Vodafone Curve Bike Tracker, análisis: esta luz con GPS es el “ojo que todo lo ve” para la bici
Es habitual que muchas bicicletas – especialmente las de diseño urbano – vengan con luces de serie. Si no es el caso de tu bici, es altamente recomendable que te hagas con un par (delantero y trasero) para ver y ser visto en tus desplazamientos. Y aparte de recomendarlo nosotros, es norma de la DGT si te mueves de noche. Pero este gadget Vodafone Curve Bike Tracker es mucho más, especialmente para la seguridad. Hemos probado a fondo este dispositivo para ciclistas.
Vodafone Curve Bike Tracker |
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Dimensiones y peso |
47,99 x 47,99 x 121,63mm; 156g. |
Modos de luz |
Intermitente, fijo y creciente |
Características de la luz |
25 lúmenes40 lúmenes freno Ángulo de visión |
Autonomía |
Hasta 4 días y medio en reposo Hasta 7 horas y media en uso |
Sonido |
107 dB |
Certificación |
IP67 |
Conectividad |
Bluetooth |
Precio |
Vodafone Luz Trasera de Bicicleta Inteligente, Curve Bike Light&GPS Tracker – Luz de Freno con Localizador GPS, Detección de Impactos, y Alarma de Seguridad – Incluye Suscripción 6 Meses
Qué es y para qué sirve
La Curve Bike Tracker de Vodafone es un dos en uno con bastantes posibilidades para quienes se desplazan en bici. Lo primero salta a simple vista: se trata de una luz roja trasera, una de las dos luces que la DGT requiere a los ciclistas que circulan en vías urbanas e interurbanas durante la noche (la otra es la luz blanca delantera). La que sirve para vernos.
El fabricante la denomina como “inteligente” entre otras cosas porque “responde” a tu velocidad de forma similar a como lo hacen las luces de freno de patinetes, coches o motos. Y digo similar porque en los vehículos se encienden y con la Curve Bike Tracker lo que sucede es que aumenta su brillo para informar al resto de conductores de tu reducción de velocidad. Y este es un plus poco habitual en las clásicas luces que puedes comprar para tu bici.
El extra que abre el abanico de posibilidades es que integra un localizador GPS. Si dejas el Curve Bike Tracker en tu bicicleta y este está en acción, podrás acceder a las siguientes funciones:
- Conocer su localización en todo momento y en tiempo real.
- Acceder al historial de localizaciones en el tiempo.
- Hacer que el dispositivo suene por si la pierdes de vista.
- Dispone de alertas de movimiento y alarma sonora (hasta 107 dB) ante una manipulación inesperada
- Definición de unas zonas de acción y avisos de entrada/salida de estos
- En caso de detectar un impacto, envía de forma automática un SMS y notificación a tu móvil. En un escenario de uso normal en el que el accidente lo tienes tú, resulta interesante invitar a familiares para que se descarguen la app y reciban el aviso con la localización pertinente
Instalación
La cajita es bastante compacta pero en ella no solo viene el localizador con la luz LED, el manual y el cable para cargarlo, sino también la abrazadera para fijarlo a la tija del sillín, varias gomas para que la sujeción sea firme pero suave, una bolsita de terciopelo para guardarlo, una tapa e incluso un destornillador para el tornillo que tendrás que apretar para montarlo. Vamos, que tienes todo lo necesario para montarlo en la bici.
A partir de aquí, el kit consta de dos partes que puedes separar: el localizador y la luz LED, cada uno de ellos dispone de un pequeño indicador led a su vez (quédate con esto, que volveremos más tarde). Que se pueda extraer la luz viene muy bien tanto para que sea más discreto cuando la dejas aparcada en la calle como cuando no necesitas la luz y prefieres dejar solo el GPS con su tapa correspondiente.
El exterior del Curve Bike tracker es de un plástico robusto y resistente y menos mal, porque los golpes y arañazos están a la orden del día en una bici y sus respectivos accesorios. La colocación no tiene mucho misterio. Coloca una abrazadera de goma sobre la tija para protegerla, coloca el soporte alineado con el localizador, pasa el tornillo por el agujero de ambos y aprieta. La orientación queda clara gracias a un esquema que está serigrafiado en el soporte, quedando la solapa que oculta el USB-C para cargar el localizador hacia abajo. Si deseas usar la luz, colócala en el frontal para que las líneas queden alineadas y gira 90 grados.
Ahora toca emparejarlo con tu móvil:
- Descarga la app Vodafone Smart, disponible en iOS y Android)
- Selecciona el dispositivo de la lista (verás otros como el Curve o el V-Multi)
- Con los dos dispositivos cerca y encendidos, mediante Bluetooth “se verán”.
