Rusia quiere independizarse de la exploración espacial. Primer paso: la maqueta de su nueva estación
El pasado mes de julio, en medio de la guerra de Ucrania, Rusia anunciaba sus intenciones de abandonar la Estación Espacial Internacional al tiempo que prometía que comenzaría a construir su propio laboratorio orbital denominado ROSS. Ahora, en el evento de defensa Army 2022, el Kremlin ha dado a conocer el primer modelo físico de su más reciente y ambicioso proyecto espacial.
Las imágenes compartidas en el canal de Telegram de Roscosmos muestran una maqueta de la estación de servicio orbital rusa en su versión más completa, es decir, con los diferentes módulos que compondrían esta estructura destinada a albergar un máximo de cuatro astronautas a la vez durante períodos prolongados. Eso sí, a diferencia de la ISS no tendría presencia humana permanente.
Rusia quiere volver a tener una estación espacial propia
Roscosmos no ha dicho mucho más sobre ROSS en el Army 2022, pero la agencia espacial, a través de medios estatales, ha ido contando algunos detalles del proyecto. Sabemos que la idea de Rusia es armar su estación espacial en diferentes fases. Empezaría a operar con cuatro módulos y más tarde se completaría con otros dos y una plataforma de servicio.
La nueva estación se creará sobre la base de módulos que estaban originalmente pensados para acoplarse a la ISS. Esta está siendo desarrollada por RSC Energía, uno de los actores más importantes del programa espacial ruso y, aunque aún tienen mucho trabajo por hacer, proyectan que el primer lanzamiento ocurrirá entre 2025 o 2026.
En lo que se refiere al desarrollo de proyectos espaciales, con todas las complejidades que que estos involucran, los tiempos pueden dilatarse. Roscosmos, según Reuters, en consciente de esto por lo que ha fijado una fecha límite para el primer lanzamiento en 2030. Los próximos lanzamientos para completar la construcción de ROSS están previstos para realizarse entre 2030 y 2035.
Una de las características más llamativas de ROSS es que esperan que se sitúe en una órbita más elevada que la de la ISS. Esto le daría la capacidad de cubrir visualmente prácticamente todo el mundo para diversos fines. De hecho, el anterior director de Roscosmos, Dmitry Rogozin, había sugerido que la estación podría cumplir un propósito militar si fuera necesario.
Rogozin también dijo en 2021, durante una reunión del Consejo Científico y Técnico de Roscosmos, que ROSS podría ser utilizada para impulsar proyectos de turismo espacial. Los próximos turistas espaciales, explicó, en lugar de hacer vuelos suborbitales como los que ofrecen algunas compañías occidentales, podrán permanecer en órbita gracias a la estación espacial.
El proyecto es ambicioso y queda por ver cómo evolucionará a lo largo del tiempo. Un desafío no menor que Rusia tiene por delante es hacer frente a la sanciones que le impiden acceder a tecnologías clave para la fabricación de algunos componentes. No obstante, cabe señalar que no será la primera estación espacial impulsada desde sus fronteras.
En los tiempos de la URSS se lanzó al espacio la Mir, que fue la primera estación espacial de investigación en estar habitada de forma permanente. Se preveía que funcionaría solo 5 años, pero su vida útil se extendió durante más de una década. Su construcción empezó en 1986 y fue terminada en 1996. Finalmente se precipitó de forma controlada sobre el Océano Pacífico en marzo de 2001.
Sobre la Estación Espacial Internacional, aunque lleva más de 23 años de servicio, sabemos que todavía tendrá un tiempo más de vida útil. La NASA anunció a principios de este año que seguiría operando la ISS hasta finales de 2030. Después realizarán un descenso controlado sobre el Océano Pacífico en 2031.
Imágenes | Roscosmos
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Javier Marquez
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