Probamos el BMW i4 M50: una berlina eléctrica de 544 CV que marca la referencia deportiva entre los coches eléctricos de su tamaño
No me equivoco si afirmo que, ahora que el pequeño BMW i3 ha dejado de fabricarse, este que hoy nos ocupa es el BMW eléctrico más asequible de todos. El BMW i4 llega con la intención de plantar cara al Tesla Model 3, y lo hace con una interesante propuesta que mezcla todo lo bueno de un Serie 4 Gran Coupé convencional en cuanto a calidad, diseño y estructura, y lo lleva al plano eléctrico de altas prestaciones en el que, incluso, se atreve a convertirse en el primer BMW M 100% eléctrico. Lo hemos probado y te contamos las primeras sensaciones al volante.
Cómo es habitual en la marca bávara, BMW tiene diferentes líneas y estrategias de producto en torno a los coches eléctricos. Tras haber desarrollado algunos modelos específicos nativos eléctricos, como el i3 del que se han vendido más de 300.000 unidades o el iX que marca el estándar de lujo de la familia BMW i, también se atreven con la electrificación total de modelos convencionales.
Es el caso de esta berlina Coupé que hoy nos ocupa, que toma la base del BMW Serie 4 Gran Coupé y se transforma en una berlina eléctrica disponible en dos versiones, la 40 y la M50.
Estética muy cercana a los Serie 4 convencionales
A nivel de diseño exterior, son muy pocos los cambios que aplican al BMW i4 para diferenciarlo de sus hermanos de combustión. No en vano el Serie 4 Gran Coupé se ideó desde el comienzo sobre la plataforma CLAR, desarrollada para tener versiones de combustión y otras totalmente eléctricas, de ahí que no haya sido necesario someterlo a apenas ningún cambio para adaptarlo a su nueva vida eléctrica.
Las novedades se ciñen a un diseño específico de la parrilla delantera, donde los dos riñones gigantescos que tanta polémica generaron cuando se presentaron sobre esta familia hace ya un tiempo, están tapiados en color negro brillante. Al no tener que permitir pasar el aire hacia un hipotético motor situado bajo el capó, pueden estar cerrados para mejorar la aerodinámica.
Los que sí mantiene el i4 son los Air Curtains en los extremos del paragolpes delantero, los cuales conducen aire de forma eficiente por los pasos de rueda mejorando su eficiencia y la refrigeración.
Las finas y estilizadas ópticas delanteras cuenta de serie con faros full- LED, y en opción se pueden solicitar los faros LED adaptativos con BMW Láser que incluyen el asistente de luces de carretera antideslumbrantes BMW Selective Beam en opción.
Cuando la velocidad supera los 60 km/h, los faros LED adaptativos con sistema BMW Láser aumentan el alcance de las luces de carretera hasta un máximo de 500 metros. Esta opción es fácil de identificar cuando ves un coche por fuera porque cuenta con detalles en color azul.
Por lo demás, la carrocería de 4,78 metros mantiene intactos los rasgos que han marcado a esta atractiva berlina de estética deportiva, un atributo que destaca lo veas por donde lo veas. Las manillas de las puertas van enrasadas con el resto de la carrocería para optimizar el flujo de aire, pero eso también ocurre en los de combustión.
La elegante forma de las ventanillas laterales fluye hacia la curva Hofmeister colocada sobre los musculosos hombros traseros del coche, que mantiene muchas similitudes con los Serie 4 Coupé.
Las llantas sí tienen un diseño específico en el caso de los i4, pudiendo lucir unas de diseño muy cerrado que apenas dejan ver los discos de freno, pero con las que también se mejora la aerodinámica. Eso sí, el cliente que quiera un aspecto más convencional y cercano a los modelos de combustión, puede pedir otras llantas en el configurador.
En la parte posterior lógicamente las salidas de escape no existen, y en su lugar se han instalado elementos que simulan un difusor al tiempo que optimizan la aerodinámica del coche.
Dependiendo de la configuración elegida, algunos de estos detalles destacan por su color BMW i Blue tan característico de los modelos eléctricos y electrificados de la marca, algo que ya conocimos en otros como el i3 o en los BMW X5 45e.
