Ocho años después, WhatsApp solo ha recuperado un 10% de lo que Facebook pagó por ella
Facebook compró WhatsApp en 2014 porque supo ver que cuando su red social se convirtiese en una estatua de sal, WhatsApp dominaría el mundo de la mensajería instantánea. Idéntico movimiento al que hizo dos años antes con Instagram. Buen ojo.
Ocho años después de invertir 22.000 millones de dólares en ella (una cantidad superior a la inicialmente transmitida por la revalorización de las acciones de Facebook), solo ha logrado que WhatsApp facture poco más de un 10% de lo que le costó. Mientras que con Instagram la rentabilidad fue temprana, y el crecimiento de sus ingresos, explosivo, con WhatsApp todo está avanzando a un ritmo muchísimo más lento.
800 millones de dólares al año y subiendo
WhatsApp podría monetizarse por vías más o menos razonables como la venta de packs de stickers en una tienda centralizada donde la plataforma cobre una comisión, al estilo de la App Store; por funciones avanzadas solo para suscriptores de pago, o por opciones de compra in-app al estilo de Tinder.
Sin embargo, WhatsApp solo se monetiza a través de los usuarios de WhatsApp for Business, su producto corporativo, a quienes cobra una vez superen las 1.000 conversaciones. A partir de esa cantidad cobra por mensaje a un precio que varía en función de bloques por millones.
Esto le ha permitido ir logrando unos ingresos al alza, que rozaron los 800 millones de euros al cierre de 2021…
…pero con un acumulado todavía muy lejano a la inversión que hizo Facebook por ella.
WhatsApp está muy lejos de su potencial en cuanto a facturación. Es la tercera plataforma social a nivel mundial por usuarios solo por detrás de Facebook y YouTube, con 2.000 millones de usuarios activos mensuales.
Si comparamos con negocios de otros sectores, WhatsApp juega en la liga de Groupon, Bumble, SquareSpace o ShakeShack, empresas que o bien no son globales o bien tienen una penetración muy baja, pero logran ingresos muy similares a la aplicación de mensajería.
Su liderazgo en cuanto a usuarios únicos no se corresponde con el de sus ingresos. Ahí va una relación de la ídem entre usuarios e ingresos (año 2021) de cada una de estas grandes plataformas. Excluimos Facebook Messenger de la ecuación.
Tras ocho años desde que Facebook compró WhatsApp, y aunque los ingresos que esta le genera van aumentando con el paso del tiempo, siguen muy lejos de suponerle rentabilidad al precio pagado, pese a su enorme éxito global.
Por comparar, Facebook pagó 1.000 millones de dólares por Instagram, lo cual equivale a su facturación semanal. Con unos ingresos como los de 2021, WhatsApp necesitaría 25 años más para recuperar lo invertido por Facebook. Claro que nadie duda de que esto llegará un poco más temprano.
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La noticia
Ocho años después, WhatsApp solo ha recuperado un 10% de lo que Facebook pagó por ella
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Xataka
por
Javier Lacort
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