El Pixel 7 Pro lo tiene fácil para ser el Android definitivo. Google no se lo pondrá tan fácil
No hay Android perfecto, y no debería ser tan difícil crearlo. Si hay un fabricante que lo tiene todo en su mano para crear el gama alta definitivo, ese es Google. Procesador propio, uno de los mejores software de cámara y, lo más importante para muchos amantes de Android: una capa limpia y actualizaciones rápidas.
Por alguna razón, desde su primera generación, los Pixel han tenido más problemas que la mayoría de sus rivales. Bien por temas de distribución, bien por implementaciones de hardware poco justificables. El Pixel 7 Pro es la gran esperanza, pero tiene trabajo por delante si quiere ser el mejor Android del mercado.
Un Pixel, una gran sombra
La historia de los Google Pixel ha estado llena de idas y venidas. Google se estrenaba con su primera generación, un móvil que llegaba bajo el paraguas de HTC, aunque con una primera versión del asistente de Google no disponible en español y un móvil que no llegaba a nuestro territorio de forma sencilla. Más allá de esto, el Pixel 1 no tuvo demasiados problemas de software ni de hardware, algo que no pueden decir sus sucesores.
El Google Pixel 2 XL llegaba con una pantalla bastante problemática, hasta el punto de que Google tuvo que lanzar diversas actualizaciones para corregir la calibración y calidad del misma. No sirvió de mucho. En lo personal, tuve un 2 XL como móvil personal y guardo un gran recuerdo del mismo. Fue una cámara que marcó un antes y un después, sin rival alguno.
El Pixel 3 XL llegaba mejorando el panel, y con un enorme notch sin demasiado sentido, ya que el móvil ni siquiera tenía reconocimiento facial. Este notch desapareció con el Pixel 4 XL, que llegó con un sistema de reconocimiento facial 3D que tan solo duró una generación y una autonomía bastante pobre.
Llegaba después el Pixel 5, con un giro de estrategia hacia la gama media, pero con precio de gama alta. Al móvil le faltaba potencia, al panel le faltaba brillo al sol, y trajo consigo unos geniales marcos simétricos que no volvimos a ver en otros Pixel.
Y llegó el refinamiento, el Pixel 6 y 6 Pro. El lector de huellas es, con diferencia, el más lento de la gama alta, y la autonomía del modelo Pro es bastante mejorable (pese a contar con 5.000mAh). La cámara, si bien es de las mejores del momento, quedan lejos del top 3, ya que los 50 megapíxeles no han traído más naturalidad ni más detalle. Son grandes teléfonos, pero salvando el software no llegan a las cotas de un OPPO Find X5 Pro o Samsung Galaxy S22 Ultra, según nuestros análisis y pruebas.
Con el Pixel 7 Pro, Google tiene una gran oportunidad entre las manos. Ya sabemos que mantendrán precios y que no serán un salto radical, sino un refinamiento respecto a los modelos que ya conocemos (una gran noticia). Con un precio base inferior al de su competencia, Google “solo” necesita refinar el lector de huellas, ajustar el procesado (algo que no es, en absoluto, sencillo) y mejorar la autonomía de ambos modelos.
Siete generaciones, siete oportunidades para ver un Pixel que por fin rivalice punto por punto con los mejores terminales del mercado. El Pixel 7 Pro apunta maneras, y esperamos que Google nos traiga el terminal que merecemos. Tienen el hardware, tienen el software, ahora toca hacerlos funcionar mejor que nunca y en conjunto.
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El Pixel 7 Pro lo tiene fácil para ser el Android definitivo. Google no se lo pondrá tan fácil
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Xataka
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Ricardo Aguilar
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