- Confirma que el dispositivo que aparece en la pantalla es el tuyo (lo sabrás porque aparecen los 4 dígitos finales del IMEI que encontrarás en la caja)
- Selecciona la suscripción, que se te cobrará en la factura de Vodafone o se sustraerá de tu saldo (2 euros/mes)
Puedes cometer el error de pensar que un cacharro tan pequeño y a priori sencillo no tiene mucha complejidad en el manejo. Te equivocarás: recomiendo encarecidamente leerse los tutoriales de la aplicación a fondo porque tiene tal cantidad de luces informativas que es fácil perderse y bueno, nadie quiere que suene su ruidosa y desagradable alarma por error. Sé de lo que hablo.
Os pongo algunos ejemplos solo para el LED de la pieza que constituye el localizador:
Estado de la luz del localizador |
Significado |
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Azul, naranja, verde o blanco |
El LED se está encendiendo |
Naranja |
El localizador se está apagando |
Naranja fija |
La batería se está cargando |
Naranja parpadeo suave |
batería baja |
Verde fija |
batería cargada |
Verde intermitente |
Conectando a la red y transmitiendo datos |
Blanco intermitente |
Emparejamiento en acción |
Rojo intermitente |
Modo alarma activo |
¿Os parecen pocas? Pues no acaba aquí la cosa porque esta es la guía de luces del indicador led del faro:
Estado de la luz LED de la luz |
Significado |
---|---|
Naranja, verde, blanco |
la luz de está encendiendo |
Naranja |
La luz se está apagando o cargándose |
Naranja parpadeando lentamente |
Batería baja |
Verde |
Batería cargada |
Sí, es cierto que hay algunas luces que tienen su lógica y que de hecho emplean el mismo código de color, pero sorprende el alarde de luz y de color. De hecho, es sorprendente que un dispositivo tan a priori simple tenga esta curva de aprendizaje. En este sentido, quizás sería suficiente con una notificación en el móvil de toda esta información y simplificar al máximo el código de colores.
Su uso en el día a día
Bueno, tú montas todo y sales a dar una vuelta. Si sacas el móvil verás cuál es tu posición en el mapa, aunque no funciona en tiempo real como los GPS para bici, sino que se actualiza cada cortos periodos de tiempo.
Lo bueno es que como en los navegadores, puedes ver diferentes capas de mapas, lo que es interesante si por ejemplo estás buscando un río o un lugar concreto. Me he movido esencialmente en un núcleo urbano y alrededores y aquí no he tenido problemas de cobertura.
En cuanto sales de las zonas que has definido, recibes un aviso en la aplicación (tanto tú como otras 9 personas más que puedes configurar). Lo malo es que es bastante restrictivo en cuanto al radio y rápidamente te marca cuándo el alcance es muy pequeño o muy grande. Así, por ejemplo no puedo restringirlo a mi garaje o a la ciudad de Pamplona.
Hasta que no acabas la ruta (aproximadamente 20 minutos después) no puedes la trayectoria en el mapa, con distancia, duración y próximamente la estimación de calorías consumidas.
¿Que se hace de noche? Entonces quita la tapa, coloca el faro y pulsa sobre el botón durante un segundo para ir alternando entre los tres modos. La luz es grande para ser un faro trasero, es potente y se ve muy bien.
Hemos probado la detección de impacto simulando una caída (disclaimer: no Xataka’s editors were harmed in the making of this review) y sí, si vuelcas la bicicleta súbitamente recibes un aviso. Eso sí, pasas por un terreno especialmente pedregoso o lleno de baches también puedes recibir el aviso. La idea es que ante un accidente nuestros contactos puedan ser conscientes al momento de lo sucedido pero funciona mucho más fino para ciclismo urbano o de carretera que para practicar MTB.
Cuando acabas tu ruta, retiras la parte del faro de la bici, dejando el localizador fijo en el soporte que hemos instalado en la tija. En ese momento verás un parpadeo rojo continuo en el indicador avisándote de la activación del modo alarma. Este modo también se puede activar de forma manual desde la aplicación y se activa de forma automática cuando bici y móvil salen del radio de emparejamiento. ¿Qué pasa entonces si intentan robarte la bici?
Cuando alguien mueve la bici de forma continua o toca el localizador (no basta un simple roce), entonces comienza a pitar con una potencia escandalosa y así seguirá durante ocho minutos hasta que vuelvas a colocar la luz, volviendo a entrar al radio del Bluetooth o desactivando desde la aplicación. En la aplicación además recibes un aviso y puedes ver dónde se encuentra…a no ser que rompan el dispositivo o lo desmonten y lo apaguen pulsando el pequeño botón que se encuentra en el interior del localizador (en ese caso se guarda la última localización). Desde ahí además se puede resetear.
Obviamente pueden actuar con rapidez y montarla en una furgoneta, pero si la idea es romper el candado, el ruido es tan ensordecedor que actúa de forma disuasoria. A mí me ha pasado varias veces manipulando el Curve Bike Tracker o simplemente por olvido y sí, llama muchísimo la atención.
