El “ordenador” más pequeño del mundo es tan pequeño que un grano de arroz parece una montaña a su lado
Corría marzo de 2018 cuando IBM lanzó el, por aquellos entonces, ordenador más pequeño del mundo. Era un cacharrito de 1×1 milímetros que tenía la potencia de un chip x86 de 1990. No movía ‘Crysis’, pero era de lo más curioso.
Sin embargo, las cosas tienden a hacerse cada vez más pequeñas y el diminuto dispositivo de IBM, que ganó al anterior campeón desarrollado por la Universidad de Michigan, no tardó en ser sustituido por otro todavía más pequeño. ¿Desarrollado por quién? Por la Universidad de Michigan, por supuesto.
0,3 x 0,3 milímetros, ahí es nada
La historia es la siguiente. La Universidad de Michigan lanzó en 2015 el Michigan Micro Mote, también conocido como M^3, un ordenador del unos dos milímetros de largo. Tres años después, en marzo de 2018, IBM anunció el suyo, que era todavía más pequeño, con 1×1 milímetros. La competición estaba servida.
El 21 de junio de 2018, la Universidad de Michigan volvió a la carga con el lanzamiento de un “ordenador” todavía más pequeño, esta vez sin un nombre tan chulo, de 0,3 x 0,3 milímetros. Este tiene memoria RAM y un sistema de energía fotovoltaica que, orientado a una estación base, proporciona la luz para la alimentación y la recepción de datos.
Porque sí, al ser tan pequeño no puede tener antenas de radio convencionales, por lo que usa la luz. Desde la U-M explicaron que uno de los restos era hacerlo funcionar a muy baja potencia, ya que la luz de la estación base y del propio LED de transmisión del dispositivo puede inducir corriente en sus circuitos.
Según David Blaauw, profesor de ingeniería eléctrica e informática y encargado del proyecto, “tuvimos que inventar nuevas formas de enfocar el diseño de los circuitos para que tuvieran un consumo igualmente bajo pero que también pudieran tolerar la luz”. Para ello, por ejemplo, cambiaron los diosos (que eran, digamos, las placas solares) por condensadores conmutados.
El dispositivo fue diseñado como un sensor de temperatura de precisión. Básicamente, convierte las temperaturas en intervalos de tiempo, definidos con pulsos electrónicos. Según la Universidad, “el ordenador puede informar de las temperaturas en regiones minúsculas,-como un grupo de células, con un error de unos 0,1 grados centígrados”.
Según explicó Gary Luker, profesor de radiología e ingeniería biomédica, “estamos utilizando este sensor de temperatura para investigar las variaciones de temperatura dentro de un tumor frente al tejido normal y si podemos utilizar los cambios de temperatura para determinar el éxito o el fracaso de la terapia”.
La pregunta que queda en el aire es: ¿puede considerarse un ordenador? Cuando el dispositivo se apaga pierde todos los datos, como el de IBM, pero según Blaauw, “no estamos seguros de si deben llamarse ordenadores o no. Es más bien una cuestión de opinión si tienen la funcionalidad mínima requerida”.
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El “ordenador” más pequeño del mundo es tan pequeño que un grano de arroz parece una montaña a su lado
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Xataka
por
Jose García
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