La Iglesia Católica cambió la psicología de Europa. Sin quererlo, provocó una era de innovación tecnológica

La Iglesia Católica cambió la psicología de Europa. Sin quererlo, provocó una era de innovación tecnológica

La innovación tecnológica ha impulsado a la humanidad a un sitio difícil de creer hace solo unos cientos de años. Y el motivo no es del todo claro: la humanidad estuvo estancada durante milenios, con avances tecnológicos muy lentos y baches importantes. Sin embargo en los últimos 500 años los avances se dispararon y con ellos el bienestar.

Recientemente cayó en mis manos un libro de sociología llamado The Weirdest People in the World. En el se explica la evolución de la psicología en occidente, que, según afirma, es lo que impulsó este repunte de innovación tecnológica. Y detrás de este cambio psicológico está la Iglesia Católica.


Los occidentales somos WEIRD (raros)

A los occidentales a lo largo del libro nos denomina WEIRD, es decir, raro (en inglés) pero también el acrónimo de Western, Educated, Industrialized, Rich and Democratic (traducido: occidentales, educados, industrializados, ricos y democráticos). No he encontrado el libro traducido al castellano.

El libro está escrito por Joseph Henrich, un antropólogo profesor del departamento de biología humana evolutiva de la Universidad de Hardvard, lo cual le dota de cierta autoridad sobre los datos que presenta. Eso y las 70 páginas de bibliografía, así como muchos gráficos que resumen multitud de estudios científicos sobre psicología.

Henrich comienza explicando cómo es la psicología de las sociedades WEIRD. Lo que se pensaba en el siglo XX que era la psicología humana en general (ya que todos los estudios psicológicos se hacían con alumnos de las Universidades occidentales) resultó que era una psicología muy concreta. De hecho, es bastante rara en términos generales, tanto geográficamente (solo es así en sociedades occidentales y occidentalizadas) como históricamente (empiezan a verse estas diferencias a partir del año 1500).

Clásicamente el ser humano vivía en tribus cazadoras recolectoras. Todo lo que estuviera dentro de la tribu era familia, y lo que estuviera fuera, enemigos. Esto no cambió cuando llegó la agricultura sino que estas relaciones fueron aún más estrictas creando clanes muy rígido. Es lógico, todo el mundo tenía que estar muy coordinado para que la agricultura funcionara bien y los miembros pudieran comer.

En este tipo de sociedades tipo clan o tribu, que todavía existen en el mundo no occidental, la cohesión es muy importante. Son un tipo de sociedad donde la deshonra es más importante que la culpa y donde se ayuda al compañero por encima de todo lo demás (por ejemplo, nunca se delataría a un miembro del clan que haya cometido un delito).

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En las sociedades WEIRD la cohesión familiar es más floja. Tenemos más confianza en los desconocidos y penalizamos socialmente al que se salta las normas. La culpa es más fuerte que la deshonra, y valoramos de forma muy importante la intención. De hecho nuestros códigos penales distinguen claramente en un delito si hubo intención o no de delinquir, mientras que en sociedades más tradicionales no tanto.

Henrich muestra múltiples ejemplos de estudios donde se ve claramente las diferencias psicológicas entre las sociedades más WEIRD de las que lo son menos. Al final estamos hablando de un espectro, no es todo blanco o negro. Pero los países anglosajones, junto con Países Bajos, son los más propensos a tener este tipo de conductas que asumimos como normales pero que realmente desde una perspectiva histórica, según el autor, son bastante raras (de ahí el acrónimo).

Los orígenes de las sociedad WEIRD

Pero, ¿por qué surgió en occidente este tipo de psicología? Henrich apunta a un actor clave: la Iglesia Católica. Cuando surgió el Cristianismo hubo diferentes sectas, pero una se impuso sobre el resto, la que estableció su centro de poder en Roma. Y desde allí y a lo largo de más de un milenio, comenzando en el año 305, decidieron romper los lazos familiares de los clanes para así poder imponer su poder. En las sociedades basadas en clanes o familia extendida, el poder lo tiene el patriarca del clan. E influir externamente sobre los miembros del mismo es muy complicado.

La Iglesia decidió romper esos lazos para poder influir sobre la personas directamente. Eso hizo que se prohibieran ciertas prácticas, como matrimonios entre familiares, herencias colectivas o el sororato o levirato (práctica donde al fallecer una persona, el viudo o viuda debe casarse con la hermana o hermano del difunto).

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La Iglesia llegó a prohibir el matrimonio de primos sextos, complicando mucho mantener la estructura de clanes, pues los miembros de estos debían salir fuera a encontrar pareja. Henrich explica que al romperse estas estructuras y fomentar las familias nucleares, sin familia extendida, se facilitó la creación de relaciones con desconocidos y propiciando así una psicología concreta, la WEIRD.

