La inesperada consecuencia del miedo al invierno energético: el precio del gas está bajando porque hay demasiado (de momento)
El pasado viernes, los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han dado su apoyo a todas las propuestas de la Comisión Europea para reducir la factura energética de los hogares y las empresas. Incluyendo aquellos en los que Alemania se mostraba reacia.
Los 27 Estados miembros han acordado trabajar en la introducción de un límite máximo en el precio del gas utilizado para producir electricidad, un mecanismo defendido en particular por Francia, pero al que Alemania y los Países Bajos siguen siendo hostiles.
El Consejo pidió a la Comisión que haga propuestas concretas sobre este mecanismo, conocido como mecanismo ibérico y que se aplica en España y Portugal este año.
Aunque España y Portugal, a diferencia del resto de Europa, se caracterizan por su elevado uso de energías renovables, poco uso del gas para generar electricidad y no son nada dependientes del gas ruso. Además, tienen pocas conexiones energéticas con el resto del continente.
Los precios del gas este lunes por la mañana, cayendo a su nivel más bajo desde junio. El precio del TTF holandés, la referencia del mercado europeo, bajó un 10%, hasta unos simbólicos 100 euros por MWh. Y en el momento de escribir estas líneas, cotizaba a 97,61 euros el MWh. Aun así, sigue siendo más del doble que hace un año.
Con las reservas de gas al máximo, no hay necesidad de comprar…de momento
Aun así, el precio sigue siendo el doble que hace un año y el triple de lo normal para esta época del año. Una ola de frío invernal también podría reavivar la preocupación por el suministro. El precio del TTF neerlandés cayó un 8%, hasta los 116 euros por MWh, el viernes por la mañana.
Sin embargo, la bajada de los precios del gas no se debe tanto a las nuevas medidas de la Unión Europea como a factores conyunturales.
Frente al temor de una falta de gasa este invierno, los estados europeos han hecho acopio de gas, con unas reservas europeas llenas al 95 %, de media.
Algunos países, como Francia, Alemania, Italia o España tienen sus reservas a más del 90% de capacidad. Francia está al 98,7 %, mientras que Alemania está al 96 %, Italia cuenta con sus reservas al 94,1 % y España, al 92,6%.
Así, debido a las temperaturas inusualmente suaves de este otoño, las reservas de gas no se van usando y por tanto no hace falta comprar más gas. Sin embargo, el temor a una falta de gas y precios altos más adelante en el invierno no se han disipado.
Prueba de ello, el atasco de buques metaneros con GNL (gas natural licuado) que esperan poder descargar en las puertos con plantas de regasificación de España, Portugal, Reino Unido y Francia.
Al menos 22 buques cargados de GNL llevaban amarrados el miércoles más de cinco días en torno a los centros de regasificación europeos, según datos de Kpler vía Natural Gas Intelligence.
La mayoría de los buques se concentraban en torno al Mar Mediterráneo y hasta seis sólo frente a las costas de la provincia de Cádiz.
Es más, al parecer, habría unos 30 buques de GNL parados o navegando lentamente por Europa, a la espera de poder descargar su gas, señalaba el Wall Street Journal.
Recordemos que la capacidad de importación está mal distribuida en el continente. Hay mucha capacidad en el Reino Unido, España y Portugal, países poco dependientes de Rusia, y ninguna en Alemania o en algunos países de Europa Central, que compraban masivamente a Gazprom.
Y aunque Alemania, como otros Estados miembros de la UE, ha anunciado la construcción de terminales, éstas tardarán varios años en entrar en funcionamiento. Al final, con la excesiva demanda se podría crear un cuello de botella a las puertas de Europa, alimentado así aún más la crisis energética de Europa.
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La inesperada consecuencia del miedo al invierno energético: el precio del gas está bajando porque hay demasiado (de momento)
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Motorpasión
por
Daniel Murias
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