Hablemos de autonomía. En stand by, la batería del localizador aguanta aproximadamente cinco días, pero si pones en acción el conjunto de tracker y luz de 100% a 0 el tiempo de funcionamiento ronda las ocho horas. En un escenario de uso urbano en el que empleas la bici para ir al trabajo y volver dejando el modo de alarma activado, tendrías que cargarlo cada 2 – 3 días. Si lo quieres para rutas largas en carretera o por el monte andarás más apurado y por ejemplo, en el camino de Santiago tendrías que cargarlo cada noche.
Lo bueno es que puedes cargar el faro y el localizador por separado mediante sus respectivos puertos USB-C. Pero si como yo, dejas la bici en un cuarto específico o en un garaje, es más interesante cargar solo la luz y que esta vaya alimentando al localizador.
Cómo es la app
En pocas palabras: una maravilla. Tiene un diseño limpio e intuitivo, los menús son completos sin añadir complejidad al uso, el lenguaje es sencillo y claro. Al margen de que las opciones de calorías sigan como no disponible, se echa en falta una actualización en tiempo real más frecuente, pero claro, eso pasaría factura a la batería. Asimismo, el intercambio de datos dispositivo – móvil no es instantáneo, vamos, que te va a tocar esperar unos cuantos segundos.
En una posición privilegiada como menú desplegable sobre el mapa que usamos para ver la posición del conjunto, ergo de la bici, está el panel de control, que es lo que más vas a usar. Tiene tres opciones:
- Aviso sonoro. Al activarlo pitará, lo que resulta muy útil si tienes la bici en un parking repleto. Solo tienes que seguir el sonido.
- la luz. Eso sí, solo puedes encenderla o apagarla, para alternar entre los tres modos has de pulsar el botón que hay sobre su carcasa.
- activar o desactivar el modo alarma.
Hay tres funciones muy útiles que solo puedes hacer desde la aplicación: invitar a usuarios para que reciban tus notificaciones, añadir datos de tu bici como el número de cuadro o fotos y ver el porcentaje de la batería de tracker y faro respectivamente.
Vodafone Curve Bike Tracker, la opinión de Xataka
Decía Fernando Fernán Gómez que las bicicletas son para el verano, pero cada vez somos más los usuarios que la usamos durante todo el año para movernos por ciudad. Y en estas distancias (especialmente en una ciudad pequeña como la mía), son cómodas y rápidas, pero la jungla urbana hace que algunos accesorios sean imprescindibles. Hablo del casco y de la luz, pero el localizador GPS es un extra muy interesante.
Lo que el Curve Bike Tracker propone es un tres en uno de lo más cuidado y premium: por un lado una luz de lo más potente con diferentes modos y por otro un tracker para no perder nuestra bici de vista e incluso actuar como disuasor ante un posible robo. Y digo como disuasor porque es un poco como los candados: quien quiere robar, roba, pero si tu candado es más gordo que el de al lado, probablemente tu bici esté a salvo.
Eh, eh, que has dicho tres en uno pero solo has dicho dos. El tercero tiene un punto de seguridad y entretenimiento, ese que nos permite ver rutas, tiempos e incluso caídas, que es para mí el plus más útil. Y es que hoy en día casi cualquier smartwatch te ofrece estos datos, pero son pocos los que tienen un detector de caídas.
Los accidentes pasan y si un día sucede, tus allegados serán avisados gracias a esta función. Es cierto que el modo caídas tiene más sentido en el campo, donde puedes tener un percance y que no te vea nadie durante horas, pero nunca viene mal.
Eso sí, el modo caídas funciona muy bien en un entorno urbano, pero con terreno accidentado puede dar alguna que otra falsa alarma. Además, si somos ciclistas intensivos y hacemos rutas largas, la autonomía se antoja ajustada. Porque este Curve Bike Tracker es esencialmente un dispositivo pensado esencialmente para ciclismo urbano y allí su propuesta encaja más.
Su coste es considerablemente más alto que los localizadores GPS a secas, pero este dispositivo está diseñado específicamente para las bicis, pasando bastante inadvertido sin la luz y siendo de gran ayuda con el faro integrado. El modo de detección de caídas y la alarma son la guinda del pastel. Son extras que aportan un plus pero que se pagan. A cambio, el precio de la suscripción (2 euros/mes sin permanencia) es bastante atractivo para lo que ofrece.
Vodafone Luz Trasera de Bicicleta Inteligente, Curve Bike Light&GPS Tracker – Luz de Freno con Localizador GPS, Detección de Impactos, y Alarma de Seguridad – Incluye Suscripción 6 Meses
El dispositivo ha sido cedido para la prueba por parte de la marca. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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La noticia
Vodafone Curve Bike Tracker, análisis: esta luz con GPS es el “ojo que todo lo ve” para la bici
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Eva Rodríguez de Luis
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