Cuenta además con un gran portón trasero, con una amplia apertura que da acceso a un maletero de generosas dimensiones, ya que se mueve entre 470 y 1.290 litros de espacio de carga dependiendo de su utilizamos o no los asientos posteriores.
Interior con la batería en el piso del coche
Las ventanillas sin marco, tan características de los modelos Coupé y presentes en las puertas delanteras y traseras de este modelo, dan paso a un habitáculo donde lo que destaca es la calidad de acabados, el ambiente Premium y un nivel tecnológico de primer nivel para un coche de su tamaño.
Desde el puesto de conducción tenemos delante el BMW Curved Display que es como se llama a la pantalla del cuadro de instrumentos situada tras el volante y a la pantalla de control del sistema de control BMW iDrive, creando una única superficie acristalada sin marco.
La pantalla del cuadro de instrumentos es de 12,3 pulgadas y la pantalla del sistema de control/operación de 14,9 pulgadas. Ambas se funden en una sola unidad centrada en el conductor.
El que esté acostumbrado a conducir coches de la marca alemana, apenas notará diferencias respecto a otros modelos de la marca que no sean eléctricos. Respecto a un Serie 3, la única diferencia son esas pantallas más grandes que se estrenan en este i4 y que seguro llegarán en breve a los Serie 3 y Serie 4. El resto de elementos que conforman ese interior de primera calidad, es idéntico en los de combustión y en este eléctrico.
La clave está en que las baterías, van situadas en el piso del coche, y eso permite que no haya sido necesario modificar ningún elemento estructural respecto a un Serie 4 Gran Coupé.
Las baterías tienen una altura de solo 110 milímetros, gracias a unas celdas de la batería de alto voltaje excepcionalmente finas. Su ubicación permite reducir considerablemente el centro de gravedad del coche, lo cual se traduce en beneficios a nivel dinámico.
Todo ello, unido al compacto diseño del sistema de propulsión, hacen que haya un nuevo reparto de pesos que obliga a recalibrar las suspensiones, dirección y elementos del chasis para que siga siendo un coche realmente deportivo.
Dos versiones: hasta 544 CV y hasta 590 km de autonomía
El BMW i4 está a la venta actualmente en dos versiones, aunque puede que llegue otra más básica en breve. Empezando por el más capaz, en el i4 M50 estamos hablando del primer BMW M con tracción totalmente eléctrica, una bestia con dos motores eléctricos, uno en el eje delantero y otro en el trasero que ofrecen una potencia máxima de 544 CV. Sí, más potente que un BMW M3. Para esta versión, la autonomía es de hasta 510 kilómetros en el ciclo de pruebas WLTP.
La otra versión más terrenal es el BMW i4 eDrive40, que cuenta con un único motor eléctrico de 340 CV situado en posición posterior, siendo por tanto un coche de propulsión como mandan los cánones en la marca.
Esta versión homologa 590 kilómetros de autonomía eléctrica en ciclo WLTP. Ambos comparten baterías, que tienen una capacidad bruta de 83,9 kWh y neta de 80,8 kWh.
Dinámica de referencia
Durante la presentación de este modelo, tuvimos ocasión de conducir la versión más potente, el espectacular BMW i4 M50. Utilizo el adjetivo espectacular porque basta con pisar con algo de ímpetu el pedal del acelerador para sentir cosas que es difícil describir con palabras y que son difíciles de encontrar en otros coches.
La patada que ofrece en los compases iniciales puede ser todo lo brutal que tu quieras. Tú decides si quieres quedarte literalmente pegado al asiento o si prefieres dejar que tus órganos internos sigan estando en su sitio.
La capacidad de aceleración de este coche está en la liga reservada a los grandes coches eléctricos de alta potencia, y es impresionante la capacidad que tiene para avanzar desde parado sin apenas pérdidas de tracción.
No es de extrañar que así sea si echamos un vistazo a algunos de los números que acompañan a este coche, capaz de hacer 0 a 100 km/h en 3,9 segundos y de dejar a casi cualquier otro coche en ridículo a la hora de ganar velocidad gracias a los descomunales 795 Nm de par que ofrece.
Pero más allá de la pegada y la fuerza con la que aceleran, ambos aspectos que cabía esperar en un coche que supera el medio millar de caballos y que no olvidemos sigue siendo una berlina media, lo que más me gusta es que el tacto general del coche es muy estándar. En el sentido positivo de esa palabra.
