Dell UltraSharp 38 Curved USB-C: 38 gloriosas pulgadas para trabajar (e incluso jugar) en formato ultrapanorámico

Dell UltraSharp 38 Curved USB-C: 38 gloriosas pulgadas para trabajar (e incluso jugar) en formato ultrapanorámico

Los monitores ultrapanorámicos están aquí para quedarse. Son una  alternativa fantástica a las tradicionales configuraciones multimonitor,  y la mejor prueba de ello es el Dell UltraSharp 38 Curved USB-C Hub (3821DW), un modelo que cuenta con unas prestaciones fantásticas para trabajar y, por qué no, para jugar.

No es desde luego un monitor orientado específicamente al gaming, y donde brilla más es en ese ámbito de la productividad.  La enorme resolución (3.840 x 1.600) hace que tengamos espacio para  trabajar con muchas ventanas o, claro está, con ventanas muyyy largas.  Veamos de qué es capaz este monitor de Dell.

Ficha técnica del Dell UltraSharp 38 Curved USB-C Hub

Dell UltraSharp 38 Curved USB-C Hub (3821DW)

Tamaño

38 pulgadas curvo (2300R), 21:9

Tipo de Panel

WLED IPS, Mate

Resolución nativa

3.840 x 1.600 píxeles a 60 Hz

Brillo

300 cd/m2

Contraste

1000:1

Tiempo de respuesta

5 ms GtG (modo Fast), 8 ms GtG (modo Normal)

Conectividad

1 x DisplayPort 1.4

2 x HDMI 2.0

1 x USB-C (Alternate Mode con DP 1.4, PD hasta 90 W)

1 x USB-B (Upstream)

4 x USB-A (5 Gbps)

1 x audio

1 x Ethernet RJ-45

Ajuste

En altura 120 mm

Inclinación 5° a 21°

Giro 30°/30°

Peso

8,79 kg (sin peana)

Precio

1.114,02 euros

Un diseño grande pero al que te acostumbras enseguida

Parece mentira lo rápido que se acostumbra uno a lo bueno. Mi monitor de trabajo tiene una diagonal de 27 pulgadas, así que el salto a las 38 pulgadas puede asustar un poco: nada más lejos de la realidad.

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Es cierto que el monitor es lógicamente más voluminoso que un monitor normal y sobre todo algo más aparatoso por su longitud, pero es sorprendentemente manejable y no resulta difícil instalarlo. Colocar el panel sobre el soporte lleva muy pocos minutos, y una vez está sobre la mesa el aspecto es realmente imponente.

La curva de este monitor es sutil pero apreciable, y como decimos aunque las dimensiones son claramente mayores que muchos monitores del mercado, acostumbrarse a esa diagonal es sorprendentemente sencillo.

El monitor de Dell cuenta con unos marcos que en apariencia (con el monitor apagado) son casi mínimos, pero que en la práctica engañan. Tanto en los laterales como en la parte superior a esos marcos del chasis se les suma el marco artificial y nativo de la pantalla, que tiene un grosor de más de medio centímetro y que hace que esa sensación inicial no sea al final tan llamativa.

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Con esto no queremos decir que los marcos sean pronunciados, desde luego, pero lo cierto es que el chasis del monitor apagado engaña ligeramente salvo en el caso del marco inferior, que sí pertenece a ese chasis y acaba teniendo un grosor similar al del marco superior.

Para controlar las opciones del monitor podemos recurrir al pequeño joystick situado en la esquina inferior derecha del monitor, en su parte trasera.

Este tipo de control cambia respecto a la anterior edición de este monitor (la 3818DW), que tenía esos controles en forma de botones situados en el borde inferior, no en la parte trasera. Al lado de este joystick está también el botón de encendido, y un pequeño LED en la parte inferior derecha de la pantalla indica si el monitor está activo o no.

La diferencia más evidente respecto al diseño del monitor no está de hecho en el monitor, sino en su soporte o peana, que “adelgaza” y es ahora bastante más estrecho. La base sigue siendo grande, plana (algo importante si queremos apoyar cosas en ella) y pesada, lo que permite

Conectividad por doquier

En la parte trasera encontramos sobre todo el espacio con los puertos de entrada y salida, que son numerosos: tenemos dos puertos HDMI 2.0, uno DisplayPort, dos puertos USB-C, otro USB-B (que permite convertir el monitor en un hub), cuatro USB 3.0, y, curiosamente, hasta un conector Ethernet RJ-45.

