La guerra de los chips entre Estados Unidos y China es total: Holanda y Japón se han visto metidos de lleno en ella
El Gobierno estadounidense está decidido a poner contra las cuerdas a la industria de los semiconductores china. Los chips son estratégicos para las grandes potencias por el profundo impacto que tienen en su economía, pero también debido a que están íntimamente ligados a su desarrollo tecnológico a corto y medio plazo. En esta tesitura los circuitos de alta integración más avanzados tienen un rol protagonista, y Estados Unidos está haciendo todo lo que está en su mano para impedir que China sea capaz de desarrollarlos.
Sin embargo, su campo de actuación está limitado. Y lo está porque los equipos fotolitográficos más avanzados que podemos encontrar actualmente en las fábricas de chips de TSMC, Intel y Samsung, que son los mayores productores de semiconductores del planeta, no son estadounidenses; son holandeses y japoneses. Eso sí, incorporan componentes de origen estadounidense, lo que permite al Gobierno de Joe Biden incrementar la presión que es capaz de ejercer sobre sus socios.
La tecnología holandesa y japonesa es crucial. Sin ella no hay litografías avanzadas
Jake Sullivan, el Consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, ha confirmado hace unas horas que la administración liderada por Biden ha hablado con sus socios con el propósito de limitar la venta a China de los equipos fotolitográficos necesarios para producir chips. Y dos de sus socios más relevantes en este ámbito son Holanda y Japón. Actualmente la única empresa del planeta que es capaz de poner a punto máquinas de litografía de ultravioleta extremo (UVE) es ASML, y es holandesa.
Las fuentes de luz ultravioleta utilizadas por estos equipos las fabrica Cymer, y esta sí es una empresa estadounidense, pero hay más ingredientes en esta receta, algo lógico si tenemos presente que la complejidad de las máquinas de fotolitografía UVE es altísima. ZEISS, por ejemplo, se encarga de producir los elementos ópticos que requieren estos equipos, así como los espejos reflectores que se encargan de transportar la luz desde la fuente emisora hasta la máscara con una uniformidad extrema.
Canon y Nikon se retiraron de la carrera que libraron con ASML durante el desarrollo de los equipos de litografía UVE debido a su extrema complejidad
No obstante, esto no es todo. Esta compañía alemana también diseña y fabrica los sensores y actuadores que se responsabilizan de que el trabajo que llevan a cabo los equipos ópticos de las máquinas de litografía se adecua a las tolerancias que exige este proceso, que son extraordinariamente restrictivas. Todo esto nos permite formarnos una idea muy precisa de las alianzas entre países que es necesario proteger para que los equipos de litografía más avanzados disponibles lleguen a buen puerto.
El papel de Japón en esta industria también es muy relevante. Canon y Nikon se retiraron de la carrera que libraron con ASML durante el desarrollo de los equipos de litografía UVE debido a su extrema complejidad, pero esto no significa que este país ya no tenga nada que decir en esta industria. De hecho, sigue teniendo una voz muy potente debido a que algunos de los equipos que conviven con las máquinas de ASML en las fábricas, como, por ejemplo, los de Tokyo Electron que se encargan de recubrir las obleas con fotorresina, son japoneses. Pudimos verlos durante nuestra reciente visita a la fábrica que tiene Intel en Kiryat Gat (Israel).
Así están las cosas. Sabemos qué pretende Estados Unidos, y también conocemos qué van a hacer otros dos actores protagonistas, que, como acabamos de comprobar, tienen mucho que decir en esta industria. Jake Sullivan ha confirmado que Holanda y Japón están alineados con los intereses estadounidenses, y Yasutoshi Nishimura, que es el Ministro de Economía, Comercio e Industria de Japón, lo ha confirmado, aunque se ha negado a ampliar las explicaciones de la administración estadounidense.
El Gobierno holandés prohíbe a ASML vender equipos fotolitográficos avanzados a China desde 2019
Por otro lado, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Holanda no ha querido hacer ninguna declaración, aunque Liesje Schreinemacher, que es la Ministra de Comercio Exterior y Cooperación al Desarrollo de los Países Bajos, ha confirmado que el Gobierno del que forma parte está hablando actualmente con la administración estadounidense acerca de las restricciones que pretende imponer a China. En cualquier caso, parece muy poco probable que se produzcan sorpresas debido a que el Gobierno holandés prohíbe a ASML vender equipos fotolitográficos avanzados a este país asiático desde 2019.
Aún nos falta indagar en la otra voz que tiene mucho que decir en todo esto: China. Y, como cabe esperar, el plan de Estados Unidos no le gusta lo más mínimo. De hecho, su Ministro de Comercio ha asegurado que acaba de interponer una demanda legal ante la Organización Mundial del Comercio en respuesta a la agresión estadounidense y en defensa de sus intereses. Además, el Gobierno chino ha confirmado que invertirá la friolera de 143.000 millones de dólares en ayudas directas para su industria de los semiconductores con el propósito de paliar el impacto que está teniendo en ella el embargo estadounidense. Las espadas están en alto.
Imagen de portada: ASML
Más información: Reuters
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La guerra de los chips entre Estados Unidos y China es total: Holanda y Japón se han visto metidos de lleno en ella
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Xataka
por
Juan Carlos López
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