Una forma que tiene Henrich de apuntalar este teoría es que las zonas que tuvieron durante más tiempo la influencia de la Iglesia Católica tienen más psicología WEIRD. El sur de Italia y de España, que tuvieron presencia musulmana durante bastante tiempo, tienen menos psicología WEIRD que el norte de Europa. Esto puede resultar contradictorio, ya que, aunque es cierto que ciertas zonas tuvieron mucha influencia musulmana, otras vivieron desde muy temprano bajo la Iglesia Católica. Mucho más que el norte de Europa, donde la cristianización fue tan tardía como el año 1.000. Sin embargo, sí parece claro que el norte de Europa es más WEIRD.

En el libro se pueden ver varias gráficas donde se puede ver la correlación de los rasgos más fuertes de psicología WEIRD con una menor concentración de matrimonios entre primos y primos segundos, siendo esto último bastante determinante de la influencia de la Iglesia Católica (la prohibición de matrimonio entre familiares bastante distantes siguió en vigor en la Iglesia Católica hasta 1917 y entre primos segundos hasta 1983).

Henrich también explica que la revolución Protestante profundizó aún más en la psicología WEIRD, pues fomentó la alfabetización y esto impulsó algunos cambios psicológicos que venían produciéndose en el anterior milenio. Lo paradójico es que la revolución protestante fue precisamente para librarse del yugo de la Iglesia Católica. ¿Fue realmente la influencia de la Iglesia la que creó la psicología WEIRD o fue la resistencia de las poblaciones a su poder? Henrich no acaba de profundizar en este tema.

Las consecuencias de la nueva psicología

Por tanto en occidente tenemos una psicología distinta a la que había antes y teoriza, con muchos argumentos, que fue la Iglesia Católica la que provocó estos cambios de forma no intencionada, pues lo que quería era romper estructuras de poder existentes. Pero, ¿cómo pudieron estos cambios psicológicos impulsar cosas tan diversas como la innovación tecnológica o el comercio?

Hay una cita de Said Ibn Ahman, musulmán que vivía en Toledo, que en 1068 estableció una división del mundo en dos grupos: los civilizados y los bárbaros. Entre los civilizados estaban los indios, los judíos, los egipcios, los persas, los griegos y los romanos (bizantinos). Luego, entre los bárbaros estableció dos capas: la de arriba, con turcos y chinos, y los del montón: los “bárbaros negros” del sur de África y los “bárbaros blancos” del norte de Europa. Sin embargo 500 años más tarde estos “bárbaros blancos” crearon tecnología suficiente para llegar a América, publicar libros en serie y sentar las bases de las revoluciones industriales.

Primer Ferro

Henrich argumenta que todo esto es por la psicología WEIRD. En el año 1500 la Iglesia Católica llevaba más de 1000 años rompiendo los clanes ahí donde tenía influencia. Y las personas se vieron obligadas a colaborar con otros desconocidos para poder sobrevivir. Esto impulsó el comercio, la creación de gremios y el crecimiento de las ciudades.

Este proceso fue gradual pero se puede ver que en Europa las ciudades crecieron mucho más rápido que en otras partes del mundo. Está demostrado que las ciudades y las agrupaciones de personas propician el intercambio de ideas y la innovación. Aunque esto de nuevo nos trae una contradicción: previamente a esta época las ciudades más importantes no estaban en el mundo cristiano (Mesopotamia, China o incluso el Toledo musulmán) y no se produjo una innovación científica tan marcada.

Henrich explica que hubo un surgimiento de nuevas instituciones civiles (ya que las personas no estaban ligadas a un rígido clan), y esto impulsó la democracia pues las asociaciones de iguales tenían que gestionarse de alguna forma. De hecho hay ejemplos, incluso durante la Edad Media, de democracia en la gobernanza de gremios, asociaciones e incluso ciudades.

Este breve resumen que aquí planteo está muchísimo más desarrollado en el libro, que argumenta con datos, gráficas y estudios de forma muy detallada todo lo que expone. Es realmente recomendable, aunque pueda haber algunos puntos con relaciones no tan claras de causa efecto que son debatibles.


The Weirdest People in the World: How the West Became Psychologically Peculiar and Particularly Prosperous

The Weirdest People in the World: How the West Became Psychologically Peculiar and Particularly Prosperous

Imagen: Alexander Nachev


La noticia

La Iglesia Católica cambió la psicología de Europa. Sin quererlo, provocó una era de innovación tecnológica

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Alejandro Nieto

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