30 céntimos/litro escondían una serie de condicionantes que no los hacían tan agresivos. En primer lugar porque absorbían la ayuda gubernamental y, por tanto, de los 30 céntimos/litro, 15 céntimos los ponía el Estado y 20 céntimos de ellos se rebajaban a todos los conductores, independientemente de dónde repostaran.
Con la eliminación de la subvención, Repsol ha anunciado que mantiene su campaña de 10 céntimos/litro de descuento hasta el 31 de marzo pero para acceder a ella tendremos que pagar con su aplicación Waylet. Además, en la nota publicada no se menciona el ahorro de cinco céntimos/litro extras a la subvención del Gobierno que sí se hacía a todos los conductores hasta ahora.
Es decir, el esfuerzo que hará Repsol en este caso (veremos si siguen el ritmo otras compañías) es mucho más liviano que en los meses anteriores, pues ya no tendrán que descontar los cinco céntimos/litro de su parte de la subvención ni los cinco céntimos extra que ya habían anunciado para todos los conductores. El ahorro es significativo.
Beneficios como nunca. La duda es si los beneficios históricos recogidos hasta ahora en los últimos meses repercutirá en agresivos descuentos aprovechando el colchón amasado. También si la investigación de la CNMC puede frenar este tipo de comportamientos a corto plazo.
Si Repsol puede hacer este tipo de descuentos es porque, pese a las exigencias estatales y las agresivas campañas de fidelización, al cierre del tercer trimestre del año había ganado 723 millones de euros más que en todo 2021, sumando un total de 3.222 millones de euros en los primeros nueve meses del año.
Pero Repsol no es la única compañía que ha recogido estos datos. Ya en el primer trimestre de 2022, BP había triplicado sus beneficios respecto al mismo periodo del año pasado y Cepsa había crecido en ingresos un 251%. Con los últimos datos disponibles, en el tercer trimestre de 2022, BP había obtenido 8.000 millones de euros de beneficio (un 145% más que en el mismo periodo de 2021) y Cepsa otros 980 millones de euros en el mismo espacio temporal (498 millones de euros en 2021). Todas estas compañías están siendo investigadas por la CNMC.
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La noticia
Con el fin de la subvención algunas gasolineras prometen mantener agresivos descuentos. No es lo que parece
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Xataka
por
Alberto de la Torre
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