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Eso deja claro que estamos ante un monitor capaz de ofrecer un gran número de opciones de conectividad y que además es especialmente adecuado para quienes quieren usarlo casi como una docking station: si el portátil o el PC al que lo conectamos tiene un puerto USB, podremos usar todos los puertos del monitor para conectar nuestros periféricos sin tener que acudir a dongles.

Es más: el monitor está preparado para alimentar y recargar un portátil mientras lo conectamos a él. De hecho su soporte del estándar Power Delivery, que forma parte de la especificación USB-C, permite recargar portátiles incluso “exigentes” con sus necesidades de carga.

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La única pega de esa conectividad es que no es especialmente accesible. Los puertos están bastante escondidos en la parte trasera y no hay ninguno en los laterales por ejemplo, algo que ciertamente ayuda a ocultar cables pero que hace que la conexión y desconexión frecuente de periféricos sea tediosa.

Así es trabajar (y jugar) con un monitor de 38 pulgadas

Habíamos tenido la oportunidad de probar en el pasado el espectacular Samsung Odyssey G9 de 49 pulgadas, pero ya entonces señalamos que aquel monitor ultrapanorámico era quizás hasta demasiado ultrapanorámico.

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Tener tal espacio horizontal es fantástico para unas cosas, pero puede hacerse algo incómodo para otras: es inevitable no estar girando la cabeza para ver cómodamente ventanas que tienes a ambos lados del monitor, y eso hace que en cierta medida estés casi “viendo un partido de tenis” con estos monitores.

Con el Dell UltraSharp 38 Curved USB-C Hub esa sensación queda aliviada tanto por la diagonal como por el formato. Su resolución es fantástica, pero sobre todo lo es para quienes buscan colocar tres ventanas de forma simultánea repartidas por el extenso escritorio.

Como en aquel modelo de Samsung, en nuestro caso sacamos mucho provecho de las simpáticas PowerToys de Microsoft —aunque Dell también tiene su propia propuesta aquí, llamada Display Manager—, y en este caso especial usamos sobre todo las llamadas Fancy Zones, que permiten asociar un atajo de teclado (en mi caso, Windows y flechas de cursor) para distribuir las ventanas en “tercios” de pantalla.

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Uno puede elegir la distribución que más le guste de las predefinidas, pero también puede crear la suya propia: a partir de ahí los atajos irán trasladando la ventana activa a una de las secciones de ese diseño. En nuestras pruebas usamos ese diseño de tres columnas que nos permitía trabajar con tres ventanas muy generosas en todo momento en pantalla.

Trabajar con estas dimensiones de pantalla es fantástico: en mi monitor habitual siempre tengo dos ventanas de navegador enfrentadas y juego con el Alt-Tab para que otras ventanas vayan pasando a primer o segundo plano, pero aquí ese espacio extra viene muy bien para tener por ejemplo la ventana de Slack con las conversaciones del equipo de trabajo o para otras ventanas adicionales. Es, en esencia, como tener un segundo monitor dedicado expresamente a una tarea específica que siempre podremos personalizar.

Aunque lo normal en mi caso es trabajar con varias ventanas siempre en pantalla, he podido también trabajar con edición de vídeo aprovechando esa larguísima resolución horizontal: la línea de tiempo se hace mucho más asumible a la hora de moverse por los distintos clips de audio y vídeo, por ejemplo, y ese mismo principio puede ser trasladado a otros escenarios como los de los usuarios intensivos de Excel y de aplicaciones que permitan aprovechar esta resolución de pantalla.

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De hecho el monitor es especialmente llamativo no tanto por su resolución horizontal (3.840 píxeles, la misma que en monitores 4K) sino por su vertical que llega a los 1.600 píxeles. En otros monitores algo inferiores esa resolución suele ser de 1.440 píxeles, y precisamente en este modelo de Dell ganaremos en vertical y eso nos permitirá no tener que hacer tanto scroll vertical.

La calibración del monitor es además sobresaliente, con tonos sobrios pero naturales, ni sobresaturados ni apagados. Uno puede luego jugar con los ajustes para dejar esa calibración a su gusto, pero creemos que aquí Dell ha hecho un gran trabajo que como siempre está más centrado en la productividad y ese ámbito “profesional”.

El monitor cuenta además con dos altavoces integrados de 9 W que se comportan de forma decente pero no especialmente llamativa. En este apartado hacer uso de altavoces o auriculares resulta mucho más recomendable.

