Lo creas o no, alguien ha calzado el Rolls-Royce V12 de un tanque en un Ford. Y funciona
La cultura que los aficionados conocemos como ‘swap’ tiene un fundamento que sobre el papel resulta sencillo: si quieres que tu coche sea más rápido, métele un motor más grande y potente. A partir de ahí, todo depende de lo poco (o mucho) que te quieras complicar el proceso.
Pero siempre hay algunos que ya no es que se lo compliquen, es que prácticamente se ponen a intentar patinar sobre hielo cuesta arriba por decirlo así. El último ejemplo que nos deja Internet es el de los locos que están construyendo en Suecia el ‘Meteor Interceptor’, un Ford Crown Victoria de 2006 impulsado por un colosal Rolls-Royce Meteor de doce cilindros en V.
El proyecto lleva en marcha desde 2020, y después de un 2021 con avances notables (a juzgar por su ‘timeline’ en YouTube) motor y coche ya se encuentran unidos y empezando a funcionar.
Todo en un garaje y entre colegas
Hablar de un V12 y mencionar a Rolls-Royce ya anticipa potencia a raudales con un tamaño espectacular. Pero es que este motor no procede de los elitistas automóviles de la firma británica, sino de los que su división pesada fabricaba para montar en los carros de combate de su ejército durante la Segunda Guerra Mundial.
Hablamos, por tanto, de un gigante de puro hierro con una increíble cilindrada de 27 litros (sí, no nos hemos olvidado ninguna coma) y una potencia aproximada de 475 CV a unas 2.500 RPM.
Para más inri, y quizá pensando que ese caballaje se queda ‘corto’, estos alocados colegas suecos le han implantado dos turbocompresores con sus correspondientes ‘intercoolers’. En total con este añadido el V12 entrega unos 650 CV. O eso estiman haber medido sus creadores, ya que como ellos mismos afirman en el vídeo han echado en falta un banco de potencia más grande.
Si ya el propio ‘invento’ impresiona de por sí, la manera que han encontrado para injertarlo en el Ford Crown Victoria puede provocar sudores fríos a más de un carrocero veterano.
Y es que, si bien el sedán americano no es precisamente pequeño, parece que ha sido necesario cortar buena parte del interior del monocasco incluyendo el túnel de la transmisión, el mamparo que separa el habitáculo del vano motor o las puntas frontales de la carrocería. Todas estas partes, claro está, se han reemplazado por otras construidas ex profeso lo cual le da al proyecto un curioso toque entre improvisado y ‘racing’.
No obstante si le damos una ‘pensada’ poner un motor de tanque en un coche tiene sus inconvenientes, siendo el peso y el tamaño los primeros que se nos vienen a la mente (y a la vista). Otro hándicap es el de las revoluciones, ya que es un tipo de mecánica pensado para preconizar la entrega del par lo antes posible.
Pero todo eso poco les ha importado a estos ‘petrolheads’ suecos pues, como ellos mismos dicen, la intención era encajar en un coche el motor más grande que tuvieran a mano. Ahora a ver quién les supera en eso, con lo alto que han dejado el listón.
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La noticia
Lo creas o no, alguien ha calzado el Rolls-Royce V12 de un tanque en un Ford. Y funciona
fue publicada originalmente en
Motorpasión
por
Diego García García
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