Probamos el SEAT León que yo me compraría: el compacto de siempre quiere que no te compres un SUV
El actual SEAT León sigue siendo uno de los modelos de más éxito de la marca. Desde su lanzamiento ya se han vendido en Europa más de 190.000 unidades de la generación actual (y algo más de 34.000 unidades en lo que va de año).
Y en esta recta final del año, SEAT completa la gama del León en España con una versión de 130 CV asociada a un cambio manual, desde 26.810 euros.
Esta nueva versión del SEAT León, al igual que el resto de la gama, sólo está disponible con los acabados Style y FR, pudiéndose cada uno completar con diferentes packs opcionales, además de las diversas opciones disponibles.
Disponible en carrocería cinco puertas y familiar Sportstourer, el nuevo SEAT León 130 CV es en teoría la propuesta más racional de la gama actual. Lo probamos para averiguar si la teoría se comprueba en la práctica.
Precio y alternativas
El nuevo SEAT León 130 CV está disponible desde 26.810 euros con carrocería de cinco puertas y desde 28.170 euros con carrocería familiar Sportstourer y su maletero de 620 litros (frente a los 380 litros del cinco puertas). Frente a rivales como los Citroën C4, Peugeot 308, Toyota Corolla o Hyundai i30, el SEAT León 130 CV ofrece una buena relación precio-equipamiento.
El Peugeot 308 Puretech (desde 29.450 euros) tiene un precio de partida mucho más alto que el León, mientras que el Hyundai i30 120 CV es más barato (desde 25.945 euros) que el León con un equipamiento similar y cuenta además con la etiqueta ECO gracias a su sistema mild hybrid de 48V, cuando el León es un etiqueta C.
El Toyota Corolla, por su parte, también ofrece etiqueta ECO y resulta en su versión de acceso (desde 24.200 euros )más barata que el León, aunque luego en los acabados superiores se muestra notablemente más caro que el SEAT.
El equipamiento de serie incluye, entre otros, control de velocidad de crucero y limitador de velocidad, el asistente de salida involuntaria de carril (uno de los mejores y de funcionamiento más suave del mercado) y el emulador electrónico de diferencial autoblocante XDS.
En cuanto a confort y tecnología, incluye de serie el climatizador bizona automático, pantalla táctil de 8,25 pulgadas, el sistema de arranque sin llave, el sistema Full Link por cable (dos tomas UBS-C, delante) compatible con Apple Car Play, Android Auto y Mirror Link y los servicios de conectividad SEAT Connect, con por ejemplo, el acceso remoto a algunas funciones del coche.
A bordo
A bordo, nada cambia con respecto a otro SEAT León en términos de habitabilidad y presentación. La calidad percibida interior es realmente buena, a excepción de los plásticos que delimitan el túnel central o de los asideros de las puertas.
El cuadro de instrumentos digital se puede personalizar, aunque algunas interfaces son más originales que realmente legibles. Por supuesto, mantiene el cuadro de instrumentos digital y la pantalla táctil de 8,25 pulgadas. Su aspecto tecnológico y visual es muy agradable, pero también es un atentado contra la ergonomía.
Apenas hay botones físicos en el salpicadero y es preciso utilizar la pantalla táctil para todo, desde ajustar la climatización o incluso el volumen del sistema de audio (al que también se accede a través de un botón en el volante). Siempre queda el control por voz, ciertamente, pero todavía sigue siendo algo contraintuitivo para muchas personas. En todo caso, lo ideal sería ofrecer las dos posibilidades, una ergonomía cuidad en ese aspecto, y el control por voz.
Por lo demás, la habitabilidad es una de las mejores de la categoría, especialmente para los pasajeros traseros. El espacio para las piernas de los pasajeros traseros es uno de los puntos fuertes de este coche, gracias a una generosa distancia entre ejes. Mención especial merecen los asientos delanteros, con un excelente mullido un aspecto semideportivo que sujetan bien el cuerpo.