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Como sucede con los monitores ultrapanorámicos, disfrutar de contenidos de vídeo es extraño: el formato hace que prácticamente cualquier vídeo que veamos genere dos grandes bandas negras a ambos lados porque a menudo esos contenidos están orientados a pantallas 16:9.

Hay desde luego ejemplos de vídeos en formato 21:9 y la experiencia con ellos es estupenda, pero es cierto que el objetivo de este monitor no es la reproducción multimedia (aunque pueda usarse también para ese apartado sin problemas) sino de nuevo la productividad en escenarios profesionales y desde luego en entornos creativos.

Aunque no hemos aprovechado esa capacidad, las entradas de vídeo disponibles permiten utilizar tanto la función PiP (Picture in Picture) como la PbP (Picture-by-Picture), y un KVM integrado permite controlar por ejemplo dos PCs distintos conectados al monitor de forma sencilla con un solo teclado y ratón.

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Los menús de configuración son suficientemente completos para poder aprovechar todas las prestaciones de forma sencilla,  y hay algunos accesos rápidos (modos predefinidos, control de brillo y contraste) que se suman a esa posibilidad de ir a la configuración general con todos los parámetros que podremos modificar.

Este monitor está pensado para trabajar, pero no hace ascos al gaming

La pregunta es, ¿sirve para jugar? Desde luego que sí. Salvo en el caso de gamers algo más exigentes y que busquen características muy específicas (no hay aquí soporte FreeSync ni G-SYNC) estamos ante un monitor que se porta perfectamente a la hora de jugar.

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En nuestras sesiones con “Battlefield 1” por ejemplo nos beneficiamos de ese formato panorámico para ver más a cada lado de la pantalla: esa visión periférica puede ayudar a jugadores experimentados, pero sobre todo aporta más “inmersión” en este y otros juegos que aprovechan esa resolución horizontal sin problemas.

Es cierto que ni las tasas de refresco (solo 60 Hz) ni los tiempos de respuesta (8 ms nativos, pero podemos activar el modo rápido, que los reduce a 5 ms Gray to Gray)  son óptimos para jugadores ambiciosos, pero una vez más insistimos: se puede disfrutar a lo grande si queremos aprovechar este monitor para esas sesiones de gaming.

La propia orientación del monitor deja claro que evidentemente ese no era su propósito, cuidado: esa ambiciosa selección de puertos de conexión y sus propias características lo destinan más a un uso de productividad y trabajo, pero si queremos disfrutarlo también para alguna que otra partida a nuestro videojuego favorito, lo podremos hacer sin problemas.

Dell UltraSharp 38 Curved USB-C Hub, la opinión de Xataka

Monitores como este dejan claro que las configuraciones multimonitor se vuelven cada vez menos atractivas (aunque suelen ser más asequibles) si uno puede acceder a monitores ultrapanorámicos como este.

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El Dell UltraSharp 38 Curved USB-C Hub cuenta con una diagonal y una resolución que lo hacen aún más atractivo. Hay monitores algo más asequibles de 34 pulgadas y resolución vertical 1440p que pueden llegar a ser una gran opción, pero aquí Dell da un salto adelante tanto en la productividad como en esa faceta especial de la conectividad.

Esa posibilidad de trabajar con tres ventanas enfrentadas es fantástica para quienes venimos de “jugar” con dos y con el clásico Alt-Tab para ir intercambiando otra en segundo plano: de repente uno acude mucho menos a ese atajo de teclado, y sueles tener en pantalla casi todo lo que necesitas.

Es importante señalar que el enfoque del monitor es el del trabajo y la productividad, y aunque se puede usar perfectamente para jugar o para ver contenidos de vídeo, su propósito no es ese y quienes estén especialmente interesados en esos ámbitos quizás deberían buscar otras alternativas.

La verdadera pega no es esa, sino su precio, que es tan enorme como su diagonal. Pagar 1.220,89 euros por él supone un desembolso importante cuando como señalamos hay monitores de 34 pulgadas ultrapanorámicos por una cuarta parte de ese precio.

Si ese coste no es impedimento, estamos sin duda ante un monitor que no defraudará a la hora de usarlo como ese “hub” de nuestro puesto de trabajo.

Este producto ha sido cedido para la prueba por parte de Dell. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.

Más información | Dell


La noticia

Dell UltraSharp 38 Curved USB-C: 38 gloriosas pulgadas para trabajar (e incluso jugar) en formato ultrapanorámico

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Javier Pastor

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