El último Boeing 747 acaba de salir de producción: esta es la historia del coloso de los aires
—Si lo construyes, lo compraré.
—Si lo compras, lo construiré.
Formas de hacer negocios eran la de antes, al menos según un artículo publicado por Richard Branson en la revista Time en 1998. El empresario británico, fundador de Virgin Group, recordaba el singular pacto de caballeros que sentó las bases del Boeing 747, un avión emblemático que marcó un antes y un después en la industria de la aviación.
El diálogo que encabeza este artículo forma parte de una conversación informal que tuvo lugar en 1965. El fundador de Pan Am, Juan Trippe, le había pedido a su amigo y presidente de Boeing, Bill Allen, que construyera un avión 2 1/2 veces más grande que el Boeing 707, uno de los productos más exitosos de la historia de la compañía.
Boeing 747, el avión que lo cambiaría todo
Aquellos personajes estaban a punto de cambiar la aviación comercial. El pedido de Trippe, sin embargo, no era como para tomarlo a la ligera. Boeing había destinado una gran cantidad de recursos en materializar el Boeing 707, un avión que había entrado en servicio hace menos de una década y que había conseguido una estupenda aceptación.
No obstante, el transporte aéreo transatlántico estaba reservado para una minúscula parte de la gente. Volar no era precisamente económico, por lo que elegir esta alternativa era sinónimo de tener el suficiente poder adquisitivo como para permitírselo. Es decir, ejecutivos de cierto nivel, celebridades y empresarios. Trippe, quería cambiar esta realidad.
El empresario, que ya había modificado la disposición y el número de los asientos del Boeing 707 para llevar más pasajeros y, por consiguiente, reducir el coste de los boletos, tenía una teoría: los vuelos transatlánticos solo podrían bajar de precio con aviones más grandes, mucho más grandes, y Boeing podía ser el socio perfecto para poner esta teoría a prueba.
No se sabe exactamente cómo continuó la conservación después de aquel apretón de manos entre Trippe y Allen, pero, como señala Hheraldnet, la aerolínea y el fabricante de aviones firmaron en 1966 un contrato inicial de 525 millones de dólares (unos 4.800 millones de dólares en la actualidad) por 25 Boeing 747-100. El primer avión debería ser entregado en 1969.
Boeing acababa de comprometerse a un proyecto muy ambicioso, y no solo eso, tenía 28 meses para diseñar y fabricar el avión. El primer desafío al que se enfrentó Boeing era que no tenía una planta de ensamblaje lo suficientemente grande como para mantener la línea de producción del Boeing 747. Así, decidió construir una nueva desde cero.
Estamos hablando de la Boeing Everett Factory, situada en la ciudad de Everett, Washington. Dentro de ese edificio, considerado hasta hoy como el más grande del mundo, empezó la construcción del primer avión de fuselaje ancho del mundo, el más pesado y el más grande. Boeing se estaba jugando su futuro con este proyecto.
En la construcción del Boeing 747 participaron más de 50.000 personas que fueron llamados “Los increíbles” por la enorme complejidad y los apremiantes plazos de tiempo para materializar el que se convertiría en el avión de pasajeros más grande del mundo. Sorprendentemente, la pericia de los encargados del proyecto, ingenieros, técnicos, mecánicos, administrativos y tantas otras personas consiguió lo imposible.
Tan solo 16 meses después, Boeing presentó el primer Boeing 747. El modelo original tenía 68,5 metros de largo y un estabilizador tan alto como un edificio de seis pisos. Para volar este coloso de los aires, los pilotos debieron volver a entrenarse en escuelas de formación. No solo tenían que adquirir la habilidad de manejar tales dimensiones, sino que también debían comprender los nuevos sistemas de navegación.
Lo cierto es que, a lo largo de la historia, Boeing construyó distintas variantes del 747. El 747-200, la primera evolución del avión, tenía capacidad para 440 pasajeros y un alcance de 10.371 kilómetros. Una de estas unidades, junto a un modelo original, fueron modificados por la NASA como parte del Programa del Transbordador Espacial.
Pero no fueron los únicos 747 modificados. El Gobierno de los Estados Unidos eligió a este avión para transportar al presidente. Así, modificó dos 747-200B que sirvieron como Air Force One. El Boeing 747 había pasado a ser un icono de la aviación, y el fabricante seguía apostando por él. En este sentido en 1988 lanzó el 747-400, cuya envergadura era de 64 meteros y tenía una versión de pasajeros y una de carga.
Dadas sus enormes dimensiones, el avión era ideal para transportar piezas de otros aviones. En ese sentido, como señala la propia compañía, Boeing convirtió tres 747-400 en aviones de carga de gran tamaño conocidos como Boeing Dreamlifter para transportar piezas del nuevo Boeing 787 Dreamliner entre Italia, Japón y los Estados Unidos. El primero de ellos entró en servicio en 2006.
There she goes!
The last 747 has left our Everett factory ahead of delivery to Atlas Air in early 2023. #QueenOfTheSkies
Photos: Boeing/Paul Weatherman pic.twitter.com/duzgr6MzQl
— Boeing Airplanes (@BoeingAirplanes) December 7, 2022
A lo largo de su historia, el Boeing 747 tuvo muchas otras variantes. Desde unidades de lago alcance, que tenían el apellido ER (Extended Range) hasta las variantes 747-8 Intercontinental y el 747-8 Freighter que bebieron de las innovaciones tecnológicas desarrolladas para la familia Boeing Dreamlifter.
Después de 54 años de servicio, el Boeing 747 empieza a jubilarse. El pasado 7 de diciembre, el último avión de este modelo salió de la línea de producción de la fábrica de Everett, culminando un ambicioso proyecto que surgió de la necesidad de bajar el coste de los vuelos transatlánticos y cambió la aviación comercial para siempre.
Imágenes: Boeing | NASA | SAS Scandinavian Airlines
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La noticia
El último Boeing 747 acaba de salir de producción: esta es la historia del coloso de los aires
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Xataka
por
Javier Marquez
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