Pekín quiere más agua. Su solución: un túnel de hasta mil metros de profundidad que enlaza con un canal de 1.400 km
Si algo ha demostrado China a lo largo de los últimos años es que le chiflan las infraestructuras formato XXL. El país de la Gran Muralla lo es también el de los puentes imposibles, las centrales eléctricas de infarto y los grandes rascacielos. Incluso los derribos se hacen allí a lo grande.
Ahora el Gigante Asiático quiere construir una nueva estructura que dará todavía más lustre a ese listado titánica: un túnel kilométrico que permitirá completar un sistema de canalización para llevar agua desde la presa de las Tres Gargantas —otra de sus grandes hazañas técnicas— a Pekín, dos puntos separados por más de mil kilómetros de distancia. Y eso, ojo, en línea recta.
Los planes del Ejecutivo los ha desvelado el diario South China Morning Post y apuntan a un auténtico despliegue de virguería hidrológica. La idea es construir un enorme túnel entre la presa de las Tres Gargantas y el río Han, un importante afluente del Yangtsé. Cuando el agua haya alcanzado el embalse de Danjiangkou, localizado en el curso bajo del Han, continuará su viaje rumbo a la región septentrional del país, hacia la capital, a través de un canal abierto.
El periódico hongkonés no aporta demasiados detalles sobre el tramo subterráneo, pero sobre el mapa al menos las Tres Gargantas y Danjiangkou están separadas por unos 200 kilómetros.
Redistribuir el agua del país
La Agencia EFE sí desvela algún dato a mayores. Según la información que maneja, el conducto soterrado —bautizado Yinjianguhan— tendrá unas medidas que pondrán a prueba el ingenio chino: 194,8 km de largo con una profundidad que, en ciertos segmentos, llegará a casi mil metros.
A modo de orientación, South China Morning Post detalla que en la actualidad el túnel de suministro de agua más largo del mundo es el Päijänne, en Finlandia, con una extensión de 120 kilómetros en lecho rocoso y hasta 130 metros de profundidad. “El de Yinjiangbuhan tiene aproximadamente el doble de largo y algunas partes se adentrarán hasta 1.000 metros bajo tierra”, acota.
Para dar forma a la estructura China necesitará aproximadamente nueve años de obras e invertir alrededor de 60.000 millones de yuanes, unos 8.700 millones de euros.
Después de cubrir la distancia que separa la presa de las Tres Gargantas del embalse de Danjiangkou, el agua tendrá que curbir aún la segunda parte de su largo viaje: se canalizará a través de la línea media del Proyecto de Desvío de Agua de Sur a Norte para proseguir rumbo al norte del país, un canal al aire libre de alrededor de 1.400 kilómetros hasta la capital China.
“El túnel de Yinjiangbuhan establecerá una conexión física entre la presa de las Tres Gargantas y el Proyecto de Desvío de Agua de Sur a Norte, dos infraestructuras críticas para China”, señala el presidente del Instituto de Exploración y Estudios de Changjiang, Niu Xinqiang.
El proyecto Sur-Norte es una mega estructura que China puso sobre la mesa hace décadas con el propósito de tomar agua de los ríos de la región meridional y surtir a las áridas áreas septentrionales. Para lograrlo se divide en tres líneas: la oriental, occidental y central. De todas, la más estratégica quizás sea la última, que arranca en Danjiangkou, en la provincia de Hubei, y transcurre rumbo noroeste hasta alcanzar Pekín y Tianjin. Empezó a suministrar agua ya a finales de 2014.
¿Por qué semejante esfuerzo? ¿Qué persigue China con obras titánicas que requieren además un despliegue notable de recursos? En resumen: una distribución más equilibrada de los recursos hídricos de la que tiene de forma natural el país, en el que es habitual que el este y sur padezcan inundaciones mientras el área occidental y septentrional se ve limitado por la falta de agua.
Se calcula que si se sumasen todos los túneles y canales que China está construyendo o ha proyectado para el desvío de agua se obtendría una vasta red de 20.000 kilómetros, una enorme y sobre todo costosa maraña con la que China quiere potenciar su sector primario: con ellos espera aumentar su producción anual de alimentos en más de 540 millones de toneladas.
La meta del nuevo túnel sería precisamente esa: impulsar la producción de alimentos y la economía.
Imágenes | Rehman, Hugh Llewelyn (Flickr)
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Pekín quiere más agua. Su solución: un túnel de hasta mil metros de profundidad que enlaza con un canal de 1.400 km
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Xataka
por
Carlos Prego
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