Renfe se pone seria con la picaresca: avisa a 75.000 usuarios por su mal empleo de los abonos y advierte que se quedará fianzas
Renfe ha decidido declararle la guerra a la picaresca para acabar con el uso irresponsable de sus abonos gratuitos, una de las medidas estrella del Gobierno en materia de movilidad con la que busca incentivar el uso del ferrocarril frente al vehículo privado. Aunque la operadora asegura que el mal uso de sus títulos es minoritario, con una incidencia que apenas llega al 3% entre los más de 2,3 millones de abonos despachados, ha optado por tomar cartas en el asunto.
Sus responsables ya habían advertido, aconsejado e incluso fijado límites en su uso.
Ahora irán un paso más allá.
Un poco de memoria. Hace ya unos cuantos meses, en septiembre, Renfe lanzó un sistema de abonos gratuitos para, en sus propias palabras, “fomentar el transporte público y reducir el uso del vehículo privado”. Como telón de fondo estaba la crisis energética derivada de la invasión rusia de Ucrania y el objetivo a corto, medio y largo plazo de reducir la huella de CO2 en el transporte.
El sistema planteado por la operadora es sencillo: el usuario se registra, deposita una fianza y obtiene un título que le permite moverse de forma gratuita en servicios de Cercanías, Rodalíes y Media Distancia y disfrutar de descuentos del 50% en Avant. La medida tuvo una buena acogida, como lo demuestran los datos de tráfico —destacan los registrados por los servicios MD, de Media Distancia— y el hecho de que el Ejecutivo haya decidido prorrogar la iniciativa más allá de su calendario inicial, que espiraba este mismo mes y extenderá a lo largo de todo 2023.
Gratis, la palabra clave. Ese es el quid de la cuestión. Que el servicio no tuviese costes llevó a algunos usuarios a aprovecharse de sus flaquezas. ¿Cómo? Básicamente, abusando del sistema para garantizarse plaza, aunque eso suponga hacerlo a expensas de otras personas que se queden sin ella. Cuando les toca reservar asiento, acaparan todos los que la app les permite, a diferentes horas. Luego acaban usando el que más les conviene. En la práctica eso se traduce en todo lo contrario de lo que buscaba Renfe: vagones con plazas vacías y usuarios cabreados.
El problema fue lo suficientemente serio como para que Renfe tomase medidas. En septiembre, tras reconocer que se estaban quedando sin uso entre el 10 y 15% de las formalizaciones de billetes realizadas al menos en Galicia, Renfe aplicó ciertos límites en la formalización de billetes.
Y ahora, un paso más allá. Así es. Renfe ha decidido ir un poco más allá en su lucha contra la picaresca, adoptando medidas que ya detalla en su web y anunciaba este mismo mes en Twitter. A nivel general, la operadora incide en las limitaciones para “promover el buen uso” de los abonos: solo permite formalizar cuatro viajes al día y exige que para concretar dos en el mismo sentido deba haber pasado el triple de tiempo del viaje programado. También aplica cambios para los viajeros de pie.
Renfe define con claridad además qué considera un “uso indebido”: “Formalizar, dentro del periodo de validez del abono, tres veces sin viajar ni cancelar el viaje con al menos dos horas de antelación, o viajar con el abono de otra persona”. Si detecta que alguien actúa así le enviará dos avisos.
⚠️ Modificamos las condiciones de los abonos gratuitos de Media Distancia para evitar su uso irregular.
Se han aprobado varias medidas para promover su buen uso, que entrarán en vigor el 7 de diciembre.
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— Renfe (@Renfe) December 5, 2022
Comenzamos a avisar a los usuarios de 75.000 abonos que están haciendo un uso irregular de sus títulos.
⛔ Se incautará la fianza y anulará el título de viaje a los usuarios que, al menos en tres ocasiones, no cancelen la reserva.https://t.co/pIjaej0Kuk— Renfe (@Renfe) December 14, 2022
Dos advertencias… y fuera. Después de esos dos strikes de advertencia —comunicados a través de un SMS o vía email—, Renfe adoptará medidas. “La tercera vez que se incurra en uso indebido, el abono se anulará automáticamente, se perderá la fianza y no se permitirá expedir un nuevo abono asociado a ese DNI hasta pasados 30 días”, advierte la operadora en su página web. En la práctica, eso supone que el viajero perderá su fianza de 20 euros y verá cómo su título queda anulado.
Renfe avisa en cualquier caso de que facilitará “un plazo transitorio” de siete días para informar al viajero del incumplimiento sin que las sanciones lleguen aún a aplicarse. Y para demostrar que está decidida a hacer cumplir las normas, sus responsables se han puesto ya manos a la obra: hace solo unos días empezó a avisar a los usuarios de 75.000 abonos que habrían hecho “un uso irregular” de sus abonos. Son un buen puñado, pero una minoría si se compara con los datos globales de tráfico. La propia Renfe señala de hecho que el mal uso de los títulos gratuitos se limita al 3%.
Imagen de portada: Nelso Silva (Flickr)
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La noticia
Renfe se pone seria con la picaresca: avisa a 75.000 usuarios por su mal empleo de los abonos y advierte que se quedará fianzas
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Xataka
por
Carlos Prego
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