Al volante
El León está construido sobre una base MQB Evo, como los últimos Audi A3, Skoda Octavia o Volkswagen Golf o el Cupra Formentor. Así, las suspensiones delanteras son de tipo McPherson, mientras que las suspensiones traseras son de rueda tirada con barra de torsión. A nivel práctico, y para quien no esté interesado en la técnica, sólo hay que saber que el coche es preciso y directo en su dirección y resulta cómodo.
A nivel mecánico, equipa el 4 cilindros gasolina de 1.5 litros sobrealimentado por turbo del Grupo Volkswagen, un motor que ya equipan otros modelos de SEAT y otras marcas del grupo. Desarrolla en esta versión 130 CV y va asociado exclusivamente a un cambio manual de 6 relaciones.
Es un motor brillante, dentro de su segmento, con una agradable elasticidad y una sorprendente flexibilidad gracias a los 200 Nm de par motor disponibles desde 1.400 rpm hasta 4.000 rpm. Sin embargo, el carácter de este coche se lo da caja de cambios, no el motor.
Asociado a un cambio manual de 6 relaciones, una solución, cada vez menos popular frente a los cambios automáticos que cada vez convencen más, digamos que sigue cumpliendo su función, pero sin especial brillo. Su manejo es agradable y relativamente preciso. Pero los desarrollos de la caja son los que dictán el carácter del coche.
Con 130 CV y a pesar de un peso muy contenido de tan sólo 1.350 kg, el León 130 no es ningún relámpago, como atestigua su 80 a 120 km/h en cuarta marcha que ronda los 8,5 a 9 s y su 0 a 100 km/h en 9,4 s.
Los desarrollos de las tres primeras marchas son másnotablemente cortos para proporcionar cierto brío en aceleración, dando la ilusión de un coche que acelera con ganas. Sin embargo, las tres siguientes marchas son mucho más largas, con una sexta cuyo desarrollo eterno es incapaz de sacarle partido a los 200 Nm disponibles a menos de 2.000 vueltas.
Ojo, no es algo negativo per se. Es un coche de corte familiar, con un brío más que suficiente para moverse con mucha soltura en el tráfico de zonas urbanas y que al mismo tiempo no consuma demasiado una vez que se sale a carretera.
De hecho, en nuestro corto recorrido de prueba (inferior a 140 km) compuesto en un 40 % por carreteras de montaña y otro 40 % por autovía, el León indicó una media de consumo de 6,7 l/100 km, con un pico a 8,1 l/100 km en carretera de montaña subida con ímpetu. Y es que el León sigue siendo un coche con el que se puede elevar el ritmo con facilidad, sin aprensión. Es un coche noble, con un tren delantero preciso, y sin apenas subviraje al límite.
En carretera, la acústica es buena, es un coche bastante silencioso. Sólo en vías rápidas se aprecian ligeros ruidos aerodinámicos a nivel de los retrovisores. Globalmente, es un buen coche para largos viajes como para moverse por una ciudad.
Al final, el León cumple con lo que se le pide a un compacto, ser bueno en todos los apartados. Una difícil premisa que no siempre todos los modelos compactos saben resolver con acierto. El León 130 CV sí lo logra. Y además con un precio que sin ser barato es relativamente asequible.
De hecho, es un coche que sí me compraría, atendiendo a la razón y no al corazón, por supuesto. Es cómodo, amplio, bien equipado, tiene un consumo relativamente bajo en carretera y es suficientemente dinámico y noble en curvas para quien le guste conducir.
Vale, no tiene cambio DSG para que sea más comodo en ciudad, pero su cambio y embragues son suaves, ni tampoco tiene etiqueta ECO, pero actualmente su necesidad real es de unos poquísimos días al año y en determinadas ciudades. A cambio y sin ser barato, no es caro. Habida cuenta de la situación del mercado actual, su precio es incluso razonable.
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La noticia
Probamos el SEAT León que yo me compraría: el compacto de siempre quiere que no te compres un SUV
fue publicada originalmente en
Motorpasión
por
Daniel Murias
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