Hace años que la F1 no puede correr en lluvia. Ahora la FIA quiere poner guardabarros en los coches para arreglarlo
Desde hace unos años la lluvia se ha convertido en el gran enemigo de la Fórmula 1. Cuando la FIA y Pirelli decidieron cambiar el ancho de los neumáticos traseros allá por 2017 no cayeron en lo que eso iba a significar para las carreras en lluvia: mayor evacuación de agua y menor visibilidad, lo que ha convertido en una misión imposible correr en lluvia.
En 2021 el Gran Premio de Bélgica prácticamente no se puso disputar debido a las inclemencias meteorológicas, y en este 2022 ha habido varias carreras con retrasos y riesgo de suspensión, como las de Mónaco, Singapur y Japón. Para evitar esto, la FIA ya se ha puesto manos a la obra y quiere implementar un artilugio de cara a 2024: los guardabarros.
Las primeras simulaciones de la FIA son positivas
En su última misiva de 2022 la FIA confirmó sus planes: quieren que la lluvia deje de ser un quebradero de cabeza para la Fórmula 1, y el plan para hacerlo es colocar unos guardabarros en los coches. Serán estándar para todos los equipos, se colocarán detrás de las ruedas traseras de los coches y no en todas las carreras con lluvia.
Nicholas Tombazis, el ingeniero griego de la FIA que fue el responsable de los Ferrari de Fernando Alonso en su etapa en Maranello, ha explicado lo que esperan de este nuevo mecanismo. El objetivo principal es que el agua evacuada por los neumáticos quede a ras de suelo, en lugar de formar una nube que impida la visibilidad.
El plan de la FIA es montar los guardabarros en los coches solamente en las carreras con mucha agua en las que sean necesarios los neumáticos de lluvia extrema. “Los guardabarros solo se instalarán un par de veces al año, tal vez tres. Que quede claro, no queremos que suceda cada vez que cae una gota de lluvia“, dice Tombazis.
Mientras que los neumáticos intermedios de Pirelli, los de condiciones de poca agua, son elogiados por los pilotos, los de lluvia extrema no tienen la misma fortuna. Generan una nube de agua demasiado grande, y ni siquiera así aportan mucho agarre a los pilotos, que en cuanto pueden se deshacen de él para ir a por el intermedio.
“Nos preocupa que las carreras del calendario se puedan celebrar con regularidad y no se repitan episodios como el de Spa en 2021, que en todo caso dejó profundas cicatrices”, explica Tombazis. Tocará cruzar los dedos durante todo el 2023 para que no ocurra nada así, y luego probar que en 2024 los guardabarros sean una solución real.
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— Formula 1 (@F1) November 27, 2022
Las primeras simulaciones han sido prometedoras, y en la FIA avanzan que “una vez tengamos todos los datos y una solución, construiremos algunos prototipos y los probaremos en algunos monoplazas para encontrar la validación en la pista”. Puede que veamos algunos test con aspersores durante el 2023.
Lo que también deja claro Tombazis es que los guardabarros no van a ser de fácil instalación. Si comienza a llover de forma torrencial durante una carrera, habrá que parar la misma con bandera roja y colocar los guardabarros en los garajes. No veremos paradas en boxes en las que se coloquen los guardabarros.
En definitiva, la Fórmula 1 sigue cambiando. Ojalá que haya encontrado en un elemento tan básico una buena solución para volver a ver carreras en lluvia.
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Hace años que la F1 no puede correr en lluvia. Ahora la FIA quiere poner guardabarros en los coches para arreglarlo
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Motorpasión
por
Roberto Rodríguez
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