Dirección, frenos y el conjunto en general ofrecen un aplomo que no tiene nada que envidiar al de un Serie 4 Gran Coupé, y no aprecio diferencias notables en aspectos generalmente críticos en los coches eléctricos. Sí, estoy hablando de los frenos.
Los frenos tienen un tacto excelente. Pese a que circulando a baja velocidad o en tramos urbanos sí se hace patente la regeneración, sobre todo en los compases iniciales del recorrido del pedal, lo cierto es que en conducción deportiva y especialmente cuando llevas seleccionados los modos más prestacionales, permite pisar de verdad el freno, detener el coche teniendo tacto de dónde está el límite y hacerlo con un nivel de solvencia sorprendente.
Cuando llegan curvas, la cosa mejora. Se aprovecha de su buena base, ya que el Serie 4 Gran Coupé es un gran coche y en el caso de este, las baterías en el suelo permiten bajar el centro de gravedad 37 milímetros y eso se traduce en una pisada mejor.
Más allá de eso, esta versión desarrollada por BMW M GmbH, incorpora una serie de elementos que hacen de él un coche muy especial. Amortiguadores con regulación de altura controlada, suspensión neumática trasera, dirección electromecánica con función Servotronic, sistema de frenado integrado, el sistema DSC (Control Dinámico de Estabilidad) y el control de limitación de deslizamiento son específicos para esta versión M.
Por si fuese poco el BMW i4 M50 tiene un tren de rodaje M hecho a medida, con muelles y amortiguadores configurados individualmente, barras estabilizadoras más gruesas y un refuerzo adicional en las torretas de la parte delantera, junto con una dirección deportiva variable, frenos M Sport y llantas de aleación ligera M de hasta 20 pulgadas de diámetro con neumáticos de tamaño mixto. Todos ellos son elementos a los que estábamos acostumbrado en los BMW de más altas prestaciones, ahora aplicados también al modelo eléctrico.
¿Es un verdadero BMW M?
La pregunta es obligada y tenemos la respuesta. BMW habla de este como el primer BMW M 100% eléctrico, aunque más que un M creo que lo justo sería decir que es un M Performance de nueva generación.
Es un coche muy rápido y eficaz, que tiene diferentes caras. Por un lado, nos permite usarlo a diario disfrutando de la suavidad y silencio que le dota su mecánica eléctrica. Los viajes en él son sin duda más confortables que en un Serie 4 Gran Coupé precisamente por ese silencio y suavidad de los que hablamos.
Pero al mismo tiempo, si queremos disfrutar de la conducción deportiva, podemos configurarlo en modo Sport y su carácter cambia por completo, la potencia y la electrónica se entienden para sacar el máximo partido posible y todo ocurre más rápido.
Es más, en modo Sport incluso el sonido, que lógicamente es artificial y está compuesto por Hans Zimmer, me gusta. Entonces, ¿qué le falta para ser un verdadero BMW M?
Emoción. Le falta un punto de emocionalidad, ese que dan los motores de combustión al ponerlos en marcha en frío cada mañana, sentir sus vibraciones, su ronroneo, ver cómo el humo de los escapes delata que la mecánica todavía está fría. Le falta un punto de vida.
Tal vez sea cosa nuestra, que todavía estamos demasiado acostumbrados a modelos de combustión de altas prestaciones, y en este modelo que es casi calcado al Serie 4 Gran Coupé, las comparaciones sean más directas odiosas que nunca.
Precios del BMW i4 en España
- i4 eDrive40: 61.900 €.
- i4 M50: 76.500 €.
Tras haberlo conducido, de lo que no cabe duda, es que BMW con el i4 ha conseguido dar un nuevo paso de gigante en materia de electrificación, poniendo en el mercado un coche con dos versiones, una el 40i que es claramente alternativa al Tesla Model 3 al que supera en muchos aspectos como calidad de materiales y dinamismo, y otro el M50i capaz de calmar las ansias de los clientes más entusiastas, amantes de la conducción deportiva que siempre ha caracterizado a BMW.
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Probamos el BMW i4 M50: una berlina eléctrica de 544 CV que marca la referencia deportiva entre los coches eléctricos de su tamaño
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Motorpasión
por
Héctor Ares
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