Qué hace un virus invernal como tú en un verano como este: muchas enfermedades respiratorias desaparecidas durante 2020 empiezan a aparecer en fechas inesperadas
Los virus respiratorios están de vuelta. Los pediatras llevan semanas avisándolo y ahora los datos empiezan a mostrarlo en todo su esplendor. Como señalaba hoy mismo Jessica Mouzo en El País, según los últimos informes de vigilancia epidemiológica del Instituto Carlos III, la positividad por el virus respiratorio sincitial (principal causante de las bronquiolitis infantiles) pasó del 2% al 4% en una semana.
No es un dato aislado, según Fernando Baquero, coordinador de enfermedades infecciosas pediátricas del Hospital de La Paz en Madrid, “la infección por VRS también se ha disparado en USA en las últimas semanas“. Si miramos los datos actualizados, la epidemia del virus parece que está empezando a derrumbarse estos días, pero el dibujo de la tendencia es incontestable. En Australia también ocurrió algo similar a la llegada del verano austral.
El debate más evidente es si, detrás de este revival de virus respiratorios que han estado desaparecidos durante la pandemia, está el relajamiento de medidas sanitarias y una sociedad que (mitad por fatiga pandémica, mitad por una situación epidemiológica más tranquila) ha levantado el pie del acelerador. La verdad es que (aunque discutir ahora sobre esto, sin más datos que los que hay disponibles, tiene una escasa utilidad práctica) hay cosas interesantes que no perder de vista.
Un virus fuera de temporada
¿Qué está pasando con el VRS? No obstante, hay una pregunta más interesante: “¿qué hace un virus invernal campando a sus anchas en pleno junio?”. No hay que olvidar que los registros de vigilancia epidemiológica son clarísimos: el VRS suele aparecer en septiembre y octubre y llega a su pico en diciembre. ¿Por qué nos lo estamos encontrando a las puertas del verano? Y, más allá de eso, ¿estamos ante un cambio más significativo de las dinámicas virales?
Competencia entre virus Sin descartar, por supuesto, el efecto de la relajación de medidas sanitarias (algo que, además, invitaría a tomar con escepticismo algunas encuestas publicadas estos días sobre el uso de la mascarilla después de la prohibición), lo cierto es que también debe haber algo de “interferencia” entre virus. Si el pico del VRS se da en diciembre es porque, “en cuanto aparece la gripe, desaparece”.
Al fin y al cabo, todos estos virus respiratorios (de los que el VRS es solo una muestra) circulan ‘silentemente’ por la sociedad hasta que se dan las condiciones para “explotar”. Esas circunstancias, por sorpresa, se han dado estas semanas.
¿Un cambio temporal o a largo plazo? Lo que está pendiente ahora por saber es qué pasa con el coronavirus a medio plazo. Si acaba convertirse en un virus respiratorio más, las dinámicas estacionales deberían volver a su lugar “tradicional”; en cambio, si el SARS-CoV-2 se mantiene como un virus estacional importante, el resto de enfermedades tendrán que desplazarse para encontrar sus ventanas de oportunidad.
Imagen | Kelly Sikkema
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Qué hace un virus invernal como tú en un verano como este: muchas enfermedades respiratorias desaparecidas durante 2020 empiezan a aparecer en fechas inesperadas
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Xataka
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Javier Jiménez
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